Los libros son objetos bonitos, pero ocupan mucho espacio. Puedes aprender a guardarlos correctamente si quieres hacerlo de una manera más elegante. Escoge un método de almacenamiento que se adecúe al tipo de libros que tienes y aprende a organizar, limpiar y cuidar tu colección.

Método 1
Método 1 de 3:
Proteger los libros

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    Guarda los libros a largo plazo en contenedores de plástico. Si tienes tantos libros que no sabes qué hacer con ellos, el mejor lugar para guardarlos es en cajas o tubos de plástico opacos que puedas cerrar y guardar en un lugar fresco. Esto te permitirá proteger los libros del sol, los roedores y otros problemas. Además, son fáciles de apilar en un lugar apartado. Esta es una buena opción si no necesitas consultar los libros de manera regular.
    • La mayoría de los vendedores ofrecen todo tipo de cajas de almacenamiento de distintos tamaños. Escoge opciones relativamente pequeñas que no tengan más de 30 x 30 cm (10 x 10 pulgadas). De lo contrario, serán demasiado pesadas al colocar los libros.
    • Guarda los libros en cualquier lugar donde la temperatura se mantenga constante y lo suficientemente fresca. Los áticos y los garajes son buenas opciones en ciertos climas. Las cajas plásticas de poliuretano protegen adecuadamente los libros de los insectos o roedores que podrían morderlos.
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    Encuentra un lugar apropiado para guardar las cajas con los libros. ¿Tienes más libros que estantes? Puede ser difícil encontrar un lugar para todos esos libros viejos. Sin embargo, esto puede ser más sencillo si aplicas técnicas de almacenamiento adecuadas.
    • Guarda las cajas debajo de la cama, en el fondo de un armario o en el sótano. Procura almacenarlas en un lugar cerrado, en caso de ser posible. Un ático abierto, un cobertizo o un garaje pueden sufrir cambios drásticos en la temperatura, lo que puede afectar la encuadernación y el papel.
    • Considera la posibilidad de rentar un espacio en tu ciudad para guardar tus libros. Un servicio de almacenamiento con una temperatura estable puede ser una buena opción si tienes muchos libros o cajas viejas, mientras que un garaje exterior estará bien para los libros de bolsillo viejos.
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    Conserva los libros en habitaciones con un bajo porcentaje de humedad. Los libros pueden deformarse en climas muy cálidos. Lo ideal es mantener una humedad relativa de alrededor del 25 %. La humedad hace que la encuadernación y las páginas se deformen y el papel se doble, estropeando los libros. Lo ideal es que conserves los libros que quieres almacenar a largo plazo en una habitación con un clima controlado y con un nivel de humedad de aproximadamente el 35 %. La buena circulación de aire seco también es buena para los libros.
    • La mayoría de los libros pueden conservarse en buen estado con un nivel de humedad inferior al 50 o 60 %, pero, en el caso de los libros raros o muy valiosos, procura que no supere el 35 % en un lugar cerrado. Sin embargo, es importante conservar este tipo de libros en un lugar con un porcentaje de humedad lo más bajo posible si realmente quieres protegerlos.
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    Mantén los libros alejados de las fuentes de calor directo. Los libros almacenados suelen deformarse si están cerca de los conductos de calefacción, los artefactos o electrodomésticos que liberan calor y cualquier otra fuente similar. Para evitar ese problema, guárdalos en un lugar con una temperatura relativamente fresca. En la mayoría de los climas, una temperatura promedio de 15 a 24 °C (60 a 75 °F) es ideal.
    • Cambia los libros de lugar para asegurarte de que unos no estén más expuestos que otros a la distribución del calor en una habitación en particular y para garantizar su seguridad.
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    Reduce la exposición directa a la luz. Una luz suave no afectará realmente la calidad de libros. Sin embargo, la luz solar directa y fuerte blanqueará y dañará la encuadernación y afectará la calidad del papel. Las habitaciones donde guardes los libros deben permanecer en la oscuridad, y las ventanas deben tener persianas para protegerlos.
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    Guarda los libros en sentido horizontal o vertical. La mejor forma de almacenarlos es de manera horizontal sobre el lomo o en sentido vertical sobre su parte “trasera” (su borde inferior). De esta forma, será más fácil leer el lomo del libro al guardarlo de manera vertical. De hecho, están diseñados para organizarse de esta forma, y se apoyan entre sí para una mayor estabilidad y seguridad.
    • Jamás guardes los libros con la encuadernación o el lomo apuntando hacia arriba. Esto romperá la “articulación” y perjudicará su vida útil.
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    Protege los libros de los gusanillos de libros. Ciertos tipos de pegamento de encuadernación y papeles son un aperitivo muy delicioso para las cucarachas, los lepismas, distintos tipos de escarabajos y otros insectos.[1] En la mayoría de las condiciones, no tendrás que preocuparte demasiado por proteger los libros contra una posible plaga, pero siempre es una buena idea no dejar migajas o restos de comida en la habitación donde guardas los libros para mantener alejados a los insectos.
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    Guarda los libros más raros y valiosos en fundas personalizadas. Los libros muy raros o aquellos que desees proteger de posibles plagas se deben guardar en fundas plásticas. Por lo general, puedes encontrarlas en tiendas especializadas en libros raros y en distintos tamaños que se adecúen al volumen específico que tengas.[2]
    • Si descubres que ciertos insectos han atacado algunos de tus libros, lo mejor será ponerlos en una bolsa plástica en el congelador durante algunas horas para eliminar los bichos y limpiarlos meticulosamente. Lee la siguiente sección para más información acerca de la limpieza correcta de los libros.
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    Considera buscar un restaurador o curador de libros para las obras más raras y especiales. Si tienes primeras ediciones o libros muy raros que realmente quieres proteger, considera la posibilidad de buscar la ayuda de un profesional para que cuide los libros por ti.[3] Un museo, una biblioteca o un coleccionista privado de libros especiales pueden ser mejores opciones de almacenamiento que un garaje.
    • Existen bibliotecas nacionales que recuperan obras de un gran valor histórico y artístico, y cuentan con una variedad de restauradores que puedes contactar para guiarte en el proceso de mantenimiento y preservación.[4]
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Método 2
Método 2 de 3:
Limpiar los libros

