Para ganar en el ajedrez, a veces hay que comprender la mecánica del juego. Al aprender a detectar ciertos movimientos y a leer a tu oponente, puedes aprender a proteger a tu rey de forma efectiva, atacar al rey de tu oponente y salir victorioso casi siempre. Esta guía asume que ya sabes los conceptos básicos de jugar al ajedrez. Si apenas estás empezando, haz clic aquí para leer una guía para tus primeras partidas.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Ganar como principiante

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    Comprende el valor de cada pieza y protégela en concordancia. Obviamente, el rey es la pieza más importante en el tablero, ya que pierdes si lo capturan. Sin embargo, el resto de tus piezas no son carne de cañón de las cuales puedas prescindir fácilmente. Con base en la matemática y la geometría de un tablero de ajedrez, ciertas piezas siempre son más valiosas que otras. Recuerda estas clasificaciones al capturar piezas. Por ejemplo, no debes poner una torre de gran valor en riesgo solo para capturar al caballo de tu oponente.
    • Peón = 1 punto
    • Caballo = 3 puntos
    • Alfil = 3 puntos
    • Torre = 5 puntos
    • Reina = 9[1]
    • A veces se refiere a las piezas de ajedrez como el "material". Tener una ventaja material al final del juego puede darte muchas mejores probabilidades de vencer a tu oponente.
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    Comprende los objetivos de un buen movimiento de apertura. Las aperturas de ajedrez son los dos primeros movimientos del juego y determinan tu estrategia y posición general para toda la partida. Tu objetivo al abrir es desarrollar, o mover fuera de los recuadros iniciales, a tantas piezas fuertes como sea posible. Hay varias consideraciones clave en una buena apertura:
    • Mueve tus peones hacia el centro del tablero a la vez que abres tus piezas más fuertes para que te sea más fácil moverte. La vía más común, pero muy eficaz, sería mover el peón del rey 2 espacios hacia adelante y luego mover el de la reina 2 espacios hacia adelante, si no se encuentra en riesgo luego de que el oponente haga su movimiento. Esta abertura desarrollará a los alfiles, aumentará la velocidad del enroque y, con los movimientos adecuados, formará una fortaleza defensiva (pero menos ofensiva).
    • Tus movimientos de apertura también dependerán de si tus piezas son negras o blancas. Debido a que el blanco mueve primero, debes moverte al ataque y tratar de controlar el juego. El negro debe contenerse y esperar un poco más, dejando que el blanco se exponga con un error antes de atacar.
    • Nunca muevas la misma pieza dos veces a menos que se meta en problemas y pueda ser capturada. Mientras más piezas muevas, tu oponente tendrá que reaccionar más a ti.
    • Teniendo estos principios en mente, dale un vistazo a la lista de movimientos de apertura que usan los grandes maestros en los torneos modernos.
    • No muevas demasiado los peones. El objetivo de una buena apertura es desarrollar tus piezas principales de manera eficiente, y mover demasiados peones puede darle a tu oponente una ventaja de tiempo.
    • Procura no mover a la reina demasiado temprano. Muchos principiantes cometen el error de mover su reina muy pronto, pero esto puede dejarla vulnerable a ataques, haciendo que debas moverla de nuevo y perder un tiempo.
