Los pompones son bolas pequeñas y esponjosas que suelen añadirse a los gorros de lana. Puedes conseguirlos en una tienda, pero hacer uno tú mismo te permitirá elegir el color y la textura de la lana que prefieras. Además, son fáciles, rápidos y divertidos de hacer. Puedes colocarlos en tu gorro tejido con palitos o ganchillo, utilizarlos como adorno navideño o dárselos a tu gato para que juegue. Lo mejor de todo es que existe una gran variedad de métodos para hacerlos.

Método 1
Método 1 de 3:
Usar tus dedos

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    Corta un pedazo de lana de 30 cm (12 pulgadas) y colócalo a un lado.[1] Este pedazo servirá para atar el pompón. Tus dedos estarán ocupados más adelante, así que será más fácil si preparas esta parte de antemano.
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    Coloca la lana sobre tus dedos. Toma el resto de la lana y colócala sobre tus dedos en posición horizontal. Si quieres crear un pompón de tamaño estándar, envuelve tus dedos índice y medio. Si quieres uno más grande, extiende la lana también sobre tu dedo anular.
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    Envuelve la lana alrededor de tus dedos. No la aprietes demasiado o podrías cortarte la circulación. Si tus dedos empiezan a ponerse azules o morados, quiere decir que estás ajustando mucho la lana. Además, si la lana queda muy apretada será más difícil quitártela de los dedos más adelante. La cantidad de veces que la envuelvas dependerá de lo grande que quieras que sea el pompón.[2]
    • Si usas dos dedos, envuelve la lana de 100 a 125 veces.
    • Si usas tres dedos, envuelve la lana de 125 a 150 veces.
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    Con cuidado, retira la lana de tus dedos jalándola y colócala sobre el pedazo corto de lana. Sujeta bien la lana enrollada conforme la jales para que no se desarme. Asegúrate de colocarla en el centro del pedazo de lana que cortaste al inicio.
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    Sujeta la lana enrollada con el pedazo pequeño creando un nudo ajustado. Jala ambos extremos de la lana hacia ti y luego ata un nudo en el centro de la lana enrollada. Esto es importante, ya que si el nudo no queda bien ajustado el pompón no quedará bien sujeto.[3]
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    Dale la vuelta a la lana enrollada y átala con un nudo doble. Vuelve a juntar las dos puntas de la lana cerca de ti y haz otro nudo. Finalmente, crea un nudo adicional para sujetar bien tu lana enrollada con un nudo doble.
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    Recorta el resto de la lana y luego corta los lazos a cada lado de la lana enrollada. Asegúrate de cortar todos los lazos o tu pompón no quedará bien.
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    Acomoda el pompón para que se vea esponjoso. Puedes hacerlo con tus dedos o simplemente haciéndolo girar entre las palmas de tus manos. No te preocupes si algunas hebras se sueltan; es normal.
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    Dale forma al pompón y ordénalo. En este punto, el pompón ya está casi listo, pero quizá se vea un poco desaliñado. Para arreglar un poco el acabado, recorta las hebras largas que sobresalgan. Puedes hacerlo rotando el pompón cuidadosamente entre tus dedos y cortando cualquier pedazo de lana que sea más largo que el resto.[4]
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Método 2
Método 2 de 3:
Usar cartón

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    Usa una taza para trazar la silueta de un círculo en un pedazo de cartón. Dicho círculo será la base para crear tu pompón. Si quieres crear uno muy grande, puedes utilizar un tazón pequeño o incluso un disco compacto viejo.[5]
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    Traza un círculo pequeño dentro del primer círculo que creaste. Este debe tener entre 1,2 y 2,5 cm (1/2 a 1 pulgada) de diámetro. Mientras más grande sea el círculo externo, más grande tendrá que ser el círculo interno. Sin embargo, será mejor que el círculo interno no sea demasiado grande, ya que esto hará que sea más difícil sujetar el pompón.
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    Corta los círculos con una navaja de precisión. Primero corta el círculo externo y luego el interno. Al terminar, tendrás una especie de rosquilla. Si eres niño, pídele a un adulto que te ayude con este paso.
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    Corta una ranura de 1,2 cm (1/2 pulgada) en la rosquilla. Esta debe ir del borde externo hacia el centro. De esta manera, será más sencillo enrollar la lana alrededor de la rosquilla.[6]
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    Utiliza la rosquilla para trazar una copia igual en otro pedazo de cartón. Coloca las rosquillas una sobre otra y asegúrate de que las ranuras queden alineadas. La idea es considerar ambas partes como una sola unidad hasta el final del proceso.[7]
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    Para empezar, envuelve la lana alrededor de la rosquilla. La manera más fácil de hacerlo es empezar a la altura de uno de los lados de la ranura e ir cubriendo la rosquilla hasta llegar al otro borde de la ranura.
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    Sigue envolviendo la lana, capa tras capa, cubriendo la rosquilla hasta que el agujero del centro esté lleno. Intenta envolver de manera tan pareja como sea posible y no tan ajustado que el cartón empiece a torcerse y deformarse.[8] Si deseas, puedes empezar a utilizar una lana de otro color para obtener un pompón más interesante.[9]
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    Corta la lana. Primero recorta lo que sobra de la lana y luego desliza tu tijera entre la lana y el cartón. Introduce la tijera y, apuntando hacia el borde externo de la rosquilla, empieza a cortar la lana. Sujétala bien y no dejes que se desarme.
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    Corta un pedazo largo de lana y átala por el centro de la lana enrollada. Separa las rosquillas de cartón lo suficiente como para poder deslizar el pedazo de lana entre ambas. Ata las puntas para crear un nudo ajustado. Envuélvelas una vez más en la dirección opuesta y crea un nudo doble.[10]
    • Puedes recortar la lana que sobra o puedes atar las puntas de tal manera que te permita colgar el pompón.
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    Con cuidado, retira las rosquillas de cartón del pompón. Si es necesario, puedes romperlas para facilitar el proceso, pero recuerda que si lo haces ya no podrás utilizarlas otra vez.
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    Arregla el pompón para que quede esponjoso. Puedes usar tus dedos para hacerlo. También puedes darle vueltas entre las palmas de tus manos. No te preocupes si algunas hebras se sueltan.
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    Ordena y empareja el pompón. Quizá queden algunos pedacitos de lana sueltos, sobre todo luego de dejarlo más esponjoso. Rótalo entre tus dedos y recorta las hebras largas que sobresalen.
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Método 3
Método 3 de 3:
Usar un tenedor

