La educación en casa es una maravillosa forma de estar junto a tus hijos mientras los ayudas a convertirse en adolescentes completos y adultos. Hacerlo te brinda la oportunidad de adaptar la educación de tus hijos de acuerdo a sus necesidades, a tu estilo de vida y a tus creencias. La educación en casa también les brinda un lugar seguro donde permanecer mientras estudian a las personas y a los lugares a su alrededor. Con la capacidad de personalizar la educación de tu hijo, realmente puedes fomentar una pasión por el aprendizaje que dure toda la vida.

Método 1
Método 1 de 4:
Superar los primeros obstáculos

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    Establece legalmente la educación que impartirás en casa. En los Estados Unidos, cada estado cuenta con diferentes leyes y regulaciones con respecto al estudio en casa. En términos generales, Nueva Inglaterra es el país con los requerimientos más rigurosos.[1] Antes de comenzar con la educación de tus hijos, primero investiga las leyes del lugar donde vives y notifícale como es debido, además de hacer una lista de verificación de plazos futuros para ti mismo (en caso de ser aplicable).
    • Debido a que los educadores en casa se comprometen personalmente en asegurarse de entender correctamente todas las leyes concernientes a la educación en casa, los grupos de apoyo locales generalmente son el mejor recurso para obtener la información legal más exacta en el lugar donde vives.
    • Ten en cuenta que los requerimientos legales para los que educan a sus hijos en casa varían de acuerdo al país, al estado e incluso a veces según el distrito escolar, así que necesitarás investigar un poco.
    • En el caso de los Estados Unidos, la HSLDA (Home School Legal Defense Association) y el “A to Z Home’s Cool” proporcionan guías útiles para comprender el significado de educar en casa legalmente (véase los enlaces externos más abajo).

      • Es posible que necesites tener un expediente con el trabajo de tus hijos. Es muy importante hacerlo desde el primer día de enseñanza en caso de que el gobierno del lugar donde vives lo solicite.
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    Asegúrate de poder costear los gastos. Dependiendo de la forma en la que planees abordar la “enseñanza en casa”, la cantidad de dinero que invertirás en tu hijo puede ser muy grande. Es posible hacerlo con $300 o con $2500. Todo depende de los materiales que usarás y las actividades que planeas llevar a cabo.
    • Por desgracia, las actividades no siempre son gratuitas. A fin de obtener la mejor calidad posible (y aprender más en el proceso), podrías complementar sus clases con excursiones a planetarios, exhibiciones de arte, conferencias, museos, reservas naturales y cosas similares, aunque esto puede costar dinero.
      • Para que conste, las cifras mencionadas previamente representan los extremos del rango promedio de educación en casa.[2]
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    Inscribe a tu hijo en actividades comunitarias. Haz que participe en algún tipo de deporte u otra actividad de su agrado; tu hijo necesitará tener interacción social y pasar tiempo fuera de casa. No lo obligues a hacer algo, pero tampoco permitas que se dé por vencido tan fácilmente. Estas actividades hacen que los niños socialicen y también les enseñan importantes habilidades para sus vidas y a mantenerse comprometidos con algo.
    • Educar a tus hijos en casa no los “echará a perder”. Siempre y cuando te asegures de satisfacer sus necesidades emocionales, sociales mentales y físicas, se convertirán en adultos exitosos en el futuro. Pregúntales qué actividades les gustaría realizar que abarquen sus intereses y les permita comenzar en el camino correcto.
      • Investigaciones afirman que los que se educan en casa se involucran tanto como sus pares educados en escuelas públicas. Ellos ayudan a la comunidad y pueden hacer la misma cantidad de conexiones sociales.[3]
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    Infórmale al resto de la familia. Tus demás familiares que se preocupan por ti y por tus hijos pueden ser de ayuda y apoyar tus esfuerzos por una buena educación en casa, o también pueden hacer críticas hirientes. Piensa en la forma en la que les contarás lo que planeas hacer, escucha sus respuestas y responde a sus preguntas e inquietudes. Ayúdales a entender que estás preparado y determinado, y no permitas que ninguna actitud negativa te afecte. Ellos se preocupan y con el tiempo, a medida que tus hijos muestren buenos resultados con su educación en casa, es probable que recapaciten y se conviertan en tus más grandes defensores.
