¿Tienes malas calificaciones? ¿Tus padres te presionan para que tengas un mejor desempeño en la escuela? Hay muchas razones por las que quizás quieras mejorar en la escuela secundaria, por ejemplo, para entrar a una buena universidad o tan solo para demostrarte a ti mismo que puedes hacerlo. Independientemente de cuán atrasado estés, siempre tienes la opción de alcanzar el éxito con un poco de motivación, disciplina y apoyo.

Método 1
Método 1 de 3:
Estudiar de manera efectiva

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    Comprométete con lo que sea que estudies. Recordarás más información si estás comprometido con el estudio de alguna forma. Por esa razón es importante saber qué es lo que te motiva o interesa. Trata de experimentar con formas creativas de estudiar para que aun cuando tengas un examen sobre un tema que te parezca aburrido, logres tener éxito cuando el estudio regular fracasaría. Algunas formas de hacer que el estudio sea más interesante y atractivo son:[1]
    • Haz un mapa de ideas sobre el tema. Empieza por dibujar un círculo en el medio con el tema principal escrito adentro. Después dibuja círculos que conecten este tema con sus aspectos principales. Sigue expandiéndote desde los círculos con nuevos círculos que aportan mayores detalles.
    • Habla y debate la información con otra persona. Hablar con otra persona sobre lo que aprendes puede ser una forma excelente de consolidar las ideas en tu cabeza.
    • Mira una película interesante y visual que trate sobre la información. Busca en línea un video educativo sobre el tema que estudias.
    • Escribe una canción sobre el tema. Si te gusta escribir canciones, esta puede ser una forma efectiva de aumentar tu compromiso con el material. Las canciones se quedan en la mente con mucha más facilidad que los capítulos de los libros.
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    Ten cuidado con estudiar cansado. Es contraproducente quedarte despierto hasta altas horas de la madrugada para arreglar un ensayo que debes entregar al día siguiente o estudiar “un poco más” antes de un examen, ya que cuando llegue el día estarás agotado y no podrás rendir al máximo. Al mismo tiempo, tampoco debes posponer las cosas ni tomar demasiados descansos, ya que así solo estudiarás de forma inadecuada.[2]
    • Establece cantidades concretas de tiempo de estudio y descanso. Así evitarás la posibilidad de agotarte sin querer al concentrarte demasiado sin parar y tampoco caerás en la tentación de posponer las cosas. Experimenta con distintas combinaciones de tiempo de estudio y descanso a fin de determinar lo que funciona mejor para ti. Por ejemplo, con algunos cursos podrías estudiar mejor en incrementos de 30 minutos con 10 minutos de tiempo de descanso, y en otros podrías trabajar mejor en incrementos de 1 hora con 15 minutos de tiempo de descanso.
    • Sentarte y forzar los ojos durante largos períodos de tiempo de hecho tiene un impacto negativo en tu cuerpo. Hazte un favor y tómate un descanso rápido para estirar suavemente tu cuerpo, después sal a patear una pelota de fútbol, saca a pasear a tu perro o aspira tu cuarto. Necesitarás relajar tu mente y hacer que la sangre fluya.
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    Haz un hábito de estudio. Es importante que hagas que el estudio se convierta en un hábito si deseas seguir el ritmo. Empieza por estudiar 10 a 15 minutos cada vez y después esfuérzate hasta alcanzar períodos de tiempo más extensos. Busca un lugar tranquilo para estudiar sin distracciones, preferiblemente una habitación que no sea en la que miras televisión, duermes o haces otras actividades que te distraen. Procura estudiar a la misma hora cada día. Este tipo de hábitos harán que el estudio sea más fácil.[3]
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    Estudia de forma inteligente, no con rigidez. Algunas formas de estudiar son mejores que otras. Se ha demostrado que memorizar notas es muy ineficaz para el aprendizaje de información.[4] En vez de eso, debes enfocarte en tratar de comprender realmente el material y una forma de hacerlo es escoger maneras activas de estudiar y no pasivas. Todos los siguientes métodos de estudio son mejores que simplemente tratar de memorizar fórmulas o releer las mismas páginas una y otra vez:[5] [6]
    • evaluarte tú mismo con exámenes de práctica;
    • hacer y usar tarjetas de memoria;
    • resumir un capítulo al escribir los puntos principales con tus propias palabras;
    • tratar de identificar los vínculos entre los diferentes temas y conceptos y la forma en que se relacionan entre sí.

