Hay algunos puntos esenciales que pueden ayudarte sin importar cómo cantes. A diferencia del dicho popular, la práctica no necesariamente te hace ser perfecto; sin embargo, ¡sí hace que uno mejore! Hay muchas cosas prácticas que puedes hacer para mejorar la calidad de tu voz, desde aprender a respirar adecuadamente, evitar algunos alimentos, y hasta practicar ejercicios específicos de calentamiento antes de cantar o hablar. Estas soluciones no son inmediatas pero, con el tiempo y trabajo, puedes mejorar completamente la calidad de tu voz.

Parte 1
Parte 1 de 5:
Respira y párate correctamente

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    Aprende a respirar. Es fundamental que respires correctamente para tener una voz fuerte. La clave es respirar profundo.
    • Mientras inhalas y exhalas, trata de inflar la zona de tu estómago y riñones (espalda) con tu respiración. Para asegurarte de que estás respirando con estas zonas, coloca las manos en tu cintura, con los pulgares en tu espalda, dedos al frente y con las palmas a los costados, hacia tus caderas. Debes sentir que tus manos se expanden y contraen con cada respiro. Con el tiempo, cuando fortalezcas tu respiración, estas expansiones y contracciones serán más grandes y más prolongadas.
    • Si tienes problemas para respirar profundamente, intenta acostarte boca arriba, sobre el suelo, y con las manos en tu estómago. Tus manos deben ascender cuando inhales y descender cuando exhales.[1]
    • Ten en cuenta que tus hombros no deben moverse ni hacia arriba ni hacia abajo cuando respires.
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    Usa tus abdominales. Cuando respiras correctamente, o inhalas, los músculos inferiores (diafragma) de tu abdomen deben moverse hacia afuera, dejando espacio para retener más aire. Mientras cantas (hablas o exhalas), usa esos músculos para botar el aire.
    • Usa los músculos de la parte baja de tu espalda (alrededor de tus riñones) de la misma manera para controlar tus inhalaciones y exhalaciones.
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    Aprende a corregir tu postura. Presta atención a la posición de tus pies, rodillas, caderas, abdomen, pecho, hombros, brazos y cabeza.[2]
    • Tus pies deben estar un poco separados, con un pie ligeramente frente al otro para que tu peso esté levemente hacia adelante.
    • Tus rodillas deben estar relajadas y dobladas ligeramente. Es tentador poner las piernas rectas cuando se pretende tener una buena postura, así que evita que esto no suceda.
    • Tus manos deben estar relajadas y colgando a tus costados.
    • Tu abdomen debe estar relajado pero listo para actuar. Para tener una idea de cómo se siente tener el abdomen de esta forma, coloca las manos en la cintura (con tus pulgares en la espalda) y tose levemente.[3]
    • Tus hombros deben deslizarse hacia arriba y hacia abajo para que tengas la espalda derecha y la cabeza en alto. No te encorves ni levantes los hombros en dirección a tus orejas.
    • Tu pecho debe de estar ligeramente hacia arriba y hacia adelante. Esto probablemente pasará de forma natural cuando eches los hombros hacia atrás y hacia abajo.
    • Tu barbilla debe de estar paralela al suelo, no apuntando hacia arriba o abajo.
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    Relájate. Una vez que estés en la posición correcta, asegúrate de que no estés tensionado. No debes sentirse como si estuvieras sacando pecho o teniendo la espalda recta. Asegúrate de relajar el rostro y el cuello.
    • Cantar o bailar mientras el cuerpo y rostro están tensos solo hará que sea más difícil emitir un sonido de alta calidad.

