Controlar la respiración es una parte muy importante cuando quieres cantar, sobre todo para rapear. Si no puedes completar un verso, quizá se deba a la mala respiración. Aunque la mayor parte de la respiración deberás controlarla durante el canto, puedes practicar varios ejercicios para mejorar tu desempeño. Puedes fortalecer el diafragma, corregir la respiración superficial o mejorar tu resistencia cardiovascular.

Método 1
Método 1 de 3:
Fortalecer el diafragma

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    Exhala con rapidez y constancia hasta vaciar por completo los pulmones. Sentirás que tu pecho baja despacio mientras el aire sale de los pulmones; esto te hará sentir incomodidad al principio, pero te acostumbrarás muy rápido.
    • Empieza despacio cuando hagas el ejercicio por primera vez, ya que podrías lastimarte si expulsas el aire muy rápido o con mucha fuerza. Si sientes algún dolor o molestia, detente de inmediato.
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    Deja los pulmones vacíos durante 5 segundos. Cuando lo hagas, los músculos del diafragma se extenderán por completo, lo cual ayudará a fortalecer y acondicionar el diafragma. Esto mejorará tu resistencia y será menos probable que te quedes sin aliento.[1]
    • Durante esta posición, sentirás deseos de inhalar, pero debes resistirte para no limitar la eficacia del ejercicio.
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    Toma una sola respiración rápida para llenar los pulmones. Inhala justo después de contener la respiración durante 5 segundos. Cuando los pulmones estén llenos de aire, quédate así durante 10 segundos. Cuando llenas los pulmones de esta forma, tu capacidad pulmonar se amplía, por lo que no necesitarás tomar tantas respiraciones cuando cantes rap.[2]
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    Respira normal y constante 2 o 3 veces. De esta forma, se restablecerán los niveles normales de oxígeno y te prepararás para la siguiente repetición. No debes hacer el ejercicio varias veces seguidas sin reiniciar porque tu sistema respiratorio podría dañarse.
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    Repite el ejercicio 3 veces al día en sesiones de 20 minutos. Entre el ejercicio y la recuperación después de cada “repetición”, debes poder hacer de 15 a 20 repeticiones en 20 minutos. No es necesario que hagas las 3 sesiones diarias una tras otra; puedes hacerlas durante todo el día. Por ejemplo, puedes hacer una cuando te levantes por la mañana, otra durante el almuerzo y la última antes de acostarte.
    • Si haces este ejercicio todos los días, podrás ver los resultados después de 4 u 8 semanas, a medida que el diafragma se vuelva más fuerte y más flexible.
    • Esto te permitirá fluir con más fuerza durante períodos más largos. No tendrás que preocuparte constantemente por la respiración, así que sonarás con más seguridad durante tus presentaciones y podrás enfatizar más las letras.
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Método 2
Método 2 de 3:
Corregir la respiración superficial

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    Colócate en una posición de flexión de codos. Debes colocarte boca abajo, con las palmas en el suelo y por debajo de los hombros. Mantén la columna recta y baja la cabeza hasta alinear el cuello con la columna.[3]
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    Sube e inhala. Presiona las manos para empujarte hacia arriba. La parte superior del cuerpo empezará a formar una curva hacia arriba, desde la cabeza hasta las caderas. No muevas el cuerpo desde la cintura hasta abajo. Inhala todo el tiempo mientras subes. Junta los omóplatos cuando llegues hasta arriba para abrir más el pecho.
    • Sentirás que debes esforzarte un poco para tomar una respiración completa. Esto abrirá el pecho y aumentará la capacidad de los pulmones.[4]
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    Exhala cuando regreses a la posición inicial. Baja despacio la parte superior del cuerpo y descansa con suavidad en el suelo. Debes seguir la misma curva que en el paso anterior. El pecho debe tocar primero el suelo, seguido de los hombros, el cuello, la barbilla y la cabeza.[5]
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    Haz el ejercicio 10 veces más. Puedes descansar un par de segundos entre cada repetición para reiniciar de la forma correcta. No debes apresurarte mientras hagas el ejercicio. El propósito es que aprendas despacio a controlar la respiración y la capacidad de tus pulmones se expanda.
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Método 3
Método 3 de 3:
Mejorar tu resistencia cardiovascular

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    Elige el ejercicio cardiovascular adecuado. El ejercicio es una de las mejores formas para mejorar la capacidad de los pulmones y el control de la respiración. El tipo de ejercicio correcto dependerá del equipo que tengas disponible y de tus limitaciones. Por ejemplo, si tienes alguna molestia en las rodillas, correr podría provocarte dolor y lastimar las articulaciones vulnerables.[6] Algunos ejercicios cardiovasculares son los siguientes:
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    Realiza un calentamiento y estiramientos antes de ejercitarte. Si no calientas de la forma adecuada, podrías sufrir varias lesiones, como un desgarre muscular o un esguince en el tobillo.[7] Haz un ejercicio cardiovascular suave (como unos saltos de tijera) y algunos estiramientos.
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    Corre a toda velocidad sin detenerte, durante 20 segundos. Esto significa que harás tu máximo esfuerzo durante los 20 segundos completos. En lugar de hacer ejercicios cardiovasculares de bajo impacto por períodos largos, harás un entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT, por sus siglas en inglés). Aunque ambas opciones son eficaces para mejorar la capacidad de los pulmones, esta última es más eficiente porque suele hacerse en menos tiempo.[8]
    • Si ya estás en forma, puedes aumentar el tiempo a 30 o 40 segundos para que el entrenamiento sea más extenuante.
    • Si nadas, no te presiones demasiado porque podrías ahogarte.
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    Disminuye la velocidad y recupérate durante 40 segundos. Después de los 20 segundos de ejercicio, baja la velocidad hasta un nivel en el que puedas hablar y recobrar el aliento. Por ejemplo, si corres, debes bajar la velocidad y trotar durante 40 segundos. La velocidad debe ser solo la suficiente para mantener el ritmo cardiaco mientras te recuperas.
    • Si estás en forma, puedes reducir el tiempo de recuperación a 20 o 30 segundos.
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    Repite la secuencia 10 veces. En total, el entrenamiento te llevará aproximadamente 10 minutos.[9] Para empezar, puedes hacerlo unas cuantas veces a la semana y verás que la capacidad de tus pulmones y tu respiración mejorarán.
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Consejos

  • Empieza poco a poco y mejora gradualmente. La clave para hacer todos estos ejercicios es mejorar el control de la respiración y la capacidad de los pulmones gradualmente. Si tratas de esforzarte demasiado o hacerlo muy rápido, podría ser perjudicial.
  • Ten en cuenta que debes incluir pausas y recobrar el aliento cuando escribas canciones.
  • Además de estos ejercicios, puedes cantar rap durante el mayor tiempo que puedas, sin interrupciones, para mejorar el control de la respiración. Cuanto más practiques, mejor podrás respirar.
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Categorías: Cuidado de la voz
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