Este artículo fue coescrito por Elisabeth Weiss. Elisabeth Weiss es adiestradora profesional de perros y propietaria de Dog Relations NYC, un servicio de adiestramiento canino en Nueva York, Nueva York. Elisabeth se basa en técnicas basadas en la ciencia, libres de fuerza y basadas en recompensas. Elisabeth ofrece adiestramiento de comportamiento, modales para cachorros, conciencia corporal y prevención de lesiones, dieta, ejercicio y servicios de nutrición para perros. Su trabajo ha aparecido en la revista New York Magazine y en el podcast Dog Save the People. También entrenó a todos los perros en la película "Heart of a Dog" (el corazón de un perro) de Laurie Anderson que presenta la travesía de Elisabeth con Lolabelle, el perro de Laurie Anderson y Lou Reed, y cómo su pasión por tocar el teclado jugó un papel importante en la mejora de su calidad de vida después de ser diagnosticada con cáncer de páncreas.
En este artículo, hay 10 referencias citadas, que se pueden ver en la parte inferior de la página.
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A menudo, se asume que los perros y los gatos son enemigos. Sin embargo, ambos animales tienen la capacidad de vivir juntos y en paz (incluso, pueden llegar a ser grandes amigos).[1] Solo necesitas algo de tiempo y mucha paciencia, en especial si los animales son viejos y no se conocen. Con un poco de esfuerzo, puedes entrenar a tu perro para que deje de perseguir gatos y mejorar la vida dentro de tu hogar.
Pasos
Método 1
Método 1 de 5:Hacer que el perro y el gato se conozcan
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1Escoge un lugar apropiado. Lo mejor es que los animales se conozcan dentro tu casa. Si llevas a tu perro a conocer un gato dentro de un refugio de animales o viceversa, esta experiencia puede resultar demasiado traumática (en especial para el gato). Por esta razón, muchos expertos recomiendan que realices esta actividad con tus mascotas en tu propia casa.[2]
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2Escoge una mascota nueva que se lleve bien con tu antigua mascota. Si llevas un gato a una casa en la que siempre ha vivido un perro (o viceversa), es probable que el perro tienda a perseguir al gato y este se vuelva agresivo e incluso llegue a atacar al perro. Si ya vives con una mascota y quieres adoptar una nueva, debes preguntarle al personal del refugio (o de la oficina de adopción) si tienen gatos que se lleven bien con los perros (o perros que lleven bien con los gatos), según sea el caso. De esta manera, te aseguras de que el hecho de traer a casa una mascota nueva no pase de ser más que un período de adaptación de menor importancia y no se convierta en un proyecto agonizante.[3]
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3Mantén el encuentro libre de tensión. Aunque puede resultar difícil hacer del encuentro una ocasión relativamente calmada, este constituye un aspecto importante para el bienestar de ambos animales. Necesitas un poco de entrenamiento básico y reforzamiento mediante recompensas para lograr que ambas mascotas se familiaricen.
- Debes utilizar bocadillos tanto para el perro como para el gato. Escoge bocadillos que sepas que le gustan a ambos animales (aunque los gatos suelen ser más quisquillosos al respecto). Puedes probar dándole atún o trozos de pollo a tu gato como bocadillos.
- Entrena a tu perro o recuérdale algún entrenamiento previo (por ejemplo, algunos comandos clave como “quieto”, “ven” o “suéltalo”). Este entrenamiento debe realizarse antes de traer una mascota nueva a casa, ya que será crucial conseguir que el perro se detenga cuando empiece a perseguir o molestar al gato.
- Saca al perro a correr o deja que corra alrededor de un patio cercado antes del encuentro con el gato. De esta manera, tendrá menos energía y será menos propenso a perseguir al gato durante el encuentro.
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4Haz que ambos animales se conozcan. Esto debe hacerse bajo estricta supervisión. Amarra a tu perro con una correa corta y, si parece que quiere perseguir al gato, debes distraer a ambos animales dándoles de comer sus respectivos bocadillos. Puede resultarte útil tener a alguien más en la habitación. De esta manera, tú te concentras en el perro y la otra persona, en el gato (o viceversa).
- Deja que los animales se olfateen mutuamente. No debes mantenerlos en los extremos opuestos de la habitación. Debes limitarte a hacer las veces de un intermediario en caso de que alguno de los animales se ponga agresivo.
