Los lirios son flores perennes hermosas que florecen cada verano, pero con el tiempo, pueden abarrotar un espacio si la estructura de sus bulbos es demasiado grande. Por fortuna, puedes desenterrar estas flores al final de la temporada de crecimiento para dividirlas y plantarlas de nuevo. Una vez que separes los bulbos de lirios, puedes volver a plantarlos en el suelo o una maceta. Asegúrate de regar los bulbos en cuanto los plantes para que puedan desarrollarse bien el próximo año.

Método 1
Método 1 de 3:
Desenterrar y dividir los lirios

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    Divide los lirios durante el otoño cada 3 o 4 años para evitar que abarroten el área. Después de 3 o 4 años, los lirios habrán desarrollado una estructura de bulbo grande bajo la tierra y pueden comenzar a abarrotar un jardín. Debes esperar hasta el otoño cuando los tallos y las hojas cambian de amarillo a marrón antes de desenterrar los bulbos. De esta manera, no dañarás ninguna planta mientras florecen.
    • También puedes intentar trasplantar las flores a principios de la primavera, pero es posible que los lirios no florezcan tan bien ni produzcan tantas flores.
    • Evita desenterrar los bulbos en un día cálido y soleado, ya que podrías dañarlos.
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    Afloja la tierra alrededor de los lirios en un círculo para apalancarlos. Comienza con la pala a aproximadamente 8 o 10 cm (3 o 4 pulgadas) desde la base de los lirios y guíala directamente hacia el suelo. Una vez que bajes la punta de la pala hasta 15 cm (6 pulgadas), jala el mango hacia ti para levantar los bulbos.
    • Si los lirios no se levantan de la tierra de inmediato, entonces debes sacar la pala, continuar en el lado opuesto de los lirios y enterrar la pala nuevamente. Continúa aflojando la tierra alrededor de los lirios en círculo hasta que puedas sacarlos de la tierra.
    • No trabajes con la pala demasiado cerca de los lirios, ya que podrías dañar los bulbos que se encuentran bajo tierra.
    • También puedes utilizar una horca para jardinería si no cuentas con una pala.
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    Separa los bulbos a mano y organízalos por tamaño. Colócate un par de guantes de jardinería para protegerte la piel de cualquier posible irritación. Sujeta la estructura del bulbo de los lirios y arrastra la mayor cantidad de tierra que puedas para descubrir dónde se encuentran adheridos los bulbos. Jala suavemente los bulbos para separarlos unos de otros. Coloca los bulbos en pilas según su tamaño, ya que los más grandes florecerán antes que los pequeños.
    • Los bulbos más grandes que vas a desenterrar florecerán durante la próxima temporada.
    • Los bulbos medianos tardarán aproximadamente 2 temporadas de crecimiento antes de que produzcan flores.
    • Los bulbos más pequeños tardarán entre 3 y 4 temporadas para producir flores.

    Consejo: si no logras separar los bulbos a mano, puedes utilizar una navaja de jardinería pequeña para cortarlos. Lava la navaja después de tratar cada bulbo para evitar propagar alguna infección o enfermedad.

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    Desecha los bulbos que presenten enfermedades o putrefacción. Revisa los bulbos a medida que los desentierras para detectar cualquier área blanda o moho negro que crezca sobre ellos. Limpia la mayor cantidad de tierra posible para que puedas detectar cualquier enfermedad en el bulbo. Desecha los bulbos defectuosos para que solo vuelvas a plantar flores saludables.
    • Evita colocar bulbos enfermos en un contenedor de compostaje, ya que podrías propagar la enfermedad a otras plantas.
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    Gira el vástago hasta que se separe del bulbo. Sujeta la base del tallo en la parte superior del bulbo con la mano dominante. Gira el bulbo hacia la derecha o hacia la izquierda con la mano no dominante hasta que el vástago se rompa y se desprenda del bulbo. Continúa extrayendo el resto de las hojas y los tallos muertos de los bulbos saludables.
    • Si vas a dividir azucenas, debes cortar los tallos para que tengan entre 15 y 20 cm (6 y 8 pulgadas) de largo. Retira las hojas y el resto del follaje de los tallos.
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    Coloca bulbos que no puedas plantar de inmediato en una bolsa de plástico con musgo de esfagno. Debes plantar los bulbos lo antes posible para que se mantengan saludables y no se sequen. Sin embargo, si no puedes plantar los bulbos de inmediato, llena una bolsa de plástico con musgo de esfagno húmedo y coloca los bulbos en su interior. Mantén la bolsa en el refrigerador hasta que puedas volver a plantarlos.[1]
    • Puedes mantener los bulbos en el refrigerador por hasta 8 semanas si es necesario.
    • No guardes los lirios en un cajón con otras frutas y verduras, ya que liberan gases que podrían afectar las futuras floraciones.

