Cómo estar en paz

Deshazte de lo que no puedas controlar. Esta es la parte más importante para sentirte en paz y por donde siempre debes empezar. El 90% del tiempo, cuando nos preocupamos por algo o nos estresamos, la fuente es algo de lo que realmente no tenemos el control. Lo único que puedes hacer es dar lo mejor que puedas y dejar que el destino tome su curso. Si no puedes afectar el resultado, entonces no tiene ningún sentido que te preocupes por algo.

• Esto es difícil de lograr, por supuesto, y necesitas de un poco de práctica.
• La mayoría de las veces solo necesitas recordarte a ti mismo que debes dejarlo ir, pero también puedes practicar algunos ejercicios de distracción con otras actividades mientras olvidas lo que te incomode.
• Recuerda que el comportamiento de otras personas es una de las cosas más grandes que está fuera de tu control.

Encuentra la parte humana en cada persona. Cuando las demás personas nos enojan, usualmente sucede porque no entendemos por qué hacen ciertas cosas que nos molestan. En lugar de descargarte con alguien, intenta ver las cosas desde su punto de vista. Piensa por qué hicieron lo que hicieron… y recuerda que todos somos humanos con problemas y sueños propios.

• Por ejemplo, tu esposo podría enloquecerte si se le olvidara lavar los platos. Sin embargo, él no lo hace por molestarte… que olvide las cosas tal vez es solo una parte de lo que es como persona, como tú cuando roncas.

Perdónate a ti mismo. Una fuente de preocupación viene cuando somos demasiado duros con nosotros mismos. Realmente podemos llegar a ser el peor crítico de nosotros mismos. Puede que te preocupe que hayas olvidado escribir un papel o de haber dicho algo a tu amigo. No importa lo que hayas hecho, recuerda que es imposible regresar en el tiempo. Ser duro contigo por algo que no puedes cambiar no hará que las cosas mejoren. Lo único que puedes hacer es trabajar para mejorar el futuro y a ti mismo… que es algo que todos debemos hacer.

• Recuerda, ¡errar es de humanos!

Perdona a los que te han agraviado. Al igual que debes perdonarte a ti mismo, perdona también a los demás. ¡Incluso por las mismas razones! Recuerda: esto significa perdonar de verdad. No seas un agresivo pasivo o castigues con el tiempo. ¡Déjalo ir y busca maneras de trabajar de una mejor manera juntos en el futuro!

Acepta la trascendencia de lo natural en la vida. Todo es temporal. Lo único que es eterno es la salida y la puesta del sol. Recuérdalo en todo lo que hagas. Aférrate a las cosas que amas y disfrútalas mientras puedas. Espera a que los tiempos difíciles pasen. Cuando morimos, no nos llevamos ninguno de los problemas, así que asegúrate de que tu alma sea plena y deja ir el resto sin importar su destino.