La ginecomastia es un trastorno en el que los hombres desarrollan un tejido glandular agrandado en los pechos como resultado de un desequilibrio hormonal.[1] Si bien la ginecomastia es inofensiva y suele desaparecer por sí sola, puede ser incómoda, atemorizante o vergonzosa. En algunos casos, puede ser un síntoma de un trastorno más grave. Deberás aprender a reconocer los síntomas de la ginecomastia. Si crees que la tienes, visita a un médico a fin de obtener un diagnóstico formal. Tómate algo de tiempo para entender los factores de riesgo que puedan causarte una predisposición a la ginecomastia.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Reconocer los síntomas de la ginecomastia

  1. 1
    Fíjate si tienes bultos blandos en los pechos. En un caso real de ginecomastia, el tejido glandular mamario se desarrolla en uno o en ambos pechos. Este tejido puede estar localizado inmediatamente detrás del pezón. Pálpate suavemente el pecho con las puntas de los dedos. Si tienes ginecomastia, deberás sentir un bulto suave y elástico en uno o en ambos lados.[2]
    • Si sientes un bulto en el pecho, visita a un médico inmediatamente. Un bulto duro puede ser un tumor.
    • La ginecomastia puede aparecer en uno o en ambos pechos a la vez.
    • El tamaño del bulto puede variar y puede no ser el mismo en ambos pechos. Los botones mamarios en los niños púberes generalmente son del tamaño de una moneda.[3]
  2. 2
    Fíjate si tienes sensibilidad. La ginecomastia puede causar dolor, especialmente cuando tocas o presionas tu pecho. Si sientes mucho dolor o malestar en el pecho, haz una cita para ver a un médico de inmediato.[4]
  3. 3
    Verifica si hay tejido adiposo suave para así saber si tienes una pseudoginecomastia. Un caso real de ginecomastia es diferente al agrandamiento de pecho causado por la acumulación de grasa. Si tus pechos están agrandados y son suaves al tacto, pero no sientes sensibilidad o un bulto en ellos o detrás del pezón, podrías sufrir de pseudoginecomastia.[5] Este trastorno generalmente desaparece si bajas de peso.[6]
    • Es posible que tener sobrepeso también contribuya con el desarrollo de un caso real de ginecomastia, pues el tejido adiposo tiende a aumentar la producción de estrógeno del cuerpo.[7]

Parte 2
Parte 2 de 3:
Recibir un diagnóstico del médico

  1. 1
    Haz una cita para un examen. Si crees que tienes ginecomastia, visita a un médico. Si bien la ginecomastia en sí no es peligrosa, deberás hacer que la evalúen para así asegurarte de que no sea un síntoma de algo más grave. Visita a un médico inmediatamente si tienes algún otro síntoma problemático, como los siguientes:[8]
    • Dolor e hinchazón en los pechos. Estos son síntomas comunes de ginecomastia, pero también pueden ser producto de un quiste o de una infección.[9]
    • Secreción de uno o ambos pezones, lo cual puede ser un signo de un trastorno como cáncer de seno, una infección del tejido mamario o un trastorno endocrino.[10]
    • Un bulto duro en el pecho, lo cual puede ser un signo de cáncer de seno.
  2. 2
    Habla de tu historial de salud con el médico. Será más fácil para el médico diagnosticar el trastorno si tiene información precisa acerca de tu salud general y tu historial de salud. El médico puede pedirte la siguiente información:[11]
    • cualquier otro síntoma que puedas tener;
    • cualquier historial de problemas de salud relacionados en tu familia;
    • cualquier otro problema médico que hayas tenido en el pasado;
    • medicamentos, drogas, suplementos dietéticos o productos para el cuidado personal que estés usando.
  3. 3
    Hazte pruebas para diagnosticar la ginecomastia y descartar otros problemas. El médico hará un examen físico para determinar si hay una probabilidad de que se trate de ginecomastia. Si detecta síntomas de esta afección, puede ordenar pruebas adicionales para identificar la causa del trastorno y descartar problemas más graves. Estas pruebas pueden incluir a las siguientes:[12]
    • mamografía
    • análisis sanguíneo
    • tomografía, resonancia magnética o radiografía de pecho
    • ultrasonido testicular
    • biopsia del tejido mamario (si se sospecha de cáncer)
  4. 4
    Consulta con un médico acerca de las opciones de tratamiento. En muchos casos, la ginecomastia desaparecerá por sí sola con el tiempo. Sin embargo, si no es tu caso o si te causa mucho dolor o malestar, el médico puede recomendar uno de los siguientes tratamientos:[13]
    • Terapia hormonal. Esta tiene la finalidad de bloquear la producción de estrógeno o de aumentar la producción de testosterona en el cuerpo.
    • Liposucción. Este procedimiento elimina el exceso de grasa del pecho.
    • Mastectomía. Este es un tipo de cirugía en la que se extirpa el tejido glandular mamario.
    • El médico también puede curar la ginecomastia tratando el trastorno subyacente que la cause. Por ejemplo, si es el resultado de un tumor en los testículos, puede ser necesario que se te extirpe quirúrgicamente el tumor a fin de controlar la ginecomastia y otros síntomas.[14]
    • El médico también puede recomendar ajustar o detener el uso de cualquier medicamento que tomes y que pueda causar esta enfermedad.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Evaluar el riesgo de sufrir de ginecomastia

