El hecho de que te digan que eres manipulador puede herir tus sentimientos, pero se trata de una conducta que puedes dejar. Si creciste cerca de personas manipuladoras, es posible que tú también lo seas. En algunos casos, la manipulación puede haber sido la única manera de satisfacer las necesidades de tu infancia. Sin embargo, manipular a los demás puede hacer que pierdas relaciones, así que es importante reconocer esta conducta y dejarla. Luego, reemplázala con estrategias saludables de comunicación para construir relaciones fuertes.

Método 1
Método 1 de 3:
Reconocer la conducta manipuladora

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    Fíjate si haces que alguien se sienta culpable o avergonzado para lograr lo que deseas. Esto puede incluir llorar, gemir o hacer puchero. Puede que consigas lo que deseas haciendo que la gente se sienta mal consigo misma, pero esta no es una conducta saludable. Si te sigues comportando de esta manera, lo más probable es que la persona se aleje de ti con el tiempo.[1]
    • Eres manipulador cada vez que tratas de controlar los sentimientos de alguien.
    • Por ejemplo, puedes decir algo como “Si realmente me amas, te quedarás conmigo esta noche”, “Mis amigos no pueden creer que me trates de esta manera” o “Detesto cuando trabajamos juntos porque tengo que hacer más de lo que me corresponde”. El propósito de estas declaraciones es hacer que la otra persona haga algo por ti.
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    Presta atención a las mentiras o a la tergiversación de la verdad. Esto incluye tratar de cambiar el significado de algo que dijiste o malinterpretar deliberadamente lo que otra persona dijo. También puedes ocultar información en el intento de lograr lo que deseas.[2]
    • Por ejemplo, puedes haber dicho algo como “Me voy a quedar esta noche”. Luego, es posible que le digas a la persona a la que manipulas algo como “Quería decir que quería que nos quedáramos en casa esta noche”.
    • De manera similar, quizás tu colega te haya dicho que no podrá entregar a tiempo su parte del proyecto compartido porque un cliente reprogramó una reunión. Puedes manipular a tu jefe para que te vea más favorablemente diciendo algo como "Terminé la asignación hace 3 días, pero tengo que estar detrás de mi compañera para que termine el reporte. Probablemente tenga que hacerlo yo mismo".
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    Fíjate si te has negado a hacer algo para lograr lo que deseas. Es fácil manipular a una persona no dándole algo que desea, como sexo, dinero, asistencia o amor. Esto también puede incluir alejarte de ella o no hablarle.[3]
    • Puedes mantener temporalmente el control negándole algo a una persona; sin embargo, en algún momento, esta se alejará de ti.
    • Por ejemplo, puedes decir algo como “No me llames hasta que estés dispuesto a pedirme perdón” o “No te volveré a ayudar con las tareas domésticas a menos que admitas que te equivocaste”.
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    Determina si culpas a los demás por algo que hayas hecho. Puede ser difícil para ti aceptar la responsabilidad de tus sentimientos o acciones. Esto puede hacer que reformules las situaciones para que otras personas parezcan las responsables. Incluso puedes difundir chismes sobre estas para que los demás se pongan de tu lado.[4]
    • Por ejemplo, imagina que no hayas llegado a una cita con el médico porque te quedaste dormido. En vez de aceptar que fue tu culpa porque no hiciste caso a la alarma, es posible que culpes a tu pareja por mantenerte despierto hasta muy tarde o por no despertarte. Si esta asume la culpa, entonces no tienes por qué sentirte mal con respecto a tu error.
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    Determina si sueles ser impreciso con respecto a lo que realmente quieres. Esto significa dar pistas o sugerencias sobre lo que quieres en vez de decírselo a alguien directamente. Esta es una forma poco saludable de intentar conseguir lo que deseas y puede causar un conflicto.[5]
    • Por ejemplo, puedes decir algo como “No creo que tenga nada que hacer el sábado por la noche” en vez de decirle a tu amigo que quieres ir a ver una película con él.
    • Imagina, como otro ejemplo, que no te guste que algunos de tus colegas salgan a almorzar sin ti. Una manera saludable de manejar este problema sería hablar con ellos directamente para decirles que te gustaría acompañarlos la próxima vez. Sin embargo, puedes tratar de manipular la situación difundiendo chismes sobre la persona que organizó el almuerzo o tratando de hacer que se meta en problemas por algo que no se relacione.
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    Reconoce que tiendes a crear situaciones dramáticas entre las personas para tu propio beneficio. Puedes manipular a amigos, familiares y colegas para hacer que les agrades más que los demás. Por lo general, esto implica difundir chismes y abrir una brecha entre los demás para que las personas acudan a ti en busca de apoyo y amistad. Sin embargo, esta es una conducta poco saludable que es injusta para las otras personas.[6]
    • Si bien eso puede funcionar temporalmente, es posible que la gente se dé cuenta con el tiempo. Si eso sucede, puedes perder a tus amigos. Es mejor ser honesto con la gente.
    • Por ejemplo, puedes convertirte en el favorito de tus padres diciéndoles cosas agradables, tratando de actuar siempre de manera perfecta y, al mismo tiempo, delatando a tus hermanos cada vez que se comporten mal e inventando historias para hacer que queden mal.
    • De manera similar, puedes hacer que todos excluyan a un colega que no te agrade diciéndoles que este difunde rumores, aunque seas el único que realmente chismorree.

