El disfraz de monja es uno de los más fáciles de hacer. A pesar de que puedes coserlo desde cero, podrás encontrar todas las piezas en tu armario, en el de un amigo o incluso en una tienda de segunda mano. Una vez que tengas el disfraz armado, podrás meterte en el personaje y actuar como una monja.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Conseguir el vestido

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    Investiga los diferentes tipos de uniformes de monja. El conjunto tradicional de una monja es negro, pero algunas órdenes usan colores distintos. Por ejemplo, algunas usan azul oscuro, gris o celeste. Otras órdenes no usan vestidos, sino faldas y blusas en su lugar.[1]
    • Este artículo se enfocará en el vestido negro tradicional de monja, pero si basas tu disfraz en otra orden diferente, deberás usar esos colores.
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    Busca un vestido suelto con mangas largas a la altura del tobillo. Una toga de graduación funcionará muy bien, pero también puedes usar un vestido real. Elige uno con un corte simple y pocas costuras.[2]
    • Pídeles a tus amigos o vecinos que te presten ropa. También puedes encontrar vestidos similares en las tiendas de segunda mano.
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    Considera usar un conjunto con una falda y una blusa. Algunas monjas combinan faldas largas con camisas de mangas largas. Según la orden, la camisa debe ser blanca o del mismo color de la falda. Al igual que el vestido, la falda debe ser larga y no muy ajustada. A menos que la orden use un color distinto, esta tendrá que ser negra.
    • Una blusa de cuello alto o abotonada funcionará, según la orden.
    • En términos de amplitud, deberás usar algo que esté entre una falda tubo y una falda de línea A. Evita las faldas circulares.
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    Cose tu propio vestido si quieres un disfraz hecho por ti mismo. Afortunadamente, las monjas usan prendas muy simples, así que este deberá ser un proyecto sencillo incluso para un principiante. Ve a una tienda de telas y encuentra un patrón para un vestido simple de mangas largas; los patrones de vestuario bíblicos también pueden funcionar.
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    Elige telas lisas y limpias. El algodón, el lino o el poliéster funcionarán mejor. No uses tela brillosa, como raso o seda, ni tela sofisticada, como brocado o terciopelo. El color debe ser entero, sin ningún patrón. Asegúrate de que la tela esté limpia; las monjas pueden verse simples en su atuendo, pero también son prolijas y limpias.
    • Esto corresponde para los disfraces comprados, armados o hechos en casa.

Parte 2
Parte 2 de 4:
Formar el hábito

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    Consigue una vincha de tela blanca. Puedes conseguirlas en internet o en las tiendas de artículos de belleza; algunas tiendas de ropa también pueden venderlas en la sección de accesorios. La vincha debe ser de aproximadamente 5 a 7,5 cm (2 o 3 pulgadas) de ancho.
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    Haz tu propia vincha si no puedes comprar una. Corta una tira ancha de tela de jersey de 10 a 15 cm (5 o 6 pulgadas) de ancho. Debe ser lo suficientemente larga como para envolver tu cabeza. Dóblala por la mitad longitudinalmente y cósela por el borde largo. Dale vuelta y luego cose los bordes angostos juntos para formar la vincha.
    • Como alternativa, corta una tira de 5 a 7,5 cm (2 a 3 pulgadas) de papel afiche, luego abróchala formando una vincha que sea lo suficientemente grande como para que entre en tu cabeza.[3]
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    Desliza la vincha por tu cabeza. Deslízala para que quede colgando en el cuello. Colócate el cabello sobre la vincha para que quede contra la nuca. Tira la vincha hacia atrás sobre tu cabeza. Los costados deben cubrir las puntas de las orejas y el frente debe quedar en la entrada del cabello.
    • Algunas órdenes exponen la entrada del cabello de 1 a 2,5 cm (de 1⁄2 a 1 pulgada) mientras que otras la cubren.
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    Busca tela negra lisa para el hábito. Una funda de almohada negra funcionará muy bien para este fin. Será incluso mejor que cortes y abras la parte inferior, pero no importa si no puedes hacerlo.[4]
    • Si el vestido es de un color distinto, deberás combinar el hábito con ese color.
    • Como alternativa, puedes usar una camiseta lisa o incluso una falda tubo.[5]
    • Si has hecho tu propio vestido, corta una pieza de tela que sea ancha y quepa alrededor de tu cabeza, y que sea larga de manera que llegue hasta los omóplatos.
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    Ata tu cabello si es muy largo. Sostén el hábito contra la frente y envuélvelo por la parte trasera de la cabeza. Mírate en el espejo. Si tu cabello sale por debajo de la parte inferior del hábito, hazte una cola de caballo o una trenza.
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    Desliza el hábito sobre tu cabeza a 2,5 cm (1 pulgada) detrás de la vincha blanca. Simplemente desliza el hábito sobre la cabeza como una vincha. Mantén el borde frontal 2,5 cm (1 pulgada) detrás del de la vincha blanca. Asegúrate de que el cabello esté dentro del hábito.
    • Si usas una funda de almohada, sostén el resto de la tela en la nuca y fíjala con un imperdible.
    • Si usas una camiseta, asegúrate de insertar las mangas dentro de ella, para que no sobresalgan.
    • Si usas una tela lisa, envuélvela sobre la parte superior de tu cabeza y luego lleva las dos esquinas frontales debajo del cabello, justo por la nuca. Asegúralas con un imperdible.
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    Usa horquillas para asegurar el hábito, si es necesario. Esto no será necesario si has usado una falda o una camiseta, pero sí lo será para las fundas y la tela. Tira la tela para que quede ajustada en la parte superior y los costados de la cabeza, luego asegúrala en la nuca con horquillas. Podrías necesitar más horquillas en los costados.

