El herpes labial son llagas pequeñas que se forman en los labios o alrededor de la boca como resultado del virus del herpes simple. Puedes contraer el virus del herpes simple al entrar en contacto con un herpes labial o una lesión que tenga una persona infectada, o al entrar en contacto con la saliva de una persona infectada, incluso si no muestran ningún síntoma en ese momento. Los clústeres de herpes labial o ampollas febriles en un área del labio son los síntomas más comunes de una infección por herpes simple 1, pero en casos poco frecuentes también se pueden presentar otros síntomas, como fiebre, dolores corporales o cansancio. La piel alrededor de las ampollas suele estar dolorida, roja e hinchada. Un brote puede desencadenarse por lesiones en la piel, exposición al sol, estrés, cansancio, fiebre o la menstruación. Una vez que tengas el virus en tu organismo, no hay forma de evitar por completo la aparición del herpes labial. Sin embargo, hay algunas cosas que puedes hacer para reducir la frecuencia con la que aparece. Tomar medidas apenas aparezcan las primeras señales de un brote podría evitar la formación del herpes.

Método 1
Método 1 de 3:
Evitar los factores desencadenantes

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    No beses a una persona con herpes labial. El virus del herpes puede transmitirse de persona a persona por medio del contacto directo con un herpes labial o fuego labial. Si ya tiene el virus, besar o tener otro contacto cercano con alguien que tenga herpes labial puede desencadenar un brote en ti. Evita el contacto íntimo con la otra persona hasta que desaparezcan sus síntomas.
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    Evita compartir objetos personales con una persona infectada. Ten cuidado de no compartir vasos, cepillos de dientes, toallitas u otros artículos personales que puedan haber estado en contacto con la saliva o el herpes labial activo de la persona infectada. Incluso si actualmente no muestra ningún síntoma, es posible que aún puedas contraer el virus.
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    Protege tu rostro del sol. La exposición a los rayos ultravioletas (UV) puede ocasionar un brote de herpes labial. Puedes prevenir el brote al tomar las precauciones respectivas antes de salir y exponerte al sol. Usa un bloqueador solar de buena calidad en el rostro cada vez que salgas. También asegúrate de que tu protector labial contenga un FPS de 15 o más.[1]
    • Incluso durante el invierno, el sol puede ocasionar un brote. Asegúrate de utilizar bloqueador solar durante todo el año.
    • Las camas de bronceado también ocasionan brotes. Si eres sensible al sol, también lo serás a la luz UV de las camas de bronceado.
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    Lleva una dieta balanceada. Tu sistema inmunológico puede sufrir si no recibes la nutrición adecuada. Si no cuidas lo que comes, tendrás más probabilidades de sufrir un brote de herpes labial. Opta por una dieta saludable y balanceada que incluya muchos productos, proteínas y granos enteros.[2]
    • Aumenta la cantidad y la variedad de verduras crudas y frutas que comes. En concreto, consume brócoli, coles de Bruselas y col. Estas verduras son ricas en indole-3-carbinol (I3C), el cual puede interrumpir el desarrollo del virus del herpes.
    • Reduce tu consumo de productos cárnicos procesados, de grasas animales saturadas, azúcar blanca y refinada, edulcorantes artificiales, harina blanca, alcohol y cafeína. Todos estos productos son conocidos por aumentar la frecuencia del herpes labial
    • Evita los alimentos que sean ricos en arginina. La arginina es un aminoácido que sirve como una barrera contra el herpes labial. Los alimentos ricos en arginina son el chocolate, las nueces, las semillas, la avena, la cerveza y la mayoría de los batidos proteínicos.
    • Evitar las comidas picantes o ácidas puede ayudar a prevenir o reducir los brotes de herpes labial en algunas personas.
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    Toma vitaminas y minerales para estimular tu sistema inmunológico. Se ha demostrado que la quercetina, la lisina, el zinc y las vitaminas C y E fortalecen el sistema inmunitario y ayudan al cuerpo a combatir los brotes de herpes labial. [3] Come alimentos que contengan estas vitaminas y minerales, o toman suplementos. Algunas buenas fuentes dietéticas incluyen:
    • manzanas, uvas rojas, cerezas, bayas, brócoli y alcaparras para la quercetina.
    • nueces, semillas, queso y yogur para la lisina.
    • pimientos, cítricos, verduras (como acelgas o espinacas) y bayas para la vitamina C.
    • semillas de girasol, verduras (como acelgas o espinacas), aguacate, nueces y aceite de oliva para la vitamina E.
    • mariscos, carne de res, cereales fortificados, semillas de calabaza y ajo para zinc.
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    Mantén tus niveles de estrés bajos. Cuando tu cuerpo está sobrecargado, tu sistema inmunológico sufre y el virus tiene más probabilidades de desarrollarse. Muchas personas tienen brotes cuando se sienten exhaustas y estresadas. Sigue las medidas a continuación para mantenerte bien descansado y tranquilo:[4]
    • Duerme mucho. Trabajar durante toda la noche y correr durante todo el día tiene un precio. Haz tu mejor esfuerzo por ceñirte a un horario de sueño que te permita dormir de siete a ocho horas para que puedas sentirte bien descansado.
    • Ejercítate con regularidad. El ejercicio es bueno para reducir el estrés y puede ayudarte a calmarte durante momentos de ansiedad. También te cansa de una manera saludable para que puedas dormir mejor en la noche.
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    Protégete durante la temporada de gripe y resfriados. Contagiarte de gripe o de un resfriado es un desencadenante común para el herpes labial. Los meses de invierno pueden ser especialmente difíciles, así que presta atención especial a tus hábitos cuando llegue esta época del año y las enfermedades empiecen a merodear.
    • La mejor forma de evitar enfermarte es lavándote frecuentemente las manos con jabón y agua tibia. Ten un cuidado especial cuando pases tiempo en un lugar público, como en el subterráneo o en la estación del tres.
    • Recibir una vacuna contra la gripe también puede protegerte de varias de las cepas más comunes del virus de la gripe.
    • Tan pronto como empieces a sentir los primeros síntomas de un resfriado, asegúrate de hidratarte bien y descansa un poco. Evita quedarte despierto hasta tarde y beber alcohol. En ocasiones, puedes interrumpir un resfriado si lo detectas con la debida prontitud.[5]
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    Si eres mujer, cuídate durante la menstruación. Este periodo puede ser un factor desencadenante en algunas mujeres, así que es importante anticipar el problema y abordarlo cada mes. A medida que se acerque tu periodo, asegúrate de dormir mucho, comer bien y mantenerte hidratada. Estas acciones también te ayudarán a reducir tus otros síntomas menstruales.
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    Cambia tu cepillo de dientes con frecuencia. El virus del herpes puede habitar en tu cepillo de dientes, así que es importante que lo cambies a menudo. Si desarrollas un brote de herpes labial, desecha tu cepillo. Cuando el herpes desaparezca, vuelve a cambiarlo. Esto prevendrá un segundo brote después de la desaparición del primero.
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Método 2
Método 2 de 3:
Emplear tratamientos tópicos

