Las iglesias católicas, anglicanas y otras iglesias cristianas utilizan varias ropas blancas tradicionales en el altar y alrededor de él durante un servicio. Cuando prepares estas ropas blancas para guardarlas, debes doblarlas utilizando algunas pautas estándares.

Método 1
Método 1 de 4:
Método uno: Purificadores y los velos post comunión

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    Observa la ropa blanca. El purificador es la más pequeña de las ropas blancas y el velo post comunión es la más grande. Ambos pueden ser cuadrados o rectangulares, y ambos tienen una cruz bordada en el centro.[1]
    • El purificador se usa para secar los vasos sagrados durante la Sagrada Comunión.
    • El velo post comunión se usa para cubrir el cáliz después de que termine la Sagrada Comunión.
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    Coloca la ropa blanca con el lado derecho hacia abajo. Extiende ambas ropas blancas con la cruz en vertical, pero mirando hacia abajo.[2]
    • Alisa cualquier arruga con tus manos.
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    Dobla el lado derecho. Dobla el lado derecho hacia el lado izquierdo.
    • El tercer extremo derecho del material debe estar doblado hacia el tercer centro, dejándose ver solo el tercer extremo izquierdo.
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    Trae el lado izquierdo. Dobla el lado izquierdo hacia el derecho.
    • El borde del tercio del extremo izquierdo debe encontrarse con el doblez de tu primer pliegue. El doblez de este pliegue debe encontrarse con el borde del lado derecho original de la ropa blanca.
    • Dobla ambos pliegues con tus dedos para plegarlos ligeramente antes de continuar.
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    Dobla la parte inferior. Dobla el tercio inferior de la ropa blanca para que cubra el tercio central de la tela.
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    Baja la parte superior. Dobla el resto del tercio superior de la ropa blanca para que cubra completamente el material de la doblada anterior.
    • Si se hace correctamente, el purificador o el velo de post comunión deben doblarse en nueve secciones cuadradas iguales.
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    Presiona los pliegues. Utiliza los dedos para presionar todos los bordes doblados para que estén firmes.
    • Voltea la ropa blanca para que la cruz bordada esté encima.
    • Presiona los pliegues con una plancha antes de guardar la ropa blanca durante un largo tiempo.
    • Este paso completo el proceso. El purificador o el velo post comunión ya están listos para guardarse.

Método 2
Método 2 de 4:
Método dos: Corporales

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    Examina la ropa blanca. Los corporales son ropas blancas en forma de cuadrado, son un poco más pequeñas que el velo post comunión. La tela debe tener una cruz bordada decorativa en la parte inferior central.[3]
    • El corporal es una ropa blanca que se extiende en la parte superior del medio del altar. Llega hasta el borde frontal, pero no sobresale.[4]
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    Coloca el corporal con el lado derecho hacia arriba. Extiende la ropa blanca y alisa cualquier arruga con tus manos. La cruz debe mirar hacia arriba.
    • A diferencia de muchas otras telas pequeñas de altar, el corporal se dobla al revés. Se hace de esa manera para que las migajas de la Eucaristía se queden dentro del material, en vez de caer al piso. Luego, puedes sacudir las migajas en la piscina (lavabo en donde se lavan los vasos de la comunión).
    • También es más fácil para el sacerdote o diácono estirarlo sobre el altar si se dobla el corporal al revés.
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    Dobla el tercio inferior. Toma el tercio del extremo inferior del corporal y dóblalo.
    • Esta porción inferior debe cubrir un tercio del material a lo largo del centro horizontal de la ropa blanca. Solo el tercio superior debe estar libre aún.
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    Dobla el tercio superior. Trae el tercio del extremo superior de la línea hacia abajo para cubrir la parte inferior y los tercios medios que anteriormente fueron plegados.
    • Tómate un momento para presionar ambos dobleces con tus dedos, pliégalos ligeramente. Si lo haces, ayudará a mantener más suave la ropa blanca para los próximos sets de pliegues.
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    Trae el tercio derecho hacia adentro. Dobla el tercio del extremo derecho del corporal hacia la izquierda.
    • El tercio derecho debe cubrir el tercio central de la ropa blanca.
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    Trae el tercio izquierdo. Dobla el tercio izquierdo restante de la ropa blanca, cubriendo ambos tercios derecho y vertical central que anteriormente fueron plegados.
    • Si se hace correctamente, el corporal debe estar doblado en nueve secciones cuadradas iguales y la cruz debe estar oculta dentro.
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    Pliega los dobleces. Desliza tus dedos a lo largo de cada doblez del material para plegarlos firmemente antes de guardar el corporal.
    • Si pretendes guardar la ropa blanca por largo tiempo, considera presionar los pliegues con una plancha.
    • Este paso completa el proceso.