    • De hecho, ¿por qué no ayudan con el aprendizaje de tu hijo? De seguro tienen experiencia en áreas en las que tú no. Hazles saber que quieres que también formen parte de la vida de tu hijo, ¿cómo podrían negarse?
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Método 2
Método 2 de 4:
Tu método de enseñanza

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    Siéntete seguro con tus capacidades para enseñar. Eres la persona que más se preocupa por el futuro de tu hijo. Por lo tanto, eres el único calificado para el papel de padre encargado de la educación de su hijo en casa. La educación en casa es una gran responsabilidad, pero si la adaptas a tu estilo de vida familiar, puede funcionar bien, independientemente de tu educación o experiencia. No necesitas renunciar al resto de tus intereses; aún puedes tener una vida fuera de la escuela en casa.
    • Si bien es muy fácil enseñarle a tu hijo todos los estudios relacionados a la escuela primaria, quizás te sea más difícil tener la confianza en ti mismo a la hora de pasar a la enseñanza impartida en la escuela secundaria. Pero es posible y la gente lo ha hecho. ¡Sólo ten en cuenta que tú también aprenderás!
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    Aprende sobre los diferentes métodos de educación en casa. Existen muchos estilos distintos y pueden enseñar mediante recursos y emplearse como tales. Las escuelas de pensamiento varían ampliamente cuando se trata este tema, así que es mejor tomar asiento y encontrar tu posición dentro de esta gama de creencias.
    • Unschooling (aprendizaje autónomo): se trata de un enfoque anárquico en el que el estudiante se vuelve independiente. Se basa en la idea de que un estudiante tiene más probabilidades de aprender más rápida y fácilmente si estudia las cosas que le interesan.
    • Diane Lockman ofrece un enfoque orientado hacia la lectura, el pensamiento y la comunicación con un fuerte énfasis cristiano. Incluso ofrece cursos de escuela secundaria por Internet.[4]
    • Estudios de la unidad, en los que cada unidad está dedicada a un tema distinto. A menudo, puedes encontrar unidades (y otros planes de estudio variados) en línea.
    • La metodología de Charlotte Mason y se enfoca en “el ambiente, la disciplina y la vida”.[5]
    • Los métodos de Montessori o de Waldorf, en los que el niño es más independiente y “descubre” en lugar de que se le cuente.[6]
    • Una mezcla eclética de estilos distintos
    • Un paquete curricular completo en línea como Global Student Network
    • Una escuela privada en línea, como la International Virtual Learning Academy
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    Determina tu propio estilo de educación en casa. Examina tus propias intenciones y motivaciones ¿Por qué quieres que tus hijos reciban una educación en casa? ¿Qué es lo que consideras como una “buena” educación? ¿Qué piensas sobre los niños, la enseñanza y el aprendizaje? ¿Cómo parecen aprender mejor tus hijos? Estas preguntas pueden ayudarte a decidir el método a usar y a crear el entorno de aprendizaje más adecuado para tu familia y tus hijos.
    • Asimismo, ten en cuenta que un método que funcione para un niño podría no ser el mejor para otro. Además, existe la posibilidad que el método que prefieras pueda no ser el más adecuado para él. Habla con tu hijo acerca de sus expectativas antes de comenzar a armar el esquema del año escolar.
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    Diseña tu plan de estudios. El enorme volumen del material y los métodos disponibles pueden ser abrumadores para un padre que recién se inicia en la educación de su hijo en casa. ¡Es sencillo olvidar lo útil que es todo esto! El identificar tu método será el primer paso para reducir las opciones. Existen muchos recursos que te ayudarán a navegar a través del laberinto de ideas. Investiga, lee y planifica lo que quieras enseñar y la manera en la que lo harás.
    • Las bibliotecas y librerías cuentan con libros acerca de los métodos de educación en casa, experiencias y planes de estudio comprobados.
