La glicerina es un alcohol de azúcar que tiene muchos usos, desde la fabricación de jabones hasta la conservación y la lubricación. Puedes hacer glicerina con aceites vegetales o comprarla en una tienda, pero es mucho más barato y sencillo hacerla con sobras de grasa animal que uses al cocinar. Al fundir la grasa, agregar soda cáustica para convertirla en jabón y derretir sal en la mezcla, podrás preparar glicerina en casa en unas horas.

Ingredientes

Fundir la grasa

  • 450 g (1 lb) de grasa animal
  • 60 ml (1/4 de taza) de agua

Preparar la mezcla de jabón

  • 450 g (1 lb) de grasa fundida
  • 60 g (2 oz) de soda cáustica
  • 150 ml (5 oz) de agua

Terminar la glicerina

  • 1 taza (300 g) de sal

Parte 1
Parte 1 de 3:
Fundir la grasa

  1. 1
    Compra o reúne aproximadamente 450 g (1 lb) de grasa animal. Cualquier tipo de grasa animal funcionará a la perfección para hacer glicerina, pero las de carne de cerdo y res suelen ser las más comunes y fáciles de conseguir. Retira la grasa de la carne antes de cocinarla o pregunta en la carnicería local si tienen grasa animal que puedan regalarte o venderte.[1]
    • Puedes guardar la grasa animal para usarla en otro momento congelándola en un recipiente de cierre hermético.
    • Usa un cuchillo afilado para retirar la grasa de la carne de cerdo o res asada antes de cocinarla.
    • Muchos carniceros desecharán el exceso de grasa, así que por lo general estarán felices de deshacerse de ella.
  2. 2
    Corta la grasa en cubos de 2,5 cm (1 pulgada). Cortar la grasa en pedazos más pequeños hará que fundirla sea más fácil y rápido. Usa un cuchillo afilado para cortar la grasa animal en cubos con un tamaño máximo de 2,5 cm (1 pulgada).[2]
    • Para reducir la cantidad de tiempo que la grasa requiere para fundirse, podrías cortarla en pedazos más pequeños o incluso molerla en una moledora de carne o un procesador de alimentos. Los pedazos más pequeños de grasa se fundirán con más rapidez.
    • Congela la grasa de antemano para poder cortarla con mucha más facilidad.
  3. 3
    Agrega la grasa y el agua a una olla grande. Transfiere la grasa a una olla grande, de modo que cree una capa delgada en el fondo. Mide aproximadamente 60 ml (1/4 de taza) de agua fría y viértela sobre la grasa. El agua solo debe cubrir el fondo de la olla.[3]
    • Agregar el agua a la olla evitará que la grasa se queme cuando empiece a cocinarse, dejando que se funda mejor.
    • No agregues demasiada agua, ya que no se evaporará a tiempo para que la grasa se funda apropiadamente. Bastará con 60 a 120 ml (de 1/4 a 1/2 taza).
  4. 4
    Cubre la olla y cocina a fuego lento por 30 minutos. Transfiere la olla a la cocina y empieza a cocinar a fuego lento. Coloca una tapa para evitar que el agua se evapore con demasiada rapidez y deja que la grasa se funda por alrededor de 30 minutos.[4]
    • También podrías fundir la grasa en una olla de cocción lenta, dejándola a fuego lento por 3 a 4 horas. Cubre la olla de cocción lenta con un paño de cocina para evitar que las moscas se metan.
    • También podrías fundir la grasa en el horno. Agrega la grasa y el agua a una olla de hierro fundido y cocínala en un horno a 107 °C (225 °F) por alrededor de 2 horas, batiendo de vez en cuando.
  5. 5
    Aumenta el calor a medio y bate la grasa en intervalos de unos minutos. Luego de aproximadamente 30 minutos, la grasa más suave deberá haberse fundido y evitará que la grasa no fundida se queme. Quita la tapa y aumenta la intensidad a fuego medio. Usa una cuchara de madera o metal para batir lentamente la grasa cada 5 minutos, hasta que se haya derretido y fundido por completo.[5]
    • Para fundir la grasa por completo, se requerirán de 30 a 60 minutos más.
    • Toda piel adherida a la grasa deberá volverse crujiente una vez que toda la grasa se haya fundido y separado de la misma. Si vas a usar grasa de cerdo, aparta la piel crujiente y agrégale sal para tener un bocadillo sabroso.
  6. 6
    Cuela la grasa fundida a través de un colador fino y una estopilla. Retira la grasa fundida del fuego y deja que se enfríe un poco. Cubre un colador de malla fina con 1 o 2 capas de estopilla, y colócalo sobre un tazón o un frasco. Vierte la grasa en el colador para colar toda carne, cartílago o fragmento de hueso, dejando solo la grasa pura y fundida.[6]
    • La grasa deberá seguir estando líquida cuando la cueles. Deja que se enfríe un poco por unos minutos, pero no tanto como para que empiece a solidificarse.
    • La grasa fundida puede conservarse en un recipiente de cierre hermético en la refrigeradora por alrededor de un mes. Si la guardas en la congeladora, esta deberá durar hasta por un año.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Preparar la mezcla de jabón

