Definitivamente, la tarea es una parte necesaria de la escuela. No podrás evitarla de ninguna manera. Si bien podría parecerte tediosa según la asignatura, por lo general tendrás la libertad de abordarla a tu propia manera. Afortunadamente, incluso las asignaturas aburridas pueden volverse agradables con la mentalidad adecuada. Hacer que la tarea sea una actividad agradable puede parecerte imposible en ocasiones, pero casi siempre habrá una manera de mejorar la experiencia.

Método 1
Método 1 de 3:
Interesarte en el trabajo

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    Adopta una mentalidad adecuada para hacer la tarea. Para algunos, podría parecer alocado o imposible adoptar una mentalidad para estudiar. Puedes hacerlo al tomar el control de tu voz interior. Tan solo repítete que estás de ánimos para estudiar. Sin importar lo mucho que quieras hacer otra cosa, repítete que estás de ánimos para la tarea. Tu motivación no cambiará al instante, pero si te sigues repitiendo lo correcto, con el tiempo empezarás a sentirte así.[1] Adoptar la mentalidad correcta es una parte importante de disfrutar algo, ¡no solo la tarea!
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    Busca un compañero de estudio. Compartir la sesión de tarea con alguien será de mucha utilidad. Si tu amigo está estudiando los mismos materiales, pueden compartir información. Incluso si no están estudiando el mismo material, por lo general será inspirador trabajar con otra persona cerca. Podrán hacer que el otro asuma sus responsabilidades y que no holgazanee.
    • Haz una competencia con aquello en lo que trabajen. Una competencia con un compañero de estudio es una manera sencilla de agregarle un poco de emoción a aquello en lo que trabajen, y la motivación puede ser algo fantástico para ambos. Las competencias también pueden ser a largo plazo. Consideren hacer una apuesta de persistencia en la tarea por varios días seguidos. A nadie le gusta perder, y probablemente termines más tareas de las que te imaginabas.
    • También pueden tomarse descansos juntos. Tener compañía durante los descansos es una manera divertida de renovarte antes de regresar al trabajo.
    • Elige bien a tu compañero de estudio. En algunos casos, puede ser una terrible distracción. Si ambos suelen causar problemas juntos, probablemente sea una mala idea pedirle que estudie contigo.
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    Escribe un tema que te interese. Algunos profesores te asignarán un tema muy específico sobre el cual escribir un ensayo, pero otros te darán más libertad para elaborar tus propios temas. Aprovecha estas oportunidades para buscar una manera de abordar el tema que en realidad te interese. Reflexiona sobre los aspectos del material que te interesen más, o sobre los que hayas tenido más que decir. Mientras más interesado estés en el tema, mayor será la facilidad con la que escribirás sobre él, ¡y serás más capaz de disfrutar el proceso de escritura!
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    Redacta un examen. Existe evidencia sólida que demuestra que podemos recordar con más facilidad las cosas que hemos olvidado.[2] Las preguntas que hayas respondido de forma incorrecta en un examen probablemente serán las que recuerdes más cuando te digan las respuestas. Elabora una prueba a libro cerrado con la información sobre la cual no estés muy seguro, y resuélvela. Cuando busques las preguntas que no puedas responder, las recordarás mejor para el examen real.
    • Esto suele funcionar mejor si tienes un compañero de estudio con el cual trabajar. Ambos pueden intercambiar exámenes. De esta forma, no sabrás qué respuestas debes conocer de antemano.
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    Trabaja en diferentes asignaturas en una sesión. Es normal centrarse en una asignatura para la tarea. Sin embargo, puedes aprender más si cambias de asignatura. Por ejemplo, si vas a leer historia por una hora, cambia a ciencias por un momento. Esto hará que tengas tiempo para asimilar la información de historia. [3]
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    Separa las sesiones de tarea. Es bueno tomarse un descanso del estudio después de un momento. Necesitas tiempo para asimilar la información en la mente. Separar las sesiones de tarea evitará que te sientas sobrecargado.[4] Una sesión de tres horas no es tan buena como como tres sesiones de una hora divididas a lo largo del día. Si te tomas un tiempo para relajarte, tendrás mucha más facilidad para abordar el material de forma apropiada.
    • Los descansos también te ayudarán a mantenerte motivado para seguir estudiando el material. Puedes dividir el estudio en partes al tomarte descansos cuando alcances puntos de referencia en tu trabajo.
    • Podrías tener que incluir descansos en las diferentes actividades o asignaturas.
    • Esto se asemeja a tomarse descansos a lo largo de la sesión de tareas. Sin embargo, en este caso tendrás tiempo suficiente para encargarte de otras actividades de tu día.
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    Haz que la tarea sea un juego. Hay muchas maneras en las que puedes hacer que la tarea sea como un juego. Por ejemplo, si lo deseas, podrías hacer una hoja de bingo con las tareas necesarias. Una vez que completes una tarea, puedes tacharla y darte un premio una vez que completes una fila o una columna. También hay páginas de matemáticas y ciencias que tienen juegos diseñados para aprender material.[5] Esta puede ser una manera fantástica de mantenerte interesado en lo que trabajes, siempre y cuando el juego no supere al aprendizaje en sí.
    • Inventar un juego basándote en el trabajo que estás haciendo puede ser una actividad divertida y motivarte incluso más a terminar las tareas en cuestión.