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5Acaricia y recompensa a ambos animales. Si se portan bien, felicítalos, acarícialos y entrégales sus bocadillos.
- Durante las primeras semanas, debes continuar recompensando a tus mascotas siempre que se comporten calmadamente cuando se encuentran una junto a la otra.[4]
Método 2
Método 2 de 5:Enseñar a tu perro a tranquilizarse
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1Esconde un bocadillo en cada mano. Deja que tu perro olfatee una de tus manos. Lo más probable es que se emocione cuando se dé cuenta de que el bocadillo es para él, pero es importante que ignores sus intentos por conseguirlo.[5]
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2Menciona el comando "déjalo". La parte más importante de este ejercicio es ignorar al perro hasta que deje de intentar conseguir el bocadillo. Continúa diciendo "déjalo" hasta que obedezca tus órdenes. Puede tardar un poco, pero al final se rendirá y se sentará delante de ti.[6]
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3Felicita y recompensa a tu perro. Una vez que tu perro ha dejado de buscar el bocadillo que sabe que tienes en la mano, dile "buen chico" y entrégale el bocadillo que tienes en la otra mano. Es importante que no le entregues a tu perro el bocadillo que utilizaste para ordenarle que lo deje, ya que si lo haces, solo le enseñarás que finalmente siempre obtendrá lo que quiere sin importar lo que le ordenes.[7]
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4Repite el procedimiento. Es importante que el entrenamiento sea constante. Debes repetir el procedimiento hasta que tu perro se aleje inmediatamente de tu mano cuando le ordenes que la deje.[8]
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5Comienza a utilizar el comando "déjalo" alrededor de tu gato. Una vez que tu perro haya dominado este comando, puedes comenzar a utilizarlo alrededor de tu gato. Debes ser precavido y supervisar a ambos animales, ya que tu perro puede haber aprendido a dejar el bocadillo, pero puede estar menos dispuesto a dejar algo que percibe como una presa. Debes tener paciencia y seguir entrenando a tu perro hasta que aprenda a dejar al gato en cuanto se lo ordenes.
Método 3
Método 3 de 5:Utilizar un clicker para entrenar a tu perro
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1Consigue un clicker para entrenar a tu perro. Este es un pequeño dispositivo de plástico con una lengüeta metálica retráctil que sirve como una ayuda en el adiestramiento de los perros. Debes sujetar el clicker en la palma de tu mano y presionar rápidamente el botón para que emita un sonido. De esta manera, condicionas al perro a escuchar el clicker cada vez que hace algo bueno.[9]
- Puedes conseguir este dispositivo en muchas tiendas de mascotas y a través de Internet.
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2Preséntale el clicker a tu perro. Solo debes utilizar el dispositivo cuando tu perro se comporta adecuadamente. Debes activarlo de inmediato en respuesta a su buen comportamiento. Tu perro debe asociar su buen comportamiento (en este caso, no perseguir al gato) con el sonido del clicker.[10]
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3Entrégale un bocadillo de inmediato. El componente final para entrenar un perro con la ayuda de un clicker es entregarle un bocadillo inmediatamente después de utilizar el dispositivo. El tiempo de respuesta es imprescindible, ya que tu perro tiene que asociar su buen comportamiento con el sonido del clicker (y a su vez, este sonido con la recompensa).[11]
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4Imita el movimiento del gato. A medida que avanzas con el entrenamiento, es probable que tengas que incorporar gradualmente un desafío adicional en el que debes imitar el movimiento del gato. De esta manera, tu perro se adaptará con mayor facilidad a los escenarios reales que puedan surgir mientras se acostumbra al gato.