    • La Internet también ofrece una fuente de información interminable: información básica acerca de varios temas, compra en línea de planes de estudio y materiales, artículos sobre metodologías, grupos de apoyo y planes de estudio de escuelas públicas. Incluso cuenta con lecciones gratuitas en la mayoría de temas impartidas por maestros, otros educadores en casa e incluso estaciones de televisión.
      • La verdadera educación clásica implica el enseñar a leer, a pensar y a hablar con un dominio considerable. Sin embargo, los que imparten educación en casa, si bien están de acuerdo con el sistema de educación clásica, generalmente cuentan con una amplia variedad de recursos para que sus hijos experimenten, pese a no tener un plan de estudios oficial. Todo depende de ti.
    • Para comenzar, querrás tocar temas como el arte, las ciencias (Biología, Física, Química), los idiomas, la música, las matemáticas, la historia y la geografía.
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    Busca apoyo local. Puedes encontrar grupos locales que se reúnan regularmente, organizaciones que lleven a cabo seminarios o convenciones periódicas, o incluso grupos en línea que intercambien ideas y recursos. Muchos grupos organizan clases cooperativas (impartidas por otros padres) en una variedad de temas. Si empiezas a sentirte abrumado, frustrado o completamente solo en lo que respecta al proceso educativo de tu familia, un grupo de apoyo puede ofrecerte asesoramiento o simplemente un reconocimiento que te reconforte al saber, de otros padres, que no estás solo.
    • Estos grupos son recursos invaluables para obtener consejos acerca de cómo cumplir con las leyes de educación en casa en la localidad donde vives. Si tienes alguna pregunta, un grupo de apoyo local es el lugar al que debes acudir. ¡Además, tu hijo puede conocer a otros niños que tienen el mismo tipo de educación!
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    Reúne los materiales. Los materiales para la educación en casa varían enormemente de acuerdo al método de enseñanza. Puedes ordenar libros de texto, paquetes de estudio y herramientas de aprendizaje por Internet o en lugares de ventas de planes de estudios para educación en casa y materiales. Como una alternativa más económica, muchos de los que educan a sus hijos en casa acuden a bibliotecas, tiendas de libros usados, intercambios de planes de estudio, tiendas de segunda mano y ventas de garaje.
    • Las ventas de regreso a clases en las tiendas de descuento locales o en las de útiles de oficina son los lugares perfectos para conseguir algunos materiales básicos como bolígrafos, cuadernos y pegamento. Abastécete con la suficiente cantidad de material y no tendrás problemas durante todo el año.
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Método 3
Método 3 de 4:
Durante el proceso de enseñanza

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    Planifica tu día. Si eliges tener un entorno educativo más formal en tu casa puedes prepararte recopilando tus planes de clase, los materiales y los libros de texto, o incluso acondicionando una habitación para llevar a cabo los estudios y actividades. Independientemente del método que hayas elegido para enseñar en casa, lo mejor que puedes hacer para facilitarte las cosas es planificar y preparar todo lo que puedas antes de comenzar.
    • Un método diferente podría significar que tu preparación deba incluir salidas de campo por el resto del año en todas las asignaturas, colocar objetos de aprendizaje alrededor de tu casa o simplemente cambiar a una mentalidad en la que utilices el día a día como una oportunidad de aprender sin planes o libros de texto establecidos.
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    Busca actividades prácticas. Todos se benefician de ver las cosas de primera mano. Algunas actividades que pueden ser educativas y fáciles de hacer son: jardinería, cocina, costura, compostación, proyectos de ciencia, excursionismo, reparar la casa, cuidado de las mascotas y desarmar los electrodomésticos (sólo asegúrate de que no hayan láseres o componentes electrónicos peligrosos en funcionamiento). Tus hijos aprenderán diferentes cosas dependiendo de sus edades, pero todos estarán mejor educados.
    • Asegúrate de que tus actividades sean informativas y de que los niños aprendan de ellas. Plantar flores puede ser una actividad de aprendizaje o una en la que un niño deba jugar en la tierra. Si realizas actividades alrededor de la casa, acompáñalas con una lectura u otra herramienta complementaria.
