Escribir es un proceso divertido y emocionante. Algunas veces debes escribir ensayos para la escuela o un examen y, algunas veces, puedes escribir por placer. Si decides convertirte en un autor, es importante que pienses acerca de qué quieres escribir. Si estás interesado en crear cuentos, la ficción puede ser el género adecuado para ti. Por otro lado, a la gente que le gusta compartir hechos o hacer análisis de la historia, de la ciencia o de los eventos actuales, le atrae la no ficción. Cualquiera sea la forma de escribir que escojas, asegúrate de que concuerde con tu pasión. Escribir requiere de revisiones y de mucho tiempo invertido en la obra.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Escoger tu tipo de escritura

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    Identifica tus razones para escribir. ¿Necesitas escribir un ensayo para una clase? ¿Has decidido expresar tu creatividad mediante la escritura de un cuento corto? La razón por la que quieras o necesites escribir determinará la forma y el contenido de la escritura. Saber cuánta libertad tienes al escoger un tema también es esencial para la planificación.
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    Decide si debes escribir una obra de ficción. ¿Te gusta la idea de escribir cuentos? Si es así, considera la posibilidad de escribir obras de ficción. Esto significa que tus cuentos no son del todo verdaderos. Aunque pueden haber partes ciertas, como el escenario, puedes inventar el argumento básico. Hay muchos subgéneros dentro de la ficción, incluyendo los siguientes:
    • romance
    • ciencia ficción y fantasía
    • ficción histórica
    • terror
    • suspenso
    • misterio o crimen[1]
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    Considera la posibilidad de escribir obras de no ficción. Si prefieres abordar hechos concretos, la no ficción es el género que buscas. Dentro de la no ficción puedes enfocar en política, ciencia, eventos actuales, historia, personas históricas y contemporáneas y muchos otros temas. También puedes escribir obras teoréticas que aborden la filosofía o las teorías sociales. La escritura académica normalmente está dentro de la no ficción.
    • La no ficción creativa es un subgénero de la ficción. Combina hechos con prosa literaria para que puedas contar una historia con un estilo interesante mientras pintas la escena. Se diferencia de la no ficción en que esta principalmente expresa la información o argumenta las ideas.[2]
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    Identifica a tu audiencia. ¿Prefieres escribir para niños o para adultos jóvenes? Tal vez prefieres escribir literatura para adultos. ¿Piensas escribir un éxito de ventas o compartir algunos pensamientos con una audiencia más pequeña? Comprender para quién planeas escribir te ayudará a escoger el tema eventual.
    • Por ejemplo, las audiencias adolescentes pueden preferir los cuentos de ciencia ficción. Ese puede ser el género adecuado que debas usar.
    • Por ejemplo, si escribes un discurso, el hecho de dirigirte a tus compañeros de clase, a tus padres o a tu comunidad afectará el contenido y el estilo de la escritura.
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    Determina el medio. ¿Dónde deseas que se publique tu obra? ¿Prefieres escribir novelas o artículos periodísticos? Puedes convertirte en un blogger popular. También puedes escribir poesía. Decidir en qué forma (impreso, digital, libro, periódico, artículo o boletín de correo electrónico) quieres que aparezca también puede ayudarte a determinar un tema.
    • Algunos medios son más adecuados para ciertos tipos de obras. Por ejemplo, si quieres escribir en un estilo informal acerca de tu vida diaria, un blog puedes ser perfecto para ti. Por otro lado, escribir una novela impresa acerca de tus vacaciones tendría menos sentido.
    • Si eres un escritor de no ficción, considera la posibilidad de empezar con artículos periodísticos o publicaciones de blog. Luego, cuando ganes fuerza y experiencia, pasa a hacer artículos periodísticos o libros.