  1. 1
    Vierte 450 g (1 lb) de grasa fundida en una olla grande. Coloca una olla grande en un juego de balanzas de cocina y restablece la pantalla a cero. Agrega poco a poco grasa animal hasta que tengas la cantidad más cercana a 450 g (1 lb).[7]
    • Obtener las medidas exactas es vital, ya que los procesos de preparación de jabón y glicerina requieren una reacción química exacta. Si no tienes la cantidad adecuada de grasa, esto puede generar jabón o glicerina cáusticos que pueden ser muy perjudiciales.
    • Si quieres modificar las medidas exactas para tu propia receta de jabón y el tipo de grasa que vas a usar, busca en internet una calculadora para preparar jabón. Hay muchas que te permitirán ingresar la cantidad y los tipos de grasa que vas a usar, y te darán instrucciones exactas para las proporciones adecuadas.
  2. 2
    Agrega 60 g (2 oz) de soda cáustica en 150 ml (5 oz) de agua. En una jarra o un tazón aparte, mide 150 ml (5 oz) de agua a temperatura ambiente. Agrega lentamente 60 g (2 oz) de soda cáustica, y bate constantemente a medida que lo hagas para incorporarla por completo. Deja que la mezcla de soda cáustica y agua reaccione y se enfríe.[8]
    • El agua y la soda cáustica se combinarán y generarán una reacción exotérmica, lo que significa que la mezcla se calentará.
    • Siempre debes usar guantes y gafas de protección al trabajar con soda cáustica, ya que es una substancia cáustica que consume la grasa. Si esta substancia te cae en la piel, quítate la ropa que haya tocado y lávate la piel con agua fría por 15 minutos. Busca atención médica de inmediato.
    • Puedes encontrar soda cáustica en la sección de limpieza de la tienda de abarrotes de tu localidad. Podrás conseguirla con facilidad en internet o en una tienda especializada en la fabricación de jabones.
  3. 3
    Calienta la grasa a una temperatura de 45 °C (113 °F) y colócala en una superficie a prueba de calor. Usa un termómetro para dulces u otro alimento para revisar la temperatura de la grasa animal fundida. Coloca la olla a fuego lento para aumentar la temperatura poco a poco hasta los 45 °C (113 °F) si está muy fría, o deja que se enfríe si está muy caliente. Una vez que esté a la temperatura correcta, retírala de toda fuente de calor.[9]
    • Si mantienes la temperatura exacta, esto ayudará a combinar la grasa y la soda cáustica de forma apropiada, lo que brindará un jabón más uniforme y una glicerina más clara.
  4. 4
    Vierte la solución de soda cáustica en la grasa derretida con lentitud, batiendo de forma constante. Con la grasa y la solución de soda cáustica a aproximadamente 45 °C (113 °F), empieza a verter la solución de soda cáustica en la grasa con mucha lentitud. Bate la solución mientras lo hagas, evitando salpicar la soda o que toque tu piel.[10]
    • Podría ser más fácil hacer que alguien te ayude a batir la grasa mientras viertes la soda cáustica.
    • Hazlo sobre una superficie plana y resistente, de modo que puedas seguir batiendo con facilidad mientras la mezcla de jabón se espese.
  5. 5
    Mezcla la grasa y la soda cáustica hasta que el jabón empiece a dejar “marcas”. Cuando la solución de soda cáustica se haya mezclado por completo con la grasa, sigue batiendo con movimientos lentos y frecuentes. Luego de aproximadamente 15 minutos, el trayecto de la cuchara deberá permanecer a la vista en la mezcla de jabón por unos segundos. Este es un signo de que la mezcla se ha espesado y está lista.[11]
    • En lugar de batir a mano, podrás usar una batidora eléctrica o un batidor manual para mezclar la soda cáustica y la grasa. Empieza con una velocidad baja para no salpicar demasiado la mezcla.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Terminar la glicerina

