Escribir la introducción y el cuerpo de un trabajo escrito es un gran logro, pero de todas maneras tendrás que escribir una conclusión. Escribir la conclusión puede parecerte difícil, pero es más fácil de lo que seguro piensas. Primero, para darle la forma correcta a la conclusión, enuncia nuevamente la tesis, resume los argumentos y presenta un enunciado final. Luego, vuelve a leer y revisar la conclusión para que sea efectiva.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Darle forma a la conclusión

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    Para empezar la conclusión, vuelve a enunciar la tesis en otras palabras. Menciona las mismas ideas, pero en una forma diferente. Aunque no será bueno repetir la tesis palabra por palabra, tienes que recordarle al lector aquello a lo que te has embarcado a probar al inicio del trabajo. Esto te permitirá mostrar de qué manera los argumentos y las evidencias que has presentado sustentan la tesis, y, así, el ensayo será efectivo.[1]
    • Digamos que tu tesis dice lo siguiente: “Dejar que los estudiantes vayan a la biblioteca durante el almuerzo mejora la vida en el campus y contribuye al logro académico porque alienta la lectura, permite que los estudiantes empiecen las asignaciones a tiempo y proporciona un refugio para los que comen solos”.
    • Puedes volverlo a enunciar de esta manera: “La evidencia demuestra que los estudiantes que tienen acceso a la biblioteca de la escuela durante el almuerzo revisan más libros y tienen mayores probabilidades de terminar su tarea, además que no están obligados a comer solos”.
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    Resume los argumentos en 1 o 2 oraciones. Estas deben unir todos los argumentos y la evidencia para el lector. No enumeres simplemente las razones o la evidencia que has proporcionado. Más bien, explica de qué manera la evidencia funciona en conjunto para sustentar la tesis.[2]
    • Podrías escribir lo siguiente: “De acuerdo a los datos, los estudiantes revisaron más libros cuando se les permitió entrar a la biblioteca durante el almuerzo, usaron su tiempo para investigar y pedir ayuda con sus tareas, e informaron que se sintieron menos solos a la hora del almuerzo. Esto demuestra que abrir la biblioteca durante este periodo puede mejorar la vida de los estudiantes y su rendimiento académico".
    • Si escribes un ensayo argumentativo, aborda el argumento opuesto también. Podrías escribir lo siguiente: “Aunque la administración se preocupa de que los estudiantes estén caminando en los pasillos en lugar de ir a la biblioteca, las escuelas que les permiten entrar a la biblioteca durante el almuerzo informaron sobre menos problemas de conducta durante este periodo que las que no los dejaban entrar. Según los datos, los estudiantes pasaban ese tiempo revisando más libros y trabajando en las tareas”.[3]
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    Termina el ensayo con una frase que haga pensar al lector. Piensa cómo quieres que se sienta el lector cuando termine de leer tu trabajo. Esta es una sensación que quieres generar en el lector cuando lea la última oración. A continuación, se enumeran algunas técnicas que puedes usar para conseguir esta sensación:[4]
    • Llamar al lector a la acción. Podrías escribir “Si se trabaja con la administración de la escuela, Greenlawn ISD puede mejorar su rendimiento académico si deja que los estudiantes usen la biblioteca durante el almuerzo”.
    • Terminar con una advertencia. Puedes escribir lo siguiente: “Si los estudiantes no pueden usar la biblioteca durante el almuerzo, se están perdiendo de una oportunidad de aprendizaje valiosa que nunca recuperarán”.
    • Evocar una imagen. Escribe lo siguiente: “El próximo año, los estudiantes de Greenlawn podrían estar en la biblioteca leyendo o ampliando su mente”.
    • Comparar el tema con algo universal para ayudar a que tu lector se sienta relacionado. Podrías escribir “Todos saben cuán estresante es tener un planificador lleno de asignaciones, así que tener tiempo extra para trabajar durante el almuerzo sería un gran alivio para muchos estudiantes”.
    • Predecir lo que pasará si se implementan tus ideas. Puedes decir: “El próximo año, los estudiantes de Greenwald podrían mejorar su logro académico, pero los resultados solo sucederán si pueden usar la biblioteca durante el almuerzo”.
    • Terminar con una cita atractiva. Por ejemplo, "Como dijo una vez el autor Roald Dahl ‘Si piensas llegar a alguna parte en la vida, tienes que leer muchos libros’".
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    Habla con el instructor si tienes preguntas sobre la asignación. Es posible que estés escribiendo una conclusión para un tipo único de trabajo, como el informe posterior a un experimento. Si este fuera el caso, el instructor o la hoja de asignación te proporcionarán otra información de formato. Siempre sigue las instrucciones que te proporcione el instructor para que puedas recibir todo el puntaje.[5]
    • También puedes preguntarle al instructor si puedes ver un ejemplo de una conclusión bien escrita para hacerte una idea sobre lo que quiere que escribas.