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    Mantén un expediente para el trabajo de cada uno de tus hijos. Una carpeta gruesa de tres anillos con separadores para cada estudiante es una excelente forma de mantener un registro de los trabajos escolares junto con lo necesario desde un punto de vista legal. Etiqueta cada separación con los temas que se están estudiando. Luego de que tu hijo haya completado una página, perfórala (usando un perforador de tres agujeros) y colócala en la sección adecuada del libro. Recuerda ponerle fecha a cada página o será un enorme problema averiguarlo después.
    • Esto es especialmente útil si tu hijo piensa ir a la universidad, ya que algunas escuelas solicitan expedientes de trabajo de estudiantes que hayan tenido una educación en casa. Además siempre puedes usar los materiales para tener una referencia futura con la cual educar a tu siguiente hijo o para tus amigos o familiares.
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    Sigue tus instintos. Confía en tus conocimientos e instintos cuando se trata de tus propios hijos. No sólo eres el mayor responsable de la educación que reciben tus hijos, sino que a menudo el único mejor capacitado para reconocer lo que necesitan o no. Recurre a las evaluaciones y percepciones de otros para guiarte, pero confía en tus propios instintos con respecto a lo que tus hijos necesitan aprender y hacer durante su progreso educativo.
    • Cuestionarse es normal. Podrías tener la impresión de que lo haces todo el tiempo, sobre todo al principio. Aquí es cuando tu grupo de apoyo se vuelve útil y cuando debes emplear las herramientas (como Internet) que tienes a disposición. Lo más probable es que estés tan calificado como cualquier otro padre y que no tengas nada de qué preocuparte.
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    Evalúa tu progreso periódicamente. La evaluación del progreso se produce de manera natural mediante el proceso individual de la educación en casa, aunque en algunas zonas la ley solicita una prueba oficial periódica o evaluación de los educadores en casa. Sin embargo, la evaluación personal no sólo debe considerar el progreso académico de tu hijo, sino también la manera en que el proceso funciona para todos los miembros de la familia.
    • Si los métodos de enseñanza no se adaptan bien al estilo de aprendizaje de tu hijo, si el plan de estudios está demasiado estructurado o no lo está lo suficiente, o si el proceso de educación en casa parece estar empeorando las cosas en lugar de mejorarlas, entonces es momento de un cambio. Afortunadamente, el cambio es algo que puedes hacer con bastante rapidez con sólo un poco de investigación.
    • Si no te sientes cómodo con tu nivel de conocimiento acerca de un tema, existen pruebas de progreso estandarizadas, como la FCAT (Florida Comprehensive Assessment Test), que tu hijo puede dar y cuyos resultados pueden llegar por correo. Asimismo, existen muchas otras pruebas que puedes ordenar o dar en línea.
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Método 4
Método 4 de 4:
Siempre piensa en tus hijos

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    Prepara a tus hijos con anticipación. Explícales lo que ocurrirá dentro de algunos meses, incluyendo la manera en la que la vida cotidiana se estructurará para ellos y para el resto de la familia. Explícales a tus hijos mayores que, si bien es posible que abandonen la escuela, no significa que dejarán su educación o a sus amigos.
    • Pregúntales que les gustaría estudiar. Por ejemplo, si les gusta mirar las estrellas, consigue un telescopio y estudien astronomía. Asegúrate de que sea algo que los emocione. La educación en casa debería ser divertida para los estudiantes, no un castigo. Ese es el mejor motivador.
    • Si les sirve de ayuda, hazles saber que son parte de los 1.5 millones (y en aumento) de estudiantes que estudiarán desde casa este año.[7]
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    Permite que tus hijos preadolescentes o adolescentes tengan el tiempo suficiente para adaptarse. A menudo los niños que abandonan el sistema educativo estándar para pasar a una educación en casa necesitan algo de tiempo para adaptarse. En lugar de pasar inmediatamente a “la escuela en casa”, quizás quieras realizar actividades no estructuradas y elaborar tu rutina poco a poco. Determina el “tiempo de recuperación” necesario para cada niño en particular y trabaja con ellos para crear una experiencia de aprendizaje diferente y más agradable.
