Si tu cuerpo está predispuesto a bajas temperaturas o estás cuidando a alguien con hipotermia, tal vez debas saber cómo incrementar la temperatura corporal. El alimento y bebidas adecuadas, y un buen atuendo, elevarán la temperatura de tu cuerpo. Si estás a una temperatura arriesgadamente fría, es importante calentarte para evitar la hipotermia. Si intentas elevar tu temperatura deliberadamente en lugares acalorados, debes tener cuidado de no hacerlo demasiado, ya que podría causarte una insolación o un golpe de calor.

Método 1
Método 1 de 2:
Tratar un caso grave

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    Reconoce los signos de la hipotermia. Cuando tu cuerpo pierde calor más rápido de lo que lo genera, corres el riesgo de ponerte hipotérmico; cuando tu temperatura corporal baja de los 35° Celsius (95° Fahrenheit), tus órganos dejan de funcionar debidamente.[1] La hipotermia es un riesgo peligroso para tu vida y salud. Podrías perder dedos las manos y pies, y extremidades a causa del frío, al igual que sufrir un daño duradero. Si crees que estás poniéndote hipotérmico, entonces tu situación es delicada y necesitas incrementar tu temperatura corporal tan rápido como sea posible.
    • En la hipotermia leve, notarás: escalofríos, mareos, hambre, náuseas, una respiración rápida, un poco de confusión y falta de coordinación, problemas al hablar, fatiga y un pulso acelerado.
    • A medida que la hipotermia se vuelve más grave, notarás que muchos de los síntomas anteriores se vuelven más graves. Tal vez dejes de estremecerte, pero empezarás a balbucear o arrastrar palabras, sentirte soñoliento o tomar decisiones arrebatadas, como intentar quitarte la ropa caliente, sentir una inquietante falta de preocupación, experimentar un pulso débil y respirar poco profundo. Por último, si no recibes un tratamiento y calor de forma adecuada, lo suficientemente rápido, morirás.[2]
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    Aléjate del frío. Si tu temperatura corporal está descendiendo drásticamente, necesitas alejarte del frío. Si estás en la intemperie, encuentra un cuarto cálido o un refugio.
    • Incluso el hecho de alejarte del viento puede ser de utilidad. Si no puedes entrar en una edificación, procura refugiarte detrás de una pared u otro objeto grande.
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    Quítate la ropa mojada. Ponte tantas capas de ropa caliente y aislante como puedas, sin olvidar la cabeza y el cuello. Corta la ropa de alguien más, si es necesario, para evitar que se muevan demasiado.
    • Antes de quitarte la ropa húmeda, asegúrate de tener prendas cálidas y secas que puedas ponerte.
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    Fíate del contacto cuerpo a cuerpo. Si no logras entrar en algún lugar, acurrúcate con otra persona bajo varias capas de mantas o ropa seca y holgada. Tal vez sea una de las maneras más efectivas de estabilizarte rápidamente y elevar tu temperatura corporal.[3]
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    Calienta primero el centro de tu cuerpo. Tus extremidades, como las manos, pies y dedos, son las primeras partes en donde tu cuerpo siente el frío, pero la situación se vuelve más grave cuando se esparce a tu torso y abdomen.
    • Mantén tus extremidades pegadas a tu cuerpo. Coloca tus manos debajo de las axilas o entre tus muslos. Acurrúcate en posición fetal para atrapar el calor entre tu torso y piernas. También intenta plegar tus pies para que no se enfríen demasiado.[4]
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Método 2
Método 2 de 2:
Intentar otras formas para calentarte

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    Ponte más ropa.[5] Ponerte varias capas de ropa ayudará a atrapar tu calor corporal, lo cual elevará tu temperatura en general. Por esta razón, con solamente arroparte más, elevarás tu temperatura corporal. También te ayudará a maximizar la retención del calor. Por ejemplo, intenta ponerte las capas de ropa en este orden:
    • playera interior
    • camisa
    • suéter
    • chaqueta ligera
    • abrigo grueso
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    Ponte un gorro, mitones y una bufanda. Una significante cantidad de calor se emite desde la cabeza, por lo que cubrirte con un gorro u otro accesorio te ayudará a retener ese calor. De igual manera, unos mitones y una bufanda te ayudarán a retener el calor de tus manos y pecho, elevando así tu temperatura corporal.
    • Los mitones suelen ser preferibles en los climas muy frías, pues permiten que el calor de cada dedo caliente todos sus extremos.
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    Utiliza mantas u otro material para acobijarte. Si de verdad necesitas elevar tu temperatura corporal por el clima frío o alguna otra razón, y no traes contigo algo más de ropa, envuélvete con mantas o toallas. Si tampoco tienes mantas ni toallas, improvisa usando otros materiales.
    • Envuélvete en capas de materiales tales como papel periódico o bolsas de plástico para basura.
    • Si estás en medio de la naturaleza, las ramas de los pinos son muy aislantes, ya que las agujas atrapan el aire cuando se superponen entre sí.
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    Come algo. La digestión incrementa la temperatura a medida que tu cuerpo metaboliza la comida.[6] Comer cualquier cosa, con este propósito, incrementará tu temperatura por lo menos un poco.
    • Date cuenta de que los esfuerzos de tu cuerpo por calentarse en el frío aceleran tu metabolismo notoriamente. Cuando no intentas calentar tu cuerpo, quemas mucho más calorías de lo normal.
    • Por lo tanto, consumir alimentos también te ayuda a adquirir la energía necesaria para reabastecer los procesos naturales de calentamiento de tu cuerpo.
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    Consume alimentos calientes y bebe líquidos dulces y tibios.[7] [8] Ingerir alimentos y bebidas calientes elevarán tu temperatura corporal incluso más que la misma digestión, debido a que tu cuerpo absorbe su calor. Cualquier alimento caliente te ayudará, y podrías preparar alguna bebida dulce y tibia rápido. El azúcar en ellas le dará a tu cuerpo un gran impulso de calorías a digerir, y así dándole energía a tu termostato natural. Unas buenas opciones son:
    • café
    • chocolate caliente
    • leche tibia con o sin miel
    • caldo caliente
    • sopa
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    Mantente en movimiento. El movimiento mantiene la temperatura de tu cuerpo estable y el ejercicio podría contrarrestar, en parte, los efectos del frío en un ambiente fresco.[9] Camina o corre, haz saltos de tijera o estiramientos dinámicos, corre a toda velocidad o haz volteretas. Lo más importante es que no te detengas por más de un segundo. Cuando dejes de moverte, volverás a sentir frío.
    • Ten cuidado. Si alguien sufre de hipotermia grave, un movimiento repentino o brusco podría ocasionar un paro cardiaco. No masajees o frotes a esa persona, y mucho menos intentes sacudirla.
    • Solamente utiliza el movimiento como una estrategia si la persona afectada no está gravemente fría ni en riesgo de sufrir hipotermia.
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Acerca de este wikiHow

Anthony Stark, EMR
Coescrito por:
Miembro del servicio de emergencias médicas
Este artículo fue coescrito por Anthony Stark, EMR. Anthony Stark es un miembro del servicio de emergencias médicas certificado en Columbia Británica, Canadá. Actualmente trabaja para Mountain View Safety Services y anteriormente trabajó para el Servicio de Ambulancia de Columbia Británica. Anthony tiene una licenciatura en ingeniería eléctrica, electrónica y comunicaciones del Instituto de Tecnología de Georgia. Este artículo ha sido visto 198 122 veces.
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