Parte 2
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Escoger un tema

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    Haz lluvia de ideas. Tómate alrededor de veinte minutos y escribe qué temas te interesan.[3] ¿Quieres leer acerca de la inmigración a la isla Ellis? Quizás seas un fan del equipo Minnesota Vikings. Escribe de cualquier cosa y de todo lo que despierte tu interés. La clave es identificar que temas te mantendrán motivado. Escribir es un proceso largo, así que es importante que inviertas el tiempo en un área que te emocione. Después de revisar tu lista, escoge los tres temas que más prefieras.
    • Si escribes un trabajo académico, toma en cuenta los requisitos de la asignación. En ese caso, enfoca la lluvia de ideas para que coincida con las áreas que debes investigar. Si un tema te parece aburrido, pregúntate, ¿cómo puedes investigarlo desde un ángulo interesante? Por ejemplo, si debes escribir un ensayo para una clase de música sobre Mozart, ¿hay algo que se relacione con él que te parezca intrigante? Tal vez estés interesado en Salzburgo, la ciudad en la que nació. Puedes escribir un ensayo que examine cómo impactó esta ciudad en su desarrollo musical.
    • Si te sientas atascado tratando de encontrar un buen tema para un asignación de la clase, habla con el profesor. Tal vez pueda ayudarte a encontrar un buen tema. También pide consejos a los compañeros de clase.
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    Identifica tu habilidad personal. ¿Hay algún área en la que estés interesado y en la que ya tengas cierto conocimiento? Por ejemplo, ¿estás interesado en joyería y vendes productos en sitios como Etsy? Si es así, considera la posibilidad de escoger este tema. Tener conocimiento previo de uno de tus temas favoritos facilitará el proceso de escribir. Además, si sientes que dominas un poco el tema, esto ayudará a tu confianza.
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    Investiga tu tema principal. Haz un poco de investigación de fondo de tu tema favorito. Por ejemplo, si decidiste escribir acerca de entrenamiento ecuestre, revisa los libros que existen acerca del tema. Si deseas escribir literatura para niños y usar animales como personajes principales, busca fuentes populares como los osos Berenstain o Peppa Pig. ¿Qué temas cubren estos autores? ¿Hay algún área faltante en este segmento del mercado?
    • Aunque es inteligente revisar el mercado, si escribes únicamente por satisfacción personal, puedes poner menos peso a esta medida. Por ejemplo, si vas a escribir cuentos para niños para tus hijos usando pingüinos, es más importante que a ti y a tus hijos les guste el producto final.
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    Reduce la selección de temas. Después de hacer una investigación, escoge el tema que sea el mejor candidato para escribir. Luego de encontrar ese tema, centra tu enfoque a fin de que tengas una idea esencial. Por ejemplo, en vez de decir “Voy a escribir un cuento sobre pingüinos”, piensa “Voy a escribir un cuento pedagógico acerca de dos pingüinos que se pierden al volver a casa del mercado y de la manera en que usan sus habilidades de pensamiento para permanecer sanos y salvos”. Considera hacer un mapa mental para ayudarte a pensar en ideas posibles y específicas.[4] Por ejemplo:
    • Dibuja un círculo grande con el tema (por ejemplo, ficción de pingüinos).
    • Dibuja líneas en los círculos pequeños con subtemas (por ejemplo, vida familiar, educación, casa, tiempo de juego o actividades de trabajo).
    • Dibuja líneas de los subtemas en nuevos círculos para seguir reduciendo tu enfoque. Por ejemplo, la vida familiar puede conducir a las relaciones de hermanos. En este punto debes tener un enfoque mucho más específico: una ficción sobre las relaciones de hermanos entre los pingüinos.

Parte 3
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Probar el tema

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    Estructura el cuento o la obra. Si escribes una obra de ficción, empieza a anotar los argumentos y los personajes potenciales. Si escribes una obra de no ficción, empieza por encontrar hechos de fuentes que te ayuden a escribir. Fíjate la manera en que el tema funciona como tema de escritura. Usa este momento para ser creativo y no te preocupes de la perfección o de identificar la mejor manera de explicar algo. Piensa en grande.
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    Crea una estructura o un argumento inicial. Mapea en qué parte empieza la obra. Describe a dónde va y cómo llegará ahí. Piensa en los puntos como la señalización que mantiene en movimiento al cuento.
    • Si escribes un cuento ficticio, elabora un argumento con un comienzo, un medio, un clímax (un momento decisivo) y un final. Por ejemplo, si escribes el cuento de los pingüinos, grafica su viaje al mercado y su viaje de regreso a casa. ¿En qué momento se pierden? ¿Cuándo reciben ayuda? ¿Cuál es el momento decisivo?
    • Si escribes una obra de no ficción, crea un esquema estructurado que pruebe tu punto. Además, incluye una introducción, una declaración de tesis (qué es lo que estás probando y por qué), los párrafos o las secciones del cuerpo y una conclusión.
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    Empieza a escribir. Después de que hayas terminado la estructura, es mejor que empieces a escribir. Comprende que puede demorar un poco lograr “el ritmo”. Esto es normal. Relájate y sigue escribiendo. Luego podrás revisar las veces que quieras. La clave es tener algo en la página que puedas revisar.
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    Revisa. Luego de que hayas terminado la escritura inicial, lee lo que tienes escrito. ¿Cómo funciona el tema? ¿Puedes escribir fluidamente acerca de, por ejemplo, las relaciones de los pingüinos como hermanos? Si no es así, ¿qué puedes cambiar? Tal vez los personajes necesiten ajustes. Tal vez debas cambiar el escenario. Muchas veces, los pequeños cambios pueden hacer que la escritura mejore. Si escribes una obra de no ficción, ¿tus párrafos tienen coherencia lógica? ¿Cómo está el ritmo? Verifica si se demuestra la tesis o el argumento principal.

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Categorías: Carreras y educación