Las amistades son una de las más importantes y beneficiosas relaciones que puedes tener en la vida. A diferencia de los familiares, a quienes no puedes elegir, puedes lograr tener unos amigos que tengan unas historias diferentes y unos intereses diferentes. Los buenos amigos te brindan un reconocimiento y una sensación de pertenencia, además de un compañerismo. Asimismo, te ofrecen apoyo durante los momentos estresantes, mejoran tu confianza en ti mismo e influencian en tu estilo de vida.[1] Aprende cómo desarrollar y mantener unas amistades cercanas al disponerte a conocer a nuevas personas.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Conocer a unas personas nuevas

  1. 1
    Pregúntate qué significa una amistad cercana para ti. La respuesta a esta pregunta puede diferir según cada persona, y no existe una respuesta correcta o equivocada. Al contrario, se basa en tus preferencias personales. Algunas personas desean tener unas amistades con unas personas que hayan experimentado unas situaciones o unas dificultades similares. Otras personas ansían tener amigos que tengan los mismos valores fundamentales que ellas.[2] Por lo general, existen cuatro elementos que suelen juntar a las personas y formar unas amistades cercanas.[3]
    • Los intereses en común, como los pasatiempos, las actividades en común, las pasiones, etc.
    • La historia, como unos pasados y unas circunstancias en común.
    • Los valores en común, como los ideales de cómo vivir la vida.
    • La igualdad, como un equilibrio en los intercambios.
    • Decide qué combinación de estas preferencias es más importante para ti. Al hacerlo, puedes aprender qué lugares o situaciones pueden ayudarte a fomentar unas nuevas amistades. Por ejemplo, si te importa la historia y tienes dificultades con la ansiedad social, podrías relacionarte bien con una persona en tu grupo de apoyo, quien haya superado esta condición en el pasado.
  2. 2
    Explora un nuevo interés. Cuando te inscribes en una lección en la que todas las personas aprenden algo nuevo, la presión para desempeñarte desaparece. Aprender una nueva habilidad puede ser intimidante, como aprender a hacer alfarerías o jugar golf, pero aprender con otras personas puede ayudarte a forjar unas nuevas relaciones.[4]
  3. 3
    Sé activo. Saca a pasear al perro, juega al Frisbee o kickball con tus hijos, ve a correr por el vecindario, únete al gimnasio y participa en unas clases para ponerse en forma en grupo. Realizar una actividad física regular es una manera maravillosa de mejorar tu salud física y establecer unas nuevas amistades.
    • Por ejemplo, deja que tu perro te guíe si lo sacas a pasear por el parque. Si demuestra interés en otro cachorro, puedes utilizar esta oportunidad para iniciar una relación con el dueño del otro perro. Pregúntale si su mascota es amigable, lo que le gusta hacer para divertirse o lo más extraño que se haya comido. Piénsalo, ya sabes que al menos tienen un interés en común al amar a los animales.
  4. 4
    Participa en un servicio a la comunidad. Desde luego, uno de los mayores impactos de hacer voluntariado es beneficiar a la comunidad local. El simple hecho de dar una hora más o menos de tu tiempo cada semana puede hacer que un área sea un lugar mejor para vivir. Asimismo, el voluntariado en una actividad recíproca ya que das y recibes. Te eyuda a fortalecer tus vínculos con la comunidad, te relaciona con las personas por medio de una actividad en común e incluso puede incrementar una relación existente.[5]
  5. 5
    Participa en las actividades espirituales. Comprender tu propósito y rol en el universo o con un poder mayor hace naturalmente que te sientas menos solo. Además, ponerte en contacto con tu lado espiritual puede conducirte a tener unas nuevas amistades. Visita una iglesia, un centro de oraciones, un retiro o una clase de meditación o yoga que se base en los principios espirituales que valores.
    • Comienza una conversación con una persona que veas con regularidad acerca de sus creencias espirituales y fíjate a dónde va.
    • Invita a los miembros de tu grupo espiritual o religioso a unirse a un club de libros dedicado al desarrollo espiritual o personal.[6]
  6. 6
    Aprovecha las interacciones a donde sea que vayas. Algunas veces, los amigos se encuentran por coincidencia. Podrías toparte con un gran amigo potencial en la tienda de mascotas o en la cola de espera en una cafetería. Abre tus ojos ante todas las posibilidades para desarrollar unas nuevas relaciones y que estén en frente de ti a diario.
  7. 7
    Acepta las invitaciones y extiéndelas. Si eres una persona tímida, podrías decir "No" frecuentemente a las invitaciones a unos eventos sociales debido a que te preocupas por avergonzarte o porque no conoces a nadie. Sin embargo, decir "No" podría causar inadvertidamente que las personas dejen de invitarte con el tiempo. Comienza a decir "Sí" a estas invitaciones, y podrías hacer un nuevo amigo.[7]
    • Si notas a alguien en el trabajo o tu clase y crees que podrían congeniar, invítalo a tomar un café o a comer un helado. Asimismo, devuelve el favor al invitarlo a hacer algo la próxima vez cuando te invite a hacer una actividad.
    • Incluso las invitaciones en línea para ser amigos pueden conducir a unas relaciones duraderas y satisfactorias. Exponerte a las amistades virtuales puede ser tan gratificante como las relaciones presenciales. Es más, si tus amigos virtuales son de la de la localidad, cuando te sientas listo, puedes reunirte con ellos y hacer que la relación que tienen en línea se dé fuera de esta.[8] Solo utiliza el buen criterio cuando compartas tu información personal.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Evaluar las amistades potenciales

