Hacer gárgaras tiene un gran beneficio para tu salud bucal. Remueve las bacterias y promueve una buena salud bucal. Hacer gárgaras puede sonar poco apetecible o raro, pero cuando se hace en la comodidad de tu baño, es más bien discreto y completamente normal. Para descubrir más, ¡sigue leyendo!

Parte 1
Parte 1 de 2:
Parte uno: Aprende cómo hacer gárgaras

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    Consigue un vaso limpio. Esta ahora será tu “taza para hacer gárgaras”. Aunque no necesitas utilizar una taza especial para poner tu líquido para hacer gárgaras, a menudo es más seguro que tomarlo directamente de la botella de enjuague bucal por ejemplo; así evitas transmitir las bacterias.
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    Llena tu taza para hacer gárgaras con el líquido para hacer gárgaras de tu elección. Con solo un poco está bien. Es mejor empezar con poco que con demasiado.
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    Pon una pequeña cantidad del líquido para hacer gárgaras en tu boca y haz buches. Con el primer sorbo, el objetivo es tratar de llegar a las áreas frontales y laterales de la boca, ya que con las gárgaras no se llega a estas regiones.
    • Infla y desinfla tus mejillas y mueve tu lengua de atrás hacia adelante para que el líquido se disperse por toda tu boca.
    • Algunas personas prefieren calentar ligeramente el líquido para hacer gárgaras antes de hacerlas. Si bien no será agradable si estás usando enjuague bucal, agua caliente y una pizca de sal se siente bien en la parte posterior de la boca.
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    Inclina tu cabeza hacia atrás y, sin tragar el líquido, intenta abrir tu boca y hacer el sonido “ahhh”. Mantén la epiglotis, que es la pequeña solapa en la parte posterior de tu garganta, cerrada para que nada del líquido sea tragado accidentalmente.
    • Es posible que te tardes un poco en acostumbrarte, pero una vez que lo hayas hecho correctamente, las vibraciones de la parte posterior de tu boca harán que el líquido para hacer gárgaras se mueva constantemente, casi como si estuviera hirviendo.
    • Cuando haces gárgaras, el enjuague que hayas elegido cubre la parte posterior de la garganta, eliminando algunas bacterias y aliviando el dolor de garganta.
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    Escupe la solución para hacer gárgaras en el lavabo. Continúa con tu rutina de salud bucal cepillándote los dientes o usando hilo dental.
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Parte 2
Parte 2 de 2:
Parte dos: Escoge una solución para hacer gárgaras

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    Prueba hacer gárgaras con una solución de agua salada (salina). Mezcla media cucharadita de sal en un vaso de agua tibia. Mézclala hasta disolverla. Puedes hacer gárgaras con esta solución salina tres veces al día para ayudar a prevenir las infecciones del tracto respiratorio.
    • Un estudio descubrió que hacer gárgaras con una simple solución salina tres veces al día reduce en un 40% la probabilidad de desarrollar infecciones en el tracto respiratorio superior.[1]
    • Otros estudios ponen en evidencia que las soluciones salinas ayudan a combatir el dolor de garganta y la congestión.[2]
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    Prueba hacer gárgaras con un enjuague bucal comercial o casero. El enjuague bucal ayuda simultáneamente a tener un aliento fresco, limpiar tu boca y combatir la infección. Millones de personas lo usan, mañana y noche, como parte de su rutina de la salud bucal.
    • Los enjuagues bucales con alcohol tienden a ser más potentes, pero tienen el riesgo de tener varios efectos secundarios desfavorables, incluyendo úlceras bucales, amalgamas oxidadas o incluso tienen una alta amenaza de provocar cáncer.[3] Úsalos con moderación.
    • Si deseas, también puedes hacer tu propio enjuague bucal. De hecho, es muy fácil. Aquí te dejamos unas recetas rápidas y refrescantes:
      • Enjuague bucal de menta y árbol del té
      • Enjuague bucal Angélica
      • Un montón de otros enjuagues bucales simples
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    Haz gárgaras con una simple combinación de agua con bicarbonato. El bicarbonato potásico o bicarbonato de soda es un famoso aliado en la limpieza del hogar. ¿Quién podría imaginarse que serviría para hacer un gran enjuague bucal? Es más, una cucharadita de bicarbonato de soda con 8 onzas de agua ayuda mucho a regular tu pH. Agrega un poco de aceites esenciales, como el aceite de menta por sus propiedades antimicrobianas, y habrás obtenido una solución excelente para hacer gárgaras.
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    Mezcla limón y miel con agua caliente para hacer gárgaras; será muy reconfortante. El beneficio de este líquido para hacer gárgaras es que, a diferencia de otras soluciones, puedes tomártelo después de haber hecho gárgaras. Prueba añadir una cucharada de miel y otra de limón a 6 onzas de agua. Haz gárgaras con esta solución y luego bébela, especialmente si tienes dolor de garganta y deseas eliminar mucosidades.
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Consejos

  • Elige un enjuague bucal del sabor que te guste; eso ayuda.
  • El agua para hacer gárgaras o el enjuague bucal no combaten las caries, eso se hace cepillándose los dientes.
  • Asegúrate de no hacer gárgaras con mucha agua porque podrías atragantarte.
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Advertencias

  • Puedes asfixiarte.
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Acerca de este wikiHow

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Categorías: Higiene personal
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