Parte 2
Parte 2 de 5:
Ten la boca en una posición correcta

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    Ten la boca abierta pero relajada. Tu boca debe de estar muy abierta cuando cantes, pero evita la tentación de abrirla demasiado ya que los músculos de tu cara y cuello se tensarán. Asegúrate de que los músculos de tus labios, mandíbula y cuello estén sueltos y relajados.
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    Levanta el paladar blando. Un consejo común que los cantantes profesionales dan es crear espacio en tu boca. Abrir bastante la boca es una forma para hacerlo. Otra forma para crear espacio es soltar la mandíbula y lengua, y levantar el paladar blando (la piel arrugada del paladar).
    • Para lograrlo, respira como lo harías antes de bostezar pero sin hacer esto último. Presta atención al espacio que se crea en tu boca, incluyendo la sensación de abertura en la parte posterior de tu garganta. Cuando cantes, repite esta posición para abrir la boca, relajar la mandíbula y tener el paladar levantado.[4]
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    Asegúrate de que tu lengua se encuentre en la posición correcta. Al crear espacio en tu boca, asegúrate de que tu lengua no lo obstaculice. Déjala descansar en la parte inferior de tu boca, con la punta tocando la parte posterior de los dientes inferiores.
    • Trata de no sacar o mover la lengua alrededor mientras cantas ya que esto puede perjudicar la calidad de tu voz y reducir la riqueza de su tono.
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    Recuerda que debes pasar la saliva. El exceso de saliva en tu boca puede dificultar que cantes, así que recuerda que ¡debes pasarla antes de comenzar!

Parte 3
Parte 3 de 5:
Utiliza ejercicios vocales para fortalecer tu voz

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    Haz un calentamiento. Antes de cantar o realizar ejercicios vocales muy exigentes, es beneficioso hacer algunos de los siguientes fáciles ejercicios para calentar tu voz:[5]
    • Bosteza. Bostezar te ayudará a estirar y abrir la boca y garganta. Además, puede ayudarte a liberar la tensión del cuello y del diafragma. Para bostezar, trata de abrir bien la boca y respirar.[6]
    • Tose con mucha suavidad. En pequeñas cantidades, expulsa el aire suavemente desde la parte posterior de la garganta. Esto te ayudará a involucrar la parte baja de tu pecho y los músculos inferiores de tus abdominales, que son los músculos que debes utilizar para cantar (a diferencia de la garganta o la parte superior del pecho).[7]
    • Haz trinos suaves de labios. Mantén tus labios ligeramente juntos y expulsa el aire mientras tarareas. Concéntrate en tener la garganta relajada y contraer tus abdominales mientras lo haces. Realiza los trinos de labios tanto con notas altas como bajas y viceversa. Una vez que te acostumbres a hacerlo, practícalos mientras haces escalas.[8]
    • Para que tu cuerpo aprenda a relajarse mientras cantas, ténsalo y, luego de liberar esta tensión, haz trinos de labios yendo desde las notas bajas hasta las altas. Realízalo nuevamente, pero yendo de las altas a las notas bajas.[9]
    • Otra forma de calentar tu voz es tarareando. Intenta tararear junto a la música mientras caminas hacia la escuela o el trabajo. Si no quieres hacer ese tipo de cosas en público, tararea mientras cocinas o estás en la ducha.[10]
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    Canta escalas. Comienza tan bajo como puedas cantar de manera cómoda. Lentamente, aumenta la escala usando el sonido “mi” hasta que alcances la nota más alta con la que estés cómodo. Luego, disminuye la escala desde lo alto hacia lo bajo usando el sonido “i”.[11]
    • No fuerces tu rango. Hazlo con suavidad y deja que aumente con el tiempo.
    • También puedes hacerlo con el sonido “u”.
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    Practica las escalas con “uu”. Tu boca debe verse como si estuvieras succionando un fideo largo mientras inhalas. Cuando exhalas, haz el sonido “uu”. Debe sonar como un zumbido, parecido al sonido hecho por un mirlitón. Mantén el sonido estable mientras exhalas. Hazlo 2 o 3 veces.[12]
    • Luego, sube y baja el tono de la escala usando el sonido “uu”.
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    Practica una proyección suave con palabras y frases. Di grupos de palabras o frases completas sin detenerte, como si fueran una sola palabra. Alarga las vocales y exagera la vocalización de cada palabra mientras las dices o cantas.[13]
    • Imagina que estás llenando una habitación con tu voz mientras hablas o cantas.
    • Enfócate en las transiciones suaves. Imagina que te estás desplazando de arriba hacia abajo en una rampa, no en una escalera, cuando alternes las partes más altas y bajas, y las más fuertes y suaves de una canción.
    • Utiliza, por ejemplo, las siguientes palabras: mundo, mudo, mono, mamá y minar.[14]
    • Utiliza, por ejemplo, las siguientes frases: muchas mamás mascan muchos melones.[15]
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    Prepárate para sentirte como un tonto. Muchos ejercicios vocales pueden sonar y parecer muy graciosos. Relájate y diviértete haciéndolos. Dos divertidos y tontos ejercicios que pueden ayudarte a abrir la garganta son los siguientes:
    • Canta “miau” lentamente, enfatizando los tres sonidos “miii”, “aaa” y “uuu”.
    • Haz expresiones raras con tu cara al estirar tu lengua en todas las direcciones. Puedes hacerlo mientras cantas o incluso mientras haces ruidos extraños.
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    Relájate. Al igual que los ejercicios físicos, es importante relajarse luego de haber hecho los ejercicios vocales. Una manera de relajarte es realizando el mismo calentamiento simple con el que comenzaste (por ejemplo, bostezar, toser suavemente, hacer trinos de labios y tararear).[16]
    • Otra manera de relajarse es emitir el sonido “m” por un largo periodo. El volumen del sonido debe ir desde lo fuerte hacia lo suave y viceversa para que sientas vibraciones, de las que causan cosquillas, en la zona de tus labios o nariz.[17]
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    Recuerda respirar y estar relajado. Ya sea que vayas a calentar, cantar o dar un discurso, la clave para garantizar una buena calidad de voz es respirar profundamente y mantener relajado el cuerpo, garganta y rostro.