  1. 1
    Piensa en cómo esa persona hace que te sientas. Si esperas forjar unas amistades cercanas, no te preocupes por las características externas, como la manera en que la persona se ve o la cantidad de dinero que tiene. En lugar de ello, indaga más y presta atención a las señales internas de una relación saludable. Pregúntate lo siguiente acerca de un amigo potencial:[9]
    • ¿Me siento a salvo con esta persona?
    • ¿Puedo ser yo mismo en presencia de ella o tengo que tener cuidado cuando estamos juntos?
    • ¿Me trata con respeto?
    • ¿Apoya mis ideas y objetivos?
    • ¿Puedo confiar en ella?
    • ¿Es muy crítica conmigo?
    • ¿Da por sentado mi amabilidad?
  2. 2
    Considera los hábitos de tus nuevos amigos. Los buenos amigos pueden desalentar tu participación en unos hábitos poco saludables para tu vida, como beber excesivamente.[10] Sin embargo, también se puede dar lo contrario. Los amigos pueden impactar nuestras decisiones e incluso persuadirnos inconscientemente a adquirir unos hábitos poco saludables.
    • En un estudio de la Universidad de Liverpool, cuando una persona ordenó una bebida alcohólica, el 80 % de las veces, su amigo la seguía. Este último incluso igualaba la gran cantidad que su amigo debía, sin si quiera saberlo.[11]
    • Si un amigo potencial tiene unos hábitos poco saludables o influencia negativamente en tu vida, podrías tener que evaluar el valor de esa amistad. Si bien es cierto que el beber podría no ser una característica definitiva para dañar una nueva amistad, la adicción a las drogas o una actividad delincuencial pueden ser las señales de alarma para alejarte de una relación reciente.
  3. 3
    Determina si la persona está comprometida con la amistad. Profundizar y mantener una relación requiere de un cariño y una atención contínuos.[12] Por ello, una amistad satisfactoria puede exhibir que se dé y reciba un tiempo, una atención y un esfuerzo.
    • El dar y recibir en una amistad podría no ser siempre igualitario. Por ejemplo, tu amigo podría estar muy estresado por el divorcio de sus padres y requerir más apoyo por un tiempo.
    • Sin embargo, si la amistad no siempre es recíproca, y das constantemente todo de ti o actúas en contra de tus propias necesidades o tus propios valores, esta podría no ser una amistad que deberías seguir teniendo.[13]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Mantener unas amistades