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5Celebra el progreso de tu perro. Tu mascota no va a aprender una nueva forma de comportarse de un día para otro, pero con el tiempo, aprenderá a completar parte de la tarea que le estás tratando de enseñar (en este caso, no perseguir gatos). Es importante que recompenses incluso sus progresos parciales o sus pasos hacia el cumplimiento de este propósito, ya que con el fin de modificar el comportamiento instintivo de tu perro, en esencia lo estás haciendo es acabar con los componentes de ese comportamiento. Cada vez que tu perro comienza a perseguir al gato pero se detiene, debes presionar el clicker y darle una recompensa. Con el tiempo, perderá esta costumbre por completo.[14]
Método 4
Método 4 de 5:Evitar que tu perro persiga a los gatos del vecindario
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1Amarra a tu perro con una correa. Si tu perro tiende a perseguir a los gatos del vecindario, lo mejor es que le coloques una correa para sacarlo a pasear. Si deseas quitarle la correa durante el paseo, debes hacerlo solo en lugares en los que sabes que no habrá gatos alrededor (por ejemplo, en un parque para perros o en un lugar tranquilo lejos de otras casas). Además, debes quitarle la correa a tu perro en el parque solamente si sabes que no habrá gatos alrededor. Recuerda que los gatos tienden a merodear por las noches, ya que salen a cazar durante estas horas.[15]
- Utiliza el comando "déjalo" durante los paseos. Aunque tu perro esté amarrado con una correa, aún puede intentar correr y jalar de esta cada vez que vea un gato. Utiliza este comando cada vez que veas un gato para ayudar a disminuir la tensión mientras paseas a tu perro en un vecindario que tenga muchos gatos.[16]
- Si tu perro jala la correa o ladra, puede estar experimentando agresión. En pocas palabras, él percibe que estás preocupado por cómo va a reaccionar en presencia de otro animal, por lo que asume que otros animales constituyen una amenaza. Para evitar este tipo de comportamiento, debes llamar la atención de tu perro sin importar lo que está ocurriendo a tu alrededor. Debes recompensarlo si mantiene sus ojos puestos en ti. Comienza el entrenamiento en un ambiente en el que no haya mucha tensión (por ejemplo, tu casa) y trabaja gradualmente para mantener a tu perro concentrado en ti (y en el bocadillo) sin importar si otros animales se encuentran en tu camino.[17]
- Otra habilidad crucial que debes enseñarle a tu perro si vas a dejar que deambule sin correa es que venga hacia ti cuando lo llames. Intenta enseñarle esto mientras huyes de él, ya que es casi inevitable que te persiga si lo haces. De esta manera, será más sencillo para él aprender este comando al principio de su entrenamiento, ya que asociará su recompensa con el hecho de perseguirte. Recompénsalo con bocadillos y caricias cada vez que obedezca la orden.[18]
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2Encierra a tu perro en el patio. Si tienes un patio en tu casa y te gustaría dejar que tu perro corra libremente alrededor, debes asegurarte de cercar toda tu propiedad o utilizar una correa y un ronzal para evitar que tu perro salga de tu patio. De esta manera, te aseguras de que tu perro no persiga algún gato que viva al aire libre en el vecindario.[19]
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3Mantén a los gatos fuera de tu jardín. Si tus vecinos tienen un gato que tiende a ingresar a tu patio, la mejor manera de evitar que tu perro lo persiga es mantenerlo fuera de tu patio. Puedes ahuyentar al gato haciendo gestos con las manos cada vez que veas que ingresa a tu patio o instalar aspersores automáticos a lo largo del perímetro de tu patio. Estos dispositivos detectan el movimiento y rocían agua hacia el objetivo, lo que constituye un excelente repelente para gatos intrusos.[20]
Método 5
Método 5 de 5:Aprender cuándo es el momento de involucrarse
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1Comprende por qué los perros persiguen a los gatos. Entre las principales razones por las que esto ocurre se encuentran las siguientes: el perro solo quiere jugar con el gato (tal vez lo considera como otro perro) o el movimiento del gato estimula el instinto depredador del perro. Sin importar cuál sea el caso, como dueño tienes que intervenir (si es necesario) para evitar que los animales se hagan daño. Incluso si tu perro solo está tratando de jugar con el gato, es probable que lo haga con demasiada agresividad y trate de perseguir o morder al gato como un medio de juego. Si tu perro persigue al gato guiado por su instinto depredador, es aún más importante que intervengas, ya que podría matarlo. Además, el gato podría lesionar gravemente a tu perro.
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2Mantén siempre a los animales bajo supervisión. Es probable que el periodo de entrenamiento y adaptación tarde un poco. Una vez que tus mascotas se hayan acostumbrado la una a la otra, puedes sentirte seguro de dejar a los animales solos sin supervisión. Sin embargo, esto tardará por lo menos un mes o probablemente más tiempo. Lo importante es que te asegures de que ambos animales no se hagan daño cuando se queden solos.[21]
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3Suspende a tu perro cada vez que persiga al gato. Cada vez que tu perro cometa una falta en su entrenamiento y persiga al gato, debes considerar la posibilidad de suspenderlo. Este procedimiento no debe ser perjudicial para el perro. El objetivo es sacarlo de la situación para darle a entender que se portó mal.[22]
- Escoge el lugar en el que debe permanecer durante la suspensión y utiliza esa misma habitación constantemente. Puedes utilizar un algún lugar aislado (por ejemplo, un cuarto de baño).[23] Asegúrate de que la habitación no sea incómoda. Por ejemplo, un sótano sin calefacción durante el invierno sería un pésimo lugar de suspensión. Del mismo modo, una sala sin ventilación (que no cuente con aire acondicionado) durante el verano sería terrible para el animal.