Método 2
Método 2 de 3:
Premiar tus esfuerzos

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    Elabora una lista de cosas por hacer que puedas tachar con el tiempo. Incluso si la lista no te ofrece ningún premio en sí, conseguirás una satisfacción psicológica al ver tachado cada elemento a medida que sigas estudiando. Para algunos, esta satisfacción puede bastar para mantenerlos interesados en el material.
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    Prométete un premio si estudias bien.[6] Si tienes problemas para mantenerte motivado con el estudio, debes hacerte una promesa. Si tienes una calificación determinada que te gustaría obtener en el examen, prométete que te comprarás un premio considerable si la alcanzas. Este tipo de promesa puede darte un mayor incentivo real que una simple calificación en el papel. Escribe la promesa en el papel y colócalo junto a tu tarea como un recordatorio duradero.
    • Podrías tener que programar los premios en torno a puntos de referencia en el contenido, después de ciertos periodos o una combinación de ambos.
    • Recuerda que, si incluyes descansos en el tiempo de estudio, tendrás que mantenerte enfocado a nivel mental.
    • Por ejemplo, escribe algo como: “Si consigo como mínimo un 90 % en mi examen final de historia, me compraré un nuevo videojuego en la tienda”.
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    Come un bocadillo mientras trabajas. Los bocadillos pueden ser una manera fantástica de mantenerte enfocado. Las comidas completas pueden distraerte de la tarea, pero algo ligero y sabroso (como galletas) puede mantener el cuerpo centrado mientras te enfocas. Las palomitas de maíz son una buena opción, ya que son ligeras, no te brindan una sensación de llenura excesiva y no te ensuciarán las manos mientras escribas. Las manzanas y otras frutas también son buenas opciones, al igual que las mentas, los caramelos duros y otros dulces que puedas chupar mientras estudias.
    • La goma de mascar también te ayudará a mantenerte centrado mientras trabajas.
    • Si tomas agua suficiente, esto te mantendrá en las mejores condiciones.
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    Medita cuando estés estresado.[7] El estrés puede acumularse con rapidez cuando haces la tarea. Si bien todos queremos aprovechar al máximo el tiempo que dedicamos a estudiar, no llegarás lejos si estudias estresado. Si el trabajo te está afectando, tómate unos minutos para recomponerte. Al terminar una meditación consciente de unos minutos, te sentirás renovado y disfrutarás más el trabajo.
    • La meditación es una habilidad. No es fácil de desarrollar en las personas de esta era altamente tecnológica. Aun así, debes darle una oportunidad real. Deja que tus pensamientos se vayan y concéntrate en tu respiración. Cierra los ojos. Mientras más practiques la meditación, más fácil podrás identificar lo que te funciona y lo que no.
    • Los beneficios de la meditación están documentados. Las personas que meditan indican tener una mejor atención y memoria.[8] Estos son beneficios evidentes que querrás conseguir para hacer la tarea.
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    Toma descansos frecuentes. Los descansos de 5 minutos pueden considerarse como un tipo de premio. Siempre es bueno tomarte un tiempo para ti cuando estás en una sesión de estudio importante. Si te repites que te tomarás un descanso para estirarte cuando llegues a cierta página o conteo de palabras, esta será una manera fantástica de mantenerte animado. Además, estudiarás con más eficacia si te tomas un tiempo para reponerte de vez en cuando.
    • Esto será diferente para cada persona, pero tomarte un descanso de 5 a 10 minutos por cada hora de tarea será un buen punto inicial. Esto podría parecerte mucho tiempo de inactividad, pero garantizará que nunca te abrumes con las tareas.
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    Guarda los premios importantes para el final. Los premios pueden ser muy beneficiosos para la motivación.[9] Sin embargo, esta desaparecerá si te saltas directamente a ellos. Incluso si crees que estás haciendo un gran trabajo en la tarea hasta este punto, no dejes que la promesa de algo divertido obstaculice tu progreso.[10] Los premios más pequeños a lo largo de la sesión pueden ser útiles, pero solo si no perturban tu flujo de trabajo.

