Este artículo fue coescrito por Catherine Boswell, PhD. La Dra. Catherine Boswell es psicóloga licenciada y cofundadora de Psynergy Psychological Associates, un consultorio de terapia privado en Houston, Texas. Con más de 15 años de experiencia, la Dra. Boswell se especializa en tratar a personas, grupos, parejas y familias que tienen problemas con traumas, relaciones, duelo y dolor crónico. Tiene un doctorado en psicología de consejería de la Universidad de Houston. Asimismo, ha impartido cursos a estudiantes de maestría en la Universidad de Houston. También es autora, conferencista y coach.
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A todos les gustan las bromas, pero cuando hacen una broma sobre ti, es difícil saber cómo reaccionar, responder y continuar divirtiéndote. Mantente tranquilo y toma en consideración la intención del que hizo la broma. Si su intención no fue mala, no tienes razón para molestarte. A menudo la risa es algo automático, pero puedes elegir sentirte ofendido o no. Puedes decidir no molestarte por la broma.
Pasos
Método 1
Método 1 de 4:Considera la intención de quien hizo la broma
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1Asume lo mejor de los demás. Intenta recordar que la mayoría de las bromas solo intentan hacer reír y no tienen ninguna mala intención. A veces, las personas utilizan la forma más fácil para ser graciosas y en ocasiones eso involucra burlarse de alguien. Si hacen una broma sobre ti, intenta recordar que esa persona solo intenta ser graciosa, lo más probable que es la broma tenga más que ver con él o ella en lugar de contigo.[1]
- Es posible que la broma no sea malintencionada, solo que la expresaron de la manera equivocada. Tal vez la persona que la hizo no se dio cuenta de cuán delicado es un tema en especial para ti.
- Algunas personas realizan bromas sobre temas delicados con la intención de mostrar su apoyo hacia aquellos que más lo necesitan o para relajar el ambiente.[2]
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2Considera el contexto. Ten en cuenta el ambiente. Si dijeron la broma de forma desenfadada (sin intención de lastimarte o a alguien más), entonces también puedes reaccionar con la misma actitud. Asimismo, puedes molestar a la persona que te hizo la broma para continuar con el diálogo o sonreír y no darle importancia.
- Mantén las bromas en un tono desenfadado al conversar con el bromista. Ten en cuenta que él o ella solo intenta divertirse y bromear contigo.
- Si hay un trasfondo amenazante o cruel, entonces es mejor que converses con la persona sobre sus bromas inadecuadas.[3]
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3Considera de quién viene. Algunas personas simplemente son bobas o tienen buenas intenciones, pero no son buenas para expresarse. En estos casos, tal vez sea mejor que lo dejes pasar. Es posible que un amigo tenga un humor bastante mordaz. Date cuenta de que esto solo es parte de su humor y de que no quiere lastimarte.
- Todos tenemos algunas características indeseables. Es improbable que un amigo que es excesivamente sarcástico cambie su personalidad de manera drástica, así que no ganas nada con molestarte y posiblemente dañar la relación entre ustedes.
Método 2
Método 2 de 4:Elige tus batallas
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1Perdona los desaires menores que te hagan. Date cuenta de que todos nos excedemos un poco a veces y deja pasar las ofensas menores. Si un amigo se deja llevar por el momento y realiza un comentario despreciativo, perdónalo. Tómalo como un error, asume que lamenta haberlo dicho y supón que cumplirá con compasión y empatía todas sus otras funciones como amigo.[4]
- Si los comentarios inapropiados y las bromas maliciosas continúan siendo un problema, entonces es mejor que lo converses con tu amigo.
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2Sonríe y síguele el juego cuando se traten de bromas inofensivas. Existen unas cuantas situaciones en las que es posible que esta sea la respuesta adecuada, como cuando estés en la escuela y las personas que bromeen no te conozcan bien o no se den cuenta de que te están molestando. A veces, si muestras que sabes aceptar una broma, puedes ganarte el respeto de aquellos que realicen esos comentarios y ganar nuevos amigos por ello.[5]
- Por ejemplo, si alguien derrama agua sobre ti y te pregunta: “¿vas a nadar?”, le puedes responder: “¡caray, justo me olvidé la toalla de playa en casa!”.
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3Ignora las bromas de mal gusto. Las cosas que influencian nuestro sentido del humor varían extremadamente. Nuestra madurez física, estado emocional y circunstancias personales contribuyen a lo que consideramos nuestro sentido del humor. Acepta que tal vez el tuyo es radicalmente diferente del de los demás.[6]
- Ignorar las bromas que no te gusten es una forma fácil de expresar tu desaprobación sin generar una tensión innecesaria.
Método 3
Método 3 de 4:Ríete de ti mismo
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1No te tomes las cosas tan en serio. Date cuenta de que eres humano y te equivocas como todos, y a veces puede resultar muy chistoso.[7] Un poco de humor desenfadado puede ayudarte a alivianar tu punto de vista.