Parte 4
Parte 4 de 5:
Haz cambios en tu estilo de vida para tener una voz saludable

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    Bebe suficiente agua. Bebe al menos de seis a ocho vasos de agua de 230 ml (8 onzas) cada día. Bebe más agua si te ejercitas o vives en un lugar caluroso (por ejemplo, si sudas mucho).[18]
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    Aliméntate para tener una voz saludable. Los granos enteros, las frutas y las verduras hacen que nuestra voz sea saludable ya que mantiene saludables las membranas mucosas de la garganta. [19]
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    Evita sustancias que puedan irritar tus cuerdas vocales. Evita el humo de los cigarros (incluso si solo eres un fumador pasivo), las comidas picantes, los productos lácteos, las comidas con alto contenido en sal (por ejemplo, tocino o nueces saladas), los frutos cítricos, el alcohol (incluyendo los enjuagues bucales que contienen alcohol) y los medicamentos para el resfrío o alergia.[20] [21]
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    Duerme lo suficiente. Si te sientes cansado, lo transmitirás por medio de tu voz.[22] Los adultos deben dormir de 7 a 9 horas diarias; y los adolescentes, de 8 horas y media a 9 horas y media diarias.[23]
    • Si duermes al menos 7 horas y media al día, y no te sientes revitalizado cuando despiertas, acude a un médico para asegurarte de que no haya una razón oculta para que esto ocurra.[24]
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    Relájate. El estrés nos afecta de forma negativa. Tómate un tiempo para hacer algo que te ayude a relajarte diariamente. Las actividades de relajación incluyen realizar yoga, meditar, caminar, mirar un programa que te guste, leer un buen libro o tocar un instrumento.
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    Evita gritar. Esto es particularmente importante si tienes que realizar pronto una presentación. Gritar puede hacer que tu voz se tensione y que su calidad disminuya durante un par de días después de haberlo hecho.
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    Pide ayuda. Si la calidad de tu voz ha disminuido recientemente (por ejemplo, si se ha vuelto rasposa, grave o tensa), es posible que sea una señal de que tienes algún problema de salud. Para mayor seguridad y para descartar problemas potenciales de salud, acude a un médico.[25]
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    Sé paciente. Mejorar la calidad de tu voz podría tomar algo de tiempo. No verás grandes resultados de la noche a la mañana, pero es posible que sientas alguna diferencia casi inmediatamente después de combinar el tener una postura adecuada y respirar correctamente con algunos ejercicios simples de calentamiento.
    • Está bien si lo tomas con calma. Comienza aprendiendo a respirar más profundo y a pararte correctamente. Una vez que te resulte cómodo hacerlo, trabaja en la posición de tu boca y realiza algunos ejercicios simples de calentamiento.