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    Reconoce las señales que indican la formación de un herpes labial. Muchas personas que sufren de este mal saben que un brote está próximo antes de que aparezcan realmente las llagas. Los síntomas varían entre personas, así que podría ser necesario sufrir algunos brotes para aprender a reconocer los tuyos. Cuando sepas que estás a punto de tener un brote de herpes labial, puedes utilizar un tratamiento que detenga su aparición.
    • Presta atención a las sensaciones de hormigueo o dolor en los labios. La mayoría de las personas que sufren de herpes labial afirman tener una “sensación extraña” en el área unos días antes de que aparezcan las llagas.
    • Si tienes dolor de garganta, inflamación en los ganglios y fiebre, podrías estar a punto de sufrir un brote de herpes labial.
    • Algunas personas experimentan una mayor cantidad de salivación o babeo antes de sufrir un brote de herpes labial.
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    Aplica hielo sobre el área. Cuando sientas que estás a punto de sufrir un brote de herpes labial, coloca hielo en una bolsa de plástico y envuelve una toalla alrededor de ella. Aplica el hielo en el área donde sientas la formación del herpes durante unos 10 a 15 minutos. Repite el proceso cada hora. El herpes labial necesita el calor y la humedad para desarrollarse. Mantener el área fría podría evitar su formación.
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    Utiliza una bolsa de té. Remoja una bolsa de té en agua caliente y déjala enfriar. Aplica la bolsa en tu labio durante tres a cinco minutos cada hora. El té contiene ácido tánico, el cual se cree que tiene propiedades antivirales. Muchos medicamentos de venta libre para tratar el herpes labial también contienen este compuesto.
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    Utiliza una crema de bálsamo de limón. El bálsamo de limón es una hierba perteneciente a la familia de la menta que ha demostrado una capacidad para prevenir la formación del herpes labial. Cuando sientas el hormigueo característico de un herpes labial, aplica un poco de bálsamo de limón y deja que repose sobre tu piel. Vuelve a aplicarlo según sea necesario siguiendo las indicaciones del envase.[6]
    • Puedes conseguir una crema de bálsamo de limón en las farmacias. Si produces tu propio bálsamo de limón, frota una hoja fresca sobre el área.
    • También se ha demostrado que el bálsamo de limón ayuda a eliminar el herpes labial con mayor rapidez. Su aplicación es segura.
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    Utiliza un producto que contenga lisina. La lisina es un aminoácido que evita eficazmente la formación del herpes labial. Al aplicárselo sobre la piel, evita que el herpes labial se desarrolle.[7] También se le puede aplicar a las llagas abiertas para ayudar a que sanen más rápido. Busca la crema de lisina con una concentración de 70:1. Puedes encontrarla como producto de venta libre en las farmacias. Aplícala según las indicaciones del envase.
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    Prueba un ungüento de propóleo. El propóleo es una resina producida por abejas. Contiene antioxidantes y mejora el sistema inmunológico. Algunos estudios revelan que el ungüento de propóleo evita que el virus del herpes se reproduzca. Aplícalo cuando sientas que tu piel comienza a hormiguear para evitar un brote.[8]
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    Aplica aceite de menta. Se cree que el aceite de menta tiene propiedades que previenen que las partículas expuestas del herpes ingresen en las células nuevas. Si ya tienes un herpes labial, aplica aceite de menta para evitar que se propague a otra área de tus labios. También puede ayudar a que el brote sane con mayor rapidez.[9]
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Método 3
Método 3 de 3:
Utilizar medicamentos