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    Piensa 4 o 5 movimientos por adelantado, usando cada uno para montar ataques complicados. Para ganar en el ajedrez, tienes que pensar constantemente unos cuantos movimientos por adelantado, preparando ataques más largos y complicados para ser más astuto que tu oponente. Tu primer movimiento se trata de organizar el resto del juego, llevando a tu primer ataque o controlando determinadas secciones del tablero. La mejor forma para que un principiante aprenda cómo planificar es practicar algunas combinaciones de apertura comunes:
    • El Ruy López es una apertura clásica para sacar a los alfiles y ponerlos al ataque. Mueve el peón del rey dos espacios hacia arriba, luego el caballo a F3 (si eres blanco). Termina moviendo el alfil del rey hasta que esté un espacio frente al peón de tu oponente.[2]
    • La apertura inglesa es una apertura lenta y adaptable. Mueve el peón en C2 un espacio hacia arriba, luego síguelo con el peón en G2 para liberar el alfil del rey (si el negro se mueve hacia el centro) o el caballo de la reina (si el negro se mueve por los lados).[3]
    • Prueba el aventurero gambito de rey. Esta apertura la usan los grandes maestros de Bobby Fisher en adelante y puede desequilibrar a los principiantes a una etapa temprana del juego. Simplemente mueve ambos peones del rey (E2 y F2) dos espacios hacia arriba en el movimiento de apertura. El negro con frecuencia ataca a una etapa temprana, ya que siente que tiene expuesto a su oponente, pero tu pared de peones le causará problemas rápidamente.[4]
    • Prueba el gambito de reina para controlar el centro del tablero. Mueve el peón de la reina a D4, sacando al peón negro hasta D5. El blanco normalmente contraataca llevando el peón del rey a C4. Esta maniobra lleva el juego al centro y abre rutas para que se muevan tu reina y tu alfil.[5]
      • Una buena defensa contra un gambito de reina es la defensa francesa. Si eres negro, empieza moviendo el peón del rey a E6. El blanco normalmente moverá luego el peón de la reina a D4, lo que te permite contraatacar con el peón de tu reina a D5. Ahora has abierto un camino para que tu alfil ataque. Si el blanco captura el peón de tu reina en E6, deja a su rey expuesto, así que es posible que mueva su caballo a C3. Ahora puedes mover tu alfil a B4, clavando al caballo.
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    Prueba el "mate del pastor" de 4 movimientos para ganar el juego casi instantáneamente. Este truco solo funciona una vez por jugador, ya que un jugador de ajedrez experto detectará el movimiento y se saldrá del camino. Dicho esto, el mate del pastor es una gran forma de tomar por sorpresa a un oponente principiante y apoderarte del juego rápidamente.
    • Si eres blanco: mueve el peón del rey un espacio hacia arriba (E7 a E6), el alfil del rey a C5 y la reina a F6 y luego a F2.
    • Si eres negro: mueve el peón del rey un espacio hacia arriba (E2 a E3), el alfil del rey a C4, la reina a F3 y luego a F7.[6]
    • Contraatacar el mate del pastor: saca tus caballos como bloqueos si ves que se está llevando a cabo un mate del pastor. Es muy probable que tu oponente no sacrifique a su reina solo para capturar a tu caballo. La otra opción es usar un movimiento casi idéntico pero, en lugar de mover a tu reina hacia arriba, la dejas en E7 en frente de tu rey.