  1. 1
    Llama a esa persona o pasa el tiempo con ella de modo regular. Una buena forma de incrementar una relación con alguien es manteniéndose en contacto. Demuestra interés en la vida de tus amigos potenciales al llamarles, visitarles o comunicarte con ellas durante la semana, en especial durante los primeros meses de la amistad.[14]
    • A pesar de que debes esforzarte por pasar un tiempo con tus amigos, reconoce que no todas las relaciones serán las mismas. Con algunos amigos, podrían tener el hábito de reunirse los jueves por la noche. Con otros, como con tus amistades a larga distancia, podrían solo juntarse cada dos meses más o menos. Encuentra un equilibrio para cada una de tus amistades.
    • Tómate simplemente un tiempo para que tus amigos sepan que piensas en ellos y te interesas en sus vidas.
  2. 2
    Escucha. Existen unos pocos atributos tan importantes como ser un buen oyente cuando se trata de las amistades y de todas las relaciones, en realidad. Típicamente, cuando una persona se siente triste o estresada, a la primera persona a quien acude es a su amigo más cercano. Adopta el hábito de ser un oyente activo de modo que tus amigos potenciales sepan que pueden contar contigo para tener un apoyo sin prejuicios.[15] Demuestra que escuchas al:[16]
    • estar cómodo con el silencio;
    • orientarte hacia la persona, hacer contacto visual, exhibir un lenguaje corporal receptivo (es decir, con los brazos y las piernas no cruzados);
    • ofrecer un reconocimiento (por ejemplo, puedes decir "Comprendo que es un tema difícil de discutir para ti...");
    • fomentar que esa persona siga hablando (por ejemplo, puedes decir "Ya veo" o "Ajá, ajá");
    • volver a plantear el mensaje con tus propias palabras (por ejemplo, puedes decir "Si te entiendo correctamente, estás diciendo que...");
    • reflexionar acerca de los sentimientos que percibes (por ejemplo, puedes decir "Suena como si estuvieras realmente molesto");
    • utilizar unos mensajes que se refieran a ti (por ejemplo, puedes decir "Puedo notar que estás triste, ¿pero has considerado que...?");
    • evitar dar un consejo a menos que se solicite expresamente.
  3. 3
    Comparte. Una señal clara de una amistad cercana es sentir como si pudieras confiar en la otra persona. Hablar con un amigo acerca de algo que te molesta o te emociona puede ayudarte a ordenar tus sentimientos, poner todo en perspectiva e incluso liberar la tensión que sientas.[17] Compartir con un amigo que es empático y que te reconoce emocionalmente puede incluso incrementar el vínculo que tienen.[18]
    • Comienza de a pocos si te incomoda el exponerte.[19] Dile a tu amigo algo un poco más personal de lo que nunca le has contado, como una aspiración profesional extraña y evalúa su reacción. Podrías compartirle unos detalles más íntimos de ti si te hace unas preguntas, parece tener interés, evita juzgarte y te revela también una información personal.
    • Solo hazlo si te sientes completamente cómodo con esa persona y crees que es leal.
  4. 4
    Respeta los límites. Una relación saludable y perdurable se base en los límites. A pesar de que tus amigos puedan ser las personas más cercanas a ti, deberías seguir respetando sus límites y viceversa. Establecerlos esquematiza con lo que cada persona en una amistad está cómoda. Nutre tus amistades al observar con detenimiento los límites que tus amigos expresan y respétalos.
    • Algunos ejemplos de los límites en una amistad son respetar la privacidad, evitar compartir una información confidencial, no esperar ser el único amigo que se tenga, poder participar en los pasatiempos y las actividades que les parezcan placenteros por separado y reconocer lo que les agrada y no de cada uno.[20]
  5. 5
    Sé una influencia positiva. Ve el lado positivo de cada situación. Demuestra gratitud y aprecio por tus amistades. Encuentra unas maneras saludables para lidiar con el estrés. Alegra a tus amigos cuando se sientan tristes. Convertirse en una persona más positiva puede tener unos efectos increíbles en tus amistades, lo que causa que tus amigos se vuelvan más positivos también.
    • Las personas positivas viven por más tiempo y tienen más amigos que las personas negativas.[21]

Consejos

  • No puedes ser amigo de todas las personas. Aspira a ser amigable con todas ellas, pero reconoce que no estás destinado a tener una amistad cercana con todas las personas que conozcas.

Advertencias

  • Ten cuidado de las personas que utilizan la amistad como una manera para utilizarte, manipularte o aprovecharse de ti. Reconsidera la manera en que esta persona te hace sentir. Evítala si causa que te sientas incómodo, con miedo o en peligro.

Acerca de este wikiHow

Adam Dorsay, PsyD
Coescrito por:
Psicólogo licenciado
Este artículo fue coescrito por Adam Dorsay, PsyD. El Dr. Adam Dorsay es un psicólogo licenciado en práctica privada en San José, California, y cocreador de Project Reciprocity, un programa internacional en la sede de Facebook, y consultor del equipo de seguridad de Digital Ocean. Se especializa en ayudar a adultos con altos logros académicos que tienen problemas de relaciones, estrés y ansiedad para lograr más felicidad en sus vidas. En 2016, dio una charla de TEDx sobre hombres y emociones. El Dr. Dorsay tiene una maestría en consejería de la Universidad de Santa Clara y recibió su doctorado en Psicología Clínica en 2008. Este artículo ha sido visto 8001 veces.
Categorías: Hacer amistades