Despertarte en medio de la noche para ir al baño, también conocido como “nicturia”, puede ser muy molesto, sobre todo si te cuesta conciliar el sueño. Sin embargo, es importante tener en cuenta que ir al baño a altas horas de la noche no es motivo de preocupación y es una parte natural del envejecimiento. Si ocurre con mucha frecuencia como para querer evitarlo, ¡tienes muchas opciones para elegir! Ten en cuenta que, si se trata de una actividad nocturna, puede ser una buena idea consultar con un médico. Existe una serie de afecciones subyacentes que pueden provocar la micción frecuente a altas horas de la noche.

Método 1
Método 1 de 10:
Deja de beber líquidos antes de acostarte.

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    Sí, es obvio, pero si todavía no lo has probado, deja de beber líquidos antes de acostarte. No bebas nada en las 2 horas previas a acostarte y usa el baño justo antes de echarte en la cama.[1] Es posible que ya lo hayas intentado, pero mucha gente naturalmente suele tomar algo para beber en las horas previas a acostarse sin siquiera pensarlo realmente. Trata de ser más consciente de cuánto líquido bebes antes de que termine la noche.[2]
    • Sin embargo, es importante mantenerte hidratado. Si tienes una sed excepcional y te quedan unas horas antes de acostarte, no te resistas. Ve por una taza de agua. Es mucho mejor levantarte en medio de la noche para ir al baño que estar deshidratado.
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Método 2
Método 2 de 10:
No consumas cafeína después del mediodía.

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    La cafeína hace que orines con más frecuencia, así que no bebas nada después del mediodía. La cafeína es diurética. En pocas palabras, los diuréticos te hacen orinar con más frecuencia. Debido a que la cafeína puede permanecer en tu sistema durante mucho tiempo (el café está en tu sistema hasta por 5 horas), deja de beber cualquier bebida con cafeína mucho antes de irte a la cama. Si disfrutaste de una taza de té por la tarde después de llegar a casa del trabajo, trata de omitirla para ver si el problema desaparece.[3]

Método 3
Método 3 de 10:
Evita beber alcohol antes de acostarte.

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    El alcohol también desencadena la necesidad frecuente de orinar, por lo que debes reducir su consumo antes de acostarte. Al igual que la cafeína, el alcohol también es diurético. Si sueles tomarte unas copas de vino para relajarte al final del día o disfrutas de una cerveza o dos por la noche mientras lees en la cama, posiblemente debas dejar de hacerlo si quieres dormir toda la noche.[4]
    • Si te das cuenta de que el alcohol te ayuda a conciliar el sueño, es importante reconocer que la calidad de ese sueño no será particularmente buena, incluso si te ayuda a conciliar el sueño más rápido. El consumo prolongado de alcohol a altas horas de la noche también se asocia comúnmente con el insomnio. ¡Posiblemente descubras que tu higiene del sueño mejora drásticamente si dejas el alcohol![5]
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Método 4
Método 4 de 10:
Sé consciente de los efectos secundarios de los medicamentos.

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    Hay muchos medicamentos que pueden provocar una micción frecuente. Si vas a tomar algún medicamento recetado, consulta la lista de efectos secundarios comunes para ver si se incluye micción frecuente o nicturia. Si es el caso, habla con el médico sobre el cambio de medicamentos. Si vas a tomar algún medicamento de venta libre, revisa reseñas en Internet para ver si alguien más ha tenido ganas de orinar a altas horas de la noche. Si es así, busca otras alternativas.[6]
    • Los bloqueadores de los canales de calcio, los sedantes, las pastillas para dormir, los medicamentos contra el Parkinson y los alfa bloqueadores están asociados con un aumento de la necesidad de orinar.[7]

Método 5
Método 5 de 10:
Trata de orinar dos veces antes de dormir.

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    Una vez que orines antes de acostarte, quédate en el baño y trata de orinar nuevamente. Esto se conoce como doble micción y es una buena manera de asegurarte de que la vejiga esté completamente vacía. Cuando terminas de orinar normalmente, es posible que el cerebro piense que la vejiga está vacía cuando todavía queda algo de líquido. ¡La doble micción lo elimina! Incluso si no sientes la necesidad de volver a hacerlo, espera unos 30 segundos y trata de orinar nuevamente. No te esfuerces. Si sucede, ¡genial![8]
    • La doble micción es una buena estrategia en general si también orinas con frecuencia durante el día.
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Método 6
Método 6 de 10:
Eleva las piernas por la noche para drenar los líquidos.

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    Suena extraño, ¡pero levanta los pies en la noche! A lo largo del día, el líquido se acumula naturalmente en las piernas y los pies. Al elevar las piernas aproximadamente una hora antes de acostarte, todo ese líquido tendrá tiempo de redistribuirse. De esta manera, cuando uses el baño antes de acostarte, eliminarás mucho más líquido de la vejiga.[9]
    • Si no puedes elevar las piernas por la noche, siempre puedes usar calcetines de soporte o calcetines de compresión.[10]

Método 7
Método 7 de 10:
Mejora la calidad de tu sueño.