    • Si están preocupados, haz una investigación y respalda tus opiniones con las de otros'; no deben pensar que ésta es una decisión arbitraria de tu parte. Si piensan que se atrasarán en sus estudios, hazles saber que esto significa que podrán comenzar a tomar cursos universitarios antes de tiempo. En el mejor de los casos esto acelerará su proceso educativo.
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    No pierdas las antiguas conexiones de tu hijo, y forma nuevas. Alienta a tu hijo a permanecer en contacto con los amigos que ya tiene. Puedes alentarlo (pero no obligarlo) a que se haga amigo de otro niño que también reciba educación en casa. En muchos casos, esto sucederá espontáneamente si tu familia interactúa con otras que estén en condiciones similares mediante clases cooperativas, excursiones o eventos deportivos para niños que estudien en casa.
    • Una de las mejores cosas de estudiar en casa es que no necesitas 8 horas para enseñarle a tu hijo. De hecho, en una institución convencional ellos pasan la mayor parte de su tiempo esperando. Podrías llegar a hacer en 4 horas lo que en su anterior escuela tomaba 7. Esto significa que tanto tú como ellos tienen más tiempo para desarrollarse como personas.
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Consejos

  • El comité educativo de tu localidad puede prestarte un plan de estudios o puedes encontrar muchos en línea.
  • Ya que tus hijos tendrán más tiempo para aprender que los que estudian en escuelas públicas o privadas, organiza actividades fuera del programa educativo, como leer acerca de la historia de la realeza europea, aprender un nuevo idioma o habilidad. Esto les dará una educación más completa.
  • Consíguele a cada uno de tus hijos su propia tarjeta de biblioteca. Los viajes semanales a la biblioteca son una estupenda forma de despertar el interés en la lectura y en el aprendizaje. Hay muchos libros excelentes para niños y la biblioteca es una gran fuente de materiales adicionales para complementar tus cursos. Además, muchas bibliotecas brindan horas de lecturas de cuentos a la semana y otros programas dirigidos a los que estudian en casa (otra oportunidad para socializar).
  • Únete a un foro de educación en casa en línea o a un grupo de Yahoo. Los mensajes en los foros son excelentes formas de recibir apoyo y aliento sin salir de casa. Además, a menudo puedes hablar con amigos en línea acerca de las dificultades que no puedas compartir con gente en la vida real. Estos grupos pueden ser exclusivos de alguna religión, de algún método de enseñanza o plan de estudios, o pueden ser abiertos a todos los que educan a sus hijos en casa. Son fuentes increíbles de ideas e información para los educadores nuevos y experimentados.
  • Los viajes regulares a la biblioteca cultivarán un espíritu de auto-aprendizaje, algo que los niños de las escuelas públicas rara vez desarrollan. Esto también cultiva el amor por la lectura en tu hijo. Seguramente te lo agradecerá.
  • Aborda el problema de la “socialización”. Haz que tus hijos participen en actividades deportivas, en organizaciones juveniles, en clases de teatro o música, en grupos juveniles, grupos de niños exploradores, organizaciones intelectuales, etc. Hacerlo les brindará la oportunidad de aprender habilidades sociales y hacer amigos. La educación en casa puede darle a un joven la oportunidad para interactuar con muchas personas distintas en situaciones distintas, no sólo con estudiantes de la misma edad en un salón de clase o en un patio de recreo.
  • ¡Toma fotos! No olvides registrar las actividades de educación en casa, incluso aquellas que puedan parecer monótonas. Al documentar tu vida en un ambiente de educación en casa demuestras que eres una persona activa y que sigue adelante con sus experiencias en el aprendizaje. Crea un álbum de recortes al final del año o comienza un sitio web familiar, tanto para recuerdos como para tener una forma creativa de contarles a otras personas acerca de tu educación en casa. También puedes compartir fotos y grabar recuerdos creando un blog de educación en casa.
  • Sé un maestro alegre. La educación en casa se volverá deprimente tanto para ti como para tus hijos si te enojas y frustras con las tensiones diarias. Cuida de ti, dándote un tiempo para revitalizarte y para prepararte para las múltiples responsabilidades combinadas en tus roles de padre y maestro.
