Puede parecer abrumador aprender a dibujar, sobre todo si observas obras maestras de tus artistas favoritos. Sin embargo, es importante que recuerdes que incluso los grandes maestros alguna vez fueron principiantes. Para empezar, practica algunas técnicas básicas de dibujo y luego pasa a dibujos más complejos para plasmar personas, paisajes, animales, etc. Si perseveras en ello, es probable que te sorprenda lo rápido que mejoran tus habilidades de dibujo.

Método 1
Método 1 de 4:
Practicar técnicas generales de dibujo

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    Empieza dibujando líneas básicas y curvas. En caso de que apenas estés aprendiendo a dibujar, debes empezar trazando el lápiz con cuidado sobre la hoja en línea recta. Practica sujetar tu mano en distintos ángulos para determinar qué es lo que te brinda el mayor control sobre el lápiz y también lo que te resulte más cómodo. Después de que te sientas cómodo con dibujar una línea recta, puedes practicar girar la muñeca al dibujar. Esto debe formar una curva. Haz el intento de trazar una serie de círculos grandes en el papel y luego trazar espirales debajo de ellos. Esto te será de ayuda para desarrollar tu coordinación óculo-manual de forma que puedas crear los efectos que quieras en el papel.[1]
    • Practica trazar líneas de distintas longitudes, grosores y texturas. Haz el intento de producir líneas onduladas, en zigzag, y líneas enredadas y garabatos.
    • Una vez que te sientas cómodo con las líneas y las curvas, haz el intento de dibujar formas. Por ejemplo, podrías llenar una página con formas bidimensionales (como los círculos, cuadrados o triángulos).
    • Puedes buscar en línea para obtener mayor información sobre trazar una línea recta.

    Consejo: debes tratar de optar por un conjunto de lápices de grafito de distintas durezas para así poder experimentar con los que mejor se adecúen a tu estilo de dibujo. En su mayoría, los fabricantes califican los lápices en una escala de 9H (el más duro) a 9B (el más suave). Los lápices más duros trazan líneas más delgadas y claras, y los más suaves realizan trazos más oscuros y gruesos.[2]

