Muchas de las decisiones que tomas (tanto de forma consciente como inconsciente) afectan tu sentido de seguridad. Para algunas personas, sentirse seguras implica tener un trabajo estable y agradable con un buen sueldo. Para otras, la seguridad involucra la seguridad emocional (como desarrollar confianza en una relación) o sentirse seguras en su propio cuerpo. Aprender a tomar decisiones conscientes puede ayudarte a crear una vida más positiva y segura para ti mismo, tanto en el plano profesional como en el personal.

Método 1
Método 1 de 3:
Desarrollar seguridad emocional

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    Practica la conciencia plena. La conciencia plena es la práctica de observar tus pensamientos y sentimientos para cultivar un conocimiento activo de ti mismo y de tu entorno en el momento presente.[1] Las investigaciones sugieren que practicar la conciencia plena ayuda a sentirte más seguro contigo mismo y tus relaciones con los demás, lo cual a su vez te hace sentir mayor satisfacción general con el paso del tiempo.[2]
    • Trata de respirar de forma consciente. Inhala lentamente mientras cuentas hasta 5, contén la respiración por 5 segundos y exhala lentamente por otros 5 segundos.
    • Céntrate en el momento presente.
    • Cuando la mente empiece a divagar, vuelve a poner tu atención en lo que siente tu cuerpo y la información sensorial que te rodea.
    • Cultivar la conciencia plena requiere mucha práctica y paciencia. Trabaja en ella cada día y, con el tiempo, te sentirás más feliz, más seguro y más en paz contigo mismo.[3]
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    Busca el apoyo de los demás. Buscar el apoyo emocional de las personas que amas y en quienes confías puede crear un enorme sentido de seguridad. Trata de hacer las paces con un amigo con quien te hayas peleado para restablecer esa conexión en tu vida o practica pedir ayuda o consejo a las personas más cercanas a ti para una renovado sentido de comunidad.[4]
    • Comunicarte con los amigos y reavivar una vieja amistad puede recordarte que hay personas en tu vida que te aman y se preocupan por ti.
    • Tener una conversación sincera con alguien cercano a ti puede ayudar a fortalecer tu relación con dicha persona. Asegúrate de enfatizar que amas y apoyas a tu amigo, pareja o familiar y pídeles que hagan lo mismo por ti.
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    Satisface tus necesidades emocionales. Todos tenemos necesidades emocionales que intentamos satisfacer por medio de las relaciones románticas, las amistades y las relaciones familiares. Cada tipo de vínculo ofrece un tipo distinto de comodidad, seguridad y aceptación. Si te sientes emocionalmente inseguro, es probable que una o más de las relaciones principales de tu vida no satisfagan tus necesidades emocionales.[5]
    • Examina con sinceridad las relaciones de tu vida. ¿Alguna vez has sentido que no te quieren o que no se preocupan por ti en dichas relaciones? ¿Te sientes seguro con las personas que te rodean o siempre estás un poco inseguro?
    • Si crees que una de las relaciones de tu vida te provoca una sensación de inseguridad, exprésale tus sentimientos a ese amigo, amante o familiar. Decide qué es lo que esa persona podría hacer de otra manera y ten una conversación honesta pero amorosa respecto a tus necesidades y cómo pueden satisfacerse mejor.
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    Aprende a confiar. Muchas personas se sienten emocionalmente inseguras debido a la falta de confianza. Esto podría deberse a relaciones o amistades pasadas que terminaron mal o podría tratarse simplemente de un miedo arraigado al abandono. Cualquiera que sea la razón para sentir desconfianza, debes reconocer que no puedes ir por la vida sin confiar en los demás. Solo porque algo haya terminado mal una vez (o incluso varias veces), no significa que cada relación o amistad terminará de la misma manera.
    • Pregúntate si tu desconfianza hacia los demás surge de la falta de confianza en ti mismo. Muchas personas proyectan de forma inconsciente sus miedos y emociones negativas en otras personas. ¿Es posible que no confíes en tu pareja debido a que tienes dudas?[6]
    • Muchas veces el centro de tu desconfianza hacia otra persona es la falta de confianza en ti mismo para tomar buenas decisiones. Si quieres ser amigo o amante de alguien, necesitas decidir si estás dispuesto a asumir el riesgo de salir lastimado. Cree en ti mismo y confía en que sabrás qué hacer si se presenta dicha situación.[7]

