Los capilares rotos son en realidad capilares dilatados, que hacen que la cara parezca tener parches rojos. Son muy comunes en las personas de piel clara, fina, muy sensible o que sufren de una afección llamada “rosácea”. Los tratamientos con láser o luz pulsada intensa generalmente eliminan los capilares para siempre, pero no previenen la aparición de otros en desarrollo ni la reaparición de los capilares eliminados. Los remedios naturales y los métodos preventivos también ayudan a que la piel quede libre de capilares rotos.

Método 1
Método 1 de 3:
Someterte a un tratamiento con láser

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    Consulta con un dermatólogo sobre los diferentes tipos de tratamiento. En el tratamiento con láser se usa un rayo concentrado de energía que calienta los capilares debajo de la piel. Este rayo trata uno por uno para quitarlos exitosamente. El tratamiento con luz pulsada intensa (LPI) es similar, pero trata una zona más amplia. El dermatólogo trabajará contigo para decidir qué tratamiento (o una combinación de ambos) será más efectivo en tu caso.
    • Cuando te reúnas con el dermatólogo, hazle muchas preguntas. Asegúrate de que ya haya realizado este mismo procedimiento con resultados satisfactorios.[1]
    • Lo mejor es escoger un dermatólogo basado en la recomendación de otra persona. Asegúrate de confiar en esa persona para someterte al procedimiento adecuado para ti.
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    Prepara tu piel para el tratamiento. No debes someterte a ninguno de estos tratamientos si estás bronceado o si tu piel está irritada. Los láseres y la LPI detectan y tratan el pigmento en los capilares y manchas. Por eso, si tu piel está oscura, no podrán detectar los puntos que supuestamente tienen que tratar. Además de asegurarte de que tu piel tenga la menor cantidad posible de pigmento, sigue cualquier otra instrucción que te dé el dermatólogo días previos al día de la cita.
    • Por lo general, en los días previos al tratamiento también debes evitar los peelings químicos, los exfoliantes abrasivos y los productos con retin-A.
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    Presta atención a los posibles efectos colaterales. Los tratamientos con láser y con LPI pueden causar enrojecimiento e hinchazón menores en la piel durante varios días después del tratamiento. Debes programar tu cita con varias semanas de anticipación si tienes eventos sociales importantes para que tu cara tenga el tiempo suficiente para regresar a su estado normal.
    • En casos poco comunes, los tratamientos con láser y con LPI pueden causar daños en la piel e hiperpigmentación. Este efecto colateral es más común en personas con piel más oscura que clara. Asegúrate de hablar de todos los posibles efectos colaterales con el dermatólogo antes de proceder con los tratamientos.
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    Mantente alejado del sol después de someterte al tratamiento. La piel necesitará tiempo de sanar después del tratamiento, así que deberás mantenerte alejado del sol durante varios días. Sigue cuidadosamente las instrucciones postratamiento que te dé el dermatólogo para asegurarte de que tu piel sane como debe.
    • Asegúrate de tener protector solar en casa. Debes aplicarte un protector solar a diario y debes evitar exponerte demasiado al sol después del tratamiento. Por lo general, hay que limitar la exposición las primeras 2 semanas a unos 10 minutos.
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    Examina tu piel para ver si tienes más capilares rotos. Por lo general, se necesitan de 3 a 5 tratamientos para eliminar todos los capilares rotos. Si no se corta el riego sanguíneo a los capilares anteriormente rotos o si tu piel es muy susceptible a tener capilares rotos, cabe la posibilidad de que tengas que someterte a tratamientos con láser después de un tiempo para hacerte un retoque.
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Método 2
Método 2 de 3:
Probar soluciones naturales