Método 2
Método 2 de 3:
Replantar los bulbos en la tierra

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    Busca un lugar que reciba luz solar plena y cuente con una tierra con buen drenaje para plantar los bulbos. Busca un lugar en el jardín que reciba luz solar durante aproximadamente 8 o 10 horas al día para que los lirios puedan crecer a su máximo potencial. Verifica el drenaje de la tierra excavando un agujero que tenga 30 cm (1 pie) de ancho y 30 cm (1 pie) de profundidad y llénalo con agua. Si el nivel del agua baja al menos 5 cm (2 pulgadas) por hora, entonces es una buena área para plantar los lirios.[2]
    • También puedes plantar los lirios en el mismo lugar si no deseas buscar nuevas ubicaciones para los bulbos.
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    Excava un agujero que sea 3 veces más profundo que la altura del bulbo. Utiliza la pala para excavar un agujero que sea al menos 3 veces más profundo que la altura del bulbo y 2 veces más ancho que su diámetro. De esta manera, el lirio tendrá espacio para crecer y se encontrará lo suficientemente profundo como para mantenerse a salvo durante el invierno.[3]
    • Si vas a trasplantar azucenas, excava el agujero para que sea 8 cm (3 pulgadas) más profundo que la altura del bulbo.
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    Enmienda la tierra con 5 cm (2 pulgadas) de compost. Esparce el compost a lo largo del fondo del agujero hasta que hayas formado una capa de 5 cm (2 pulgadas). Asegúrate de que la parte superior del compost se encuentre nivelada para proporcionar una base firme para los bulbos. El compost ayudará a proporcionar nutrientes al bulbo para reforzar su crecimiento y evitar que muera antes de la próxima temporada.[4]
    • Por ejemplo, puedes utilizar compost orgánico para jardinería o una mezcla de perlita.
    • Puedes crear tu propio compost o comprar una mezcla de compost en una tienda de jardinería local.
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    Coloca de 3 a 5 bulbos en el agujero separados en intervalos de 1 cm (½ pulgada) con los extremos puntiagudos apuntando hacia arriba. Coloca los bulbos que estás plantando en el medio del agujero para que los extremos puntiagudos que tengan tallos que crecen hacia ellos se ubiquen en la parte superior. Presiona los bulbos con firmeza en el compost para apisonar las raíces y puedan crecer fuertes y saludables. Deja al menos 1 cm (½ pulgada) entre los bulbos para que cuenten con espacio para crecer.[5]
    • Si vas a plantar azucenas, asegúrate de que el extremo puntiagudo con los brotes se encuentre solo a 2 cm (1 pulgada) debajo de la superficie de la tierra.
    • Planta todos los bulbos del mismo tamaño en un área similar en lugar de mezclarlos. De lo contrario, los lirios no lucirán tan llenos.

    Consejo: mantén los grupos de bulbos separados en intervalos de 20 a 46 cm (8 a 18 pulgadas) para evitar que se abarroten y cuenten con espacio para expandirse.

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    Rellena el agujero con tierra y marca su ubicación. Cubre la parte superior de los bulbos con la tierra restante del agujero y continúa llenándolo hasta que se encuentre nivelado con el resto del suelo. Presiona ligeramente la parte superior de la tierra para compactarla de tal manera que quede apisonada alrededor de los bulbos. Coloca una pequeña estaca o un marcador de jardín en la tierra para que no te olvides de dónde enterraste los bulbos.[6]
    • También puedes mezclar 1 parte de compost con cada 4 partes de tierra para que sea más nutritivo para las plantas.
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    Riega la tierra en cuanto plantes las flores. Llena una regadera o utiliza una manguera con un cabezal de ducha para regar la tierra donde acabas de enterrar los bulbos. Continúa regando el área hasta que la tierra a 15 cm (6 pulgadas) debajo de la superficie se encuentre húmeda para asegurar que los bulbos reciban agua.[7]
    • Mantén la tierra húmeda durante el invierno si no cuenta con una capa de nieve.