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    Controla los recuadros centrales para controlar el juego. Tu mayor preocupación al jugar ajedrez es controlar los recuadros centrales, sobre todo los cuatro en el mismo centro. Esto se debe a que puedes atacar a cualquier lugar desde el centro del tablero, lo que te permite controlar el ritmo y la dirección del juego. Por ejemplo, el caballo tiene 8 movimientos potenciales en el centro del tablero pero solo 1 o 2 en los bordes. Hay dos formas generales de hacer esto:
    • El centro respaldado es cuando te mueves lentamente hacia el centro del tablero con varias piezas. Los caballos y los alfiles respaldan desde los bordes, capaces de avanzar y capturar piezas si te atacan. En general, este desarrollo lento es más común.
    • Usar los bordes es un estilo de juego muy moderno que controla el centro desde las afueras. Tus torres, tu reina y tus caballos se mueven hacia arriba por los dos lados del tablero, lo que hace que sea imposible para tu oponente moverse hacia el centro sin que lo capturen.
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    Desarrolla tus piezas una a la vez. Una vez que hayas realizado los movimientos de apertura, es momento de empezar a desarrollar una posición de ataque. Debes darle a cada una de tus piezas el mejor recuadro posible hacia el cual moverse, sacándolas de los recuadros iniciales.[7]
    • A menos que te veas obligado a hacer lo contrario, el mejor método es mover tus piezas una por vez. No muevas la misma pieza dos veces a menos que debas defenderla de un ataque inesperado o hacer un ataque fundamental.
    • Sin embargo, no tienes que mover cada pieza. Avanzar todos tus peones no te ayudará a ganar, ya que esto rompe una línea vital de defensa para proteger a tu rey.
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    Aprende a enrocar. Enrocar es cuando haces saltar al rey sobre una torre, usándola en realidad para formar una pared contra el ataque. Seguirás teniendo una línea de peones por encima del rey, lo que también te protegerá. Esta es una táctica increíblemente efectiva, sobre todo para principiantes que aún estén aprendiendo a jugar. Para hacerlo:
    • Despeja el camino entre tu rey y tu torre moviendo al alfil y al caballo (y posiblemente a la reina). Trata de mantener a tantos peones como puedas en su lugar. Puedes hacerlo en cualquiera de los lados.
    • En el mismo turno, mueve a la torre y al rey al mismo tiempo y, en donde se encuentren, intercambia sus posiciones. Entonces, si enrocas por el lado del rey, terminas con el rey en G1 y la torre en F1.[8]
    • Toma nota de que el rey y la torre no pueden haberse movido una vez antes de enrocar. Si lo hacen, este movimiento ya no está permitido.
    • Parte de lo que te ayuda a ganar en el ajedrez es tu habilidad para leer a tu oponente sin dejar que él te lea a ti. No empieces un movimiento hasta que estés seguro de que sea el correcto.
    • Debes pensar varios movimientos por adelantado en todo momento. Esto significa saber a dónde puede moverse cada una de tus piezas en cualquier situación y poder predecir cómo reaccionará tu oponente a tus movimientos. Esta habilidad no siempre es fácil de obtener y tomará práctica.