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    Sombrea una forma para crear una sensación de profundidad. Traza una forma simple (por ejemplo, un círculo) y añádele una fuente imaginaria de luz a la página. Sombrea con un lápiz ligeramente la zona que se encuentre más lejos de la fuente de luz a la par que dejas sin sombrear la zona que se encuentre más cerca de la fuente de luz. Continúa incrementando el sombreado hasta obtener un efecto de disipado suave y una gradiente de una luminosidad más oscura en las partes del objeto que se encuentren más lejos de la fuente de luz a una luminosidad más clara en la zona más cercana a la fuente de luz.[3]
    • Por ejemplo, podrías imaginar que una lámpara alumbra desde la esquina superior izquierda de la página, en cuyo caso la zona en la parte superior izquierda de la forma no tendría sombra. Justo debajo de esta parte, añade un sombreado ligero y luego progresa a sombras muy oscuras en la esquina inferior derecha de la página.
    • Podrías incorporar las sombras usando el dedo, un borrador o un paño para suavizarlas.
    • Lee el artículo “Cómo darle sombreado a los dibujos” para aprender más sobre el sombreado. Asimismo, puedes leer sobre técnicas de sombreado más avanzadas aquí y aquí.
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    Añade sombras proyectadas para hacer que un objeto parezca anclado en la realidad. Imagina la fuente de luz y luego dibuja una sombra del lado del objeto que esté opuesto a la luz. La sombra debe tener la misma forma que el objeto, aunque puede ser más larga o corta que el objeto en sí según la distancia a la que se encuentre la fuente de luz y el ángulo de esta.[4]
    • Por ejemplo, en caso de que haya un tazón de fruta sobre una mesa, la mesa proyectará una sombra en el suelo, el tazón proyectará una sombra sobre la mesa y la fruta proyectará una sombra dentro del tazón.
    • Con el dedo o con un borrador, difumina los bordes de las sombras para que tengan un aspecto más realista.
    • Puedes aprender más leyendo el artículo “Cómo dibujar una sombra.
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    Dibuja una cuadrícula en el papel en caso de que necesites ayuda con las proporciones. En caso de que vayas a dibujar algo a partir de una imagen como fuente, debes trazar varias líneas verticales y horizontales espaciadas de manera uniforme sobre el papel para así obtener una cuadrícula. Luego, traza las mismas líneas en la imagen de fuente. Observa cada cuadrado individual en la imagen de fuente y cópialo en el cuadrado que corresponda en el papel. El dibujo final debe estar en proporción al original.[5]
    • Por ejemplo, podrías trazar 3 líneas verticales y 2 líneas horizontales y obtener una cuadrícula de 4 x 3.
    • No importa que los cuadrados no sean del mismo tamaño en la imagen de fuente que en el papel, ya que ajustarás el tamaño de manera natural al copiar la imagen que veas en cada cuadrícula. De hecho, esta es una técnica que suele usarse para cambiar el tamaño de un dibujo.
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    Aprende perspectiva para mostrar la dimensión de un objeto. Puedes empezar a practicar perspectiva trazando una línea horizontal a lo largo del papel que represente el horizonte. Haz un punto pequeño en esta línea para que sea el punto de fuga. Luego, traza dos líneas en un ángulo que se encuentren en el punto de fuga y se extiendan hacia abajo en dirección a la parte inferior de la hoja. Esto puede representar un camino, un arroyo, vías del tren o cualquier otro sendero. La parte más ancha del camino cerca de la parte inferior de la hoja parecerá estar más cerca de ti, en tanto que el punto de fuga parecerá estar muy lejos.
    • La perspectiva quiere decir que los objetos que están cerca parecen ser más grandes que los objetos que están lejos. Los dibujos de perspectiva simples tienen únicamente un punto de fuga, pero es posible que los más complejos tengan dos o hasta tres.
    • Si comprendes la perspectiva, esto también te será de ayuda para que el sombreado y las sombras proyectadas tengan un aspecto más realista.
    • Puedes leer el artículo “Cómo dibujar en perspectiva” para aprender más. Asimismo, puedes investigar sobre una caja tridimensional como otra forma de estudiar el concepto de la perspectiva.
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    Construye un objeto a partir de distintas formas. Después de que hayas dominado el arte de dibujar y sombrear formas básicas, puedes dibujar objetos que sean mucho más complejos dividiéndolos en formas más simples. Observa algo que quisieras dibujar (por ejemplo, una figura humana, un auto o tu mano) y haz el intento de bosquejar las formas básicas que lo conformen.[6]
    • Es posible practicar partiendo de una imagen (por ejemplo, una fotografía de una revista o periódico) y delineando las distintas formas directamente sobre ella. Por ejemplo, en la imagen de un auto, puedes delinear la forma rectangular del parabrisas, las formas circulares de los neumáticos, etc.[7]
    • Después de bosquejar las formas que constituyan la imagen, sombréalas para darles profundidad.
    • Si quieres crear un dibujo más acabado, puedes unir las distintas formas con líneas para así obtener un todo coherente. Luego, puedes borrar los contornos de las formas individuales que hayas bosquejado.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Kelly Medford

    Kelly Medford

    Artista profesional
    Kelly Medford es una pintora estadounidense que vive en Roma en Italia. Estudió pintura clásica, dibujo y la ténica del estampado tanto en Estados Unidos como en Italia. Trabaja principalmente como pintora plenairista en las calles de Roma y también viaja para hacer comisiones para coleccionistas internacionales privados. Es la fundadora de Sketching Rome Tours, donde les enseña a hacer un cuaderno de bocetos a los visitantes de la Ciudad Eterna.
    Kelly Medford
    Kelly Medford
    Artista profesional

    Usa un espejo para practicar el dibujo de objetos. Kelly Medford, pintora de plein air, comenta: "Una técnica para aprender a dibujar es usando un espejo. Mira a través del espejo lo que vas a dibujar y compara las imágenes. El espejo invierte la imagen de modo que lucirá fresca ante tus ojos y cerebro".

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    Prueba con un dibujo con contornos. Los dibujos de contornos son un ejercicio que sirve para que aprendas a crear contornos complejos y realistas. Elige un objeto que quieras dibujar y sigue los contornos de la imagen con el ojo a la par que los trazas. Debes tratar de que tu ojo permanezca lo más posible en el objeto que vayas a dibujar y no se concentre en la mano que lo dibuja. No te preocupes si es que el dibujo no es perfecto sino tan solo haz el intento de trazar en el papel la forma básica de lo que estés observando.[8]
    • Conviértelo en un juego tratando de hacer un dibujo continuo con contornos. Trata de conectar todos los contornos de lo que observes sin levantar la mano de la hoja ni repasar sobre que ya hayas trazado.
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    Delinea primero el bosquejo y luego añádele detalles para que el dibujo mantenga las proporciones. Al hacer que un dibujo pase de ser un bosquejo a un trabajo terminado, no debes preocuparte de inmediato por los detalles pequeños. Para empezar, rellena las formas y luminosidades básicas, y luego limpia el dibujo y añade detalles conforme vayas avanzando. Enfocarte demasiado pronto en los detalles intrincados podría hacer que una parte de tu dibujo quede muy grande o muy pequeña y la obra tendrá una sensación desequilibrada al terminar.
    • Por ejemplo, en caso de que vayas a dibujar una flor, podrías empezar por bosquejar las líneas de los pétalos y el tallo. Luego, podrías empezar a incorporar detalles (por ejemplo, el centro de la flor y las curvas de las hojas y los pétalos). Por último, añadirías sombreado y los detalles intrincados que falten.