Método 2
Método 2 de 3:
Tener éxito a nivel académico

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    Encuentra tu motivación. Podrías tener uno o varios motivos para querer hacer bien las cosas. Tal vez tus padres te presionan para que tengas un mejor desempeño del que tienes o tal vez piensas seguir una carrera específica que requiere mejores calificaciones de las que tienes actualmente. La forma de proceder dependerá en gran medida de esos motivos. Por ejemplo, si tus padres te presionan para que tengas un mejor desempeño, ¿es porque puedes hacerlo mejor pero simplemente estás distraído o es que tu mejor desempeño actual no es lo suficientemente bueno para ellos? Después de todo, lo máximo que puedas rendir será lo mejor, por lo tanto, tratar de ser campeón de pronto en un campo que no te interesa es un desperdicio inútil y tonto de tus talentos actuales.[7]
    • Si tu motivación es seguir una carrera profesional específica, eso debe tener un impacto en los cursos que escojas y posiblemente en las actividades extracurriculares en las que participes. Por ejemplo, si deseas ser ingeniero, debes tratar de llevar las clases de matemáticas más avanzadas disponibles. Si deseas participar en política, podrías considerar la posibilidad de postular al consejo estudiantil.
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    Aprende a manejar bien tu tiempo. Uno de los factores más importantes en el desempeño académico tiene que ver con lo bien que puedas manejar tu tiempo. Empieza por organizar lo que tienes que hacer para tener éxito. Algunas personas trabajan mejor al hacer listas de tareas para cada clase. Otras prefieren llenar un calendario con las fechas de entrega y prioridades. Empieza a hacer un horario. Establece horas específicas para trabajar y cúmplelas. Experimenta con la posibilidad de trabajar a diferentes horas del día a fin de determinar cuándo eres más productivo.[8]
    • No esperes hasta un día antes de un examen o hasta el día en que debes entregar un trabajo. Establece tus propios plazos de entrega de tal modo que puedas repartir tu trabajo en partes manejables. Por ejemplo, trázate la meta de escribir una o dos páginas de un trabajo al día. Planifica con anticipación un día para revisar el documento antes de la fecha de entrega. Establece un día para estudiar cada sección de material que vendrá en el examen. Es importante que pienses con anticipación cuánto tiempo necesitarás para dar lo mejor de ti.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    No pierdas puntos fáciles por no entregar una tarea o por entregarla tarde.

    Jennifer Kaifesh

    Jennifer Kaifesh

    Tutora académica
    Jennifer Kaifesh es la fundadora de Great Expectations College Prep, un servicio de tutorías y asesoramiento con sede en el Sur de California. Jennifer tiene más de 15 años de experiencia administrando y facilitando las tutorías académicas y la preparación de exámenes estandarizados en relación con el proceso de solicitud para la universidad. Ella es graduada de la Universidad Northwestern.
    Jennifer Kaifesh
    Jennifer Kaifesh
    Tutora académica
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    No temas pedir ayuda. Los maestros y consejeros de orientación están ahí para tu beneficio, por lo tanto, aprovéchalos a tu favor. Desarrolla una relación con tus maestros. Si tienes problemas con un ensayo, acude a un maestro después de la clase y dile si le puedes hacer unas preguntas al respecto. Si no estás seguro de qué estudiar para una próxima clase de Historia, busca un momento en el que tu maestro no esté ocupado para pedirle ayuda. Acude a tu consejero de orientación cada vez que consideres que podrías necesitar ayuda para decidir qué clases llevar, ayuda para encaminarte y seguir una determinada carrera o ayuda para escoger una carrera profesional.[9]
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Jennifer Kaifesh

    Jennifer Kaifesh

    Tutora académica
    Jennifer Kaifesh es la fundadora de Great Expectations College Prep, un servicio de tutorías y asesoramiento con sede en el Sur de California. Jennifer tiene más de 15 años de experiencia administrando y facilitando las tutorías académicas y la preparación de exámenes estandarizados en relación con el proceso de solicitud para la universidad. Ella es graduada de la Universidad Northwestern.
    Jennifer Kaifesh
    Jennifer Kaifesh
    Tutora académica

    Nuestro experto está de acuerdo: si tienes dificultades en una clase, habla con tu maestro a fin de comprender mejor por qué tus calificaciones no reflejan tu conocimiento y esfuerzo. Él podría ayudarte a encontrar el origen del problema. Por ejemplo, tal vez estudies términos solo para memorizarlos cuando tu maestro espera que entiendas la forma de aplicarlos o tal vez tu maestro basa las preguntas del examen más en el libro de texto que en las charlas en clase.

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    Desafíate. No lleves las clases fáciles porque puedes tener un mejor desempeño. Esto no te ayudará a largo plazo. Ese será el momento de desafiarte a ti mismo así no haya ninguna razón, ya que así podrás ver qué puedes lograr. Lleva clases de Colocación Avanzada si tu escuela las ofrece. No dejes que los rumores sobre lo difícil que es un maestro te impidan escoger una clase que te interese y en la que pienses que podrías destacar.
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    Piensa en el futuro. Uno de los mejores indicadores de éxito en la universidad es el éxito en la escuela secundaria. Por esa razón es un asunto importante tomar en serio tus estudios en la escuela secundaria. La mejor motivación para esforzarte más en tu educación es no olvidar nunca el gran impacto que tendrá en tu futuro. En la práctica, esto significa pensar con detenimiento en qué cursos llevarás y por qué, ser diligente en reservar tiempo para estudiar con regularidad y empezar a buscar en las universidades con anticipación, incluso antes de que sea el momento de empezar a postular.[10]
    • Además, cuando sea el momento de empezar a postular a universidades, no esperes hasta el último minuto. Regístrate temprano.