Parte 2
Parte 2 de 4:
Ganar como jugador intermedio

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    Observa cuidadosamente los movimientos de tu oponente. ¿Cuáles piezas desarrolla y cuáles lados del tablero prefiere? Si fueras él, ¿qué clase de estrategia de largo plazo planificarías? Una vez que hayas dominado los conceptos básicos de tu propia jugada, deberás adaptarte constantemente a tu oponente. Si se está conteniendo, organizando sus piezas cerca de su lado para un ataque, pregúntate cuál es su objetivo final. ¿Hay formas en las que puedas interrumpir o suspender su plan? ¿Tiene la ventaja y debes ceder terreno y defender algunas unidades para evitar una pérdida grave de material o puedes poner un poco de presión sobre él?
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    Conoce cuándo trocar piezas. Trocar piezas es obvio cuando terminarás con la ventaja material, como ceder a un caballo para obtener a la reina de tu oponente, pero es mucho más complicado cuando trocas piezas similares. En general, no debes trocar piezas en las siguientes circunstancias:
    • Cuando tengas la ventaja en posición, control del centro y desarrollo. Mientras menos piezas haya en el tablero en total, tendrás una menor ventaja y será más fácil que tu oponente se defienda contra ti.
    • Cuando tu oponente esté apretado o atascado en una esquina. Cuando lo tienes encerrado, es más difícil para él moverse o maniobrar muchas piezas, pero una menor cantidad de piezas puede sacarlo del atasco y liberarlo otra vez.
    • Cuando tengas menos piezas que tu oponente. Si tienes más piezas y las ventajas son por lo demás similares, empieza a capturar piezas. Así abrirás más caminos de ataque.
    • Cuando duplicarías tus peones. Un peón duplicado es cuando tienes un peón en frente de otro. Esto hace que ambos sean mucho menos útiles y obstruye tu lado del tablero. Sin embargo, si puedes hacer que tu oponente duplique peones como un efecto secundario de un trueque parejo, este podría ser un movimiento útil.
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    Desarrolla de 5 a 6 movimientos por adelantado cada vez. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero tienes que pensar a largo plazo a fin de ganar partidas de ajedrez con regularidad. Cada pieza debe moverse con tres objetivos comunes en mente. Si mantienes estos puntos en mente, encontrarás que puedes comenzar fácilmente a improvisar planes de movimientos múltiples para ganar el juego.
    • Desarrolla múltiples piezas (torres, caballos, alfiles, la reina) a una etapa temprana y a menudo. Sácalas de sus espacios iniciales para abrir tus opciones.
    • Controla el centro. El centro del tablero es donde se lleva a cabo la acción.
    • Protege al rey. Puedes tener la mejor ofensiva del mundo, pero dejar a tu rey desprotegido es una forma infalible de perder al último minuto.
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    Retén tu ventaja hasta que puedas sacarle el mayor provecho en lugar de apresurarte. El ajedrez tiene relación con el impulso y, si lo tienes, tienes que conservarlo. Si tu oponente está simplemente reaccionando a ti, moviendo piezas fuera del camino con frecuencia y sin poder montar ningún ataque, tómate tu tiempo y ve eliminándolo. Recuerda: puedes ganar un combate y de todas formas perder el juego. No avances si vas a dejarte vulnerable a un contraataque. En cambio, acaba con sus piezas defensoras una a una, toma el control completo del centro del tablero y espera a golpear a tu oponente hasta que realmente le duela.
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    Aprende a clavar piezas. Clavar es cuando atrapas a una pieza o la tomas de rehén, evitando que tu oponente la use sin que pierda la pieza. Esta clase pasiva de guerra es una gran forma de controlar el juego y te ayudará a dominar a tus oponentes. Para hacerlo, observa a dónde puede moverse una pieza. Generalmente, las piezas con opciones limitadas son tu mejor opción. Luego, en lugar de atacar, posiciona tu pieza de forma que podría capturar a la otra pieza independientemente de a dónde se mueva, haciendo que la pieza se vuelva inútil durante un periodo de tiempo.
