El vitíligo es un trastorno en el cual los melanocitos dejan de producir pigmento, por lo que se forman manchas claras en la piel. Generalmente, se puede desarrollar una pequeña área con despigmentación o grandes parches que crecen con el paso del tiempo. Dado que el vitíligo comparte muchos síntomas con otras afecciones cutáneas, el médico tendrá que examinarte minuciosamente para poder realizar un diagnóstico y es posible que te haga un análisis de sangre o una prueba ocular para obtener conclusiones definitivas. Una vez que el profesional te diagnostique, trabajará contigo para elaborar un plan de tratamiento.[1]

Parte 1
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Identificar los síntomas

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    Busca decoloraciones en los ojos o el cabello. Generalmente, el vitíligo afecta la piel, pero también puede eliminar el pigmento de otras partes del cuerpo, en especial del cabello o los ojos. Pide una cita con tu médico si tu cabello comienza a tornarse gris de manera prematura o se vuelve completamente gris en un par de meses. [2]
    • Generalmente, los médicos afirman que el cabello gris antes de los 35 años se considera “prematuro”.
    • Incluso es más raro que los ojos cambien de color después de la madurez. El vitíligo hace que los ojos brillantes se tornen más apagados.
    • También puede cambiar el color de las pestañas, las cejas y el vello facial.
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    Busca despigmentaciones paralelas o agrupadas. Generalmente, el vitíligo generalizado produce manchas o áreas despigmentadas paralelas en el cuerpo que pueden crecer con el paso del tiempo. En el caso del vitíligo segmentario, tendrás un solo parche de despigmentación o un conjunto de manchas en un área específica del cuerpo.[3]
    • El vitíligo generalizado es más frecuente que el segmentario. La mayoría de las personas desarrolla esta enfermedad antes de los 20 años de edad.
    • En ocasiones, la exposición a determinados procesos productivos o químicos provoca el vitíligo ocupacional. En estos casos, la pérdida del pigmento generalmente se concentra en las áreas que han entrado en contacto con los químicos.
    • Por lo general, las manchas se producen en el cuello, las axilas, las manos, las rodillas, los codos o el rostro. También puede haber una decoloración dentro de la boca o la nariz.
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    Controla y coméntale al médico si tienes antecedentes familiares de afecciones cutáneas. Si el médico sospecha que tienes vitíligo, te realizará algunas preguntas durante la consulta con relación a tu historial clínico familiar. Intenta responder con toda la sinceridad posible, en especial acerca de todas las evidencias que indiquen que estos antecedentes familiares pueden incrementar tu riesgo de desarrollar vitíligo. [4]
    • Por ejemplo, si tu padre o madre tienen un tipo de eccema, asegúrate de mencionárselo al médico.
    • Las posibilidades de desarrollar el vitíligo incrementan si has padecido algún trastorno como, por ejemplo, un eccema.
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    Determina si el inicio del vitíligo se produjo luego de un traumatismo cutáneo reciente. Si has sufrido quemaduras de sol durante los dos o tres meses previos a la aparición de las manchas, es posible que esto haya desencadenado el episodio del vitíligo. De manera similar, si te ha aparecido un sarpullido inexplicable, asegúrate de mencionárselo al profesional, ya que esto puede ser una señal del vitíligo u otras afecciones. [5]
    • No existe una causa médica precisa que explique por qué algunas células cutáneas comienzan a perder la pigmentación que genera el vitíligo. Sin embargo, otras afecciones cutáneas proporcionan señales de alerta en algunos casos.

Parte 2
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Obtener un diagnóstico médico