Método 3
Método 3 de 3:
Trasplantar lirios en macetas

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    Consigue una maceta que tenga al menos 3 o 4 veces la altura del bulbo más grande. Mide el tamaño del bulbo más grande para que puedas conseguir una maceta que sea lo suficientemente grande para él. Busca una maceta que sea al menos 2 o 3 veces más ancha que el diámetro del bulbo y tenga 3 o 4 veces su altura para asegurarte de plantar los bulbos lo suficientemente abajo. Asegúrate de que la maceta cuente con agujeros de drenaje para que el agua no se asiente en la tierra durante mucho tiempo o haga que los bulbos se pudran.
    • Planea conseguir 1 maceta por cada 3 o 5 bulbos que tengas.
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    Llena el fondo de la maceta con 5 u 8 cm (2 o 3 pulgadas) de compost. Coloca un pedazo de maceta rota sobre los agujeros de drenaje para evitar que el compost se salga. Busca una buena mezcla de compost en una tienda de jardinería local o utiliza tu propia mezcla. Cubre de 5 a 8 cm (de 2 a 3 pulgadas) del fondo de la maceta con la mezcla y apisónala ligeramente para que cuentes con una superficie nivelada. Evita apisonar el compost con demasiada fuerza, ya que las raíces pueden presentar problemas para crecer una vez que los lirios se encuentren en temporada.
    • Puedes utilizar cosas como abono orgánico para jardinería, restos de comida o una mezcla de perlita envasada.
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    Coloca de 3 a 5 bulbos separados en intervalos de 1 cm (½ pulgada) en el compost de manera que los extremos puntiagudos apunten hacia arriba. Coloca los bulbos sobre 2 cm (1 pulgada) desde el borde de la maceta en un patrón circular. Debes dejar aproximadamente 1 cm (½ pulgada) entre cada bulbo para que tengan tiempo de crecer sin abarrotarse demasiado. Asegúrate de que los extremos puntiagudos de los bulbos apunten hacia arriba. De lo contrario, la planta no crecerá.

    Consejo: debes colocar los bulbos más grandes en las macetas si deseas que florezcan durante la próxima temporada de crecimiento. De lo contrario, te tomará algunos años ver las flores.

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    Cubre la parte superior de los bulbos con 15 o 20 cm (6 u 8 pulgadas) de tierra. Puedes utilizar una mezcla regular de tierra orgánica o una mezcla de compost para llenar el resto de la maceta. Continúa llenando la maceta con otros 15 o 20 cm (6 u 8 pulgadas) de tierra y nivélala cerca de la parte superior. Apisona la tierra ligeramente para que se compacte alrededor de los bulbos y estimule un crecimiento saludable.
    • Evita apisonar demasiado la tierra, ya que las flores presentarán problemas para desarrollarse y florecer.
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    Riega los bulbos y mantenlos en un área que reciba de 8 a 10 horas de luz solar al día. Utiliza una regadera o una manguera para humedecer la tierra. Continúa regando los bulbos hasta que la tierra se encuentre húmeda a 15 cm (6 pulgadas) debajo de la superficie. Coloca los bulbos en un área que reciba de 8 a 10 horas diarias de luz solar para que los bulbos tengan tiempo de asentarse antes de la temporada de crecimiento.[8]
    • Puedes mantener la maceta en la parte exterior si no hay un área dentro de la casa que reciba luz solar plena.
    • Mantén la tierra de la maceta húmeda durante todo el invierno para que los bulbos reciban agua.

Consejos

  • Puedes regalarles bulbos de lirio adicionales a tus amigos para que los planten en sus jardines.

Advertencias

  • Debes utilizar guantes de jardinería mientras manipulas los bulbos para evitar que la piel se te irrite.

Cosas que necesitarás

Desenterrar y dividir los lirios

  • una pala o una horca para jardinería
  • guantes de jardinería
  • una bolsa de plástico
  • musgo de esfagno

Replantar los bulbos en la tierra

  • una pala
  • compost
  • una regadera o una manguera de jardín

Trasplantar lirios en macetas

  • una maceta grande (de 3 a 4 veces más alta que la altura del bulbo)
  • compost
  • tierra orgánica
  • una regadera

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Categorías: Cultivo de flores