Método 3
Método 3 de 3:
Equilibrar las partes de tu vida

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    Crea una vida social saludable. Si bien tener una vida social es una parte importante de una vida bien equilibrada, tendrás que pensar con detenimiento si tus amigos, novio o novia impiden que te desempeñes lo mejor que puedas en la escuela. Si tienes el problema opuesto (es decir, si no tienes suficiente vida social), eso es algo de lo que también deberás ocuparte, ya que pasar tiempo con los amigos es una forma valiosa de desestresarte de la presión de la escuela.[11]
    • Si tu vida social ocupa gran parte de tu tiempo y, como resultado, no tienes buenas calificaciones, entonces establece límites. No temas decirles a tus amigos que no puedes salir el fin de semana porque el lunes tienes un examen. Siempre habrá otra noche o fin de semana.
    • Si no tienes mucha vida social y eso te provoca estrés o tristeza, haz un esfuerzo consciente para acercarte más a las personas que conoces y que te simpatizan. No siempre es fácil hacer amigos, pero lo puedes lograr con un poco de confianza y esfuerzo.
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    Explora intereses fuera del aspecto académico y de la socialización. Las actividades extracurriculares con frecuencia son un aspecto que se ignora en la posibilidad de tener un buen desempeño en la escuela secundaria. Si uno define “tener un buen desempeño en la escuela secundaria” como prepararse para una época de éxito en la universidad y más allá, entonces en ese sentido las actividades extracurriculares serán un factor importante. Algunas cosas como la participación en deportes, el voluntariado, el consejo estudiantil y la membresía en clubes se verán bien en las hojas de vida para la universidad y el trabajo, ya que así mostrarás iniciativa, impulso y habilidad para trabajar con otros hacia una meta común.[12]
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    Separa tiempo para tu familia. Tu familia es tu principal grupo de apoyo y lo más probable es que tus familiares estén ahí para ayudarte y apoyarte durante la mayor parte de tu vida. Por lo tanto, vale la pena tratar de mantener una buena relación con ellos. Por supuesto, no todos tendrán la misma relación con su familia; no obstante, esforzarte por ayudar y pasar tiempo con tus padres y hermanos a largo plazo dará sus frutos de diversas formas.[13]
    • Los padres pueden ayudarte con las tareas, aconsejarte sobre cómo lidiar con un maestro o compañero difícil, brindarte apoyo emocional cuando lo necesites y ayudarte a escoger las clases y el camino profesional adecuados.
    • Los hermanos pueden ayudarte a mejorar tu vida social, darte consejos para estudiar y, si son mayores y fueron a la misma escuela que tú, pueden decirte lo que puedes esperar de determinados maestros.
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    No te enfoques demasiado en las calificaciones. Si bien las buenas calificaciones son parte del buen desempeño en la escuela, es importante que recuerdes que no debes dejarte atrapar demasiado por las calificaciones. Una calificación regular en una clase difícil en la que aprendiste mucho será mucho mejor que una calificación excelente en una clase fácil que no te beneficiará mucho a largo plazo.[14]
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    Maneja la ansiedad. La escuela es un entorno de presión muy alta y eso puede provocar estrés y ansiedad que dificultará tus posibilidades de éxito y que reducirá tu calidad de vida en general. Las fuentes de ansiedad pueden incluir tanto presión académica (por ejemplo, trabajos y exámenes importantes) como presión de tus compañeros (por ejemplo, en forma de ansiedad social). Así, el paso más importante cuando se trata de manejar la ansiedad es pedir ayuda a tus padres, maestros y consejeros. Comunícate con ellos cuando el estrés de la escuela se haga demasiado fuerte, y no trates de luchar tú solo.[15]
    • Cultiva una mentalidad positiva para que te ayude a manejar la ansiedad. Por ejemplo, no pienses en que el trabajo que haces está incompleto, sino más bien piensa que es un trabajo en curso. En vez de enfocarte siempre en cuánto te queda por aprender, tómate un tiempo para reflexionar sobre lo lejos que has llegado. Y recuerda también cómo el estudio que haces te ayuda en el panorama general del aprendizaje y crecimiento.
    • Si experimentas ansiedad en los exámenes al punto de perjudicar tu desempeño cuando es el día del examen, tómate un tiempo para prepararte de forma adecuada y así minimizar la ansiedad. Duerme bien la noche anterior. No vayas a dar un examen con el estómago vacío. Respira de forma lenta y profunda para lograr relajarte. Y trata de darle la vuelta a la ansiedad en tu cabeza al pensar en ella como si fuera energía y emoción que puedes utilizar en vez de una carga estresante.[16]

Acerca de este wikiHow

Jennifer Kaifesh
Coescrito por:
Tutora académica
Este artículo fue coescrito por Jennifer Kaifesh. Jennifer Kaifesh es la fundadora de Great Expectations College Prep, un servicio de tutorías y asesoramiento con sede en el Sur de California. Jennifer tiene más de 15 años de experiencia administrando y facilitando las tutorías académicas y la preparación de exámenes estandarizados en relación con el proceso de solicitud para la universidad. Ella es graduada de la Universidad Northwestern. Este artículo ha sido visto 10 207 veces.