Método 3
Método 3 de 3:
Mejorar el entorno

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    Cambia de entorno.[11] En ocasiones, sentarte en el mismo lugar por demasiado tiempo puede agotarte. Cambiar de habitación renovará tu energía. Los estudios han demostrado que cambiar de entorno ayuda a mejorar el aprendizaje. Si trabajas en tu dormitorio, considera hacerlo en la sala o la cocina. Mejor aún, hazlo al aire libre.
    • Si vives en una residencia de estudiantes, también es divertido hacer la tarea en un espacio de aprendizaje público. Un área común es un buen punto para estudiar, al igual que las bibliotecas.
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    Estudia al aire libre. Te sorprenderías al saber cuánta tensión pueden causarte las tareas si las haces en un espacio cerrado por mucho tiempo. Considera hacerlas al aire libre. El tiempo que dediques al trabajo escolar pasará mucho más rápido, siempre y cuando el clima sea favorable. Salir reducirá el estrés y mejorará la capacidad mental.[12] Hay muchos motivos por los que debes probar esta opción, siempre y cuando no esté lloviendo.
    • Si no te gusta estudiar al aire libre, podrías tomarte descansos allí. Por ejemplo, lanza una pelota de fútbol americano o sal a dar una caminata breve.
    • La insuficiencia de vitamina D causa depresión. Durante las semanas de exámenes, necesitarás toda ventaja posible para sentirte bien. La luz del sol mejorará tu estado de ánimo si te sientes triste.
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    Escucha música.[13] La música es una manera infalible de mejorar cualquier situación. Sin importar si vas a escucharla con audífonos o parlantes, tu entorno estará más animado de inmediato. La tarea podría tomarte un tiempo, por lo que esto te dará la oportunidad de escuchar un álbum o una lista de reproducción. Escuchar música puede mejorar tu aprendizaje. Se recomienda experimentar con diferentes estilos musicales y determinar cómo afectan tu trabajo. [14] La música instrumental es la opción preferible. La música con letra puede distraer el centro del lenguaje del cerebro, lo que obstaculizará el desarrollo de la tarea.
    • Algunas personas no podrán enfocarse en el trabajo mientras escuchan música. Si te distraes con facilidad, es una buena idea que evites la música durante este tiempo.
    • Ciertos tipos de música (desde la neoclásica hasta la dark ambient) son fantásticos para estudiar, ya que puedes reproducirlos como fondo y no requieren la atención de quien la escucha.
    • Durante el examen, si piensas en la música que escuchabas mientras estudiabas, podrías tener una mayor probabilidad de recordar la información que necesitas.[15]
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    Revisa una biblioteca.[16] Las bibliotecas pueden parecerte lugares aburridos, pero son fantásticas para estudiar. Es inspirador estar cerca de otras personas que quieren trabajar, y el entorno silencioso es adecuado para pensar. Hay muchos recursos en la biblioteca que pueden ayudarte, incluidos libros y bases de datos. Estar en una biblioteca puede hacer que el estudio se sienta un poco más divertido y emocionante que quedarte en una habitación todo el día.
    • Respeta a las demás personas en la biblioteca. La mayoría estará allí por el silencio y la tranquilidad.

Consejos

  • El lugar en el que estudies dependerá de lo que sea adecuado para ti. Algunas personas trabajan mejor rodeadas de otras o con música; y otras, en total silencio. Todo dependerá de la persona. Debes experimentar con diferentes lugares y determinar qué funciona mejor para ti.[17]
  • Evidentemente, debes asegurarte de dormir lo suficiente y consumir suficiente comida y agua. Sin embargo, muchas personas pierden de vista estos aspectos cuando estudian toda la noche para un examen.
  • Empieza a estudiar mucho antes del examen. Estudiar la noche anterior te causará mucho estrés, y probablemente no consigas buenos resultados.
  • Si quieres concentrarte, di algo como “Comeré un bocado de este chocolate por cada 3 preguntas” o consume un dulce pequeño por cada 5 párrafos de un texto amplio.

Advertencias

  • Si tus padres son muy estrictos y tratan de imponer sus reglas en tus sesiones de estudio, esto definitivamente puede eliminar algunas oportunidades de hacer que la tarea sea más agradable. Siempre hay otras maneras de solucionarlo, pero es recomendable que hables de ello con tu familia si crees que están obstaculizando tu progreso.
  • No te enfoques demasiado en los premios. Los premios tienen el objetivo de impulsarte. Si vas directo a ellos, no conseguirás nada. Si la técnica de los premios no te funciona, concéntrate en otros aspectos que hagan que la tarea sea divertida.

Acerca de este wikiHow

Ronitte Libedinsky, MS
Coescrito por:
Tutora académica
Este artículo fue coescrito por Ronitte Libedinsky, MS. Ronitte Libedinsky es una tutora académica y la fundadora de Brighter Minds SF, una compañía con sede en San Francisco, California, que brinda tutorías individuales y en grupos pequeños. Ronitte, quien se especializa en tutorías de matemáticas (preálgebra, álgebra I, álgebra II, geometría, precálculo y cálculo) y ciencias (química y biología), tiene más de 10 años de experiencia en tutorías para estudiantes de secundaria, bachillerato y la universidad. También es tutora en preparación para exámenes SSAT, Terra Nova, HSPT, SAT y ACT. Ronitte tiene una licenciatura en Química otorgada por la Universidad de California, Berkeley, y una maestría en Química otorgada por la Universidad de Tel Aviv. Este artículo ha sido visto 1202 veces.
Categorías: Vida escolar