- Si se te hace difícil reírte de una broma que te hagan, intenta verlo desde el punto de vista de un extraño. Repite la broma en tu cabeza, pero esta vez házsela a alguien más, tal vez a alguien que ni siquiera conozcas. Es posible que esto te ayude a no estar tan a la defensiva.
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2Sé el primero en decirlo. Si una persona cuenta algo sobre ti que tal vez hubieras querido mantener en privado, toma el control de tu historia. Interrumpe al bromista, corrígelo o profundiza sobre algunos puntos de la historia y luego termina de contarla. Cabe la posibilidad de que los demás prefieran escucharlo de ti, así que lo más probable es que te presten atención a ti en lugar de al bromista.
- Los momentos vergonzosos te afectan menos si los tomas a broma, así que aprovecha esta oportunidad para deshacerte de algunos sentimientos negativos.
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3Gánale al bromista. Muéstrale que no te molesta la broma por medio de hacer una aún mejor sobre ti mismo. El humor autocrítico es excelente para dispersar la tensión en una situación, ya que hace que sea más fácil relacionarse con esta. Los demás se sentirán más cómodos consigo mismos y la situación al verte reírte de ti mismo.[8]
- Esto hará que la atención de los demás se fije en ti y te ayudará a tomar el control de la situación.
- Una forma fácil de empezar la broma es: “eso no es nada, deberías haber visto cuando yo…”.
Método 4
Método 4 de 4:Pon límites
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1Expresa con tranquilidad cuando hieran tus sentimientos. Al igual que el bromista tiene la libertad de hacer bromas, tú también tienes la libertad de reclamar y discutir las consecuencias. Respira profundo, retírate al baño si lo necesitas y tranquilízate. Luego, explica cuál es el problema de la manera más educada y clara posible.[9]
- Si se tratan de bromas sobre temas inadecuados, puedes decirle al bromista: “por favor, no bromees sobre eso. Es un tema un poco delicado para mí”.
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2No participes en bromas maliciosas a otros. Comprende que también podrían malinterpretar tus intenciones, así que ten cuidado al tomar parte de una broma que podría ser hiriente.[10] Imita el tipo de comportamiento que quisieras que otros adopten.
- Si no estás seguro sobre cómo ser gracioso sin ofender a otros, intenta burlarte de ti mismo. El humor autocrítico ayuda a tranquilizar a los demás y reduce la tensión.[11]
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3Discute con los demás para averiguar cuáles son los temas con los que se puede bromear. Si el tono de la charla se ha vuelto muy negativo o abusivo, haz una pausa en el diálogo. Explícale que sientes que la interacción se ha ido por una dirección problemática y propón reglas para que todo vaya bien. Puedes sugerir cuáles son los temas que no se deben tocar e incluso establecer consecuencias para el que viole los términos del acuerdo.
- Poner un conjunto de reglas cambiará la dirección de la conversación sin arruinar el tono deseado.
Consejos
- Una buena forma de defenderte es sonreír y poner una expresión de ofendido en broma.
- Infórmate sobre las bromas comunes. Estar familiarizado con las bromas te ayudará a sentirte más preparado para ellas.
Advertencias
- Ten en cuenta que a veces es mejor simplemente retirarte de ciertas situaciones. Desafortunadamente, defenderte podría hacer que te molesten aún más si hay un bravucón involucrado.
- Si las bromas tienen la intención de hacerte sentir mal sobre ti mismo, humillarte o hacer que pierdas tu posición social, es posible que te estén intimidando. Conversa sobre tu situación con alguien en quien confíes.
- La mayoría de las personas con síndrome de Asperger puede que no toleren las bromas. Es bueno explicarles este asunto a estas personas para evitar disgustos o situaciones desagradables.
Referencias
- ↑ http://news.stanford.edu/news/2014/august/language-figurative-goodman-080614.html
- ↑ http://www.psychologicalscience.org/index.php/publications/observer/2013/may-june-13/awfully-funny.html
- ↑ http://www.rachelsimmons.com/2010/08/no-offense-but-i-was-just-kidding-dealing-with-mean-jokes/
- ↑ https://www.psychologytoday.com/blog/the-addiction-connection/201409/the-psychology-forgiveness
- ↑ http://www.theemotionmachine.com/psychology-of-laughter
- ↑ http://science.howstuffworks.com/life/inside-the-mind/emotions/laughter6.htm
- ↑ https://www.psychologytoday.com/blog/ambigamy/201405/mastering-the-therapeutic-art-laughing-yourself
- ↑ http://www.inc.com/magazine/201306/eric-markowitz/humor-self-deprecation-leaders.html'
- ↑ http://www.rachelsimmons.com/2010/08/no-offense-but-i-was-just-kidding-dealing-with-mean-jokes/