Método 3
Método 3 de 4:
Método tres: Toallas del lavabo y toallas bautismales

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    Observa cuidadosamente la ropa blanca. Estas toallas son casi siempre rectangulares y generalmente miden alrededor de 15 cm x 23 cm (6 pulgadas por 9 pulgadas). Por lo general, una cruz o una valva bordadas decoran la parte inferior central.
    • El sacerdote utiliza la toalla del lavabo para secar sus manos que se lavó antes de la Consagración de la Eucaristía.
    • Una toalla bautismal se utiliza para secar a un niño u otra persona después de haber sido bautizadas con agua bendita.
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    Coloca la toalla con el costado derecho hacia abajo. Extiende la toalla para que la cruz o la valva estén boca abajo.
    • Utiliza tus manos para alisar cualquier arruga o bulto.
    • El lado largo de la toalla debe estar verticalmente y el lado más corto debe estar horizontalmente.
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    Dobla el tercio derecho. Toma el tercio del extremo derecho de la toalla y dóblalo hacia la izquierda.
    • El tercio derecho debe cubrir completamente el tercio de la toalla en el centro. Debe haber otro tercio abierto parejo en la izquierda.
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    Trae el tercio izquierdo. Dobla el tercio del extremo izquierdo de la toalla hacia la derecha.
    • Este panel debe cubrir completamente los tercios derechos y centrales que fueron plegados anteriormente.
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    Dobla el resto a la mitad. Dobla la parte superior de la toalla sobre la parte inferior.
    • Cuando termines, la toalla debe doblarse en seis rectángulos del mismo tamaño.
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    Pliega los dobleces. Utiliza tus dedos para plegar cada doblez que hiciste. Voltea la toalla para que la cruz o la valva decorativas estén encima.
    • Este paso debe completar el proceso.

Método 4
Método 4 de 4:
Método cuatro: Ropas blancas sin bordados, manteles de credencia y otras ropas blancas grandes

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    Extiende la ropa blanca. Extiende la tela en frente de ti, con el lado derecho mirando hacia arriba.
    • Utiliza tus manos para alisar todas las arrugas que puedas. Si dejas alguna arruga o doblez, podrías terminar creando un pliegue grande innecesario.
    • Las ropas blancas se enrollan, no se doblan. Enrollarás la ropa blanca hacia arriba para que se vea de adentro para afuera en el tubo.
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    Enróllalas en un tubo de cartón. Coloca un tubo de cartón de tamaño apropiado en uno de los extremos de la ropa blanca. Enróllala alrededor del cartón y sigue hasta que todo el material esté en el tubo.
    • Necesitarás estirar la tela mientras la enrollas. Si no, es probable que se formen arrugas.
    • Mantén los dobladillos derechos uno con otro para que la ropa blanca se enrolle uniformemente.
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    Envuelve el rollo. Envuelve el rollo con pañuelo de papel para protegerlo.
    • También se recomienda que etiquetes el pañuelo de papel con "ropa sin bordados", "de credencia" u otro nombre apropiado. Si lo haces, será más fácil identificar la ropa blanca.
    • Después de completar este paso, puedes guardar la ropa blanca.

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Categorías: Religión