Los cubiertos envueltos tienen un aspecto impresionante y constituyen una excelente forma de darle el toque final a la mesa. Puedes envolver cubiertos de varias formas, todas ellas simples. Después de dominar el proceso básico, puedes experimentar con las variaciones. Lo mejor de todo es que puedes terminar el fardo envuelto usando servilleteros o listones para que sean más adecuados al tema de la mesa.

Método 1
Método 1 de 3:
Hacer una envoltura rectangular simple

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    Coloca una servilleta sobre una superficie plana de forma que se asemeje a un cuadrado. Si la servilleta tiene una parte delantera y trasera, asegúrate de que la parte trasera mire hacia arriba. Si no tiene una parte delantera o trasera, revisa los dobladillos y asegúrate de que el lado que esté doblado hacia abajo mire hacia ti.[1]
    • Con este método, crearás una envoltura delgada y elegante de extremos rectos.
    • Es necesario que la altura de la servilleta sea alrededor de 3 veces la del cuchillo.
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    Dobla el borde inferior hacia arriba entre 5 y 7,5 cm (2 a 3 pulgadas). No es necesario que las medidas sean exactas, tan solo sirven para crear un bolsillo para los cubiertos. Ahora, la servilleta debe medir dos veces la altura de los cubiertos.[2]
    • Esto creará una especie de bolsillo para deslizar los cubiertos dentro de él.
    • Asegúrate de que el bolsillo tenga el mismo ancho de izquierda a derecha. Los bordes laterales deben estar alineados.
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    Mete los cubiertos apilados detrás del doblez, al lado derecho de la servilleta. Asegúrate de que los cubiertos estné orientados verticalmente de forma que sobresalgan por detrás del bolsillo de la servilleta.[3]
    • Apila los cubiertos empezando por el cuchillo. Luego, añade los tenedores comenzando por el más grande y terminando por el más pequeño.
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    Dobla el borde superior de forma que la servilleta tenga la misma altura que el cuchillo. Asegúrate de que el borde inferior de los cubiertos apilados esté metido dentro del bolsillo de la servilleta. Luego, dobla el borde superior hacia abajo sobre los cubiertos.[4]
    • Al igual que con el bolsillo, asegúrate de que el borde superior esté pulcro y recto.
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    Haz ajustes a los dobleces de forma que el borde superior toque el doblez inferior. Las servilletas y los cubiertos tienen distintos tamaños y, por ende, lo que funcione para un tamaño quizás no funcione para otro. El borde superior de la servilleta debe tocar el borde inferior doblado. De no ser así, ajusta el ancho del bolsillo hasta que se toquen. Por ejemplo:
    • Si el borde superior no toca el borde inferior, este último es muy ancho. Haz que sea más angosto y luego vuelve a doblar el borde superior hacia abajo.
    • Si el borde superior se extiende más allá del inferior, este último es muy angosto. Dóblalo más hacia arriba y luego vuelve tirar del borde superior hacia abajo.
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    Enrolla la servilleta de forma ajustada comenzando por el lado derecho. Dobla el lado derecho de la servilleta hacia la izquierda. Asegúrate de que los cubiertos estén metidos dentro del doblez y luego empieza a enrollarlos de forma ajustada hacia la izquierda.[5]
    • Asegúrate de alisar las ondas o arrugas al enrollar y de que los bordes superior e inferior doblados no se muevan.
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    Añade un servilletero o un listón si deseas. Incluso puedes envolver una tira delgada de papel de color alrededor del centro de la servilleta y luego superponer y asegurar los extremos usando una gota de pegamento o un trozo de cinta adhesiva de doble faz, ¡tal como en un restaurante![6]
    • Si no quieres añadir servilleteros, listones o papel, coloca el fardo con el lado de la unión hacia abajo sobre la mesa. Esto ejercerá peso sobre él y evitará que se desenvuelva.

Método 2
Método 2 de 3:
Hacer una envoltura diamante

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    Extiende una servilleta cuadrada creando la forma de un diamante. Una de las esquinas debe mirar hacia ti. Si el borde recto mira hacia ti, gira la servilleta. Asegúrate de que ellado trasero de la tela mire hacia arriba.[7]
    • Este es un método similar al primero en el sentido de que creará un fardo envuelto de forma ajustada. Sin embargo, en lugar de que haya una unión que se extienda hacia abajo a lo largo, habrá uniones diagonales.
    • Elige una servilleta que tenga aproximadamente 2 o 3 veces la altura del cuchillo.
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    Dobla la esquina inferior hacia la parte superior formando un triángulo. Haz que el pliegue quede pulcro y asegúrate de alisar las arrugas. Para este punto, debe haber un borde recto horizontal que mire hacia ti y un borde superior puntiagudo que mire en dirección opuesta a ti.[8]
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    Apila los cubiertos a lo largo por el centro del borde doblado. Todo el borde lateral de los cubiertos debe estar alineado con el borde doblado. La misma cantidad de la servilleta debe sobresalir por los extremos izquierdo y derecho de los cubiertos.[9]
    • Colocarás los cubiertos en dirección horizontal de un extremo a otro de la servilleta en lugar de verticalmente.
    • Apila los cubiertos empezando por el cuchillo y terminando por el tenedor más pequeño.
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    Dobla las esquinas izquierda y derecha sobre los cubiertos. Asegúrate de que los bordes inferiores estén bien alineados. Cuánto dobles las esquinas dependerá de la longitud de los cubiertos. Los extremos de estos deben estar metidos justo dentro de los dobleces.[10]
    • Evita plegar estos dobleces.
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    Envuelve la servilleta formando un rollo ajustado empezando por el borde inferior. Dobla el borde inferior de la tela doblada hacia arriba una vez. Luego, empieza a envolver el fardo en dirección al borde superior lo más ajustado que puedas.[11]
    • Hazlo despacio y mantén los cubiertos apilados en su lugar con los dedos. No dejes que se deslicen de un lado a otro.
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    Termina el fardo con un listón o servilletero. Si bien es posible que un servilletero haga que el fardo se suelte, un listón envuelto ajustadamente lo mantendrá unido de una mejor manera. Como otra alternativa, puedes envolver una tira delgada de papel alrededor del fardo y asegurarla con un poco de pegamento o un trozo de cinta adhesiva de doble faz.
    • Si no quieres asegurar el fardo con nada, colócalo sobre la mesa con el lado de la unión hacia abajo.