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    Lávate y sécate las manos antes de tocar los libros. El principal enemigo de los libros es la suciedad y el aceite natural de las manos.[5] A la hora de manipularlos, asegúrate de lavarte las manos con agua caliente y jabón, y secarlas cuidadosamente antes de tomar, hojear o limpiar los libros.
    • Usa guantes de látex al tocar libros muy viejos con carpetas de cuero. Jamás comas o bebas cerca de los libros antiguos que quieras proteger.
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    Desempolva regularmente la sala donde guardes los libros. Es importante limpiar los libros de manera regular para evitar la acumulación de polvo. Por lo general, a menos que se ensucien mucho, quitar el polvo y conservar una buena temperatura y un ambiente estable deben ser suficientes para mantener su limpieza a largo plazo.
    • Comienza a desempolvar al retirar todos los libros de los estantes y limpiarlos bien. Asegúrate de quitarles el polvo y limpiarlos antes de volver a colocarlos en los estantes.[6]
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    Limpia los libros con un paño magnético o libre de pelusas. La mejor forma de limpiar los libros más antiguos es usar un paño de microfibra que absorba la suciedad en sus fibras. Este tipo de tela absorberá y eliminará completamente el polvo y no lo removerá, como sucede con un plumero. Por lo general, podrás comprarlo en cualquier tienda de artículos para el hogar.
    • No uses agua u otros solventes para limpiar los libros. Si tienes un libro muy raro que se ha ensuciado, acércaselo a un vendedor de libros local para consultar acerca de los métodos de restauración. La limpieza de la mayoría de los libros implica únicamente desempolvarlos con suavidad.[7]
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    Limpia los libros desde arriba hacia abajo. Si has guardado los libros en sentido vertical en un estante, la mayoría tendrá suciedad únicamente en la parte superior de la portada o de la encuadernación. Por lo general, la parte inferior estará limpia. Por lo tanto, comienza a limpiarlos suavemente desde arriba con un paño magnético para eliminar el polvo.
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    Usa una aspiradora de mano para las articulaciones del libro. Si los libros tienen mucho polvo, una pequeña aspiradora o un accesorio pequeño para una aspiradora común te ayudarán a eliminar suavemente el polvo de la parte superior de la articulación de la encuadernación. Aspira la parte superior de los libros mientras están en los estantes para eliminar la mayor parte del polvo antes de limpiarlos con un paño de manera individual. Esta puede ser una buena manera de limpiar la mayor cantidad al principio.
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    Aspira la habitación de manera regular. La mayor parte del polvo de una sala se encuentra en el piso. Si bien es importante limpiar los estantes, prestarle atención a la limpieza de la habitación de manera regular te ayudará a mantener los libros en buenas condiciones. Aspira y friega los pisos al menos una vez por semana, en el caso de que los libros se encuentren en un lugar muy transitado para evitar tener que limpiarlos más a fondo.
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Método 3
Método 3 de 3:
Presentar los libros

