Un plan de estudios es una serie de lineamientos que explica lo que los estudiantes aprenderán, cómo lo harán y la forma en que demostrarán el aumento de sus niveles académicos e intelectuales. Es fundamental que los administradores escolares y maestros sepan cómo evaluar un plan de estudios para determinar si sus estudiantes cumplen con los estándares académicos. Una vez que hayas escrito o presentado un programa curricular, requerirá tiempo y esfuerzo determinar su efectividad. Puedes utilizar los resultados de tu evaluación a fin de mejorar el plan de estudios para el siguiente semestre o año escolar y, al mismo tiempo, asegúrate de que los estudiantes reciban una educación de la mejor calidad posible.

Método 1
Método 1 de 3:
Analizar el plan de estudios

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    Compara el plan de estudios actual con un programa anterior o alternativo. Analiza el plan de estudios de años anteriores o una alternativa completamente distinta para comparar en qué nivel se encuentra el actual. Presta particular atención al contenido, a los procesos de aprendizaje y a las estrategias de evaluación para determinar en qué medida el plan de estudios es más o menos efectivo en comparación.[1]
    • Por ejemplo, podrías descubrir que un plan de estudios para un curso de lengua extranjera profundiza más en la variedad de conjugaciones y vocabulario, pero que los procesos de aprendizaje están obsoletos (p.ej., se emplea folletos desde hace décadas). Podrías actualizar el plan de estudios para incluir el contenido (conjugaciones y vocabulario), pero cambia los procesos (como el uso de juegos de aprendizaje interactivo en línea o en clase).
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    Asegúrate de que el contenido y los procesos sean los adecuados para los estudiantes. Analiza el plan de estudios y determina si es adecuado para el rango de edad y los estilos de aprendizaje de los estudiantes. Enfócate principalmente en el contenido (los temas en particular que se impartirán) y a la forma en que se enseñará y evaluará (el proceso y la evaluación, respectivamente).[2]
    • Por ejemplo, no es adecuado asignarles a estudiantes de inglés de quinto grado leer toda una novela en inglés y redactar un informe de 5 páginas en dicho idioma. Es más adecuado pedirles hacer una cartulina donde incluyan a los miembros de su familia o de su casa, etiquetando a cada persona o cosa utilizando las correctas palabras en español.
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    Enfócate en cómo medir los resultados de aprendizaje. Los resultados de aprendizaje son las diferentes formas en que los estudiantes pueden demostrar que han aprendido el material de estudio (p.ej., exámenes, cuestionarios, ensayos, proyectos, etc.).[3] Asegúrate de que el plan de estudio incluya estos componentes y que sean rigurosos, relevantes y efectivos.[4]
    • Por ejemplo, un cuestionario a libro abierto de 5 preguntas sobre los acontecimientos de la Guerra Fría no es tan riguroso o efectivo como pedirles a los estudiantes que escriban un ensayo de 5 páginas acerca del impacto cultural que tuvo el Temor rojo.
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    Analiza las medidas de evaluación tanto cualitativas como cuantitativas. Revisa cada unidad (o plan del curso) del plan de estudios y asegúrate de que la tarea, cuestionarios y exámenes evalúen a tus estudiantes en diferentes formas (p.ej., pruebas de opción múltiple, formato de ensayo, ensayos cortos y presentaciones orales). Esto les dará a los estudiantes una oportunidad de demostrar lo aprendido y qué tan bien pueden utilizarlo.[5]
    • La información cuantitativa puede expresarse como un número (p.ej., calificaciones en cuestionarios, exámenes y tareas).
    • La información cualitativa puede expresarse de forma numérica (p.ej., ensayos, proyectos o trabajos que demuestren qué tan bien un estudiante puede aplicar, incorporar, analizar e inferir con respecto a lo aprendido).
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    Logra un equilibrio entre evaluaciones formativas y sumativas. Las evaluaciones formativas son tareas más pequeñas que los estudiantes realizan a lo largo del curso tales como cuestionarios, pruebas de respuesta corta, anotaciones en diarios y tareas. Por su parte, las evaluaciones sumativas son proyectos más grandes que generalmente se asignan después de haber aprendido el material, tales como ensayos, exámenes extensos, presentaciones, pruebas de rendimiento y trabajos. Asegúrate de establecer un buen equilibrio de cada tipo que puedas utilizar para evaluar el nivel de retención y progreso de los estudiantes.[6]
    • Por ejemplo, podrías pedirles a los estudiantes completar ensayos de reflexión cortos cada semana durante el semestre y elaborar un ensayo a mitad y al final del periodo.
    • Podrías programar algunos cursos de modo tal que puedas organizar 4 cuestionarios entre cada examen principal para ayudar a los estudiantes a prepararse para el examen más grande a medida que progresan.
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    Presta atención a la forma en que se emplea la tecnología en el programa. Determina si el plan de estudios utiliza de manera adecuada las herramientas modernas para mejorar la experiencia de aprendizaje. Las computadoras de los estudiantes, los foros de discusión en línea, las aplicaciones de teléfono y otros tipos de medios son herramientas excelentes para los maestros. Además, ¡pueden lograr que un tema aburrido sea mucho más atrayente para los estudiantes![7]
    • Por ejemplo, mirar un documental que incluya información de primera mano sobre la Segunda Guerra Mundial mejorará la comprensión de tus estudiantes, así como el impacto social del evento, de una manera en que un libro de texto estándar no podría.
    • Asegúrate de que los estudiantes tengan a su disposición estas herramientas (tanto en la escuela como en su casa) antes de incluirlas en el plan de estudios.
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Método 2
Método 2 de 3:
Establecer objetivos para la evaluación

