¡Oh, no! ¡Tu hámster tiene ácaros! Es importante tratar una infestación de ácaros tan pronto como sea posible, ya que puede llegar a convertirse en un problema más grave, como la sarna. Pero no te preocupes, pues si le das el cuidado adecuado y los medicamentos necesarios, tu mascota estará libre de ácaros en un santiamén. Para tratar una infestación pequeña, puedes usar un aerosol antiácaros de venta en tiendas o farmacias. En casos más graves, el veterinario podría recetarte un medicamento de administración por aerosol o por vía oral.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Diagnosticar una infestación de ácaros

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    Identifica los síntomas. La irritación o enrojecimiento alrededor de los ojos, la nariz y las orejas podría indicar una infestación. Asimismo, la picazón constante es un síntoma común de una infestación de ácaros ligera a moderada.[1]
    • La pérdida de pelaje o áreas irritadas en la piel son síntomas de una infestación más grave.
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    Lleva a tu hámster a la veterinaria. Considera que los ácaros no se pueden observar a simple vista. Es necesario llevar a tu mascota a la veterinaria para que le hagan algunos análisis. El veterinario hará un raspado de la piel. Luego, examinará la muestra con un microscopio. De esta manera, podrá confirmar si tu hámster tiene ácaros y de qué tipo.[2]
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    Pregúntale al veterinario si tu mascota tiene alguna otra enfermedad. A menudo, los hámsteres nacen con algunos ácaros, pero pueden mantener las infestaciones bajo control. Sin embargo, el estrés y algunas enfermedades, nuevas o preexistentes, pueden hacer que el animalito piedra sus defensas contra estos bichos. Pregúntale al veterinario si hay algo que puedas hacer para reducir el estrés de tu mascota.[3]
    • Afortunadamente, los ácaros no son muy contagiosos, así que si tienes otros hámsteres, deberían estar a salvo.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Limpiar y desinfectar la jaula

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    Retira el material de lecho y los accesorios de la jaula. Coloca a tu hámster en una jaula temporal con viruta nueva y una fuente de agua. En su hábitat, quita los tazones de agua y comida. Asimismo, retira los accesorios, como túneles, juguetes y refugios. Finalmente, bota el material de lecho sucio.[4]
    • También tendrás que limpiar y desinfectar la jaula temporal una vez que tu mascota regrese a su hábitat original.
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    Enjuaga la jaula con agua. Lleva la jaula afuera. Usa una manguera para echarle agua. Asegúrate de que quede completamente libre de tierra y otros residuos.[5]
    • Si no tienes una manguera, puedes usar una cubeta para echar agua sobre la jaula.
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    Restriega la jaula con una solución de agua jabonosa. En una cubeta, mezcla 1 cucharada de jabón lavavajillas y alrededor de 1,5 l de agua tibia hasta crear una solución. Sumerge una esponja o un cepillo en el líquido. Restriega toda la jaula hasta que quede completamente limpia. Enjuaga con abundante agua hasta quitar todos los residuos de suciedad y jabón.
    • Si vas a limpiar una jaula de metal, asegúrate de limpiar todas las barras del techo, el piso y las paredes.
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    Frota la jaula con un desinfectante. En un tazón o una cubeta, diluye aproximadamente 60 ml de lejía o blanqueador en 500 ml de agua. Sumerge una esponja limpia en la mezcla. Frota toda la jaula con el líquido desinfectante y concéntrate en las áreas pequeñas y difíciles de alcanzar.[6]
    • Protege tus manos con guantes de jebe.
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    Enjuaga la jaula. Una vez que termines de desinfectar el hábitat de tu mascota, tendrás que enjuagarlo bien. Asegúrate de quitar toda la lejía con 4 a 5 enjuagues. Si todavía puedes oler la lejía, continúa echando agua hasta que el olor desaparezca.[7]
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    Permite que la jaula se seque con el aire. Coloca la jaula en un área cubierta en el exterior, como la entrada de la casa, para que el viento la seque. Considera que debe estar completamente seca para que puedas colocar el material de lecho y los accesorios en el interior.[8]
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    Usa material de lecho correctamente empacado. Si el empaque no está bien sellado, podría tener ácaros y otros parásitos. El material de lecho debe estar empacado y sellado. Además, siempre debes usar viruta nueva luego de limpiar la jaula del hámster.[9]
    • Evita usar material de lecho que hayas conseguido en el exterior.
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    Cambia los accesorios. Si no puedes limpiar y desinfectar alguno de los accesorios, será mejor que lo botes y lo reemplaces. Esto incluye los juguetes, túneles y refugios.[10]
    • Estos materiales podrían contener huevos de ácaros que fácilmente pueden volver a infestar una jaula limpia.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Tratar la infestación

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    Pídele al veterinario un tratamiento con ivermectina. Es posible que el veterinario le inyecte ivermectina al hámster. También podría darte un medicamento que debes administrar por gotas en casa. Aplica las gotas en la parte posterior del cuello del animal 3 veces, una vez cada 2 semanas.[11]
    • Si bien es posible conseguir ivermectina de venta sin receta médica, debes tener cuidado con este producto. Los hámsteres son animales muy pequeños y una dosis muy alta podría ser perjudicial. Siempre consulta con el veterinario antes de usar cualquier medicamento para tratar a tu mascota.
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    Aplica un medicamento antiácaros en aerosol o en polvo. Sigue las instrucciones de aplicación del empaque. Asegúrate de proteger los ojos, orejas y nariz del animal mientras rocías el aerosol o el polvo. Aplica el producto una vez a la semana o según te indique el veterinario.[12]
    • Algunos aerosoles o polvos pueden contener amitraz, un ectoparasiticida. Si bien este puede emplearse para tratar infestaciones de ácaros, garrapatas y piojos en animales grantes, su uso en hámsteres no está aprobado. Por lo tanto, solo utiliza un producto que contenga amitraz si el veterinario lo recomienda.
    • Protege tus manos con guantes de jebe y lávate bien luego de la aplicación.
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    Prueba un medicamento de administración por vía oral. Estos productos son líquidos. Generalmente se administran con un gotero. Recoge la cantidad indicada con el gotero. Ubica la punta en la boca del hámster y empieza a administrar el medicamento lentamente.[13]
    • Lávate las manos antes y después de administrar el medicamento.
    • Para los casos más graves, es posible que sea necesario usar un medicamento de administración por vía oral.
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    Haz un baño de insecticida. Este tratamiento se emplea en los casos más graves. El veterinario se encargará de administrarlo. Este se realiza una vez a la semana hasta que la infestación desaparezca.[14]

Consejos

  • Para evitar infestaciones de ácaros en el futuro, asegúrate de darle a tu pequeño una dieta balanceada y proporciónale un ambiente donde pueda vivir sin estrés.

Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott, miembro del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios, es una veterinaria con más de 30 años de experiencia en cirugía veterinaria y práctica en animales de compañía. Se graduó de la Universidad de Glasgow en 1987 con un título en Medicina y Cirugía Veterinaria. Ella ha trabajado en la misma clínica de animales en su ciudad natal durante más de 20 años. Este artículo ha sido visto 1122 veces.
Categorías: Hámsteres