Método 2
Método 2 de 3:
Tener un sentido de seguridad de uno mismo

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    Deja de compararte con los demás. Una de las cosas más dañinas que puedes hacerle a tu sentido de autoestima es compararte con los demás. Esto se aplica a las comparaciones físicas, por ejemplo, mirar tu cuerpo en comparación con los actores, las actrices o las modelos de los medios de comunicación.[8] Pero también ocurre lo mismo con las comparaciones intelectuales, creativas y profesionales.
    • Encuentra tu propio estilo y reconoce tu propia belleza. Eres un ser único y maravilloso. Pero si comparas tu vida, cuerpo o profesión con los demás, te haces un gran daño a ti mismo.
    • Recuerda que eres el principal responsable de tu propia felicidad y dicha satisfacción personal y amor propio debe surgir del interior. Sé amable contigo mismo y trata de respetarte por la persona que eres en este momento, no por quien aspiras a ser en el futuro.
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    Identifica y modifica tus creencias fundamentales negativas. Todos tenemos un conjunto de creencias fundamentales que definen la idea que tenemos de nosotros mismos dentro del contexto más amplio del mundo. Muchas de estas creencias fundamentales se desarrollan a temprana edad, pero algunas se desarrollan (o pueden modificarse) posteriormente en la vida. Tus creencias fundamentales negativas se construyen a partir de tus experiencias negativas de la vida, expectativas sesgadas o irracionales y autoevaluaciones negativas.[9]
    • Pregúntate si tus experiencias de vida te han hecho a creer que hay algo "malo" contigo y luego cuestiona en qué basas tu sentido de lo "normal".
    • ¿Puedes vincular una persona específica, lugar o evento con cualquier creencia negativa que tienes sobre ti mismo? Si es así, ¿por qué crees que dicha creencia es una verdad absoluta basada en la opinión de una persona o un evento negativo en particular?
    • Pregúntate con honestidad "¿Alguna vez diría las cosas que pienso de mí mismo a alguien más sobre su cuerpo, profesión u opciones de estilo de vida?". Si no dirías algo hiriente a los demás, ¿por qué decírtelo a ti mismo?
    • Examina las pruebas de las creencias negativas sobre ti mismo. ¿En qué se basan realmente dichas creencias y alguna vez ha resultado algo remotamente positivo de aferrarte a dichas creencias?
    • Crea nuevas oportunidades para las experiencias seguras, saludables y positivas que nunca antes hayas tenido. Enfréntate a las situaciones que has evitado anteriormente (siempre y cuando sean seguras) y persevera en los desafíos hasta el final en vez de abandonar tus aspiraciones.
    • Haz cosas agradables para ti mismo que sean seguras, divertidas y que te hagan sentir bien contigo mismo.
    • Trata de ser más asertivo con las personas de tu vida. No seas autoritario, pero deja que escuchen tu voz, pensamientos y opiniones.
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    Reconoce y celebra tus fortalezas. En el caos de la vida diaria, puede ser muy fácil olvidar lo talentoso, fuerte e interesante que eres como persona. Si sufres de baja autoestima, es aún más difícil recordar tus fortalezas. Dedica unos minutos cada día a practicar la autoconciencia de tus fortalezas personales y trata de escribir en un diario para determinar cómo cambia tu autoestima a medida que dedicas más tiempo a celebrarte a ti mismo.[10]
    • Elabora una lista de tus fortalezas. Luego crea otra lista de tus logros. Elabora una tercera lista de cualidades o características que admiras en los demás y que también están presentes en ti (en cualquier medida). Lee estas listas regularmente y trata de escribir un nuevo grupo de listas cada dos o tres semanas. Conserva tus viejas listas y compáralas después de unos meses para ver si algo ha cambiado.
    • Pídele a un amigo cercano, un familiar o tu pareja que elaboren una lista escrita de tus mejores atributos. Pídeles que escriban sobre por qué se preocupan por ti, qué te hace la persona única que eres y qué haces mejor que nadie más. Mantén esta lista contigo en todo momento (por ejemplo, en tu billetera o tu cartera) y léela cada vez que te sientas mal contigo mismo.
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    Cuida bien de ti mismo. Si te sientes inseguro contigo mismo, tal vez no has dedicado mucho tiempo últimamente a atender tus necesidades. Todos tenemos necesidades emocionales y físicas y si no satisfacemos dichas necesidades, tendemos a sentirnos muy mal. Cuida bien de ti mismo todos los días y lo más probable es que te sientas significativamente mejor en tu piel.[11]
    • Dedica algo de tiempo diario a tu higiene personal. Asegúrate de cepillar y limpiar con hilo dental tus dientes todos los días, además de ducharte o bañarte, peinar tu cabello, rasurarte y cortarte las uñas.