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    Determina lo que funciona bien con el plan de estudios y lo que necesitas cambiar. Antes de reunirte para discutir el plan de estudios, revísalo y determina lo que funciona adecuadamente y lo que no. Ten a la mano 3 colores diferentes de resaltadores o bolígrafos de modo que puedas emplear uno para marcar lo bueno, otro para lo que no está funcionando y un tercero para las cosas que pueden debatirse.[8]
    • Si has reunido a un equipo de personas para evaluar el plan de estudios, diles que hagan lo mismo para que puedas obtener sus valiosos comentarios.
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    Determina si los cambios recientes resultan de efectividad o no. Si el plan de estudios ha cambiado recientemente, anota la forma en que lo hizo y evalúa si funciona o no. Asegúrate de anotar las opiniones de los maestros, padres, otros administradores y miembros de la comunidad dentro de tu distrito escolar.[9]
    • Por ejemplo, si los maestros y padres se han quejado sobre la eliminación de un curso sobre apreciación del arte en el plan de estudios más reciente, podrías implementarlo en el plan actualizado.
    • También podrías descubrir que algunos cambios (como prestarles laptops a los estudiantes para que se las lleven a casa) funcionan a la perfección y pueden trasladarse a la próxima versión del plan de estudios.
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    Asegúrate de que el plan de estudios cumpla con los estándares básicos comunes. Revisa el plan de estudios y asegúrate de que cada sección de nivel de grado sea la adecuada para la edad y las habilidades que se esperan de tus estudiantes. A medida que revisas el plan de estudios, pregúntate “¿Se está estableciendo un suficiente desafío a los estudiantes? ¿Este contenido y estos tipos de evaluaciones los ubicarán en el nivel promedio nacional o por encima de él?”.[10]
    • Los estándares son una buena guía debido a que se han ido perfeccionando a lo largo de los años por varios estados, garantizando que los estudiantes reciban la mejor educación posible.
    • Por ejemplo, un estándar fundamental para un curso de literatura de octavo grado es leer un texto, analizar la intención del autor y hacer inferencias con la finalidad de encontrar el tema o la idea central.
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    Asegúrate de que el plan de estudio satisfaga los requisitos de acreditación. Familiarízate con los requisitos de acreditación de tu localidad para asegurarte de que el plan de estudios se ajuste a los estándares actuales. Esto significa revisar los requisitos del curso, y asegurarte de que tanto el contenido como los procesos dentro del programa sean los suficientemente buenos.[11]
    • Por ejemplo, si vives en Texas, es necesario impartir la historia de este estado a los estudiantes de 4to a 7mo grado, así que asegúrate de incluirla en el plan de estudios.
    • Si la escuela brinda cursos de colocación avanzada, asegúrate de que las horas y el contenido cumplan con los requisitos del departamento de educación estatal y federal.[12]
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    Asegúrate de que el plan de estudios esté a la altura de los estándares particulares de tu escuela. Todas las instituciones de aprendizaje tienen un método distinto de abordar la educación con un conjunto de diferentes valores. Ten en cuenta el tipo de estudiante que la escuela busca formar, así como el tipo de persona en que debe convertirse dicho estudiante tras completar el programa.[13]
    • Por ejemplo, si la escuela busca formar el lado artístico de los estudiantes, asegúrate de que el plan de estudios incluya cursos en una variedad de prácticas artísticas (p.ej., cine, teatro, redacción creativa, cerámica, danza, pintura e interpretación vocal).
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Método 3
Método 3 de 3:
Recopilar opiniones y datos

