Cuando juegan, los perros quieren mordisquear o morder por naturaleza. Sin embargo, es importante que el tuyo entienda que mordisquear a las personas durante el juego es inaceptable. Para hacer que se detenga, debes enseñarle un comportamiento llamado inhibición de mordedura. Esto le enseñará la manera segura de usar su hocico de una forma amigable. También puedes reducir su comportamiento de mordisquear al hacer que se ejercite mucho y darle juguetes masticables. Si tu perro tiene un problema y muerde de forma agresiva a otros perros durante el juego, debes empezar a socializarlo de diferentes formas.

Método 1
Método 1 de 3:
Enseñarle a inhibirse de morder

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    Deja que te mordisquee la mano. Para enseñarle a inhibirse de morder, tendrás que mostrarle que las mordeduras son dolorosas. Deja que juegue con tu mano y, cuando te muerda muy fuerte, haz un sonido de aullido agudo. También podrías decir algo como “Eso está mal” o “No” con una voz firme). Elógialo cuando deje de morderte.[1]
    • Solo realiza esta actividad en momentos esporádicos en un periodo breve. No debes dejar que te mordisquee más de tres veces en 15 minutos. Termina la actividad luego de que pasen 15 minutos.
    • Para enseñarle que morder (incluso de juego) te lastima o te entristece, también puedes emitir un aullido o llanto fuerte cuando lo haga.
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    Dale un tiempo de castigo. Una vez que empieces a enseñarle que morder puede lastimar, tendrás que empezar a darle tiempos de castigo. Si te mordisquea a ti o tu ropa, di “ay” con un tono agudo. Párate de forma abrupta y sal de la habitación. No juegues con él de nuevo hasta que se calme. Si lo haces cada vez que te mordisquea, aprenderá que no es aceptable morderte o mordisquearte.[2]
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    Rocíate un producto disuasivo de mal sabor en las manos y la ropa. Estos consisten en aerosoles comestibles que tienen un mal sabor para los perros, y pueden disuadirlos de mordisquearte a ti o tu ropa. Puedes aplicártelos en la ropa y la piel hasta por dos semanas. Si no quieres aplicártelo en las manos desnudas, rocía un par de guantes de algodón y úsalos mientras juegues con el perro.[3] Puedes comprar productos disuasivos seguros para perros en la veterinaria o la tienda de mascotas de tu localidad. Estos son algunos disuasivos de sabor comunes:
    • Grannick’s Bitter Apple en aerosol o gel
    • Veterinarian’s Best Bitter Cherry Spray
    • Bitter YUCK! No Chew Spray
    • Nature’s Miracle No-Chew Bitter Dog Spray
    • vinagre de sidra de manzana
    • una versión casera hecha con ají molido y vaselina
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    Contrata a un entrenador de perros profesional certificado. Si tienes dificultades para entrenar al perro por tu cuenta, podrías tener que recurrir a un entrenador de perros profesional certificado o un especialista en comportamiento animal. Ellos podrían identificar lo que funciona y lo que no en tu régimen de entrenamiento, y pueden entrenar al perro según sus necesidades únicas. Podrás encontrar un entrenador profesional en los EE. UU. en el Certification Council for Professional Dog Trainers o la Association of Professional Dog Trainers.[4]
    • Estos entrenadores suelen ofrecer clases grupales e individuales.
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    No golpees al perro cuando muerda durante el juego. Si lo golpeas cuando te mordisquea, esto solo podría agravar el problema. El perro podría reaccionar poniéndose a la defensiva o actuando con agresividad hacia ti. También se volverá tímido cerca de las personas o empezará a agacharse cuando alguien mueva la mano.[5]
    • La mejor manera de entrenarlo es premiar su buen comportamiento. Si lo ignoras alejándote o le das una pista verbal como “no”, esto también puede ayudar a inculcar un buen comportamiento en el perro.
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Método 2
Método 2 de 3:
Cubrir su necesidad de morder y mordisquear

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    Ejercítalo. Un perro que se ejercita mucho es menos propenso a emocionarse demasiado durante el juego, y será menos probable que mordisquee por aburrimiento. Debes llevarlo a pasear una o dos veces al día. Dale mucho tiempo al aire libre y considera llevarlo a un parque para perros en el que pueda jugar con otros perros.[6]
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    Dale un juguete masticable cuando empiece a mordisquearte. Si empieza a mordisquearte la mano, dale algo que pueda morder, como un juguete masticable, un juguete KONG o un hueso de cuero curtido. Hazlo cada vez que creas que está a punto de morder la mano o una parte del cuerpo de alguien.[7]
    • Si estás nervioso por la posibilidad de que mordisquee a niños cuando lo acarician, puedes darle un juguete antes de dejar que se le acerquen. Presta mucha atención de todas formas, ya que algunos perros y cachorros pueden volverse agresivos por sus juguetes y portarse mal o mordisquear a los niños.
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    Fomenta el juego sin contacto. Por naturaleza, los perros quieren mordisquear y morder a las personas cuando juegan juegos de contacto físico, como las luchas o perseguirse. Para evitar que te mordisquee cuando juegan, prueba juegos en los que el perro y tú no se toquen. Estos juegos comprenden a traer el objeto, buscar el juguete o el tira y afloja.[8]
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    Coordina citas de juego para tu perro. La socialización adecuada con otros perros puede ayudar a enseñarle a tu mascota qué comportamiento es apropiado y cuál no. Si dejas que juegue con otros perros no agresivos, esto no solo le enseñará a jugar de forma apropiada, sino que también permitirá que muestre sus tendencias naturales de mordisquear sin lesionarte.[9]
    • Trata de encontrar un perro que tenga un temperamento similar al del tuyo y casi el mismo tamaño.
    • Una vez que aprenda a jugar de forma segura con otro perro, podrías llevarlo al parque de perros y ver cómo le va con un grupo de perros desconocidos.
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    No muevas las manos cerca de su cara. Cuando juegues con el perro, procura no mover las manos o los pies cerca de su cara. Esto podría ser una señal de que tus extremidades son juguetes. En lugar de ello, mantén las manos detrás de su cabeza mientras jueguen.[10]
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Método 3
Método 3 de 3:
Reducir el juego agresivo con otros perros