Parte 5
Parte 5 de 5:
Aprende de los demás

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    Encuentra un profesor profesional que sea bueno. Un buen profesor puede darte una retroalimentación detallada y aconsejarte sobre cómo mejorar la calidad de tu voz. Busca a alguien con formación clásica ya que es posible que un profesional entrenado tenga experiencia en varios estilos.[26]
    • Si no puedes permitirte tener un profesor de canto, hay muchas clases disponibles en Internet que son gratis. Solo escribe “clases de canto” o “preparación vocal” en YouTube y encontrarás muchos videos para elegir.
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    Escucha atentamente a algunos cantantes y oradores profesionales. Escucha la forma en que manejan su respiración, volumen, articulación, control, hábitos vocales y resonancia. Si te gusta su estilo, trata de imitarlo.
    • Una buena forma de aprender a cantar es imitando el estilo de otra persona porque te obliga a intentar cosas que tú normalmente no harías cuando cantas.
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    Observa a algunos cantantes y oradores profesionales. Presta atención a cómo respiran y cómo mantienen las notas con su respiración. Observa su postura y lenguaje corporal. Mira la forma en que mueven sus labios para formar los sonidos y las palabras que están cantando.
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    No ignores a los profesionales que no te agradan. Piensa por qué no te agrada cierto cantante u orador en particular. ¿En qué se diferencia de aquellos que sí te gustan? ¿Está haciendo algo mal o simplemente no es tu estilo?
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    Compara la forma en que un artista suena en una presentación en vivo con cómo lo hace en una grabación. Es impresionante lo que un buen ingeniero en sonido puede lograr en una sesión de grabación. Si realmente te gusta las grabaciones de un artista, trata de averiguar en qué porcentaje es real y en qué porcentaje es ingeniería antes de creer que tú nunca podrías ¡cantar así de bien!
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    Ve a lugares donde haya micrófono abierto y cualquier otro local de eventos musicales. Pregúntales a las personas, cuyas voces te gusta, qué hacen para cantar de esa manera. La mayoría se sentirá halagada y complacida de compartir esta información contigo.

Consejos

  • Si bien muchos de estos ejercicios están orientados hacia el canto, varios también funcionan para mejorar nuestras voces al hablar.
  • Ten en cuenta que la temperatura afecta el tono de tu voz.[27]
  • Mientras corriges tu postura, tu respiración y la posición de tu boca, de vez en cuando detente y canta. Al hacerlo, sabrás que algunas cosas pequeñas como mantener la barbilla recta o relajar la boca pueden cambiar el tono de tu voz.
  • Nunca es bueno cantar con la garganta. Si sientes que esto ocurre, canta “nia” en lugar de la letra de la canción. ¡Te ayudará!
  • Canta cuando te sientas cómodo. Si te sientes limitado para cantar en frente de otras personas, encuentra un momento en el que estés solo para alcanzar tu máximo potencial.
  • Para mantener notas altas al cantar, respira con el diafragma (cerca del estómago) y no con el pecho. Llenar el diafragma con aire hace que uno pueda emitir un sonido más estable y duradero.
  • Debes cantar “miau” lentamente antes de hacer lo mismo con sus divisiones prolongadas: miii, aaa, uuu. Esto te ayudará a abrir la garganta. Hacer muecas extrañas mientras estiras la lengua en cualquier dirección también ayuda a que la garganta se abra.
  • Un cantante debe llevar una dieta balanceada y evitar comidas que puedan causarle alguna infección en la garganta. Para mantener una buena voz, debes evitar las comidas picantes. Además, debes evitar las comidas frías, como helados, bebidas frías, entre otras.
  • Para controlar el tono de tu voz, debes hacer lo mismo que cuando cantas una canción en vez de solo respirar o seguir los principios básicos. Esto te ayudará a minimizar el gran ritmo del canto, y es posible que te permita llegar en el modo y tiempo específico.
  • La mejor ayuda que puedes tener es recibir los consejos de un profesional o alguien que es bueno cantando. ¡Pregunta!
  • Ten siempre en mente que ¡nadie canta perfectamente! Controla tu respiración y ¡mantén la voz estable!
  • Bebé agua con miel temprano en la mañana, con el estómago vacío.
  • Intenta hacer cualquier tipo de sonido para que tu voz se relaje.
  • Trata de no gritar lo que vas a intentar cantar.

Advertencias

  • Cantar no debe dolerte. Si comienzas a tener problemas, es posible que estés tensando los músculos, utilizando la cantidad inadecuada de aire, manteniendo una postura errónea, forzándote a emitir notas sin abrir bien la garganta o forzando tu garganta de cualquier otra forma. Si te duele cuando cantas, detente, relájate y, cuando deje de doler, ¡vuelve a intentarlo!
  • Contrario a la creencia popular, NO bebas agua con limón. Esto solo secará tu voz, lo que hará que suenes cansado.

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Categorías: Cuidado de la voz