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    Escoge un estante adecuado. La forma más organizada, segura y efectiva de guardar los libros son los estantes diseñados para este propósito. Esta es una opción limpia, accesible y permite revisar rápidamente los libros que tienes. Están disponibles en la mayoría de las tiendas de artículos para el hogar y siempre son una buena opción.
    • La madera natural, pretratada y la chapa metálica son las mejores superficies para almacenar libros. La pintura sintética u otros productos químicos de ciertos estantes pueden adherirse a la encuadernación o el papel, lo cual afectará la calidad del libro.[8]
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    Organiza los libros en cajas apiladas. Una forma más extravagante y original de almacenar y acceder a los libros es colocarlos en cajas de madera apiladas. Las cajas de leche viejas u otro tipo de cajas de distintos tamaños se pueden reutilizar y apilar en distintos patrones para que quepan en el espacio disponible.
    • Coloca las cajas de costado, en vez de apilarlas una encima de otra. De esta forma, podrás colocar los libros como en un estante. Además, te resultará más fácil tomarlos y leerlos.
    • Crea tu propio estante. Las cajas permiten organizar los libros de acuerdo a su temática. Por ejemplo, puedes guardar los libros de cocina en una caja, las novelas en otra y, en caso de ser posible, colocarlas en espacios o salas adyacentes. Además, son fáciles de mover.
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    Guarda los libros infantiles en contenedores temáticos instalados en la pared. Una idea creativa para almacenar los libros para niños es comprar o diseñar una caja de madera con forma de animal, dinosaurio o cualquier otro tema infantil y colgarla en la pared. Coloca pequeños estantes o cestos donde puedas guardar los libros a una altura adecuada para los niños. Esta es una excelente opción para alegrar la habitación de un niño y organizar sus libros.
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    Guarda los libros según su temática. Si tienes muchos libros, una de las formas más fáciles de organización es clasificarlos por género. Conserva todas las novelas en un mismo lugar, así como también los libros de no ficción y otros géneros. Guárdalos con la precisión que desees.
    • Puedes subdividir los libros en clasificaciones más específicas. Por ejemplo, en la sección de los libros de historia, puedes colocar juntos aquellos que aborden temas bélicos, separándolos de otros géneros, como historia europea u otros subgéneros.
    • Si no tienes muchos géneros diferentes, puedes dividir los libros en dos categorías amplias: recreativos y de estudio. Coloca todos los libros viejos de la escuela en otro lugar.
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    Organiza los libros de acuerdo a su tamaño y forma. ¿Quieres que tus libros se vean hermosos en el estante? Agrúpalos por tamaño y forma para mantener los estantes, las pilas o las cajas organizados. Mantén los libros más altos y delgados con otros similares, y agrupa todos los que sean más compactos y cortos.
    • Además de que se verá más bonito y organizado, tus libros tendrán un mejor soporte al apilarse sobre libros de un tamaño similar. Esto te ayudará a estabilizar las tapas y las articulaciones.
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    Ordena los libros de manera alfabética. Si sueles pensar de forma lineal, quizás te resulte más útil organizar los libros por orden alfabético para encontrarlos más fácilmente. Esto puede dar un aspecto un poco caótico en los estantes y terminarás agrupando libros diferentes, pero siempre los encontrarás en orden alfabético.
    • Guarda los libros por título o por el apellido del autor al organizar los libros por orden alfabético. Por lo general, es más fácil recordar los títulos, pero también tendrás muchos que comiencen con “El” o “Un”, lo cual puede ser confuso.
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    Guarda los libros por color. Si tienes buen ojo para el diseño, esta puede ser una excelente forma de darle a tu habitación un toque de color especial y hacer que los estantes se destaquen. Agrúpalos de acuerdo al color de la encuadernación y colócalos en los estantes para crear un sutil degradado de un color a otro.
    • Consulta la rueda de colores para poder elegir los adecuados para la decoración de espacios interiores, incluyendo los libros.
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Advertencias

  • Limita la cantidad de libros que colocas en cada caja si tienes problemas de espalda.
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Acerca de este wikiHow

Caitlin Jaymes
Coescrito por:
Organizadora de guardarropas y estilista de moda
Este artículo fue coescrito por Caitlin Jaymes. Caitlin Jaymes es una organizadora de moda y estilista que reside en Los Ángeles, California. Con experiencia en relaciones públicas de moda y diseño de moda, se especializa en crear vestuarios para sus clientes usando prendas que ya poseen. Tiene experiencia trabajando con celebridades, sesiones editoriales, además de hombres y mujeres de todas las edades. Caitlin utiliza la moda y organización para inculcar e influir en la confianza, la ambición y los estilos de vida libre de estrés para todos sus clientes. Dirige su empresa con base en dos principios influyentes: “la moda no tiene reglas, solo orientación sobre cómo lucir y sentirte mejor” y “la vida tiene demasiados factores estresantes, no dejes que el desorden sea uno de ellos”. Su trabajo ha aparecido en HGTV, The Rachael Ray Show, VoyageLA, Liverpool Los Angeles, y el Brother Snapchat Channel. Este artículo ha sido visto 18 081 veces.
Categorías: Libros
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