Algunos de los aspectos más emocionantes de enamorarse se experimentan en los momentos iniciales de un romance en desarrollo. Se trata de un encuentro inesperado, cómico o fortuito, de un vértigo juvenil que acompaña el hecho de saber que la atracción es mutua y de un increíble confort que se genera cuando dos personas escogen activamente incorporarse el uno al otro en la historia de su vida personal. Ten todo esto en mente cuando comiences a escribir tu historia de amor. Independientemente de su contenido, argumento, personajes y la profundidad del romance plasmado en ella, una historia convincente depende grandemente de tu habilidad de cautivar al lector y lograr que se enamore de tu historia.

Método 1
Método 1 de 4:
Generar intriga en la escena de apertura

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    Elige el momento en el que los lectores entrarán en la historia. Quizás ya sepas qué te gustaría incluir en la primera escena para introducir el argumento y los personajes, pero no estás seguro del momento exacto, el diálogo perfecto o el hecho narrativo de apertura con el que tu lector se integrará al relato. Identificar este momento requerirá un poco de reflexión de tu parte.[1]
    • Convéncete de que el inicio es la parte más importante. Aunque en muchos casos, tanto para historias como para relaciones, no lo es, en términos de cautivar a tu lector con la historia y asegurarte de captar su atención o incluso hacerlo sentirse enamorado, no se puede negar que la escena de apertura tiene una importancia vital.
    • Ten en mente que debes atrapar a tu lector con un par de páginas si deseas que se comprometa con tu historia. Para lograrlo, deberás darle algo sustancialmente interesante al inicio.
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    Introduce suspenso en la primera página. Si bien no existen reglas concretas sobre cómo comenzar una historia de amor, existen algunos tropos narrativos que continúan derritiendo corazones a través del tiempo. Entre ellos, considera la implicación de un desafío constante a uno de los intereses románticos de la historia, un cambio dramático en las circunstancias o una amenaza evidente hacia uno de los personajes o la relación entre los personajes.[2]
    • Una ruta común que puedes tomar en estos casos es escribir sobre un momento en el que uno de los personajes, el cual cumplirá un rol prominente en tu historia, reconoce o experimente peligro o una amenaza de peligro.
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    Emociona al lector con acción inmediata. Otra buena opción para iniciar tu historia de amor es elegir un momento que integrará al lector inmediatamente al argumento de tu historia mediante una secuencia de acciones cautivadoras en la escena de apertura. Asegúrate de que cualquier secuencia de acciones sea comprensible a la primera leída. Recuerda que tampoco debe haber un peligro real. Por el contrario, es más que suficiente retratar un sentimiento de peligro con el que el lector pueda identificarse. [3]
    • Aunque puedas verte tentado a iniciar el argumento de la historia de una buena vez, haz que la secuencia de acciones inicial sea relativamente simple. Para lograrlo, debes mantenerte concentrado en cautivar al lector con tu relato, sin pedirle que piense demasiado, ya que recién has iniciado la historia.
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    Cuestiona tu propia decisión. Con el fin de retratar el momento de una manera más dramática, considera por qué vale la pena iniciar la historia con ese momento. Literalmente debes preguntarte: "¿Por qué debería empezar mi historia con este momento?" Haz una lista de todas las razones e incluye la relevancia específica del momento en relación con cada personaje principal y con el desarrollo de tu argumento.[4]
    • Revisa la lista para identificar los vínculos más persuasivos entre este momento y otros aspectos de tu historia con el fin de guiar la manera en la que deseas presentarle el momento a tu lector.
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Método 2
Método 2 de 4:
Presentar a los intereses amorosos