  • Asegúrate de planificar excursiones divertidas como visitas a jardines botánicos, mercados de agricultores, aeropuertos u oficinas de correo. Dado a que tu hijo recibe toda la atención de su maestro(a), es probable que aprenda mucho de estos viajes.
  • Busca ayuda externa cuando sea necesario. Si hay un tema que no conozcas lo suficientemente bien como para enseñárselo a tus hijos, considera la posibilidad de contratar a un tutor certificado o pedirle a un amigo (o quizás a otro padre que educa a su hijo en casa) con un profundo conocimiento del tema que vaya a tu casa y lo comparta con tus niños.
  • Sé flexible. Si tú y tu familia comienzan a sentirse agotados, atrapados en casa o aburridos de las lecciones diarias, ¡vayan de excursión al campo! Hagan algo divertido como familia, como por ejemplo, visitar un museo, ir de día de campo o ir a pescar. No todos los días resultarán como los planeaste, además las enfermedades o emergencias también pueden interrumpir la educación en casa. ¡Mantente abierto a los cambios y disfruta del viaje!
  • Si estás educando en casa a un niño con dificultades de aprendizaje, busca a otras personas en las mismas condiciones que tú mediante grupos de apoyo o asociaciones especializadas. Esta es una gran subcomunidad, y el apoyo positivo junto con los recursos son esenciales para el éxito de la educación en casa.
  • Sé consciente del uso de tu tiempo. La educación en casa no es una invitación a la pereza. Es una puerta a la creación de un estilo de aprendizaje que sea mejor para tu familia. Los que se levantan temprano pueden emplear las horas de la mañana para estudiar mientras que los noctámbulos prefieren las tardes y las noches para hacerlo. Fíjate en las horas en las que tanto tú como tus hijos son más productivos.
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Advertencias

  • Ten cuidado cuando utilices un libro de texto tradicional o un plan de estudios en línea. Estos programas tienen muchos beneficios, pero no son apropiados para todos los estilos de aprendizaje y pueden trasladar los aspectos negativos de un salón de clases tradicional a la casa. Encárgate de adaptar cualquier plan de estudios que uses para que cumpla con las necesidades y objetivos de tu familia.
  • ¡No te obsesiones con tus hijos! Cuídate, sal con tu cónyuge, de vez en cuando habla acerca de algo que no sea educación e hijos y todos serán mucho más felices.
  • ¡No exageres! Las oportunidades para las actividades educativas y las de interacción social son tantas que tanto tú como tus hijos podrían verse abrumados al intentar realizarlas todas. Determina lo que creas que es más importante, así como también las cosas que tus hijos disfrutan más y aférrate a eso.
  • No gastes demasiado en el plan de estudios y en los materiales. ¡La educación en casa no tiene por qué ser costosa! Emplea recursos gratuitos y de bajo costo que puedas encontrar en tu comunidad o en Internet y no gastes tu dinero en planes de estudio nunca antes vistos o que no han sido comprobados.
  • No ignores las leyes relativas a la educación en casa del lugar donde vives. Averigua los requisitos legales para los educadores en casa y síguelos. Incluso ignorar lo que podría parecer un tecnicismo puede resultar en problemas legales para ti y tus hijos.
  • Si las calificaciones son parte de tu educación en casa, no otorgues buenas calificaciones por amor o compasión. Si pueden hacerlo mejor, díselos. Una “C” es aceptable para la mayoría de escuelas. Si tus hijos hacen un trabajo con una calificación de “C”, haz que lo repitan o que estudien más hasta que su trabajo sea digno de una “A”. Por supuesto, querrás que les vaya bien en sus estudios actuales, pero más allá de eso, recuerda que necesitan estar bien preparados para las clases en la universidad o para el mundo laboral.
  • Para el mayor beneficio de tu hijo, si sufres de alguna enfermedad mental como agorafobia, depresión o trastorno bipolar, reconsidera la idea de la educación en casa.
  • No te empeñes en comparar a tu hijo con otros. Tu hijo tendrá más tiempo, más días del año y más oportunidades de aprender que los que reciben una enseñanza tradicional. Disfruta de la versatilidad que te otorga este privilegio y preocúpate menos por compararlo con niños de escuelas públicas.
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Categorías: Carreras y educación | Hijos
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