Método 2
Método 2 de 4:
Dibujar personas y rostros

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    Traza una forma ovalada grande y una cruz para dibujar de cerca el rostro de una persona. Dibuja una forma de huevo invertido un poco más angosta en la parte inferior y más ancha en la parte superior. Luego, traza ligeramente una línea vertical y una horizontal que atraviesen el óvalo.
    • Estas líneas te servirán para equilibrar las proporciones del rostro de la persona. Debes trazarlas ligeramente debido a que no deben verse en el dibujo terminado.
    • Lee el artículo “Cómo dibujar caras” si quieres aprender más.

    Consejo avanzado: si lo que quieres es que la cabeza de la persona esté girada, inclina la parte inferior del óvalo en distintos ángulos y coloca la cruz en un ángulo de forma que de todos modos se extienda desde la parte más ancha del óvalo hasta la parte más angosta.

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    Bosqueja las facciones de la persona usando las líneas. Dibuja los ojos de la persona a lo largo de la línea horizontal y coloca la nariz a alrededor de medio camino entre los ojos y la parte inferior de la barbilla. Dibuja las cejas sobre los ojos y luego añade las orejas de tal forma que la parte inferior de estas esté alineada con la parte inferior de la nariz y la parte superior de las orejas esté alineada con las cejas.
    • Imagina una línea a medio camino entre la parte inferior de la nariz y la barbilla y coloca la boca en la parte superior de esta línea.
    • A partir de allí, puedes rellenar los detalles (por ejemplo, las pestañas, las pupilas y el cabello de la persona, además del sombreado y otros detalles).
    • Al terminar, borra las líneas vertical y horizontal.
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    Dibuja un círculo sobre un trapezoide para trazar la silueta de una cabeza. En caso de que vayas a dibujar una persona desde un poco más lejos, el dibujo tendrá un aspecto más realista si creas la forma de un cráneo. Para ello, debes dibujar un círculo y luego una línea horizontal angosta un poco más abajo. Bosqueja líneas en ángulo desde los lados del círculo hacia abajo en dirección a donde se encuentran con la línea horizontal para crear la mandíbula.
    • La barbilla en las mujeres suele ser más estrecha, en tanto que en los hombres suele ser más ancha.
    • De todos modos es posible usar las líneas direccionales cruzadas de un dibujo de cerca para ayudarte a mantener las proporciones conforme vayas rellenando los rasgos del rostro de la persona.
    • Dibuja estas líneas con suavidad para que no se vean más adelante en el dibujo terminado.
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    Crea el torso de la persona dibujando un rectángulo redondeado y un óvalo. Dibuja un rectángulo largo justo debajo de la cabeza. Esto será el torso de la persona. El rectángulo debe ser muy angosto en el caso de una persona delgada o más ancho en el caso de una persona grande. Luego, bosqueja un óvalo horizontal que se superponga a la parte inferior del rectángulo, lo cual constituirá las caderas de la persona.
    • En caso de que vaya a verse el cuello de la persona en el dibujo, debes trazar un rectángulo angosto que se extienda desde la cabeza de la persona hasta el torso.
    • Si es que la persona estará quieta de pie, el rectángulo debe estar perfectamente vertical. En caso de que la persona esté un poco inclinada, debes ladear un poco el rectángulo o ladearlo de manera dramática para mostrar que la persona está agachada o en movimiento (como alguien que corre a toda velocidad).
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    Bosqueja las extremidades de la persona usando líneas rectas y círculos. Emplea una línea recta para representar cada segmento de las extremidades de la persona (por ejemplo, sus brazos y antebrazos y las piernas). Luego, traza círculos pequeños en cualquier lugar por donde la persona se flexione (por ejemplo, los hombros, las rodillas, los codos y las muñecas).
    • Dibuja con suavidad las líneas y círculos, ya que únicamente tienen el objetivo de ayudarte a visualizar la forma de la persona. Las borrarás una vez que hayas añadido detalles al dibujo.
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    Añade la ropa y otros detalles después de haber bosquejado el cuerpo. Una vez que hayas dibujado la figura de la persona, es momento de añadir detalles. En caso de que de por sí no hayas dibujado los detalles de su rostro, ahora puedes hacerlo, además de elementos como el cabello, la ropa y las manos.
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    Prueba con los dibujos de gestos para plasmar la esencia de las poses y las acciones. Un dibujo de gestos constituye un bosquejo básico en el que se plasma no solo la forma sino también la sensación de movimiento. Para empezar, traza algunos bosquejos muy rápidos (por ejemplo, de 30 a 60 segundos) usando apenas unas cuantas líneas simples para plasmar las formas y los movimientos que observes. Las líneas deben mantenerse sueltas, esbozadas y curvas. La idea es que crees algo que tenga un aspecto dinámico y natural en lugar de pulcro y refinado.[9]
    • En caso de que vayas a dibujar una figura humana, haz el intento de trazar una línea a través del centro de la figura, desde la parte superior de la cabeza hasta el pie que esté soportando el peso. Construye el resto de esa figura a su alrededor, bosquejando otras líneas para indicar los ángulos de las caderas y los hombros.[10]
    • Tu mano debe permanecer en movimiento, y no debes preocuparte por los detalles ni la precisión.