    • Lleva una dieta saludable y bien equilibrada. Asegúrate de consumir suficientes vitaminas y nutrientes y evita la comida chatarra.
    • Haz más ejercicio. Busca formas de hacer un poco de ejercicio todos los días, como caminar o montar bicicleta cuando hagas tus trámites en vez de conducir. Además de tu caminata o paseo en bicicleta diario, trata de realizar un ejercicio cardiovascular más intenso tres veces por semana.
    • Vístete con ropa que te haga sentir bien con tu cuerpo. Ya sea que te sientas cómodo en la ropa apretada o en la ropa suelta, averigua en qué te sientes más cómodo y confiado y trata de ponerte dicha ropa lo más seguido posible.
    • Asegúrate de dormir lo suficiente. Dependiendo de la edad, la mayoría de los adultos necesitan dormir entre 7 y 9 horas cada noche.[12]
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    Desarrolla los objetivos SMART. Una buena forma de sentirte más seguro y confiado contigo mismo es cumpliendo tus objetivos. Muchas personas se sienten abrumadas cuando no pueden alcanzar sus objetivos, pero en vez de culparte, considera si tus objetivos son alcanzables o incluso medibles. Los expertos coinciden en que desarrollar objetivos SMART (acrónimo en inglés basado en los adjetivos: específico, medible, alcanzable, orientado a resultados y limitado en el tiempo) puede ayudar a fijarte objetivos significativos que te darán un sentido de propósito y de logro.[13]
    • Específico: sé claro y sencillo a la hora de definir qué es lo que quieres hacer con precisión.
    • Medible: crea objetivos que tengan alguna forma de medirlos. La única manera de saber que estás haciendo un verdadero progreso hacia tu meta es tener una forma de medir dicho progreso.
    • Alcanzable: tus objetivos deben desafiarte un poco, pero al final deben ser algo que puedas cumplir de forma realista.
    • Orientado a resultados: la forma en que mides tu progreso debe ser por medio de tus resultados, no solo por tus actividades. No midas tu progreso simplemente trabajando en tu objetivo, sino más bien mídelo por los logros que has alcanzado en el camino hacia tu objetivo final. Evalúa las "pequeñas" victorias a lo largo del camino.
    • Limitado en el tiempo: ponte un plazo realista. No esperes resultados de la noche a la mañana, pero tampoco te des un año para sacar tiempo para esforzarte. Decide una fecha de realización que sea razonable y realista y sujétate a dicho plazo.
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    Perdónate a ti mismo y a los demás. Mientras vivas en este mundo, lo más probable es que lastimes a alguien y alguien más te lastime en algún momento. Estas ofensas pueden ser intencionales o accidentales, pero a muchas personas les cuesta dejar ir dichos incidentes de su memoria. Sin embargo, reproducir en tu mente una situación que lamentas una y otra vez nunca podrá deshacer el daño causado. Solo te torturarás y te sentirás peor contigo mismo y con los demás.[14]
    • Recuerda que los errores te ofrecen una oportunidad de crecer. Es posible que hieras a los demás o que te hieran a ti, pero lo importante es que aprendas de tus errores y que los demás que te lastimaron también aprendan de sus propios errores.
    • En vez de pensar insistentemente en las cosas que te gustaría haber hecho de otra manera, reconoce lo que te gustaría hacer de forma distinta actualmente. El momento presente es el único momento que puedes cambiar, puesto que no puedes alterar el pasado y el futuro aún no existe.
    • Céntrate ahora mismo en cómo puedes ser la mejor versión de ti mismo y busca formas de hacer realidad dicha versión.
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    Busca cosas por las que estés agradecido. Separa tiempo cada día para reflexionar sobre las personas y las circunstancias que han hecho de tu vida lo que es hoy en día. Evidentemente, no todo nos sale bien todo el tiempo, pero lo más probable es que hayas tenido algunos eventos sorprendentes en tu vida y que hayas conocido muchas personas cariñosas e inspiradoras. Trata de recordar que no serías la persona que eres actualmente si otros no te hubieran mostrado su cariño y si no hubieras nacido en las circunstancias que te tocaron.[15]
    • Nadie tiene una vida perfecta todo el tiempo. De hecho, muchas personas luchan su vida entera. Sin importar lo difícil que sea tu vida, recuerda que hay otras personas que la pasan peor que tú y que dichas personas probablemente admiran tu vida.
    • Sé agradecido por las personas que te han mostrado su amor y te han enseñado cómo amar. Piensa en lo triste y solitaria que sería la vida si no fuera por el amor que los demás te han mostrado, al menos en algún punto de tu vida.
    • Trata de apreciar las cosas pequeñas de la vida. Contempla el amanecer o el atardecer cada día y evalúa el hecho de que hayas vivido para ver otro día; existen muchas personas que no pueden decir lo mismo respecto a este día.