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    Diferencia entre la agresividad y el jugueteo. El simple hecho de que el juego sea tosco no significa que los perros se estén lastimando. Los perros suelen disfrutar y beneficiarse de este tipo de juego. Observa su lenguaje corporal para determinar si se vuelve agresivo.[11]
    • Los signos del juego agresivo comprenden a los músculos faciales tensos, una postura rígida, las orejas hacia adelante, la cola extendida hacia atrás y el pelo levantado en el lomo. Los perros también podrían aullar o mostrarle los dientes al otro perro. Si esto ocurre, debes tratar de separarlos.
    • Si el perro se agacha o se da la vuelta en el suelo, es probable que estén jugando, y no tendrás que separarlos. También podrían chocarse entre sí, mordisquearse, saltar contra el otro, gruñir o ladrar un poco, y perseguirse. Estos son comportamientos normales.[12]
    • Los perros gruñen mientras juegan, pero si el gruñido adopta un tono más bajo de un momento a otro, podrían estar poniéndose agresivos.
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    Presenta a los perros en un territorio neutral. Antes de dejar que dos perros que no se conocen corran juntos con libertad, colócales una correa y deja que se conozcan en un territorio neutral. Deja que se olfateen antes de llevarlos a un paseo corto. Si son amigables entre sí, podrás dejar que jueguen juntos sin su correa puesta dentro o fuera.[13]
    • Si presentas a los perros dentro de tu casa, el tuyo podría ponerse territorial con su hogar.
    • Algunos perros pueden ser agresivos cuando tienen la correa puesta. Presta atención a la manera en la que el tuyo se comporte cuando conozca a nuevos perros. Esto te permitirá adaptarte para lograr que tenga interacciones positivas con otros.
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    Oculta los juguetes cuando otro perro esté cerca. Si tu perro se vuelve agresivo o territorial cerca de sus juguetes, podrías tener que ocultarlos o retirarlos cuando otro perro esté presente. Esto evitará que se ponga a la defensiva por los juguetes y podría permitir que juegue con normalidad con el otro perro.[14]
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    Separa a los perros en una situación tensa. Si el perro muestra un comportamiento agresivo o si parece que están a punto de pelear, aleja al tuyo tan pronto como puedas.[15]
    • Si tu perro está entrenado para responder a órdenes, usa la orden “Ven” o llámalo por su nombre.
    • Podrías distraerlos al echarles un poco de agua.
    • No tomes al perro del collar o delante de su cara, o correrás el riesgo de que te muerda por accidente. En lugar de ello, tómalo de las patas traseras si definitivamente tienes que sujetarlo.
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    Evita las situaciones complicadas. Si tu perro se vuelve agresivo de forma reiterada durante el juego, podrías tener que retirarlo de la situación cuando se intensifique. Puedes evitar estas situaciones colocando al perro en otra habitación si hay un perro desconocido en la casa. También podrías tener que evitar los parques de perros. Puedes llevarlo a pasear con la correa puesta o jugar con él en un patio cerrado.
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Consejos

  • Un entrenador podrá ayudarte a buscar buenos compañeros de juego para tu mascota, los cuales sean adecuados para su temperamento, tamaño y nivel de actividad.
  • Los perros mayores a veces podrían sujetar con el hocico o mordisquear a los más jóvenes para enseñarles su lugar. Por lo general, esto no lastimará al perro joven.
  • Siempre supervisa a los niños cerca de los perros.
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Advertencias

  • Si el perro es agresivo o si sus mordeduras causan lesiones graves, comunícate con un entrenador de perros o un especialista en comportamiento animal para que te brinde consejos.
  • Si tienes un cachorro, empieza a entrenarlo para que deje de mordisquear cuando sea joven. Si no lo corriges, este comportamiento podría mantenerse en la adultez.
  • Los cachorros aprenden la inhibición de mordedura gracias a sus hermanos de camada y su madre. Si el cachorro se separa de la madre antes de las ocho semanas de edad, quizás no haya aprendido esta habilidad. Por este motivo, se aconseja no adoptar cachorros muy jóvenes.[16]
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Acerca de este wikiHow

Ryan Corrigan, LVT, VTS-EVN
Coescrito por:
Técnica veterinaria licenciada
Este artículo fue coescrito por Ryan Corrigan, LVT, VTS-EVN. Ryan Corrigan es una técnica veterinaria con licencia en California. Recibió su licenciatura en Ciencias en Tecnología Veterinaria en la Universidad de Purdue en 2010. También es miembro de la Academia de Técnicos de Enfermería Veterinaria Equina desde 2011. Este artículo ha sido visto 1361 veces.
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