Método 3
Método 3 de 4:
Plasmar paisajes

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    Emplea una foto de referencia o tu vista personal. Consigue una fotografía de una escena natural que te guste o bien mira por la ventana y dibuja lo que veas. Al dibujar un paisaje, suele ser útil tener una referencia de algún tipo para ayudarte a acertar en las proporciones, sobre todo cuando apenas empiezas.[11]

    Consejo: en caso de que no puedas conseguir una imagen que te guste y no tengas una buena vista desde tu casa, podrías llevar tu cuaderno de bocetos a un lugar natural (por ejemplo, un parque nacional o un refugio de vida silvestre) en tu localidad.

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    Traza una línea horizontal a lo largo de la hoja para el horizonte. La línea que divide el suelo y el cielo en el dibujo de un paisaje se conoce como la línea del horizonte. Debes trazar esta línea con suavidad en donde quieras que se encuentre el horizonte. Ten en cuenta que, en caso de que haya montañas, copas de árboles, edificios u otros elementos elevados en el horizonte de tu dibujo, es posible que no sea una línea perfectamente recta.[12]
    • Según la regla de los tercios, tu dibujo será visualmente más interesante si colocas la línea del horizonte en el tercio inferior o el tercio superior de la distancia entre la parte inferior y la parte superior de la hoja.[13]
    • Trazar el horizonte más arriba de la hoja hará que el espectador vea más del suelo, en tanto que trazarlo más abajo hará que vea más del cielo.
    • En un dibujo típico de un paisaje, la hoja está orientada a lo largo en lugar de a lo ancho.
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    Añade un foco de atención en el dibujo. Haz que tu dibujo de un paisaje parezca interesante añadiendo algún objeto llamativo que el espectador pueda mirar. Esto puede ser un árbol, un edificio, algunas rocas interesantes a lo largo de un arroyo, un granero, una cascada, una banca, una persona o cualquier cosa que se te ocurra. Por lo general, el foco de atención es el elemento más grande de una pintura, aunque también es posible que sea un objeto que resalte a raíz de su color o contraste.[14]
    • Por ejemplo, es probable que un área pequeña de flores color amarillo vivo en la base de un arroyo llame la atención de los espectadores si es que el resto de los colores en la pintura son más sosegados.
    • Un arbusto grande en el primer plano de una pintura o una montaña imponente en el fondo podrían funcionar como focos de atención.
    • Te será de ayuda tratar de encontrar una fotografía de referencia o un ángulo natural que ya incluya un foco de atención. Sin embargo, es posible que debas elegir solo una parte de una imagen más grande para hacerla interesante. Por ejemplo, podrías enfocar tu dibujo en una zona en donde haya un árbol viejo en lugar de tratar de plasmar todo un parque.
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    Mantén las proporciones mediante la perspectiva. Al hacer el dibujo, debes imaginar un punto de fuga a lo largo de la línea del horizonte. Toda línea que haya en el dibujo debe apuntar de regreso a este punto, lo que significa que dibujarás elementos en primer plano de forma que parezcan más grandes en tanto que los elementos en la distancia deberían ser más pequeños.[15]
    • Por ejemplo, en caso de que vayas a dibujar árboles, las copas y la parte inferior en el primer plano pueden extenderse hasta los bordes de la hoja si deseas pero, conforme los árboles vayan retrocediendo hacia el fondo, las copas y la parte inferior deben estar alineadas con una línea diagonal imaginaria que se extienda en un ángulo hacia adentro en dirección al punto de fuga.
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    Simplifica los detalles de tu dibujo. Al dibujar un paisaje, en lugar de tratar de dibujar todas las hojas de un árbol, todas las briznas de césped o todos los ladrillos en un camino pavimentado, debes dibujar la forma general de un objeto y luego añadir detalles a secciones pequeñas para así sugerirle textura y movimiento al espectador.[16]
    • Por ejemplo, podrías trazar unas cuantas líneas ralas para indicar que un abeto está cubierto de agujas.
    • Está bien un poco de detalles, lo cual variará según tu estilo de dibujo. Por ejemplo, en caso de que vayas a dibujar un sendero pedregoso, podrías añadir los detalles de las rocas en el primer plano del dibujo y luego empezar a espaciarlas de manera gradual hasta trazar únicamente unas cuantas formas circulares a lo largo del camino.
    • En caso de que vayas a practicar un estilo de dibujo hiperrealista, podrías optar por incluir tantos detalles como te sea posible, lo cual también está bien. Sin embargo, esta técnica de dibujo es más avanzada y, por tanto, si es que apenas empiezas, quizás debas incluir únicamente los detalles en el foco de atención y dejar que el resto del dibujo sea más simple.