Método 2
Método 2 de 3:
Cambiar la conducta manipuladora

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    Detente en cuanto notes una conducta manipuladora. Aléjate de la situación para que puedas reflexionar sobre lo que haces. Luego, habla con la otra persona acerca de la situación y de cómo te sientes. Sé lo más directo y honesto que puedas con ella.[7]
    • Está bien que te tomes un tiempo para analizar lo que sientes. Es difícil cambiar la conducta, así que permítete dar pasos pequeños.
    • Si estás en el medio de una conversación con alguien cuando reconoces la conducta, no es necesario que des explicaciones. Solo di algo como “Lamento interrumpir la conversación, pero necesito algunos minutos para pensar”. De manera alternativa, puedes excusarte para ir al baño y tener algo de privacidad.
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    Escucha la opinión de la otra persona con respecto a la situación. Es posible que solo veas las cosas desde tu punto de vista, la cual es la razón por la que recurres a la manipulación para lograr lo que deseas. Tomar en cuenta los sentimientos de los demás puede ayudarte a superar estas conductas. Deja que la otra persona comparta cómo se siente con respecto a las cosas y asimílalo todo sin pensar en lo que puedas decir como respuesta. Luego, traten de llegar a un acuerdo que les permita salir ganando a los dos.[8]
    • Por ejemplo, es posible que desees salir el viernes por la noche, pero que tu pareja quiera salir con amigos. En vez de hacer que se sienta culpable para que haga lo que deseas, escúchala para saber qué es lo que siente con respecto a la situación. Luego, traten de encontrar una solución con la que ambos estén contentos, como dejar para el sábado su cita nocturna con el fin de que los dos puedan pasar tiempo con amigos el viernes.
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    Acepta que no siempre puedes hacer que las cosas salgan como deseas. Lograr lo que deseas puede hacer que te sientas bien, pero nadie obtiene siempre lo que desea. Si te sales con la tuya todo el tiempo, es probable que las personas que te rodean tengan que renunciar a lo que quieren. Trata de estar dispuesto a ceder para que las cosas sean lo más justas posibles.[9]
    • Si algo es muy importante para ti, está bien que defiendas lo que deseas.
    • Por ejemplo, es posible que desees una tarea que se le asigne a otra persona, pero no es saludable que inventes mentiras acerca de la persona para tratar de dañar su reputación en el trabajo. Aunque eso puede ayudarte a conseguir la siguiente asignación de proyecto, en general será malo tanto para tu carrera como para tu reputación. Además, es hiriente para la otra persona.
    • De manera similar, imagina que no tengas que trabajar el miércoles por la noche y que quieras salir, pero que tu pareja quiera quedarse en casa. En vez de hacer que se sienta mal por no hacer lo que deseas, puedes ordenar comida y ver una película con ella.
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    Asume la responsabilidad de las necesidades y los sentimientos que tengas. Eres la única persona que puede controlar tus acciones y reacciones. Pregúntate por qué te sientes de cierta manera, luego trata de brindarte lo que necesitas para que te sientas mejor.[10]
    • Aunque puede hacer que te sientas mal al principio, aceptar la responsabilidad de tus propios pensamientos y acciones puede ser muy fortalecedor.
    • Por ejemplo, imagina que te sientes solo y deseas que tu amigo te visite, aunque esté ocupado. En vez de decir algo como “Parece que no te importo después de todo” para manipularlo y hacer que te visite, puedes hacer algo divertido por tu cuenta. Puedes poner tu película favorita o salir de compras.
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    Trabaja con un consejero si tienes problemas para cambiar la conducta. Cambiar la conducta es muy difícil y probablemente no puedas hacerlo solo. Un consejero o un psicoterapeuta puede ayudarte a identificar las conductas que necesitas cambiar y a abordar los pensamientos que están detrás de estas. También te ayudará a aprender conductas nuevas que sean más saludables para ti.[11]
    • Puedes buscar a un consejero o un psicoterapeuta en línea.