    • Tomar rehenes es cuando le das a tu oponente la oportunidad de capturar tu pieza. El único truco es saber que puedes capturar a su pieza enseguida. Tu oponente puede capturar tu pieza o no; lo importante es que estás en control.[9]
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    Aprende a bifurcar piezas. Una bifurcación es un movimiento en el cual una pieza ataca a dos o más a la vez.[10] Planificar y ejecutar una bifurcación es una excelente forma de ganar material y ponerte en ventaja. Por ejemplo, si bifurcas al rey y la reina, tu oponente no tendrá más opción que mover su reina, dándote una ventaja que normalmente bastaría para ganar el juego. Al realizar una bifurcación, ten en cuenta los siguientes puntos:
    • La bifurcación se hace con más facilidad usando el caballo, ya que su movimiento inusual te permite atacar a múltiples piezas que se oculten detrás de otras.
    • Intenta bifurcar a las piezas más valiosas. La mejor bifurcación posible es entre el rey y la reina. A esto se le conoce como bifurcación real.
    • Una bifurcación es más efectiva cuando fuerza a tu oponente a reaccionar inmediatamente a ella, como atacando a la reina o poner al rey en jaque.
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    Evalúa cada movimiento objetivamente. Tienes que observar todo el tablero, evaluando cada movimiento posible que tengas. No hagas un movimiento solo porque tengas que hacerlo. En cambio, tómate el tiempo de buscar el mejor movimiento posible en cada turno. Lo que hace que un movimiento sea bueno depende estrictamente del contexto, pero hay algunas preguntas que puedes hacerte antes de cada movimiento para ver si es el adecuado:
    • ¿Estoy más seguro de lo que estaba antes?
    • ¿Voy a exponer esta pieza, el rey u otra pieza importante?
    • ¿El enemigo puede poner mi pieza en peligro rápidamente, haciéndome retroceder y "perder" un turno?
    • ¿Este movimiento pone al enemigo bajo presión para reaccionar a mí?
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    Captura las piezas de tu oponente como una unidad. Debes mantener el control del centro pero también debes atacar como una unidad. Tus piezas son como las partes de una orquesta: cada una sirve un único propósito pero funcionan mejor juntas. Al eliminar las piezas de tu oponente, tienes una mayor oportunidad de poner a su rey en jaque sin una pieza tras la cual esconderse y, al hacerlo con 2 a 3 unidades como respaldo, te aseguras de conservar la ventaja en cuanto al material.[11]
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    Protege a tu reina en todo momento con un alfil o una torre. La reina es la pieza más poderosa en el tablero por algo y rara vez hay momentos adecuados para trocarla por la pieza de un oponente, incluso por su reina. La reina es tu atacante más versátil y tiene que usarse como tal. Siempre protege y respalda a la reina, ya que la mayoría de los jugadores sacrificará prácticamente cualquier pieza (aparte de su propia reina) para capturarla.
    • Las reinas solo alcanzan su potencial completo con respaldo. La mayoría de los jugadores observan instintivamente a las reinas de sus oponentes, así que usa la tuya para forzar a las piezas hacia la línea de tus torres, alfiles y caballos.[12]
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    No cerques a tus alfiles con tus peones. Los alfiles atacan desde un largo alcance y es fundamental usar los dos para controlar el tablero, sobre todo en etapas tempranas del juego. Hay muchas estrategias de apertura que puedes aprender, pero el objetivo general es abrir rápidamente un espacio para que tus piezas de mayor valor se muevan con libertad.
    • Mover tus peones ya sea a D4 o D5 o a E4 o E5 abre un espacio para que tus alfiles se muevan y te ayuda a apoderarte de los recuadros centrales. Saca a los alfiles pronto y usa su largo alcance a tu favor mientras desarrollas a la torre y a la reina.[13]

