Hay muchas pastillas diferentes que a veces tendrás que darle a un gato, como las tabletas para desparasitarlo y los antibióticos. Desafortunadamente, muchos de ellos son expertos escupiéndolas o es posible que las rechacen por completo. Sin embargo, existen algunas estrategias que puedes usar para darle una pastilla a un gato con el menor estrés posible para el animal y para ti.

Método 1
Método 1 de 6:
Saber sobre el medicamento

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    Lee con atención las instrucciones sobre la dosis de la receta. Sigue las indicaciones impresas en el recipiente del medicamento recetado. Fíjate en la cantidad que debe administrarse cada vez, la frecuencia de las dosis y la duración del tratamiento.
    • Pregúntale al veterinario si tienes alguna duda sobre las dosis o los procedimiento para administrar el medicamento.
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    Mantén enteros los medicamentos de liberación prolongada. Algunas tabletas están formuladas para liberar lentamente el ingrediente activo durante varias horas y triturarlas destruye esta propiedad que tienen. Sigue las instrucciones que el veterinario te indicó en la receta.
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    Verifica si el medicamento debe o no acompañarse con los alimentos. Algunos medicamentos tienen que tomarse con el estómago vacío, así que esconderlos en la comida podría interferir con su efectividad. En estos casos, tendrás que administrarlos solos.
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Método 2
Método 2 de 6:
Inmovilizar al gato

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    Consigue una toalla grande o una sábana. Hay diferentes maneras de sostener al gato, de acuerdo a si estás solo o tienes ayuda. Sin embargo, la mayoría de métodos funcionan de la mejor forma posible cuando tienes una toalla grande o una sábana con la que puedas envolver al animal o donde este pueda sentarse.
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    Pídele ayuda a un amigo. Consiga la ayuda de un alguien para inmovilizar a tu mascota. Es mucho más fácil enfrentarte a un gato cuando tienes un par de manos extras dispuestas a ayudarte.
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    Coloca una toalla sobre una mesa o un mostrador. Extiende una toalla o una sábana sobre la superficie de alguno de estos muebles. Trabajar en una mesa te proporcionará una altura cómoda y hará que tu tarea de administrar la pastilla sea más sencilla. El gato reposará en la toalla en parte para estar cómodo y en parte para no resbalarse por la mesa.[1]
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    Coloca al gato sobre la mesa o el mostrador. Recógelo con delicadeza y ponlo en la mesa. Haz que tu ayudante agarre los hombros del animal con su cabeza en dirección a ti.[2]
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    Envuelve al gato en una toalla. Si es probable que tu mascota arañe, lo mejor es envolverlo con una toalla. Extiende una toalla grande o una sábana y coloca al gato sobre ella. Envuélvelo con la toalla de modo que el animal quede adentro y sus patas estén cubiertas y pegadas a su cuerpo. Asegúrate de que su cabeza sobresalga.[3] Este procedimiento generalmente se describe como la envoltura del burrito y mantiene las patas y garras del animal sin posibilidad de arañar, lo que te mantendrá a salvo.
    • Generalmente descrita como la envoltura del burrito, se parece también a un bebé envuelto. Las extremidades del gato están sostenidas contra su cuerpo, con las patas y garras sin la posibilidad de arañar a nadie.
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    Coloca sobre la mesa al gato envuelto en la toalla. Si tienes ayuda, ponlo en la superficie de la mesa. Pídele a tu ayudante que mantenga al gato quieto mientras te preparas para abrirle el hocico y meterle la pastilla.
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    Arrodíllate para inmovilizar a tu gato. Si estás solo, envuélvelo en una toalla, arrodíllate en el suelo y colócalo entre tus muslos con su cabeza en dirección a tus rodillas.
    • Asegúrate de que tus dos manos estén libres para que puedas administrarle el medicamento.
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Método 3
Método 3 de 6:
Abrirle el hocico

