¿Cansado de ser insultado? Es fácil herir los sentimientos y desear haber dicho algo diferente. Algunas veces, cambiar la forma en que pensamos te permitirá borras las palabras desagradables de quién insulta. Puedes aprender a ignorar el dolor o convertir comentarios crueles en críticas constructivas. Por último, es posible elaborar una estrategia para evitar que te afecten los insultos.

Método 1
Método 1 de 3:
Ignorar el dolor

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    Escucha lo que dice quién te insulta con una agradable mirada en la cara. Sin embargo, sé consciente de que sonreír o reír puede ser visto como una señal psicológica de defensa en esas circunstancias. A veces, dejar que la persona simplemente se exprese la hará callar.
    • Esta idea se vincula con la técnica de negociación "fíngelo hasta que lo logres" frente a los problemas de la vida, puedes fingir que las palabras malas no te molestan.
    • A veces, actuar como si nada, puede hacer que la otra persona se sienta no eficaz en sus palabras desagradables.
    • El atacante nunca sabrá si te hirió con este método.
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    Aléjate. No muestres enfado o miedo de ningún tipo, ya que solo le da a quién te insulta, satisfacción. De hecho, el silencio puede hacer que la persona se calle y ayudarte a prevenir el drenaje mental.[1]
    • Si el comentario ese en una red social, solo puedes borrarlo.
    • Esta es la manera más fácil de evitar esta situación.
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    Sonríele a tu atacante. Ignora lo que la persona te dice. Esto hará que tu atacante se sienta como si su comentario no te afecta. La abstinencia puede funcionar en esta circunstancia.[2]
    • Por ejemplo, si alguien te llama tonto y tú solo le restas importancia sin decir nada, no sentirá que te hirió.
    • Solo sonríe y finge que estás bien. A veces, una sonrisa es suficiente para cambiar tu estado. Incluso se dice que puede traer emociones positivas.[3]
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    Piensa en una idea positiva. Cuando tienes pensamientos malos, las cosas empeoran.[4] Por eso, es una buena idea decirte un cumplido, piensa en las cosas en las que eres bueno.
    • Po ejemplo, si alguien te dice que estás gordo, piensa en el gran trabajo que hiciste el otro día.

Método 2
Método 2 de 3:
Mejorar tu autoestima

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    Controla los pensamientos y el diálogo interno.[5] Eres el guardián de tu propia mente.[6] No permitas que la opinión de una persona te desanime, ¡es solo una persona diciendo algo tonto! Recuerda lo siguiente: "Estoy seguro de mí mismo".
    • Es un trabajo duro, pero cambiar las voces de la cabeza es un gran paso para sentirte bien. Piensa en lo que piensas. Trata de cambiar tu forma de pensamiento para que así no valides las ideas del atacante. Practica recitar frases como "soy exitoso" o "soy feliz".
    • ¡Recuerda que está bien ser como eres!
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    Comparte tu autoestima (incluso si aún no la tienes). Dile a tu atacante que está siendo grosero. A veces, ser franco es la mejor estrategia. Algunas personas hacen comentarios sin darse cuenta de lo inapropiados que son. Un comentario imparcial sobre las palabras dolorosas de la persona podría incluso abrirle los ojos. Te sentirás una persona mejor cuando te logres defender.
    • Por ejemplo, es posible que desees decir "Eso no fue algo muy agradable de decir".
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    Recuerda que el atacante es intelectualmente inferior a ti, ya que tuvo que recurrir a insultos groseros. No se necesita mucho para recurrir a las palabras desagradables. Solo recuerda que tú eres la persona madura. Siéntete orgulloso.
    • Los adultos no deben insultar a sus amigos, familiares o compañeros de trabajo.

Método 3
Método 3 de 3:
Hacer críticas constructivas

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    Haz más preguntas. Tal vez la crítica tiene un punto digno del que puedas aprender.[7] Si la crítica es honesta, tal vez sea algo que pueda hacerte crecer.[8]
    • Por ejemplo, tal vez una persona que la llaman apestosa puede aprender a usar desodorante antes de ejercitarse.
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    Recuerda que la crítica es diferente a la retroalimentación. Observa quién está haciendo el insulto y qué lo motiva. ¿Solo está dando una opinión tonta? ¿o es la persona, un ser querido que solo quiere ayudar? Piensa sobre lo que la persona está diciendo.[9]
    • Tu mamá probablemente quiere lo mejor para ti. Si te lastima, díselo, pero acepta que ella trata de ayudar.
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    Pregúntate qué has aprendido sobre la interacción. Incluso si las cosas no terminan bien, cuando llegues a casa, piensa en lo que aprendiste del encuentro. Tal vez la persona te enseñó a cómo no comportarte o aprenderás algo sobre la personalidad de una persona en particular.
    • En el futuro, considera si deseas o no salir con alguien que te lastime. Tal vez aprendiste que este no es el tipo de persona con la cual te gustaría relacionarte.

Consejos

  • El abuso es diferente que un solo comentario insultante. Si de hecho sientes que estás siendo abusado o gravemente herido, reconoce que es un problema serio. Busca ayuda con un jefe, maestro, administrador o incluso un policía si es apropiado, especialmente si sientes que estás en peligro o degradado considerablemente.
  • Es posible que no tengas éxito al comienzo, pero aprender estas habilidades de afrontamiento puede ayudarte.

Advertencias

  • Ten en mente si realmente crees que la persona intenta herirte.
  • Si utilizas la técnica en un empleado, policía, juez de la corte federal o miembro del clero, puedes estar sujeto a pasar la eternidad sumido en el desempleo o en la cárcel.

Cosas que necesitarás

  • un nervio templado
  • autocontrol

Acerca de este wikiHow

Erin Conlon, PCC, JD
Coescrito por:
Coach de vida ejecutiva
Este artículo fue coescrito por Erin Conlon, PCC, JD. Erin Conlon es coach de vida ejecutiva, la fundadora de Erin Conlon Coaching y la presentadora del podcast "This is Not Advice". Se especializa en ayudar a líderes y ejecutivos para tener éxito en sus carreras profesionales y vidas personales. Además de su consultorio de coaching privado, enseña y capacita a coaches, además de desarrollar y revisar materiales de capacitación para que sean más diversos, equitativos e inclusivos. Tiene una licenciatura en comunicaciones e historia, además de una en derecho de la Universidad de Michigan. Erin es coach profesional certificada de la International Coaching Federation. Este artículo ha sido visto 9207 veces.
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