- Debes decir con calma la palabra "suspensión" cada vez que tu perro persiga al gato.[24]
- Sujeta con cuidado a tu perro por el collar. Sácalo de la habitación en la que persiguió al gato y condúcelo hacia la sala de suspensión.[25]
- Espera unos momentos (alrededor de un minuto o dos) y luego saca a tu perro con calma de la sala de suspensión. Si repite su mal comportamiento, rápidamente y con calma devuélvelo a la sala de suspensión.[26]
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4Haz que los gatos sean indeseables para tu perro. Si ninguno de los métodos de entrenamiento ha funcionado, es probable que tengas que hacer a los gatos menos deseables para tu perro. Recuerda que este procedimiento solo debe realizarse como último recurso y no debe implicar herir o dañar al perro bajo ninguna circunstancia. Los expertos simplemente recomiendan hacer que el perro asocie el hecho de perseguir al gato con una experiencia ligeramente desagradable, por ejemplo, un sonido molesto o el olor de un aerosol repulsivo suave (como los cítricos).[27] Incluso una botella de aerosol llena de agua limpia y fría puede ser suficiente para repeler a tu perro. Con el tiempo, tu perro asociará la persecución del gato con un olor desagradable a cítricos o una explosión rápida de agua fría en su cara y ya no deseará perseguir más al gato. Debes asegurarte que el aerosol sea seguro para tu mascota.
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5Considera contratar a un entrenador o un conductista. Si nada ha funcionado para repeler a tu perro y evitar que persiga al gato, debes considerar la posibilidad de contratar a un especialista. Asegúrate de encontrar un especialista certificado, por ejemplo, un profesional certificado en entrenamiento canino (CPDT, por sus siglas en inglés) o un veterinario conductista certificado. Aunque tus mascotas pueden requerir varias sesiones de entrenamiento, un especialista certificado en adiestramiento del comportamiento animal está capacitado para determinar aquello que impulsa a tu perro a perseguir al gato y cuáles son las medidas que puedes tomar para suprimir esa costumbre.[28]
- Puedes encontrar a este tipo de profesionales a través de Internet. Debes filtrar la búsqueda para que encuentres especialistas en tu localidad. Asegúrate de consultar las referencias de cualquier especialista que escojas y buscar en Internet algunos comentarios de otros dueños que hayan trabajado con él.[29]
Consejos
- No dejes que tu perro tenga acceso al alimento o a la caja sanitaria de tu gato. Esto puede estresar más a tu gato y podría hacer que se vuelva agresivo con el perro.
- No es necesario que grites ni levantes la voz para darles órdenes a tus mascotas.
- Debes ser constante en cuanto a su entrenamiento. Las repeticiones y las recompensas funcionan muy bien para afianzar en el perro un nuevo comportamiento.
Advertencias
- Nunca golpees a un animal. Esto no solo es cruel, sino que puede hacer que tu mascota desarrolle problemas de comportamiento (como agresión y timidez).
- No utilices una cadena como correa, ya que puedes lastimar seriamente a tu perro. Debes utilizar una correa suave y mantener a tu perro amarrado con una correa corta durante su encuentro con el gato.
- No todos los perros pueden aprender a no perseguir a otros animales. Si tu perro tiene un fuerte instinto depredador, siempre tratará de perseguir a otros animales más pequeños, independientemente de su grado de inteligencia o su deseo de complacerte. Si crees que tu perro no tiene la capacidad de controlar sus impulsos, debes concentrarte en enseñarle el comando "déjalo". Asegúrate de ejercitarlo mucho todos los días y mantenerlo amarrado con una correa en todo momento mientras se encuentra al aire libre.
Referencias
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- ↑ http://bestfriends.org/Resources/Preventing-Your-Dog-From-Chasing-The-Cat/
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