Un calcetín con arroz es una almohadilla térmica casera que puedes calentar rápidamente en el microondas. Cuando esté caliente, puedes usarlo en distintas áreas del cuerpo para tratar los dolores, los escalofríos y algunas otras dolencias. La clave para hacer un calcetín con arroz es usar un calcetín de algodón que no se queme ni se derrita cuando lo calientes y hacer un nudo que te permita cambiar el relleno cuando lo necesites.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Rellenar el calcetín con arroz

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    Elige un calcetín adecuado. Para hacer una almohadilla térmica más pequeña, usa un calcetín que llegue a la mitad de la pantorrilla. Para hacer una almohadilla más grande, usa un calcetín que cubra la pantorrilla o llegue hasta la rodilla. Usa un calcetín que sea 100 % de algodón. Elige un calcetín grueso con un tejido ajustado para proteger la piel del arroz caliente y evitar que el arroz se salga.[1]
    • Es importante que uses algodón porque no se quemará ni se derretirá en el microondas.
    • Asegúrate de que el material no tenga hilos de metal, como plata o cobre, porque podrían encenderse en el microondas.
    • No uses calcetines con agujeros porque el arroz se caerá.
    • Para hacer una almohadilla térmica más grande, usa una funda pequeña de almohada en lugar del calcetín.
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    Mete el calcetín en un vaso alto. Si usas una taza como base para colocar el calcetín, podrás llenarlo con el arroz más fácilmente. Inserta el calcetín en un vaso alto. Enrolla en el borde del vaso el dobladillo del calcetín para abrirlo, de la misma forma en que colocas una bolsa de basura en el borde del recipiente.[2]
    • Si el calcetín se desliza del borde del vaso, usa un elástico para mantenerlo en su lugar.
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    Llena tres cuartas partes del calcetín con arroz crudo. No uses arroz instantáneo porque está precocido y es más propenso a desarrollar moho. Puedes usar entre 4 y 6 tazas (780 g a 1 kg) de arroz, según el tamaño del calcetín. Deja un cuarto vacío para poder hacer un nudo en la parte superior. En lugar de arroz, puedes usar también otros granos secos, como los siguientes:
    • frijoles
    • cebada
    • linaza
    • maíz entero (no para hacer palomitas)
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    Agrégale algún aroma si quieres. Los aromatizantes harán que el arroz huela bien cuando lo calientes. Simplemente vierte o rocía el aromatizante en el arroz. Algunos aromatizantes que puedes usar son los siguientes:
    • de 5 a 10 gotas de aceites esenciales
    • té de hierbas
    • flores secas de lavanda[3]
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    Haz un nudo en la parte superior del calcetín. Sostén el dobladillo del calcetín y sácalo con cuidado del vaso. Gira la parte superior del calcetín para cerrarlo y evitar que el arroz se caiga. Agita el arroz en el interior para esparcirlo de manera uniforme en todo el calcetín. Haz un nudo en la parte superior del calcetín para que el arroz se quede en el interior.[4]
    • Si haces un nudo en lugar de coser el calcetín para cerrarlo, podrás cambiar el relleno cuando ya esté viejo y huela a rancio.
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    Cambia el arroz cuando sea necesario. Con el transcurso del tiempo, el arroz puede empezar a oler a rancio o a quemado. Cuando esto suceda, desata el calcetín, desecha el arroz y vuelve a llenarlo con arroz fresco. De esta forma, evitarás los riesgos de incendio y los malos olores en la casa cada vez que uses el calcetín con arroz.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Calentar el calcetín con arroz