Método 3
Método 3 de 3:
Doblar una funda puntiaguda

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    Orienta una servilleta cuadrada para que parezca un diamante. Si la servilleta tiene un lado trasero y delantero, asegúrate de que el lado trasero mire hacia arriba. Con este método harás una funda plana con forma de casa.[12]
    • Si quieres hacer una funda que no sea puntiaguda, orienta la servilleta para que parezca un cuadrado con uno de los bordes rectos mirando hacia ti.
    • Debes usar una servilleta de aproximadamente el doble de la altura del cuchillo.
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    Centra los cubiertos sobre la servilleta de forma que toquen la esquina superior. No debes apilarlos sino, en cambio, coloca el tenedor, el cuchillo y la cuchara lado a lado sobre la servilleta, asegurándote de que estén centrados y orientados verticalmente y de que toquen la esquina superior.[13]
    • Si vas a hacer una funda cuadrada, haz que los cubiertos toquen en cambio el borde superior recto.
    • Debe haber la misma cantidad de tela a la izquierda y la derecha de los cubiertos alineados.
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    Dobla la esquina inferior de la servilleta sobre los cubiertos. La cantidad de centímetros que la dobles dependerá de la extensión de los cubiertos. El extremo inferior de los cubiertos debe estar metido justo dentro del doblez. Es posible que termines por cubrir los cubiertos total o parcialmente.[14]
    • Si vas a hacer una funda que no sea puntiaguda, dobla en cambio el borde inferior recto hacia arriba.
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    Lleva la esquina izquierda de la servilleta hacia la esquina derecha. El lado izquierdo de la servilleta debe cubrir por completo los cubiertos, y el cubierto que esté en el extremo izquierdo debe estar metido justo dentro del doblez.[15]
    • El borde izquierdo de la tela se encontrará a unos centímetros del borde derecho dependiendo del ancho de los cubiertos.
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    Dobla la esquina derecha de la servilleta hacia el borde izquierdo. Pellizca las capas apiladas de tela (borde izquierdo y derecho) y dóblalas de un extremo a otro de los cubiertos hacia el lado izquierdo. Asegúrate de que el utensilio que esté en el extremo derecho esté metido dentro del borde doblado derecho.[16]
    • El borde derecho de la tela se extenderá más allá del borde doblado izquierdo por unos cuantos centímetros. No hay problema.
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    Mete la esquina derecha de la servilleta debajo de la funda. Levanta la funda con cuidado manteniéndola en paralelo a la mesa de forma que no se deshaga. Dobla el exceso de tela al lado izquierdo debajo de la funda. Debes terminar con algo que se asemeje a una casa alta y delgada.[17]
    • Si vas a hacer una funda que no sea puntiaguda, terminarás en cambio con un rectángulo delgado.
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    Envuelve un listón alrededor de la funda si deseas. Corta un trozo largo de listón y colócalo horizontalmente sobre la mesa. Coloca la funda verticalmente sobre él de forma que se crucen por el centro. Envuelve los extremos izquierdo y derecho del listón a través de la parte delantera de la funda y luego átalos en un lazo.
    • Ata el listón de una forma lo suficientemente holgada como para que no distorsione la forma de la funda. Esta debe permanecer plana y no fruncirse como una corbata de moño.

Consejos

  • Asegúrate de que las servilletas estén limpias y planchadas.
  • Si vas a organizar una fiesta al aire libre, considera la posibilidad de usar cordel o briznas largas de césped.
  • Asegúrate de que el servilletero, el papel o el listón combinen con la servilleta.
  • En el caso de una fiesta con motivos de princesas, considera la posibilidad de usar pulseras de plástico como servilleteros. Luego, los invitados pueden llevarse las pulseras a casa.
  • También es posible usar estos métodos con servilletas de papel y utensilios de plástico. Desdobla primero la servilleta a su tamaño máximo.

Cosas que necesitarás

  • servilleta cuadrada
  • cubiertos
  • listón (opcional)

Acerca de este wikiHow

Tami Claytor
Coescrito por:
Coach de etiqueta
Este artículo fue coescrito por Tami Claytor. Tami Claytor es asesora de etiqueta, consultora de imagen y propietaria de Always Appropriate Image and Etiquette Consulting en Nueva York. Con más de 20 años de experiencia, Tami se especializa en impartir clases de etiqueta a personas, estudiantes, empresas y organizaciones comunitarias. Tami ha pasado décadas estudiando culturas a través de sus extensos viajes por los cinco continentes y ha creado talleres de diversidad cultural para promover la justicia social y la conciencia intercultural. Tiene una licenciatura en Economía con especialización en Relaciones Internacionales de la Universidad de Clark. Estudió en la Ophelia DeVore School of Charm y en el Fashion Institute of Technology, donde obtuvo su Certificación de Consultora de Imagen. Este artículo ha sido visto 38 964 veces.
Categorías: Decoración del hogar