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    Inclina la cabeza del gato hacia arriba. Ahora que tienes al gato inmovilizado, tienes que abrirle el hocico.
    • Si eres diestro, usa tu mano izquierda para sostener la cabeza del gato. Así dejarás libre tu mano dominante para darle la pastilla.
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    Coloca tu dedo índice y pulgar sobre la frente del gato. Haz una forma de “U” de cabeza con el índice y el pulgar de tu mano izquierda y colócala sobre la frente del animal.
    • Tus dedos reposarán a cualquier lado de la cara del gato, sobre los pómulos.
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    Coloca las puntas de tu dedo índice y pulgar sobre el labio superior del gato. Hazlo de modo que el pulgar quede a un lado de la cara y la punta del índice al lado opuesto.[4]
    • Cuando hayas levantado la cabeza con la nariz formando un ángulo hacia arriba, la mandíbula se abrirá un poco.
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    Presiona con delicadeza tu dedo pulgar e índice en el hocico del gato. Cuando su mandíbula se abra un poco, presiona el pulgar y el índice hacia abajo y en dirección al hocico. Asegúrate de que los labios del gato estén entre tus dedos y los dientes. El animal sentirá sus dientes presionando sus labios y abrirá naturalmente el hocico para no mordérselos.[5]
    • Si le administras el líquido con una jeringa, solo tendrás que abrirle el hocico un poco. Si le das una pastilla, trata de que la abertura sea mayor.
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Método 4
Método 4 de 6:
Darle la pastilla

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    Sostén la pastilla como si tus dedos fueran unas pinzas. Usa tu mano dominante para agarrar la pastilla entre las puntas de tu dedo pulgar y medio.
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    Presiona con tu dedo índice para abrir el hocico del gato. Coloca este dedo en la punta del mentón del animal, entre los dos caninos inferiores (los dientes grandes que parecen colmillos). Aplica una presión ligera hacia abajo y su hocico se abrirá por completo.[6]
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    Deja caer la pastilla dentro del hocico del gato. Apunta a la parte posterior de la lengua. Si colocas la pastilla en la profundidad adecuada y el gato trata de escupirla, las contracciones de la lengua en realidad la empujarán hacia atrás y dentro de la garganta donde el animal se la tragará.[7]
    • Si la pastilla cae en la punta de la lengua, sigue abriendo el hocico y usa el dedo medio de tu mano dominante para empujarla más atrás en la lengua.
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    Suelta el hocico del gato. Después de que le hayas colocado la pastilla dentro del hocico, asegúrate de que se la trague. Tan pronto como esta caiga en el lugar adecuado, saca tus dedos del hocico del animal. Deja que este lo cierre y trague al bajar su mandíbula.
    • Si no estás seguro de que la pastilla haya llegado a la profundidad necesaria en el hocico, mantenlo cerrado hasta que veas que el animal se la trague.
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    Sopla con delicadeza en las narinas del gato. Algunos gatos pueden ser tercos y rehusarse a tragar la pastilla. En ese caso, sopla con delicadeza en sus narinas, lo que le producirá un movimiento reflejo de tragar. Cuando lo haga, empezará a tragar saliva. Suelta su hocico y observa que no vaya a escupir la pastilla.[8]
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    Después de la pastilla, dale un poco de agua. Una vez que el gato haya tragado con éxito la pastilla, ofrécele algo de beber y comer. Hacerlo garantizará que esta haya pasado por todo el esófago hasta llegar al estómago.
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    Usa una jeringa especial para suministrar pastillas (también jeringa impulsora) si fuera necesario. Si no te sientes seguro de poner tus dedos dentro del hocico del gato, piensa en usar este instrumento. Una jeringa para administrar pastillas es un instrumento de plástico que sostiene la pastilla.
    • Coloca una pastilla en la jeringa especial.
    • Abre el hocico del gato.
    • Inserta la punta de la jeringa con mucho cuidado hacia la parte posterior del hocico del gato.
    • Presiona el émbolo para empujar y sacar la pastilla de la jeringa. Esta caerá por la garganta del gato.
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Método 5
Método 5 de 6:
Darle medicamentos líquidos