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    Prueba tomar vitamina C y suplementos de lisina. No hay estudios concluyentes que confirmen que la vitamina C y la lisina eliminan los capilares rotos, pero algunas personas informan haber notado una reducción después de incorporar estos suplementos a su rutina diaria. Antes de empezar a tomar suplementos, consúltalo con tu doctor para estar seguro de que sea una opción saludable en tu caso.[2]
    • El exceso de vitamina C puede ser problemático. Si decides tomar suplementos, asegúrate de no excederte de la dosis diaria recomendada.[3]
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    Pásate aceite de semilla de uva por la cara. Este es un producto común en las casas que puede ayudar a aliviar los capilares rotos. El tratamiento quizá no los elimine, pero sí suavizará la piel seca y fina, y hasta podría reducirlas a largo plazo. Pero recuerda que este tratamiento no se recomienda para pieles grasas o proclives al acné.
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    Toma un poco de aceite de vitamina E. Se sabe que este aceite es bueno para nutrir la piel.[4] Ayuda a que la piel se restaure sola, gracias a lo cual la incidencia de capilares rotos y demás signos de daños serán menos. Tomar suplementos de vitamina E puede ayudar a que los capilares rotos sean menos visibles.
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    Hidrata tu piel con sábila. La sábila alivia las quemaduras de sol, desde luego, pero también ayuda a aliviar otros tipos de inflamación en la piel. Asegúrate de aplicarte un poco de sábila sobre la cara después de estar un tiempo bajo el sol para hidratar la piel y ayudarla a sanar los daños causados por el sol.[5]
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    Prueba con una crema con extracto de semilla de castaña de Indias. Se sabe que esta sustancia ayuda a la circulación sanguínea y mejora la salud vascular. Aplicarse sobre la cara una crema que la contiene la hidratará y mejorará la circulación, lo cual reducirá el número de capilares rotos presentes en esta zona. No hay estudios concluyentes que demuestren su eficacia, pero muchos han informado ver buenos resultados después de usar este extracto.
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Método 3
Método 3 de 3:
Prevenir los capilares rotos

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    Protege tu piel del daño solar. Si tu piel es clara, fina o madura, es especialmente proclive a dañarse con el sol. Cuando la piel es débil, los capilares tienen más probabilidades de dilatarse y de ser visibles en la superficie de la piel. Asegúrate de usar protector solar cada vez que te expongas al sol. Bajo un sol fuerte, ponte un sombrero y gafas de sol para tener una mayor protección.[6]
    • Los rayos UV del sol pueden causar daños en el invierno, no solo en el verano. Usa un protector solar todo el año.
    • Evita el enrojecimiento de la piel causado por el viento. Ponte una bufanda alrededor de la cara si sabes que te expondrás a vientos fuertes.
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    Consume menos alcohol. Muchos han reportado que el consumo de alcohol incrementa el número de capilares rotos en la piel. El alcohol hace que la piel se enrojezca y se hinche ligeramente, lo cual agrava los daños. Asegúrate de no sobrepasarte con el alcohol y cambia de licor si observas que uno en particular te produce resultados antiestéticos. Se dice que el vino tinto, en particular, causa inflamación.
    • Si tienes una tendencia particular a tener capilares rotos, incluso beber en moderación puede causarte problemas.
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    Evita las temperaturas extremas. El sistema circulatorio es bastante receptivo a los cambios de temperatura. Los capilares se contraen y se dilatan dependiendo de la temperatura, por eso las temperaturas extremas pueden causar la aparición de más capilares rotos. Si no te queda otra que exponerte al frío o calor extremos, asegúrate de protegerte la cara para que no esté en contacto directo con el aire helado o muy caliente.
    • En casa, mantén el termostato a una temperatura constante para que la temperatura de la casa no suba o baje demasiado.
    • Usa agua tibia para lavarte la cara en vez de agua muy caliente o muy fría.
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    Deja el cigarrillo. El cigarrillo debilita los vasos sanguíneos, lo cual puede causar rápidamente la aparición de capilares rotos. Evita fumar productos a base de tabaco como parte de tu tratamiento preventivo diario. Si fumas actualmente, considera la posibilidad de pedir ayuda o unirte a un programa de apoyo para dejar de hacerlo.[7]
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    Ten una dieta balanceada. Incorpora más frutas y verduras saludables a tu dieta. Los alimentos con un alto contenido en vitaminas C y K son particularmente beneficiosos para la circulación y la salud de la piel en general. Entre ellos encontramos los cítricos, las verduras de hoja verde, el brócoli, el pepino y otras frutas y verduras frescas.[8]
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Advertencias

  • Consulta con un doctor antes de utilizar alguno de los métodos mencionados.
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Acerca de este wikiHow

Laura Martin
Coescrito por:
Cosmetóloga con licencia
Este artículo fue coescrito por Laura Martin. Laura Martin es una cosmetóloga con licencia en Georgia. Es estilista desde 2007 y profesora de cosmetología desde 2013. Este artículo ha sido visto 82 028 veces.
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