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    Calienta el calcetín en el microondas. La forma más fácil y más rápida de calentar un calcetín con arroz es en el microondas. Coloca el calcetín en el microondas con una taza de agua y caliéntalo a temperatura alta por un minuto. Saca con cuidado el calcetín y toca distintas áreas para sentir el nivel de calor. Vuelve a poner el calcetín en el microondas por otros 30 segundos si quieres calentarlo más.
    • Cuando saques el calcetín del microondas, hazlo con mucho cuidado porque estará muy caliente.
    • El agua le dará humedad al aire en el interior del microondas y evitará que la tela o el arroz se quemen.[5]
    • Apaga el microondas de inmediato si sientes olor a quemado.[6] Usa un guante para horno o una manopla para sacar el calcetín.
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    Caliéntalo en el horno. Precalienta el horno a 149 °C (300 °F). Coloca el arroz en una fuente para hornear profunda o en una cacerola. Cubre la fuente con una tapa o con papel de aluminio. Llena con agua un tazón o una fuente apta para el horno. Cuando el horno tenga la temperatura necesaria, coloca la cacerola en la rejilla superior y el recipiente con agua en la rejilla inferior. Revisa la temperatura del calcetín después de 20 minutos. Caliéntalo durante 10 minutos más si fuera necesario.
    • El agua que está en el horno mantendrá el aire húmedo y evitará que el arroz o la tela se quemen.
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    Colócalo en un radiador. Durante el invierno, puedes calentar el calcetín sobre el radiador si tienes uno en casa. Enrolla el calcetín con una hoja de papel de aluminio. Colócalo sobre el radiador y déjalo calentar de 30 minutos a una hora. Dale vuelta cada 10 minutos para asegurarte de que se caliente de manera uniforme.
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    Congela el calcetín. Los calcetines con arroz también pueden congelarse y usarse como compresas de hielo. Coloca el calcetín en el congelador y déjalo enfriar por 45 minutos. Antes de usarlo, agita el calcetín para acomodar el arroz y asegurarte de que se enfríe de manera uniforme.[7]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Usar el calcetín con arroz

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    Trata el dolor muscular y el estrés. Los calcetines calientes son excelentes para calmar los músculos doloridos o rígidos a causa del trabajo, el estrés o una tensión leve. Calienta el calcetín a la temperatura que desees. Tócalo para asegurarte de que no tenga áreas muy calientes. Colócalo directamente sobre el músculo dolorido y déjalo actuar de 15 a 20 minutos.[8]
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    Mantén el calor. Un calcetín caliente es una forma excelente de mantener el calor cuando tienes escalofríos, tienes frío por estar en el exterior o simplemente cuando tu casa no es lo suficientemente acogedora.[9] Si tienes los pies fríos, calienta el calcetín, colócalo en el suelo y siéntate mientras apoyas los pies sobre el calcetín. Para combatir los escalofríos en general, calienta el calcetín, colócalo sobre tu regazo y enróllate con una manta.
    • También puedes colocar un calcetín caliente en la cama por la noche para mantener el calor mientras te quedas dormido.
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    Calma los dolores y los cólicos. Cuando estás cansado, enfermo o dolorido, es común que sientas dolor en las articulaciones. Coloca un calcetín caliente en el área afectada, como el cuello, de 20 a 25 minutos para tratar los dolores. Para combatir los cólicos menstruales, acuéstate de espaldas y ponte un calcetín caliente sobre el abdomen por 30 minutos.
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    Alivia el dolor de cabeza. Los dolores de cabeza, las migrañas, la presión sinusal y otras dolencias que afectan la cabeza y el rostro pueden tratarse algunas veces con almohadillas térmicas.[10] Acuéstate boca arriba y ponte un calcetín caliente en la frente o en el rostro para aliviarte. También puedes poner la cabeza sobre el calcetín, como si fuera una almohada.
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    Alivia el dolor causado por la artritis. Este dolor suele calmarse con calor y un calcetín con arroz es una forma excelente de aplicar calor. Calienta el calcetín y colócalo en las articulaciones doloridas por 20 minutos cada vez.[11]

Advertencias

  • Nunca coloques un calcetín con arroz en el cuerpo de un bebé o de una persona que esté durmiendo, que esté paralizada o que tome medicamentos que le provoquen entumecimiento, ya que no podrá sentir ni mover el calcetín y podría quemarse.

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Resumen del artículoX

Para hacer un calcetín con arroz, debes conseguir un calcetín 100 % de algodón sin ningún metal ni material sintético para que no se queme en el microondas. Abre el calcetín y llena 3/4 con arroz crudo. Luego, ata la parte vacía del calcetín haciendo un nudo para asegurarlo, o ata un pedazo de cuerda alrededor del extremo. Calienta el calcetín en el microondas a temperatura alta durante 1 o 2 minutos. Vigílalo mientras se calienta en caso de que empiece a humear. Deja que el calcetín se enfríe de 10 a 20 segundos, luego sácalo del microondas y aplícalo en los músculos adoloridos para aliviarlos. Vuelve a calentar el calcetín con arroz después de que se enfríe si así lo deseas. Si quieres aprender a congelar el arroz para hacer una compresa fría, ¡sigue leyendo el artículo!