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    Ábrele el hocico al gato. Este no tiene que estar completamente abierto para administrarle medicamentos líquidos. Ábrele el hocico y crea el espacio suficiente para deslizar la jeringa adentro.[9]
    • No inclines la cabeza del gato hacia atrás. Hacerlo incrementará el riesgo de que el líquido se inhale por la tráquea del animal.[10]
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    Coloca la punta en el espacio que se forma entre las mejillas y los dientes. Desliza la punta de la jeringa sobre los dientes. Deja que esta repose en el espacio que se forma entre los dientes y las mejillas, a un lado del hocico.[11]
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    Presiona lentamente el émbolo para liberar el líquido. Haz que el medicamento líquido se introduzca por el hocico del gato. Realiza pausas con frecuencia para que este pueda tragarlo cómodamente y a un ritmo constante.
    • Si usas una jeringa de bombilla, aprieta lenta y suavemente la bomba para liberar el líquido dentro del hocico del gato. Hazlo lentamente y realiza pausas frecuentes.
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    No inundes el hocico del gato con el líquido. Lo más importante es no llenar demasiado su hocico y siempre dejarlo tragar durante la administración. Si aprietas mucho líquido en el hocico del animal, este podría respirar e inhalar el líquido hasta que llegue a sus pulmones. Esto podría tener consecuencias serias, incluyendo una neumonía.[12]
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    Retira la jeringa cuando esté vacía. Tan pronto como hayas introducido todo el medicamento líquido en el hocico del gato, retira la jeringa y deja que lo cierre.
    • Si el animal tiene dificultades, quizás tengas que administrarle el medicamento en dos fases.
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Método 6
Método 6 de 6:
Esconder las tabletas en los alimentos

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    Retírale la comida por unas cuantas horas antes de darle la pastilla. Algunos medicamentos están diseñados especialmente para gatos y, en ese caso, las tabletas son pequeñitas, por lo que es más fácil esconderlas dentro de los alimentos. Asegúrate de que el gato tenga hambre quitándole la comida unas cuantas horas antes de darle el medicamento.[13]
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    Esconde la pastilla en los alimentos húmedos. Dale al gato un cuarto de su ración de comida normal, con la pastilla escondida adentro. Una vez que estés seguro de que el plato haya quedado vacío, dale el resto de su cena. [14]
    • Para que sea más probable que coma el alimento, piensa en darle su bocadito favorito. Esconde la pastilla dentro de él y sírveselo junto con su comida.
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    Usa un pill pocket (bocadito para esconder pastillas). Estos son bocaditos deliciosos que tienen un agujero para que puedas meter la pastilla (como la mermelada en una rosquilla). El recubrimiento exterior, que es súper delicioso, esconde el sabor de la pastilla y el gato se la traga contento.[15]
    • Estos productos vienen en varios sabores y los venden en la veterinaria o la tienda de productos para mascotas de tu localidad.
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Referencias

  1. BSAVA Textbook of Practical Animal Nursing. Cooper & Mullineaux. BSAVA Publications.
  2. BSAVA Textbook of Practical Animal Nursing. Cooper & Mullineaux. BSAVA Publications.
  3. BSAVA Textbook of Practical Animal Nursing. Cooper & Mullineaux. BSAVA Publications.
  4. BSAVA Textbook of Practical Animal Nursing. Cooper & Mullineaux. BSAVA Publications.
  5. BSAVA Textbook of Practical Animal Nursing. Cooper & Mullineaux. BSAVA Publications.
  6. BSAVA Textbook of Practical Animal Nursing. Cooper & Mullineaux. BSAVA Publications.
  7. BSAVA Textbook of Practical Animal Nursing. Cooper & Mullineaux. BSAVA Publications.
  8. BSAVA Textbook of Practical Animal Nursing. Cooper & Mullineaux. BSAVA Publications.
  9. Jones' Animal Nursing. Jones & Lane. Editorial: Pergamon
  1. http://www.vetmed.wsu.edu/ClientED/cat_meds.aspx
  2. http://www.vetmed.wsu.edu/ClientED/cat_meds.aspx
  3. Jones' Animal Nursing. Jones & Lane. Editorial: Pergamon
  4. Jones' Animal Nursing. Jones & Lane. Editorial: Pergamon
  5. Jones' Animal Nursing. Jones & Lane. Editorial: Pergamon
  6. Jones' Animal Nursing. Jones & Lane. Editorial: Pergamon

Acerca de este wikiHow

Jamie Freyer, DVM
Coescrito por:
Veterinaria licenciada
Este artículo fue coescrito por Jamie Freyer, DVM. La Dra. Jamie Freyer es doctora licenciada en medicina veterinaria que reside en Washington. Con más de diez años de experiencia en práctica y la industria clínica, se especializa en medicina y cirugía veterinaria, conducta y genética de animales. Tiene una licenciatura en ciencias de la vida en la Universidad de Portland, así como un doctorado en medicina veterinaria en la Universidad Estatal de Oregon. Este artículo ha sido visto 93 132 veces.
Categorías: Cuidado de los gatos
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