  1. 1
    Agrega 1 taza (300 g) de sal a la mezcla de jabón. Si agregas sal a la mezcla de jabón, lo separarás de la glicerina. Mide aproximadamente 1 taza (300 g) de sal y agrégala con lentitud a la mezcla de jabón, batiendo de forma constante hasta que se combine.[12]
    • Usa una sal de mesa común y barata para separar el jabón de la glicerina. La sal kosher o la marina serán muy gruesas, además de ser mucho más costosas.
  2. 2
    Deja que la mezcla se enfríe y se cuaje. Una vez que hayas agregado la sal, el jabón empezará a cuajarse sobre la mezcla. Deja que la mezcla se enfríe por alrededor de 30 a 60 minutos.[13]
    • Debes retirar la cuchara o el termómetro de la mezcla de jabón antes de dejar que se asiente.
  3. 3
    Retira el jabón de la parte superior de la mezcla. Una vez que la mezcla se haya enfriado, la grasa y la soda cáustica deberán haberse cuajado formando una substancia jabonosa que flote sobre una capa de glicerina. Usa una cuchara ranurada para retirar el jabón y dejar la glicerina pura.[14]
    • Si quieres conservar el jabón, presiónalo sobre un molde y deja que se seque por 3 o 4 días. Una vez que esté seco, deja que se cure en un lugar seco, oscuro y frío, girándolo cada 1 o 2 días hasta que esté totalmente sólido.
  4. 4
    Cuela la glicerina restante en una botella de vidrio para almacenarla. Coloca un colador de malla fino sobre una jarra con una boquilla o algo similar. Vierte con cuidado la glicerina a través del colador para eliminar todo grumo de jabón antes de transferirla a una botella de vidrio. Mantén la glicerina en la refrigeradora hasta por un mes.[15]
    • Cuando la glicerina haya expirado, pasará de ser muy clara a muy turbia. También podría desarrollar un mal olor, en cuyo punto deberás desecharla.

Advertencias

  • Siempre usa gafas y guantes protectores cuando trabajes con soda cáustica. Trabaja en un área ventilada para no inhalar los gases.

Cosas que necesitarás

Fundir la grasa

  • tabla de picar
  • cuchillo
  • olla grande
  • cocina o placa de cocción
  • cuchara de madera o metal
  • colador de malla fina
  • estopilla

Preparar la mezcla de jabón

  • balanzas de cocina
  • guantes de goma
  • gafas de protección
  • jarra
  • cuchara de madera o metal
  • termómetro de cocina

Terminar la glicerina

  • cuchara ranurada
  • molde de jabón (opcional)
  • colador de malla fina
  • frasco de vidrio

Acerca de este wikiHow

Personal de wikiHow
Coescrito por:
wikiHow Staff Writer
Nuestro equipo de editores e investigadores capacitados han sido autores de este artículo y lo han validado por su precisión y amplitud.

wikiHow's Content Management Team revisa cuidadosamente el trabajo de nuestro personal editorial para asegurar que cada artículo cumpla con nuestros altos estándares de calidad. Este artículo ha sido visto 159 861 veces.
Categorías: Pasatiempos