Método 3
Método 3 de 3:
Sentirte seguro económicamente

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    Define lo que esperas alcanzar. ¿Qué significa para ti la seguridad financiera? Si simplemente significa ser rico, es posible que no tengas un sueño realista. Sin embargo, si significa pagar tus deudas, ahorrar para la universidad de tu hijo o ahorrar para tu jubilación, entonces tienes un objetivo final realista hacia el que puedes trabajar.[16]
    • Tener una idea de para qué y por qué quieres ahorrar puede ayudar a mantenerte motivado y bien encaminado.
    • Una vez que tengas un objetivo financiero bien definido, podrás consultar con un asesor financiero para ayudarte a encontrar formas de invertir o ahorrar tu dinero.
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    Evalúa tu situación actual. Si quieres sentirte económicamente seguro, primero es necesario evaluar tu situación financiera actual para determinar qué necesita cambiar (si lo hubiere). Esto empieza con examinar tus finanzas, incluidos tus ahorros y tus gastos.[17]
    • Toma nota de tus ingresos y tus ahorros (si los hubiere).
    • Lleva un registro de tus gastos diarios, semanales y mensuales. Lleva un cuaderno pequeño en tu bolsillo o cartera y escribe cada gasto, lo cual incluye las cosas que compras, las cuentas que pagas y las fechas o los momentos en que realizaste dichos gastos. También debes anotar cómo te sentiste cuando hiciste cualquier compra.
    • Examina los patrones de tus gastos. ¿Tiendes a comprar cosas para ti mismo cuando te sientes triste o estresado? ¿Hay compras que hiciste por puro capricho cuando en realidad no las necesitabas o pudiste haberlas encontrado más baratas en alguna otra parte?
    • Asegúrate de no gastar más de lo que ganas o de lo contrario, terminarás endeudado y te será difícil recuperar tus finanzas una vez que estés lleno de deudas.
    • Busca formas de reducir tus gastos. No es necesario privarte de cada cosa que te hace feliz, pero sí debes fijarte límites. No vayas de compras cada vez que tengas ganas y no hagas compras inútiles que realmente no necesitas.
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    Reduce tus gastos. Algunos gastos como el alquiler, los servicios públicos y las provisiones son inevitables. Pero incluso con estos gastos esenciales, puedes encontrar formas de gastar menos si compras con inteligencia y evitas los gastos innecesarios.[18]
    • Cada vez que compres las provisiones, lleva una lista de compras y limítate a ella.
    • Siempre que sea posible, compra artículos que estén de oferta, genéricos o al por mayor. Esto puede ahorrarte mucho dinero y te dará el mismo producto esencial, pero a una fracción del precio.
    • Trata de comprar cosas de segunda mano siempre que sea posible.
    • Compara precios antes de comprar. Si echas un vistazo a los anuncios (tanto en Internet como en el periódico) lo más probable es que encuentres el mismo producto a un precio más bajo en algún otro lugar.
    • Prepara las comidas en casa. Evita salir a comer lo más que puedas y lleva al trabajo un almuerzo empaquetado y un termo de café todos los días. Esto te permitirá ahorrar mucho dinero y usar ese dinero en otros gastos o para una cuenta de ahorros.
    • Busca entretenimiento gratuito o a bajo costo. En Internet puedes encontrar muchas películas gratuitas o a costos bastante razonables (a través de páginas web legales de transmisión en tiempo real) o visita la biblioteca y pide prestado libros, CD y películas gratuitas.
    • Regula tu termostato durante el día cuando no estés en casa y en la noche mientras duermes. Trata de usar más tu calefacción o aire acondicionado solo cuando estés en casa y despierto. Sin embargo, si tienes mascotas en casa, recuerda que ellos también necesitan una temperatura cómoda durante el día y la noche, aun cuando no estás en casa.
    • No compres cosas a crédito o con una tarjeta de crédito. Ahorra hasta que puedas solventar tus compras y así te evitarás mucho estrés (y deudas) en el proceso.[19]
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    Aumenta tus ingresos. Si trabajas a tiempo parcial, trata de conseguir un segundo trabajo a tiempo parcial o busca uno a tiempo completo. Incluso si trabajas a tiempo completo, aun así puedes encontrar trabajos esporádicos para ganar un poco de dinero adicional. Y si puedes pagar tus cuentas con tu trabajo actual, puedes dedicar tu trabajo extra a tu cuenta de ahorros.[20]
    • Mira la sección llamada “ayuda requerida” en los periódicos o las páginas web de ofertas de empleo.
    • Busca trabajos extra fáciles que no interfieran con tu horario de trabajo. Probablemente encontrarás ofertas de empleo para paseadores de empleos, niñeras o incluso para trabajo independiente.
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    Abre una cuenta de ahorros. Está bien si te lleva tiempo ahorrar dinero. Para la mayoría de las personas, requiere mucha planificación y trabajo duro, pero la recompensa de la seguridad financiera bien vale la pena. Una buena forma de empezar a ahorrar es abriendo una cuenta de ahorros. Puedes empezar con poco, por ejemplo, aparta $20 al mes o cada vez que recibas tu sueldo. Con el paso del tiempo, ese depósito semanal o mensual se acumulará y se convertirá en un ahorro muy importante.[21]
    • Muchas instituciones financieras te permiten realizar una transferencia automática, de modo que una parte de tu sueldo se deposite automáticamente en tu cuenta de ahorros.
    • Algunos bancos ofrecen el programa "quédate con el cambio" (o algo similar), en el cual las compras pequeñas con la tarjeta de débito o en cuenta corriente se redondean al dólar más cercano y el cambio se deposita a tu cuenta de ahorros. Esta es una forma fácil y rápida de acumular tus ahorros sin siquiera notarlo.
    • Evita tocar tus ahorros a menos que sea una verdadera emergencia. Si puedes postergar las compras hasta que recibas tu próximo sueldo, hazlo y deja intactos tus ahorros.