Método 3
Método 3 de 3:
Construir relaciones saludables

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    Sé directo con respecto a lo que deseas en vez de manipular a los demás. Nadie puede leerte la mente, así que solo tú sabes lo que deseas. Dile a tu pareja, tus parientes, tus amigos y tus colegas qué es lo que necesitas exactamente de ellos. Aunque digan que no, pueden hablar acerca de cómo te sientes y llegar a un acuerdo.[12]
    • Este es el paso más importante para dejar la conducta manipuladora.
    • Di algo como “Quiero que me llames con más frecuencia”, “Quiero cambiar la división de la carga de trabajo” o “Hieres mis sentimientos cuando no me invitas a una noche de chicas”. De este modo, la persona sabrá exactamente qué es lo que quieres. Aunque es posible que no pueda concedértelo, es un punto de partida para llegar a un acuerdo saludable.
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    Acepta un “no” como respuesta sin hacer que la persona se sienta culpable. Es posible que quieras hacer planes con una persona o que quieras pedirle un favor. En algunos casos, esta puede decir que “no”. Deja que la conversación termine aquí en vez de tratar de hacer que se sienta culpable para que haga lo que quieres.[13]
    • Imagina que desees que tu hermana cuide a tus hijos para que puedas salir. Si te dice que “no”, agradécele y trata de hacer otros arreglos. No digas cosas como “Tal parece que no te gusta pasar tiempo con tus sobrinos”.
    • De manera similar, es posible que desees que tu jefe te permita tomarte el día libre durante un día de trabajo intenso; sin embargo, te dice que no. No te quejes ni digas algo como "Debí suponer que dirías que no, porque soy el único aquí que nunca se toma un día libre".
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    Respeta los límites de los demás. Las personas manipuladoras suelen tener límites poco claros. Deja que las personas tengan su propio espacio personal y respeta sus decisiones de vida. De manera similar, no trates de cambiarlas.[14]
    • Por ejemplo, no sigas llamando a una persona que te haya dicho que necesita un descanso.
    • Si no te gusta la conducta de tu pareja, habla con ella y trata de llegar a un acuerdo. No trates de manipularla para que sea la pareja perfecta para ti. Por ejemplo, es posible que desees que tu pareja cambie su manera de vestirse, pero es manipulador decir algo como "Pareces un indigente hoy. ¿No te molesta que ninguno de tus colegas crea que te ves profesional?". En vez de eso, deja que sea como desea ser.
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    Haz algo recíproco cuando alguien haga algo bueno por ti. Las personas manipuladoras se aprovechan de los demás, pero puedes evitarlo haciendo algo a cambio. Muestra gratitud por la amabilidad que las personas te muestran y da algo a cambio cuando sea apropiado.[15]
    • Por ejemplo, “agradece” sinceramente a una persona cuando te dé un regalo. También puedes devolver el gesto posteriormente, cuando puedas hacerlo.
    • Imagina, como otro ejemplo, que una persona cubra tu turno en el trabajo para que puedas tomarte un día libre. La próxima vez que necesite un descanso, ofrécele cubrir su turno.
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    Haz cosas agradables sin esperar nada a cambio. Es agradable cuando las personas responden a tu bondad haciendo algo a cambio. Sin embargo, esperar que alguien se comporte de una manera determinada es manipulación. Adopta la política “sin ningún compromiso” cuando hagas cosas agradables u ofrezcas algo a los demás.[16]
    • Imagina que le compras un café a un colega. No esperes que te compre uno la próxima vez que estén en la calle.
    • Puedes, como otro ejemplo, ofrecerle a alguien cuidar de sus hijos mientras enfrenta una situación difícil. No esperes que te pague o que te dé un regalo a cambio, a menos que te lo haya ofrecido de manera anticipada.

Consejos

  • Todas las personas han tenido conductas manipuladoras en algún momento de la vida, así que no te sientas mal contigo mismo. Es bueno que tomes medidas para cambiar la conducta.

Advertencias

  • La manipulación es una forma de abuso emocional, así que es perjudicial para las relaciones y para las personas que amas.[17]

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Categorías: Salud