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    Usa un enjuague bucal medicinal. Los enjuagues o enjuagues con medicamentos pueden ayudar a reducir el dolor del herpes labial dentro de la boca. Busca un enjuague que contenga un anestésico, como una solución espesa al 2% de lidocaína.
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    Utiliza una crema medicada. Es posible tratar el herpes labial con una crema antiviral que prevenga el desarrollo del virus que lo provoca. Estas cremas impiden que el virus ingrese en las células cutáneas nuevas. La crema también puede aplicarse antes o durante un brote. Utiliza una de las siguientes cremas antivirales:[10]
    • Docosanol (Abreva): esta es una crema de venta libre. Aplícala según las indicaciones en el envase.
    • Penciclovir (Denavir): esta crema está disponible únicamente con receta. Consulta con un médico para que te dé una receta y las indicaciones para utilizarla.La dosis normal es una crema al 1% aplicada una vez cada dos horas mientras estás despierto, en el transcurso de cuatro días.
    • Aciclovir: esta es otra crema recetada, que generalmente se administra a una concentración del 5% y se usa cinco veces al día durante cuatro días.
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    Toma un medicamento antiviral. Lo medicamentos antivirales de vía oral son un tratamiento preventivo eficaz para el herpes labial. Puedes tomarlos de manera continua o a la primera señal de un brote. Están disponibles únicamente con receta, así que haz una cita con tu médico para hablar de tus opciones. Entre los medicamentos antivirales están:[11]
    • Aciclovir (Zovirax), generalmente se toma tres veces al día durante 7-10 días.
    • Famciclovir (Famvir), generalmente se toma de 2 a 3 veces al día durante 7 a 10 días.
    • Valaciclovir (Valtrex), generalmente se toma dos veces al día durante 7 a 19 días.
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    Protege tus labios de la exposición al sol durante el tratamiento. La exposición a la luz solar puede hacerte más susceptible a los brotes de herpes labial. Además, algunos medicamentos antivirales u otros tratamientos pueden hacer que tu piel sea más sensible al sol. Ten especial cuidado para proteger tus labios del sol con óxido de zinc o un bálsamo para los labios que contenga protector solar de amplio espectro.
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    Recibe un tratamiento en caso de infecciones graves. Si normalmente experimentas brotes graves, es posible que necesites un tratamiento especial. Algunas personas experimentan herpes sumamente dolorosos y duraderos. Es posible tratarlos administrando un medicamento intravenoso. Si tienes alguno de los siguientes problemas con tu herpes labial, consulta con un médico de inmediato:[12]
    • Te impide comer y beber.
    • No sana al cabo de dos o más semanas
    • Se producen nuevos brotes continuamente.
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Acerca de este wikiHow

Luba Lee, FNP-BC, MS
Coescrito por:
Junta de revisión médica
Este artículo fue coescrito por Luba Lee, FNP-BC, MS. Luba Lee es una enfermera profesional certificada en Tennessee. Recibió su maestría en Ciencias de Enfermería en la Universidad de Tennesee en 2006. Este artículo ha sido visto 123 964 veces.
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