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    Coloca el extremo de la lana sobre los dientes de un tenedor en dirección horizontal. Puedes utilizar un tenedor de plástico pero la probabilidad de que se doble o se rompa es menor con uno de metal. Dado que vas a trabajar con una herramienta tan pequeña, considera utilizar un tipo de lana más delgada en lugar de una más gruesa.
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    Envuelve la lana unas 90 veces y recorta el resto.[11] Pero no la ajustes demasiado, ya que el tenedor puede doblarse. Además, el pompón podría quedar disparejo y sería más difícil atarlo al final.
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    Corta un pedazo de lana de 30 cm (12 pulgadas). Este servirá para sujetar el pompón. Si deseas, puedes enhebrarlo en una aguja para lana. De esta manera, será más sencillo atar la lana enrollada.
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    Envuelve el pedazo de lana alrededor de la lana enrollada en el tenedor. Pasa la lana a través de la ranura central del tenedor, justo por debajo de la lana enrollada. Luego, envuélvela por encima y nuevamente por debajo, ajustando tanto como puedas.
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    Sujeta el pedazo de lana con un nudo doble bien ajustado. Recorta lo que sobra y ata las puntas para crear un lazo que te permita colgar el pompón.
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    Desliza la lana enrollada para quitarla del tenedor y luego recorta los lazos a cada lado. Con cuidado, haz que el pompón quede más esponjoso. Puedes hacerlo con tus dedos o girándolo entre las palmas de tus manos. No te preocupes si algunas hebras se sueltan.
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    Empareja el pompón. En este punto del proceso, ya has terminado. Sin embargo, es posible que el pompón se vea un poco desaliñado. Si te molesta su apariencia, utiliza una tijera para recortar las puntas disparejas de lana hasta conseguir una apariencia más redondeada. Esto también hará que el pompón se vea más tupido.[12]
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Consejos

  • Si no tienes una madeja de lana multicolor, puedes cortar la lana y continuar envolviendo con otro color cuando quieras cambiar. Asimismo, puedes envolver dos o más lanas de colores distintos simultáneamente.
  • Si usas una lana multicolor, el pompón quedará genial.
  • Puedes usar una lana con texturas o purpurina para crear un pompón más único.
  • Cuando tejas un gorro u otra prenda que tenga pompones, asegúrate de dejar suficiente lana adicional para crear el pompón.
  • Los pompones son excelentes juguetes para gatos. Solo asegúrate de supervisarlo cuando juegue, en caso de que el pompón se desarme.
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Advertencias

  • Si decides utilizar tus dedos, ten cuidado de no envolver la lana muy apretada o podrías cortarte la circulación.
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Cosas que necesitarás

Usar tus dedos

  • lana
  • tijera

Usar cartón

  • cartón
  • lápiz o bolígrafo
  • taza, tazón pequeño o un disco compacto
  • navaja de precisión
  • lana
  • tijera

Usar un tenedor

  • tenedor de metal
  • lana
  • tijera

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Categorías: Pasatiempos
Resumen del artículoX

Si quieres hacer un pompón con lana, primero corta un pedazo de lana de 30 cm (12 pulgadas) de largo y déjalo a un lado. Luego, sujeta el extremo de la lana que aún está unido al ovillo y envuélvela alrededor de tus cuatro dedos en tu mano no dominante. Sigue envolviendo la lana alrededor de tus dedos unas 125 veces. Al terminar, corta la lana del ovillo. A continuación, desliza con cuidado el manojo de lana de tus dedos y déjalo en el medio del pedazo de lana que cortaste previamente. Envuelve la lana cortada alrededor del manojo, jálalo con fuerza y haz un nudo ajustado con ambos extremos. Corta el exceso de lana. Ahora, utiliza unas tijeras para cortar los bucles de lana en cada mitad del pedazo atado. Por último, abulta las longitudes de lana individuales y recórtalas según sea necesario hasta que tengas un pompón perfectamente redondo. Si quieres más consejos sobre cómo usar cartón o incluso un tenedor para hacer el pompón, ¡sigue leyendo!

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