Método 4
Método 4 de 4:
Probar con otros dibujos básicos

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    Bosqueja un objeto simple de la vida real. Después de hacerte una idea en cuanto a la forma de controlar las líneas y crear distintos niveles de luminosidad y oscuridad, puedes hacer el intento de dibujar un objeto o grupo de objetos reales. Elige algo que sea relativamente simple para empezar (por ejemplo, un tazón de fruta, una flor o un jarrón). Emplea una lámpara para generar una fuente fuerte de luz y bosqueja los contornos de lo que veas. Luego, rellena las sombras y los detalles interiores.[17]
    • Debes tratar de dibujar realmente lo que veas y no como te parezca que los objetos deban verse. Esto es más difícil de lo que parece. Para ello, haz el intento de delinear los espacios negativos alrededor de los objetos y entre ellos en lugar de los contornos de los objetos en sí.
    • A esto se le conoce como dibujos de naturaleza muerta y suelen usarse para practicar técnicas en las clases de arte.
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    Haz un dibujo de tu animal favorito como una forma de practicar los detalles. Consigue una fotografía de referencia de un animal que te guste mucho y estudia sus rasgos antes de ponerte a dibujar. Luego, para empezar, bosqueja el contorno del animal. Cuando lo hayas hecho, añade los rasgos principales (por ejemplo, el rostro, las alas o las aletas). Por último, añade detalles y sombreado de manera gradual hasta sentirte satisfecho con el dibujo.
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    Intenta dibujar caricaturas en caso de que tu estilo sea juguetón. Las caricaturas suelen ser más simples que los dibujos realistas, aunque también te dan la oportunidad de ser más creativo. Por ejemplo, podrías dibujarte como superhéroe o dibujar un animal de caricatura que tenga aventuras. Incluso podrías practicar dibujar un personaje que ya exista, como tu héroe favorito del animé o las historietas.[18]
    • Debes enfocarte primero en el personaje principal y luego crear distintos fondos, personajes secundarios y utilería con los que el personaje pueda interactuar.
    • Asimismo, experimenta con las expresiones faciales y la pose del personaje para transmitir distintas emociones y acciones.
    • También es posible hacer dibujos de fantasía de un aspecto realista a partir de tu propia imaginación. Por ejemplo, en caso de que tengas una idea clara en tu mente sobre el aspecto que tendría un dragón, podrías hacer el intento de dibujarlo.
    • Lee los artículos “Cómo dibujar personajes de caricatura” o “Cómo dibujar animales animados” para obtener más consejos.

Consejos

  • No debes desanimarte en caso de que no puedas plasmar de inmediato tus ideas en papel. El dibujo requiere una gran cantidad de práctica, así que ¡persevera!

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Categorías: Artículos destacados | Dibujo
Resumen del artículoX

Si quieres aprender a dibujar, primero practica con líneas y formas básicas en un cuaderno de dibujo. Utiliza un lápiz para que puedas borrar fácilmente los errores. A continuación, intenta hacer variaciones de estas formas utilizando distintos tamaños y ángulos. Una vez que aprendas a dominar la técnica, puedes empezar a dibujar formas 3D como esferas, cubos y pirámides. Cuando empieces a dibujar objetos del mundo real, ¡verás que la mayoría de ellos se componen de estas mismas formas básicas! Si quieres consejos sobre cómo trabajar con una gran variedad de materiales para crear distintos efectos, ¡sigue leyendo!