Parte 3
Parte 3 de 4:
Ganar como un jugador avanzado

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    Piensa en todo el juego a partir de los movimientos de apertura. Generalmente se considera que una partida de ajedrez tiene tres etapas, todas las cuales están profundamente vinculadas. Los mejores jugadores de ajedrez siempre están de 10 a 12 movimientos por delante en su cerebro, desarrollando de 3 a 4 estrategias simultáneamente dependiendo de los movimientos de su oponente. Saben que los movimientos y las piezas que se trocan en las etapas tempranas afectarán profundamente el final del juego y planifican en concordancia.
    • Apertura: aquí es donde estableces el tono del juego. Tus primeros 4 a 5 movimientos desarrollan muchas piezas rápidamente y empiezan a pelear por el centro del tablero. Puedes ir a la ofensiva, llevando la pelea hacia tu oponente, o a la defensiva, conteniéndote y esperando a que tu oponente dé el primer paso.
    • El juego mental: esto existe simplemente para establecer tu final del juego. Trocas piezas, tomas el control del centro del tablero y estableces 1 a 2 líneas de ataque que puedas poner en marcha en cualquier momento. Un sacrificio puede ser beneficioso, pero tienes que saber cómo el perder una pieza afecta tus posibilidades de ganar al final del juego.
    • El final del juego: solo quedan unas cuantas piezas y todas son increíblemente valiosas. El final del juego parece ser la etapa más dramática pero en realidad la mayor parte del trabajo ya se ha hecho. El jugador que "ganó" el juego mental y terminó con el mejor material debería concluir con un jaque mate.
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    Elige alfiles en lugar de caballos en el final del juego. Al principio, los alfiles y los caballos están aproximadamente equiparados en fuerza. Sin embargo, en el final del juego, los alfiles pueden moverse rápidamente a través de todo el tablero, el cual para este punto está mucho más vacío, mientras que los caballos siguen siendo lentos. Recuerda esto al trocar piezas. El alfil puede no ser tan útil a corto plazo pero será una ventaja al final.
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    Utiliza la fuerza en la cantidad de tus peones en un tablero vacío. Los peones pueden parecer inútiles pero son piezas cruciales a medida que el juego llega a su fin. Pueden respaldar a piezas más fuertes, moverse hacia arriba del tablero para crear presión y son un maravilloso escudo para tu rey. Sin embargo, este beneficio se pierde si empiezas a duplicarlos a una etapa temprana (colocar dos peones en la misma línea vertical). Mantén tus peones juntos y deja que se respalden unos a otros horizontalmente. En donde queden muy pocas piezas en el tablero, un empujón hacia arriba para atacar a una reina puede hacerte ganar el juego.
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    Conoce cuándo presionar para que la partida quede en tablas. Si tienes poco material y sabes que no tienes una posibilidad de obtener un jaque mate con lo que te queda, es momento de presionar para que la partida quede en tablas. En el ajedrez competitivo, tienes que darte cuenta de cuándo has perdido la posibilidad de ganar (si solo te quedan un rey, un peón y tal vez 1 o 2 piezas más, si tu oponente te tiene en fuga, etc.) y, en su lugar, debes apuntar a que la partida quede en tablas. Hay varias formas de reducir tus pérdidas y obtener una partida en tablas, incluso cuando las cosas parecen imposibles:
    • El jaque perpetuo es cuando fuerzas a tu oponente a una posición en la que no puede evitar entrar en jaque. Nota: en realidad no lo tienes en jaque mate sino simplemente lo tienes en una posición en la que no está en jaque, pero no puede moverse de una forma que no lo ponga en jaque. Esto se realiza con frecuencia junto con un último intento de ataque al rey, dejando al oponente atrapado entre el ataque y la defensa.
    • Ahogado: cuando un rey no está en jaque, pero no puede moverse sin entrar en jaque. Debido a que un jugador no puede entrar en jaque voluntariamente, la partida queda en tablas.
    • Repetición o movimientos inútiles: si han ocurrido 50 movimientos sin que una pieza sea capturada o un jugador entre en jaque, puedes pedir que la partida quede en tablas.
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    La regla de los cincuenta movimientos. Si se han producido 50 movimientos sin que ninguna pieza haya sido capturada o que se haya movido un peón, puedes solicitar un empate.
    • Falta de material: hay unos cuantos escenarios en donde ganar es físicamente imposible:
      • Solo hay dos reyes en el tablero.
      • Hay un rey y un alfil contra un rey.
      • Hay un rey y un caballo contra un rey.
      • Hay un rey y dos caballos contra un rey.[14]
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    Practica algunos problemas de ajedrez en tu tiempo libre. Puedes incrementar ampliamente tus habilidades en el ajedrez sin tener que enfrentarte nunca a un oponente. Los problemas de ajedrez son tableros de muestra que te piden que realices un jaque mate con solo 1 o 2 movimientos. Puedes practicar en cientos de ellos en libros, contra cualquier computadora (la de Windows 7 tiene más de 10 niveles) o en línea y, con el tiempo, empezarás a aprender muy buenas posiciones para las piezas y modos de ataque inesperadamente furtivos. Si bien es más probable que nunca veas esas situaciones exactas en el tablero, los problemas de ajedrez desarrollan tu habilidad para ver todos los ángulos potenciales de ataque y la mejor forma de organizar tus piezas.[15]
    • Busca en línea conjuntos de problemas o saca un libro de estrategia en el ajedrez de la biblioteca, ya que todos ellos tendrán problemas de práctica.