  1. 1
    Evalúa tu historial de salud. Algunos hombres están en un riesgo mayor de desarrollar ginecomastia que otros. Toma en cuenta tu edad, tu historial de salud y tu salud general. Serás más propenso a desarrollar la ginecomastia en los siguientes casos:[15]
    • Estás en la etapa de la pubertad o tienes entre 50 y 69 años de edad. Los recién nacidos también pueden desarrollar esta afección. Por lo general, la ginecomastia infantil desaparece por sí sola antes de que el niño cumpla un año.[16]
    • Tienes un trastorno que afecta la capacidad de tu cuerpo de producir testosterona, como insuficiencia hipofisaria o síndrome de Klinefelter.
    • Tienes un trastorno hepático, como cirrosis o insuficiencia hepática.
    • Tienes una glándula tiroides hiperactiva.
    • Tienes ciertos tipos de tumores, especialmente en la glándula pituitaria, en la glándula suprarrenal o en los testículos.
  2. 2
    Presta atención a todo medicamento que tomes. Ciertos tipos de medicamentos prescritos pueden causar ginecomastia. Puedes estar en riesgo si tomas los siguientes:[17]
    • medicamentos para tratar el agrandamiento o el cáncer de próstata
    • esteroides anabólicos
    • algunos tipos de medicamentos para el SIDA
    • antidepresivos tricíclicos
    • ciertos tipos de medicamentos para la ansiedad (como diazepam)
    • algunos tipos de antibióticos
    • ciertos medicamentos para el corazón (como digoxina)
    • medicamentos de motilidad gástrica (como metoclopramida)
  3. 3
    Fíjate si los productos para el cuidado corporal que usas contienen aceites vegetales. Algunos aceites vegetales, como el aceite de lavanda y el del árbol de té, contienen sustancias químicas que imitan a la hormona estrógeno. Estos aceites pueden hacer que algunos hombres desarrollen la ginecomastia. Revisa las etiquetas de ingredientes en jabones, champús, lociones corporales, lociones para después de afeitar y otros productos comunes que usen aceites vegetales.[18] La ginecomastia causada por aceites vegetales deberá desaparecer poco tiempo después de que dejes de usar los productos que los contengan.[19]
  4. 4
    Evalúa todo hábito de consumo de drogas. Las drogas recreativas como el alcohol, la marihuana, la anfetamina, la heroína o la metadona pueden causar ginecomastia en algunos hombres. Si consumes algunas de estas drogas y estás preocupado con respecto a la posibilidad de desarrollar esta afección u otro problema de salud, deberás conversar con un médico a fin de determinar las maneras más saludables de disminuir tu consumo o dejar del todo las drogas.[20]

Acerca de este wikiHow

Sarah Gehrke, RN, MS
Coescrito por:
Enfermera registrada
Este artículo fue coescrito por Sarah Gehrke, RN, MS. Sarah Gehrke es enfermera registrada y terapeuta de masajes licenciada en Texas. Sarah tiene más de 10 años de experiencia enseñando y practicando flebotomía y terapia intravenosa (IV) utilizando apoyo físico, psicológico y emocional. Recibió su licencia de Terapeuta de Masajes en el Instituto de Terapia de Masajes de Amarillo en 2008 y un master en Ciencias de Enfermería en la universidad de Phoenix en 2013. Este artículo ha sido visto 32 057 veces.
Categorías: Salud