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    Introduce a un personaje que el lector amará. Es posible iniciar tu historia centrándote explícitamente en un personaje. Escoge a uno de tus personajes principales y, en especial, alguien que se enamorará, dejará de amar, o se ubicará entre estos espectros. Esto puede sonar predecible, pero los lectores buscan a alguien a quien amar y es posible que se enamoren de cualquier personaje que presentes primero.[5]
    • Prepara al lector para que se interese en un personaje a lo largo de la historia y para que invierta sus propias emociones en el hecho de que dicho personaje alcance la felicidad y la satisfacción.
    • Por ejemplo, introduce un personaje al mostrar un tipo de revelación personal significativa sobre él o ella o sobre otro personaje de la historia.
    • Te resultará igualmente confiable introducir un personaje mientras este experimenta dificultades desmerecidas.
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    Presenta a ambos intereses amorosos entre sí. Esto podría parecer un poco precipitado, pero no necesariamente debe tratarse de amor a primera vista. Cualquiera sea la forma de presentación que elijas, bríndale al lector la impresión de que esta es una relación a la que debe prestar atención, incluso si lo desvías un poco para implicar que se presentarán factores que complicarán la historia.
    • Por ejemplo: "Mientras Sarah atravesaba la plancha de desembarque, un hombre con una melena como miel líquida se le acercó. Él se presentó a sí mismo, diciendo: 'Es absolutamente emocionante conocerte. La emoción que he acumulado al leer tus cartas me forzó a no permitir que nadie se acerque a saludarte antes que yo. Mi nombre es...' Luego, él permaneció en silencio, sorprendido por la belleza de la mujer a la que había imaginado miles de veces, pero cuya apariencia real sobrepasaba sus fantasías más generosas. Ella lo miró por un momento y le respondió: 'Tráeme un caballo'.".
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    Haz que los obstáculos sean cómicos, dolorosos o insuperables. En efecto, podría resultar efectivo poner obstáculos en el camino de los amantes para que los venzan con el fin de ganar el amor del otro. Esto hace alusión a diferentes componentes distintos de intriga, ya que proporciona una lucha con la que uno se involucra emocionalmente y un argumento que genera suspenso.
    • Por ejemplo: “El hombre volteó para hacerle señas a un sirviente, pero olvidó que sostenía en su mano uno de los extremos de la cuerda que estaba envuelta alrededor de un poste y atada a la plancha de desembarque. Entonces, dejó caer la cuerda al suelo. Antes de que cualquier persona pudiera notarlo, una ráfaga de viento jaló al bote del muelle y la cuerda se desató con una velocidad incomprensible, derribando la plancha, el plumaje y a una visiblemente disgustada Sarah en la bahía".
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Método 3
Método 3 de 4:
Explorar opciones para obtener líneas de apertura poderosas

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    Condensa el momento de apertura en una sola línea. Incluso si planeas retratar el momento de apertura en unas cuantas páginas (lo cual está bien), considera cómo representarías el momento en una sola línea. Es posible que uses esta línea más adelante, ya sea para iniciar tu historia o para incluirla en las primeras páginas. Cualquiera sea tu elección, pensar en líneas específicas que capturen la atención del lector te ayudará a mantener el inicio de tu historia de amor centrada en la potencia del primer momento emotivo que deseas que experimente tu lector.[6]
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    Sé abiertamente sensual. No hay nada como una dosis de sensualidad para intrigar a un ser humano. Recuerda hacer esto con un poco de tino, mientras garantizas un pequeño incremento en la presión arterial de tu lector. Luego, contempla tu propia respuesta ante dicho inicio: "De repente, ella sintió el placer de un beso desplazándose a lo largo de su cuerpo y floreciendo por debajo de la superficie de su piel. Sus coyunturas se relajaron, su respiración se detuvo, sus labios se cerraron fuertemente uno contra otro mientras su lengua se presionaba contra ellos, ávida de una bocanada de aire matizada con seducción".
    • Para aplicar un enfoque más romántico-cómico en una introducción cargada de sensualidad, prueba lo siguiente: "Ella ajustó su pose, asegurándose de que aquellos atributos que llamaron la atención de él recibieran la mayor cantidad de sol posible. Inmediatamente, él se quitó la camiseta y ambos fingieron no darse cuenta de que el otro lo estaba mirando. Finalmente, sus ojos los traicionaban. En ese preciso momento, un ave que se posaba justo sobre ellos dejó caer su excremento, el cual cayó sobre ambos simultáneamente".
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    Haz que tu lector se sienta curioso. Una manera efectiva y divertida de captar la atención de tu lector es presentarle algo que sea inesperado y que demande una explicación. Esto lo intrigará, causará que cuestione lo que sucede y lo sorprenderá. En otras palabras, empieza con una premisa que genere preguntas en la mente del lector.[7]
    • Por ejemplo: “Sarah saltó de la silla montada en su elefante y le entregó las riendas a un hombre sin camiseta que nunca había visto antes”.
    • De manera alternativa, prueba la siguiente opción: “Las calderas hervían y generaban un humo denso y su contenido lucía como un tipo de jarabe efervescente, pero ella perdió todo el ánimo cuando lo vertió sobre el guiso".
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    Entristece, repugna o atemoriza a tu lector. Algunas de las emociones más cautivadoras, tanto para tus personajes como para tus lectores, no necesariamente son las más agradables. Complace el deseo de tus lectores por lo repugnante y depresivo al empezar con una escena completamente carente de romance.[8]
    • Por ejemplo: “Él despertó, se levantó lentamente, contó las manchas en su techo como lo hacía cada mañana, miró el lugar vacío junto a él y decidió no tomar desayuno”.
    • Desde luego, también puedes considerar esta opción: “Sus gatos empezaron a lamer sus tobillos en aquel punto donde sus lenguas ya habían desgastado la tela de sus pantimedias apenas ella abrió la puerta. Luego, suspiró al ver una mancha en la alfombra al centro de la única habitación de su apartamento, sabiendo que podría eliminar la evidencia visual, pero nunca el aroma".
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    Obtén inspiración de otros autores y compositores. Tanto los escritores contemporáneos como los clásicos pueden ser una gran fuente de inspiración. Por ejemplo, puedes sintonizar tu estación de música pop favorita. Dependiendo del nivel de legitimidad literaria que buscas, las radios son un campo fértil para encontrar frases ingeniosas. Por ejemplo, ten en cuenta esta frase: “Ambos éramos jóvenes cuando te vi por primera vez".[9]
    • Ten en cuenta que incluso los artistas contemporáneos hacen referencia a los escritores clásicos. Considera las letras de una canción popular: “Cásate conmigo, Julieta, y nunca tendrás que estar sola”. Esta línea es un homenaje a Shakespeare, pues hace referencia a una historia romántica muy conocida e incorpora una narrativa más contemporánea.
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Método 4
Método 4 de 4:
Incrementar la potencia emotiva de la escena