Parte 4
Parte 4 de 4:
Ganar como un jugador muy avanzado

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    Aprende a atacar. Por más extraño que pueda parecer, atacar es una excelente forma de ganar más juegos. Tiene un enorme efecto en tu oponente y puede hacerlo sentirse nervioso.
    • Intenta detector los errores de tu oponente. Si crees que tu oponente cometió un error, comienza el ataque.
    • Ataca a sus piezas, abre la posición e intenta atacar con cada movimiento. Te será más fácil hacerlo con más práctica.
    • Si no hay más movimientos de ataque, mejora tu posición y ataca nuevamente en los próximos movimientos.
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    Confunde a tu oponente. Si tu oponente está confundido, se frustrará y sentirá que nada funcionará. Existen muchas formas de hacerlo:
    • Realiza un movimiento inesperado. Por ejemplo, si tu oponente espera que juegues un movimiento en particular, determina si puedes jugar algo más. Desde luego, no realices un movimiento si es malo, pero busca buenos movimientos inesperados.
    • Complica la posición. Aumenta la tensión, no intercambies piezas y procura obtener más contacto con las piezas. Si bien esto puede confundirte, con la práctica, se volverá más natural y podrás ganar juegos.
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    Aprende el principio de 2 debilidades al final del juego y en el medio juego tardío. Esto se da cuando atacas 2 debilidades en lados opuestos del tablero. Por ejemplo, puedes atacar a un peón débil en un lado e intentar promover un peón pasado en el otro.
    • Si no hay debilidades, debes crearlas. Comienza con una pausa de peón (cuando mueves tu peón cerca del peón enemigo) e intenta prever lo que hará tu oponente.
    • Asegúrate de que tus piezas sean de utilidad.
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    Prevén los planes de tu oponente. Esta técnica puede encontrarse en muchos libros y es un clásico para vencer a jugadores de nivel experto. Se llama profilaxis.
    • Para impedir los planes de tu oponente, primero descubre cuáles son. Piensa en lo que jugarías si fueras él.
    • Después de determinar un buen plan, busca una forma de impedirlo. Procura ser lo más activo posible mientras lo haces.
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    Revisa los principios básicos, reglas y formas de jugar de vez en cuando. A veces, quedarte atascado en técnicas de alto nivel puede hacerte olvidar el conocimiento más importante del ajedrez: el que aprendes al comenzar.
    • Toma apuntes durante las clases de ajedrez. Más adelante, podrás repasar lo que aprendiste durante la lección.
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    Busca a un entrenador de alto nivel o élite para que te entrene. Esto es esencial si eres un jugador avanzado. Opta por los grandes maestros y maestros internacionales para que te entrenen a un nivel avanzado. Busca a alguien que tenga mucha experiencia.
    • Escucha a tu entrenador. Si tu entrenador te dice que realices alguna estrategia, hazlo. Tiene experiencia en esta área y conocen la forma correcta de hacerlo..

Consejos

  • Muévete hacia adelante en grupos. Si debes salir a atacar, ten un plan para reorganizarte.
  • Puedes jugar determinados juegos en línea que te darán pistas sobre cómo moverte. Presta atención a estas pistas, ya que serán valiosas al jugar de forma competitiva.
  • Cuando estés listo, juega en torneos o en un club de ajedrez. Esto puede darle un empujón a tus habilidades a la vez que te da una calificación oficial de ajedrez.
  • Conoce las calificaciones de cada pieza y úsalas para ayudarte. Por ejemplo, una torre vale 5 puntos mientras que un alfil vale 3. Puede ser beneficioso sacrificar a tu alfil a fin de obtener la torre de tu oponente.
  • Revisa antes de capturar piezas "libres". Tu oponente puede estar sacrificando esa pieza de forma que luego pueda obtener una más poderosa o causar una distracción para avanzar.
  • ¡Está bien si no ganas! ¡Toma mucha, mucha práctica volverte un profesional!
  • No sacrifiques a la torre por un alfil o un caballo.

Advertencias

  • No uses trucos bajos como el jaque mate de cuatro movimientos. Si tu oponente sabe sobre estos trucos, tienes una gran posibilidad de perder.
  • Nunca pongas en riesgo a tu rey; es la pieza más valiosa en el tablero.

Cosas que necesitarás

  • Personas contra las cuales jugar o un programa de computadora
  • Tablero y piezas de ajedrez
  • Opcional:
    • libros de ajedrez
    • Un tutor en persona o en línea para ayudarte a perfeccionar tus habilidades
    • Un programa de ajedrez en línea, descargable o predeterminado
    • Una membresía regional o internacional de ajedrez
    • Un club de ajedrez en donde practicar

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Categorías: Ajedrez