Consejos

  • Nunca dejes que alguien te desanime.
  • Si a veces sientes que la vida es más de lo que puedes manejar, no lo reprimas; desahógate. Escribe lo que sientes, habla con un amigo o acude a un consejero capacitado.
  • Duerme lo suficiente, consume una dieta adecuada y haz suficiente ejercicio. Cuidar de ti mismo es el primer paso para sentirte mejor y más seguro en tu vida.
  • Busca modelos a seguir positivos y trata de ser como la persona que más admiras en el mundo. Pero no traiciones la persona que eres, sino más bien busca formas de incorporar dichos aspectos positivos que admiras a tu propia personalidad.
  • Recuerda que los momentos difíciles vienen y van, pero todo pasa al final. Recurre a las personas que se preocupan por ti y que saben que las cosas mejorarán.

Advertencias

  • Si tus inseguridades te abruman y sientes que no puedes manejarlas, pide ayuda. Habla con un terapeuta para encontrar formas de controlar tu estrés y trabaja para alcanzar un sentido de ti mismo más saludable y más seguro.
  • Tener una autoimagen negativa puede ser muy perjudicial para ti.

Acerca de este wikiHow

Trudi Griffin, LPC, MS
Coescrito por:
Consejera profesional
Este artículo fue coescrito por Trudi Griffin, LPC, MS. Trudi Griffin es un consejero profesional con licencia en Wisconsin especializado en adicciones y salud mental. Brinda terapia a las personas que luchan contra las adicciones, la salud mental y los traumas en entornos de salud comunitaria y práctica privada. Recibió su maestría en Consejería Clínica de Salud Mental en la Universidad Marquette en 2011. Este artículo ha sido visto 42 722 veces.
Categorías: Salud emocional | Adolescentes