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    Haz que las personas puedan identificarse con tus personajes, pero que estos últimos sean extraordinarios. Presenta a tus personajes como humanos ordinarios que han sido inspirados por el inmenso poder del amor que sienten el uno por el otro. Más concretamente, evita que tu historia sea demasiado simple de leer. Recuerda que necesitas más que un simple: “Beth conoce a Sue, se enamoran locamente y viven felices para siempre”.[10]
    • Por ejemplo, empieza por presentar a tu personaje en su aburrido centro de trabajo. Aumenta la intriga mediante la implicación de que uno de los personajes no tiene tiempo para mantener una relación romántica activa, ya que debe trabajar para pagar las facturas médicas de un familiar de edad avanzada. Asimismo, su interés amoroso también ha trabajado horas adicionales sin que él lo sepa para reunir dinero suficiente para cubrir un tratamiento necesario, pero costoso.
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    Apela a la intriga emotiva. Las historias de amor son atractivas, en parte, porque permiten que los autores y los lectores exploren un contenido emotivo diverso.[11] Concéntrate en la intensidad de las emociones que sienten los amantes en tu historia al implicar, en una etapa inicial, los esfuerzos dramáticos que están dispuestos a hacer en nombre de su interés amoroso o de su relación.
    • Por ejemplo, haz que un personaje diga o haga algo emotivamente significativo, tal como hacer un sacrificio, para indicar su interés o compromiso con alguien por quien se preocupa, quizás sin que la otra persona lo sepa.
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    Implica un conflicto interno. Es posible que tus personajes no estén seguros de a quién aman. Dicha implicación puede ser tan atractiva como el amor más certero en la historia de la humanidad. Considera literalmente empezar tu historia admitiendo dicha incertidumbre y hacer que tus personajes reflejen su nivel de amor o compromiso ante el otro.[12]
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    Haz que uno de tus personajes se enfrente a una decisión difícil. Una manera de asegurar que un personaje permanezca más allá del inicio de tu historia es incluirlo en un escenario donde la vida le presente una oportunidad o una opción. [13] Crea un personaje con el que los lectores puedan identificarse al enfatizar su lucha para tomar un decisión o para responder ante un hecho significativo en la historia.
    • Por ejemplo, haz que un personaje aproveche la oportunidad para hacer que el lector lo anime o déjala pasar si deseas que los lectores sientan simpatía.
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    Expláyate sobre tus personajes después del momento de apertura. Un personaje nunca debe ser exactamente quien el lector cree que es cuando lo presentas. Incluso si este mantiene una consistencia increíble, debes añadirle profundidad con el fin de convertir un inicio sólido en una historia de amor significativa y completa.[14]
    • Incluye protagonistas fuertes, tanto hombres como mujeres, que sean independientes y capaces de tomar decisiones por sí mismos.
    • Dales a tus lectores una razón para respetar a cada uno de tus personajes. Esto elimina la opción de hacer que el personaje espere ser salvado, así como la existencia de un "villano" sin características con las que los lectores puedan identificarse.
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    Incluye una dosis saludable de defectos en tus personajes. Por ejemplo, considera evidenciar los defectos de tu protagonista, por lo menos, hasta cierto nivel al comienzo de tu historia. De manera alternativa, incluye un antagonista evidente en el inicio de la historia, el cual se volverá igual de agradable que tus protagonistas. En otras palabras, haz que tu lector cuestione sus suposiciones.[15]
    • Logra que tus lectores sientan que entienden a un personaje o una relación y luego dale un giro radical a las cosas. Muéstrales que incluso los personajes en tu libro, a través de quienes el lector vive de manera vicaria, los sorprenderán. Finalmente, demuéstrale a tu lector que, por lo general, las relaciones retratadas en las historias y en la realidad generan experiencias que convierten a la vida humana en una experiencia más romántica.
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Categorías: Escritura
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