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    Posiblemente te despiertes para orinar simplemente porque te despiertas. Si te levantas en medio de la noche todo el tiempo, trata de mejorar la calidad de tu sueño. Ve a la cama y levántate a la misma hora todos los días, incluso cuando tengas ganas de dormir hasta tarde el fin de semana. Pon tu teléfono en modo avión antes de acostarte para que las notificaciones aleatorias no te despierten. Bloquea las ventanas por completo para que no entre la luz y ajusta el termostato a una temperatura agradable.[11]
    • Algunas personas confunden la relación entre el sueño y los viajes nocturnos al baño. Podría ser simplemente que te despiertas en medio de la noche y te das cuenta de que tu vejiga está parcialmente llena, ¡pero que no es tu vejiga lo que te despierta!
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Método 8
Método 8 de 10:
Identifica y elimina los desencadenantes.

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    Si parece que no puedes resolver el problema, empieza un diario de tu vejiga. A lo largo del día, anota cuándo bebes y comes, así como lo que consumes. Los días en los que te despiertes en medio de la noche para orinar, regístralo en el diario y luego revísalo el día anterior antes de volver a dormir. Posiblemente notes algún tipo de patrón en tu comportamiento que agrava el problema, y puedes empezar a tomar medidas para modificar tu comportamiento para evitar los viajes al baño.[12]

Método 9
Método 9 de 10:
Ejercítate con regularidad.

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    Hacer más actividad mejorará la capacidad del cuerpo para evacuar líquidos. Un corazón y unos riñones sanos harán que sea mucho más fácil para el cuerpo regularse a sí mismo, y cuanto más eficiente sea el cuerpo, más fácil será vaciar la vejiga y permanecer dormido.[13] Haz todo lo posible para hacer al menos 150 minutos de ejercicio durante el transcurso de cada semana. Incluso si es solo un paseo diario por el vecindario, ¡tu cuerpo te lo agradecerá al final![14]
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Método 10
Método 10 de 10:
Visita a un médico si no puedes resolver el problema.

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    Si nada de lo que haces parece ayudar, visita a un médico de atención primaria. Hay varios medicamentos recetados que pueden ayudar a resolver este problema. Más importante aún, podría haber una condición subyacente que cause tus viajes nocturnos al baño.[15] La diabetes, las afecciones cardiacas, la apnea del sueño y los problemas de próstata pueden desencadenar la necesidad frecuente de orinar por la noche, por lo que es importante consultar con un médico.[16] [17]
    • Los viajes ocasionales al baño a altas horas de la noche puede ser algo que tengas que soportar de vez en cuando. Es solo una parte natural del envejecimiento, y hasta el 80 % de las personas mayores experimentan la necesidad ocasional de orinar a altas horas de la noche.[18]

Advertencias

  • No pierdas el tiempo con cambios en la dieta y suplementos a base de hierbas. No hay ninguna evidencia de que cosas como la palma enana americana o la eliminación de productos lácteos de tu dieta tengan algún impacto en este problema en absoluto.[19]
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Acerca de este wikiHow

Robert Dhir, MD
Coescrito por:
Urólogo y cirujano urológico certificado
Este artículo fue coescrito por Robert Dhir, MD. El Dr. Robert Dhir es urólogo, cirujano urológico certificado y el fundador de HTX Urology en Houston, Texas. Con más de 10 años de experiencia, el Dr. Dhir se especializa en tratamientos mínimamente invasivos para el agrandamiento de la próstata (UroLift), enfermedad de los cálculos renales, tratamiento quirúrgico de cánceres urológicos y salud de los hombres (disfunción eréctil, niveles bajos de testosterona e infertilidad). Su práctica ha sido nombrada Centro de Excelencia para el procedimiento UroLift y es pionero en procedimientos no quirúrgicos para la disfunción eréctil utilizando su terapia de ondas patentada. Obtuvo sus títulos universitarios y médicos de la Universidad de Georgetown y recibió honores en estudios premédicos, urología, ortopedia y oftalmología. Además, se desempeñó como jefe de residentes durante su residencia en cirugía urológica en la Universidad de Texas en Houston/MD Anderson Cancer Center, además de completar su pasantía en cirugía general. El Dr. Dhir fue elegido como el Mejor Doctor en Urología del 2018 al 2019, uno de los tres mejores urólogos mejor calificados en 2019 y 2020 para Houston Texas, y Texas Monthly lo nombró en la lista de estrellas emergentes de Texas Super Doctors Rising Stars. Este artículo ha sido visto 15 066 veces.
Categorías: Salud y sueño
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