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    Permite que el médico te examine con una lámpara ultravioleta. El médico pasará este pequeño dispositivo manual llamado “Lámpara de Woods” a 10 o 13 cm (4 o 5 pulgadas) de distancia de la piel para observar su reacción. Si tienes vitíligo, los parches claros se verán con una mayor definición al observarlos con los rayos UV.[6]
    • Esta es una excelente herramienta para que el profesional descarte otras afecciones (como infecciones fúngicas) que pueden aparecer al exponerlas con la lámpara.
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    Permite que el profesional te examine la vista. En algunos casos, el vitíligo puede afectar la estructura y el pigmento de los ojos. El médico general observará tus ojos con una luz brillante para detectar cualquier problema. De lo contrario, te puede derivar con un optometrista para que busque inflamaciones oculares, también llamadas uveítis.[7]
    • Asegúrate de mencionarle al profesional si has tenido algún dolor, comezón o sequedad en los ojos, ya que estas son señales de uveítis o posible daño ocular.
    • Es posible que el optometrista dilate tus pupilas con unas gotas para comprobar si tienes esta enfermedad.
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    Realízate un examen de sangre. Si el profesional toma una muestra de sangre, podrá limitar el rango de enfermedades posibles. Una muestra de sangre puede determinar si el recuento de glóbulos ha sido afectado por la enfermedad. Además, puede indicar si la función tiroidea está alterada, lo cual puede indicar una enfermedad autoinmune.[8]
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    Permite que el profesional te realice una biopsia de la piel, si el diagnostico no es concluyente. Si el médico no ha podido determinar el diagnóstico con la información del examen físico, posiblemente te sugiera realizar una biopsia de la piel. En la mayoría de los casos, te aplicará una anestesia local y extraerá una pequeña muestra de piel con una aguja. Luego, analizará la muestra para ver si la pérdida del pigmento es consistente y si hay una ausencia de melanocitos en la piel que pueda indicar que tienes vitíligo.[9]
    • Si no quieres realizarte la biopsia, pide una cita con un dermatólogo para tener una segunda opinión.
    • El dermatólogo te extraerá sangre para analizar los anticuerpos antinucleares que generalmente están presentes en los pacientes con vitíligo.

Parte 3
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Tratar el vitíligo

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    Usa una crema medicada. La medicación tópica más común que se receta para el vitíligo son los corticoides. Su uso diario permite añadirle color a las áreas decoloradas. Dado que puede provocar efectos secundarios severos (incluyendo la fragilidad cutánea), solo un médico puede recetar el uso de este producto.[10]
    • Los medicamentos aplicados tópicamente no son tan efectivos en todas las áreas del cuerpo como, por ejemplo, los pies.
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    Usa cosméticos para disimular las manchas de la piel. Los tintes para la piel, el maquillaje o los productos para el bronceado ayudan a disimular los parches del vitíligo. Esta es una opción económica que permite evitar las inquietudes de tomar medicamentos. Sin embargo, tendrás que practicar algún tiempo para aplicarlos correctamente.[11]
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    Considera la fototerapia, si el vitíligo se ha propagado. Este tratamiento se realiza en los hospitales o en el consultorio de un profesional. Durante cada sesión, el médico expondrá la piel a una luz ultravioleta concentrada dos veces a la semana durante un año o más. Si se combina con medicación, es posible restaurar el pigmento exitosamente en algunas partes del cuerpo.[12]
    • Evita la exposición solar y la fototerapia en exceso si te han diagnosticado vitíligo. La exposición al sol en exceso puede provocar un daño mayor, además de acentuar las anormalidades. Pregúntale al médico cuántas sesiones son seguras en tu caso.
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    Trata cualquier enfermedad autoinmune que padezcas. Si tienes una enfermedad autoinmune como, por ejemplo, la enfermedad de Hashimoto, pide una cita con un endocrinólogo o habla con tu médico general para elaborar un plan de tratamiento. Posiblemente tengas que tomar medicación para reforzar el sistema inmunitario. Esto puede reducir las posibilidades de desarrollar vitíligo.[13]
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    Trata cualquier deficiencia nutricional subyacente. Es probable que el médico te examine para identificar si tienes alguna deficiencia nutricional, dado que esto puede incrementar la predisposición a desarrollar la enfermedad. Si tienes alguna deficiencia, tendrás que tomar un suplemento para equilibrar los nutrientes. Sigue las indicaciones de uso del profesional. Algunas deficiencias que pueden contribuir al desarrollo del vitíligo incluyen:
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    Únete a un grupo de apoyo para pacientes con vitíligo. Habla con tu médico para que te recomiende algún grupo presencial de personas que tienen enfermedades autoinmunes o cutáneas como, por ejemplo, el vitíligo. Si no encuentras ningún grupo cercano, únete a una organización en línea como el Vitiligo Support International. Estos grupos son un excelente recurso a la hora de intercambiar diagnósticos e información de tratamientos.[17]
    • Si bien algunas manchas pueden desaparecer por cuenta propia, el vitíligo es una enfermedad de por vida.

Consejos

Advertencias

  • Generalmente, el vitíligo no produce dolor. En caso de experimentar dolor con cambios cutáneos, es aún más importante visitar a un médico cuanto antes.

Acerca de este wikiHow

Luba Lee, FNP-BC, MS
Coescrito por:
Junta de revisión médica
Este artículo fue coescrito por Luba Lee, FNP-BC, MS. Luba Lee es una enfermera profesional certificada en Tennessee. Recibió su maestría en Ciencias de Enfermería en la Universidad de Tennesee en 2006. Este artículo ha sido visto 7040 veces.