Parte 3
Parte 3 de 4:
Hacer el cuello

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    Marca la forma de una rosquilla en papel blanco que sea del mismo tamaño de tus hombros. Mide el ancho de tus hombros y usa esa medida como diámetro para dibujar un círculo grande en una hoja de papel afiche. Mide alrededor del cuello, luego dibuja un círculo más pequeño dentro del más grande usándolo como circunferencia.[6]
    • No todas las monjas usan cuellos. Mira imágenes de la orden que uses como referencia.
    • También puedes usar tela blanca o fieltro. Si usas tela, considera almidonarla primero.
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    Corta los círculos y luego corta una abertura en el cuello. Corta primero el círculo más grande. Dóblalo por la mitad, luego haz una abertura dentro del círculo más pequeño. Desdobla el cuello y luego corta el círculo más pequeño.
    • Si has hecho un círculo de tela, sería una buena idea coser un dobladillo en los bordes deshilachados.
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    Enrolla los cuellos de papel de una forma curva. Los cuellos de monjas no sobresalen como los cuellos de gorguera, sino que están extendidos sobre el pecho y la espalda. Colócate el cuello de modo que la abertura quede en la espalda y encuentra en dónde se posan los hombros. Estira el papel de manera que se curve por los hombros y se extienda sobre el pecho y la espalda.
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    Ponte el cuello y cierra la abertura en la espalda. Para hacer un cuello reutilizable, aplica tiras de velcro autoadhesivas en cada lado de la tira. Colócate el cuello y cierra la abertura. Gira el cuello para que la abertura quede en la espalda.

Parte 4
Parte 4 de 4:
Terminar el disfraz

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    Ata un cinturón, cuerda o un cíngulo alrededor de la cintura. El color y el tipo dependerán de la orden según la cual te vistas. Algunas monjas prefieren atar una simple cuerda alrededor de su cintura, mientras que otras prefieren un cinturón que combine con su vestido.[7]
    • Mantén la simpleza. Usa cinturones, cuerdas o cíngulos simples, sin ningún adorno o decoración.
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    Elige calzado simple de color negro. Nuevamente, esto dependerá de la orden, pero la mayoría de las monjas usan zapatos negros simples sin tacones. Los zapatos con cordones o los oxford son los más comunes. Algunas órdenes, sin embargo, usan sandalias simples de cuero.[8]
    • No uses zapatillas de danza. La mayoría de las órdenes no las usan.
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    Evita el maquillaje. Las monjas viven de manera simple, por lo que no usan ningún tipo de maquillaje. Si debes usar maquillaje para verte mejor en fotos, elige un estilo natural. Usa base de maquillaje básica y colores marrones naturales para la sombra de ojos. Deberás verte como si no estuvieras maquillada.
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    Considera usar un accesorio para completar el personaje. Un rosario o un libro de oración es una buena opción para un disfraz de monja tradicional.[9] Como alternativa, si quieres ser una monja genial, puedes usar un par de gafas de sol. También puedes ser una monja ninja y llevar un par de nunchakus.
    • Ten en cuenta que algunas personas pueden ofenderse si ven una monja genial o una ninja.
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    Métete en el personaje, si así lo quieres. Si estás cerca de un niño, puedes enseñarle un rezo simple, como el Ave María.[10] Como alternativa, puedes pretender ser una monja estricta y usar una regla para medir la distancia entre las parejas mientras dices "¡Dejen espacio para el Espíritu Santo!".

Consejos

  • No te dejes llevar por la actuación de monja. No todos lo encuentran divertido o quieren seguir la corriente.
  • Mantente respetuoso, especialmente si estás rodeado de personas que no conoces. Algunas personas son susceptibles en cuanto a los disfraces religiosos.
  • Aunque solo sea un traje, no te burles y trata de no pasarte de la raya.

Cosas que necesitarás

  • vestido negro simple
  • zapatos negros simples
  • cinturón negro simple
  • vincha de tela blanca
  • tela negra o funda de almohada
  • rosario (opcional)

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Categorías: Disfraces