Parte 2
Parte 2 de 2:
Esbozar una conclusión efectiva

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    No uses frases introductorias como “en conclusión”. Quizás sientas la tentación de empezar la conclusión de esta forma, pero para los lectores es muy desalentador que uses clichés como estos. No tienes que usar ninguna palabra especial para empezar la conclusión.
    • Si quieres usar una fase introductoria, emplea una más fuerte como “con base en la evidencia” o “al final”. También podrías empezar la primera oración con una palabra como “aunque”, “mientras” o “como”.[6]
    • Además, evita “en conclusión”, “en resumen” o “para concluir”.
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    Dale la forma a la conclusión de acuerdo a la introducción. La conclusión es diferente de la introducción, pero comparten algunas características. Por ejemplo, la introducción se termina con el enunciado de tesis y la conclusión se comienza enunciándola nuevamente. Además, la conclusión puede hacer una referencia a las ideas y la información que se ha presentado en la introducción, lo que le dará una cohesión completa al trabajo.[7]
    • Por ejemplo, quizás hayas comenzado la introducción con una anécdota, una cita o una imagen. Vuelve a hacer referencia a ella en la conclusión. De igual forma, si comenzaras con una pregunta retórica, podrías ofrecer una respuesta posible a la conclusión.
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    Incluye todos los puntos en el resumen, en lugar de enfocarte en uno solo. Podrías cometer el error común de solo hablar de la idea más persuasiva o el último argumento que has planteado. Sin embargo, esta decisión podría perjudicar completamente tu argumento. Lo mejor es proporcionar una visión general de cómo los argumentos pueden unirse para sustentar tus ideas en lugar de hacer una revisión completa del argumento más sólido.[8]
    • Por ejemplo, no sería bueno que termines tu ensayo sobre dejar a los estudiantes que usen la biblioteca durante el almuerzo de esta manera: “De acuerdo a la evidencia, usar la biblioteca en el almuerzo es una forma excelente de mejorar el rendimiento de los estudiantes porque es más probable que hagan su tarea. En una encuesta, los estudiantes informaron que usaban la biblioteca para investigar, hacer preguntas sobre las tareas y terminar sus asignaciones a tiempo”. Este texto no toca los puntos de que los estudiantes lean más y tengan un lugar donde pasar el almuerzo si no les gusta comer en la cafetería.
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    No presentes información nueva. Las conclusiones son complicadas porque la idea no es repetir lo que ya has dicho, pero tampoco debes decir nada nuevo. Lee nuevamente lo que has escrito para verificar que no hayas presentado un nuevo argumento, más evidencia o información extra. Todo lo que está en la conclusión se tiene que tratar en la introducción o el cuerpo del trabajo.[9]
    • Si has presentado algo que crees que es muy importante para el trabajo, regresa a los párrafos del cuerpo y busca un lugar donde agregarlo. Es mejor dejarlo fuera del trabajo que incluirlo en la conclusión.
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    Corrige y revisa la conclusión antes de presentar el trabajo. Déjalo de lado al menos por unas horas. Luego, vuelve a leer lo que has escrito. Busca errores de escritura, palabras que estén mal escritas o utilizadas de manera incorrecta, y otros errores. Además, revisa que lo que hayas escrito tenga lógica y refleje el ensayo de manera precisa.[10]
    • Si algo no tiene lógica o las conclusiones parecen incompletas, revísala de modo que las ideas queden claras.
    • Es útil leer todo el ensayo en general para asegurarte de que las partes se cohesionen.

Consejos

  • De ninguna manera debes repetir simplemente lo que has escrito antes. Aunque la idea es volver a enunciar tus ideas, preséntaselas al lector de una forma diferente.
  • No escribas la conclusión hasta que hayas terminado de escribir todo el trabajo. Será mucho más fácil elaborar tus ideas para la conclusión después de tener escrito el cuerpo.
  • No incluyas ninguna estadística o evidencia en tu conclusión. Esta información es para el cuerpo del trabajo.[11]
  • Corrige el trabajo leyéndolo en voz alta. Esto te ayudará a encontrar errores gramaticales, así como pasajes extraños o repeticiones.

Advertencias

  • No expreses ninguna duda que tengas sobre tus ideas o argumentos. Cuando compartas tus ideas, asume el rol de un experto.[12]
  • Nunca copies las palabras o ideas de otra persona sin darles el crédito, pues es plagio. Si te atrapan plagiando una parte del trabajo, aunque sea solo la conclusión, es probable que tengas que afrontar penalidades académicas severas.

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Categorías: Carreras y educación
Resumen del artículoX

Quizás te parezca difícil escribir una conclusión, pero es muy fácil si la ves como el lugar donde puedes resumir el propósito del documento. Empieza la conclusión replanteando la tesis, pero no la repitas de forma literal. Luego, usa 1 o 2 oraciones para resumir el argumento, reuniendo todos los apartados para explicar la forma en que las pruebas respaldan la tesis. Termina el documento con una declaración que invite al lector a pensar, como traer a la mente una imagen fuerte o concluir con un llamado a actuar. ¡Sigue leyendo para saber cómo evitar los clichés en una conclusión!