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    Forma un equipo de evaluación compuesto por maestros, administradores y padres. Pídeles a otras personas que evalúen el plan de estudios y compartan sus opiniones sobre si es efectivo, intelectualmente estimulante y adecuado tanto para la escuela como para los estudiantes. También puedes incluir a personas que formen parte de organizaciones comunitarias relacionadas con la escuela o el distrito escolar. Procura que el grupo sea pequeño para no abrumarte con demasiadas opiniones.[14]
    • Envía el plan de estudios con una o dos semanas de anticipación junto con cualquier material complementario, como un programa para el día en que se reunirán a discutir al respecto.
    • Alienta a las personas que conformen el equipo de evaluación a expresar cualquier pregunta y preocupación que tengan sobre el plan de estudios.
    • Asegúrate de que cada grupo tenga aproximadamente la misma representación en la reunión. Esto significa que debe haber una cantidad similar de padres, maestros y administradores presentes en el equipo de evaluación.
    • Designa a alguien para que dirija el grupo, y a otra persona para que cronometre o tome notas de modo que la reunión sea organizada y dure el tiempo necesario.
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    Bríndales a los estudiantes de mayor grado un cuestionario sobre el curso. Al final del semestre, dales a los estudiantes la oportunidad de compartir sus opiniones sobre el plan de estudios. Hazlo en forma de encuesta anónima de modo que no crean que se les penalizará por dar algún comentario negativo o se les premiará por uno positivo. Ten en cuenta que esto funciona mejor en estudiantes de secundaria y de nivel universitario. Puedes incluir las siguientes preguntas para que los estudiantes puedan responder en una escala del 1 al 5 o por escrito:[15]
    • "¿El contenido del curso fue relevante para tus aspiraciones educativas y profesionales?".
    • "¿Los procesos de aprendizaje te parecieron relevantes, intrigantes, intelectualmente estimulantes y razonables?".
    • "¿Los métodos de evaluación (exámenes, trabajos, proyectos) fueron efectivos para alcanzar tus objetivos de aprendizaje en el semestre?"
    • "¿Les recomendarías este curso a otros estudiantes? ¿Por qué y por qué no?".
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    Crea una encuesta simple para que los estudiantes más jóvenes puedan completarla. Si enseñas en el nivel primario o secundario, crea una encuesta rápida para que los estudiantes puedan completarla al final de cada año o semestre escolar. Elabórala de una manera tal que los estudiantes puedan rellenar con facilidad los espacios en blanco con sus opiniones. Por ejemplo, puedes hacer las siguientes preguntas:[16]
    • "Algo que me facilitó mucho el aprendizaje fue…”.
    • "Algo que me gustaría que mi maestro hiciera de forma distinta es…”.
    • "Me costó aprender algunas cosas cuando…”.
    • "Mi libro favorito que leímos este año fue… porque…”.
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    Hazle seguimiento a exalumnos de 1 a 5 años de antigüedad. Envía las encuestas a exalumnos para determinar si lo aprendido les resulta relevante para sus trabajos actuales. Puedes utilizar esa información para identificar dónde puedes mejorar el plan de estudios a fin de preparar mejor a los estudiantes para el mundo real. Por ejemplo, puedes hacerles las siguientes preguntas:[17]
    • “¿Qué curso(s) consideras que te preparó más para tu trabajo actual?”.
    • “¿Consideras que hay cursos básicos que no fueron relevantes para tus metas académicas y profesionales?”.
    • “¿Qué desearías haber aprendido durante tu época de estudios?”.
    • “Consideras que asistir a nuestra escuela ha marcado una diferencia en el logro de tus metas profesionales? Si es así, ¿cómo? De lo contrario, ¿por qué no?”.
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    Presta atención al rendimiento de los estudiantes en las pruebas de aptitud estatales o nacionales. Observa los puntajes y tendencias de las evaluaciones anuales para determinar qué tan bien rinden los estudiantes en diferentes pruebas de aptitud tanto a nivel estatal como a nivel nacional. No obstante, ten en cuenta que las organizaciones que realizan estos exámenes solo envían los puntajes en caso de que el estudiante brinde información de su escuela en el formulario de información previo a la evaluación (procura exhortarlos a que la incluyan).[18]
    • Desde luego, por sí sola, esta no es una forma infalible de evaluar el plan de estudios, pues algunos estudiantes son más aptos que otros o han contado con los medios para prepararse fuera de la escuela. No obstante, aún es posible hacer algunas inferencias generales sobre el plan de estudios con base en el rendimiento de los estudiantes durante los exámenes.
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Consejos

  • Ten en cuenta cualquier desarrollo profesional que pueda ser necesario para llevar a cabo algún cambio en el plan de estudios.[19]
  • Considera la posibilidad de darles al equipo de evaluación una muestra de un plan de clases que demuestre la manera en que se implementará el posible plan de estudios.[20]
  • Considera la posibilidad de enviar boletines informativos a los padres y a los miembros de la comunidad distrital para explicarles los posibles cambios en el plan de estudios e indicarles la manera en que pueden participar con sus comentarios.[21]
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Advertencias

  • Tómate el tiempo suficiente para implementar de manera exitosa un nuevo plan de estudios. Los maestros necesitan tiempo para aprender y adaptarse a un nuevo formato antes de que puedan planificar lecciones efectivas e interesantes.[22]
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Acerca de este wikiHow

César de León, M.Ed.
Coescrito por:
Consultor de liderazgo educativo
Este artículo fue coescrito por César de León, M.Ed.. César de León es consultor de liderazgo educativo y actualmente se desempeña como subdirector del Distrito Escolar Independiente de Austin en Austin, TX. Se especializa en el desarrollo de programas educativos, mejoramiento de plan de estudios, tutoría estudiantil, justicia social, liderazgo equitativo, y participación de la familia y la comunidad. Es un apasionado por erradicar las desigualdades en las escuelas para todos los niños, sobre todo aquellos que han sido históricamente marginados y desatendidos. César tiene un bachiller en Educación y Biología de la Universidad Estatal de Texas, así como una maestría en Liderazgo Educativo de la Universidad de Texas en Austin. Este artículo ha sido visto 1366 veces.
Categorías: Asignaturas
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