Aunque hay muchos tipos de patadas en taekwondo, la patada frontal es la primera que aprenderás durante tu entrenamiento. Denominada “Ap Chagi” en coreano, esta patada formará la base para patadas más difíciles que aprenderás en el futuro.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Adoptar la posición de combate

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    Párate con un pie apuntando hacia delante. En taekwondo, las patadas se lanzan desde la posición estándar en L, en donde un pie se coloca delante del otro. Depende de ti decidir qué pie irá hacia delante, según cuál sea el lado dominante de tu cuerpo.
    • La pierna trasera será la que patea, dado que reaccionará y realizará la patada. La pierna delantera es la de apoyo, dado que soportará todo el peso del cuerpo a medida que levantes la pierna trasera del piso y patees.
    • Si eres diestro, lo más probable es que tu pierna derecha sea la dominante. Será recomendable que sea la pierna trasera, o la que patea. Si eres zurdo, haz que la pierna izquierda sea la trasera o la pierna de apoyo.
    • Las piernas delantera y trasera deben estar separadas aproximadamente a una distancia y media de la anchura de los hombros. Para alcanzar esta medida, acomoda la postura con los pies directamente debajo de los hombros, luego adelanta la pierna delantera de apoyo un paso y retrocede la pierna que patea un paso.[1]
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    Alinea el pie trasero. El nombre “posición en L” viene de la forma en L que crearás con los pies en esta posición. El pie delantero debe apuntar hacia delante y debes girar el pie y la pierna traseros en un ángulo de 90 grados, aproximadamente a 30 cm (un pie) detrás del pie delantero. El pie de apoyo delantero debe apuntar hacia el blanco, alistándote para guiar la patada en la dirección correcta.
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    Posiciona el torso y la cabeza. Con los pies en la posición en L apropiada, el cuerpo no apuntará hacia delante: estará apuntando ligeramente en la dirección en la que apunte el pie trasero. Sin embargo, lo recomendable es mirar hacia delante, así que apunta la cabeza hacia el oponente o el blanco y concéntrate en su dirección.
    • Apunta el torso hacia fuera. Dado que el pie que patea estará apuntando aproximadamente a 90 grados alejado del cuerpo y el pie de apoyo estará apuntando hacia delante, esto dejará el cuerpo apuntando aproximadamente a 45 grados en diagonal hacia el objetivo. Trata de mantener un perfil aún más pequeño rotando el torso hacia el pie trasero. Mientras menor cantidad de tu cuerpo pueda ver el oponente, menos podrá golpearte.
    • Mira hacia delante. Aunque el torso esté volteado en un ángulo de 45 grados, ¡aun así necesitas poder ver! Mira hacia delante y mantén los ojos fijos en el blanco. Esto ayudará a guiar la patada.
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    Posiciona los brazos. En la mayoría de las posiciones de espera en taekwondo, se recomienda que los brazos estén alzados delante de ti en una posición de bloqueo. Incluso si no vas a pegar, cierra las manos en puños apuntando uno hacia el otro aproximadamente a 30 cm (1 pie) delante del pecho, con los codos doblados en ángulos de 90 grados. Los brazos te ayudarán a equilibrarte al patear.[2]
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    Desplaza tu peso. Asegúrate de que aproximadamente el 75 % de tu peso esté apoyado en el pie delantero. Esto será importante al patear: es mejor quitar la mayor cantidad de peso posible del pie trasero de tal manera que puedas elevarlo rápidamente.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Levantar la pierna delantera

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    Levanta la rodilla trasera. Levántala lo suficientemente alto de tal manera que el arco del pie trasero esté aproximadamente al mismo nivel que la rodilla delantera. Mantén esta posición y ponte cómodo con tu equilibrio. ¡No querrás caerte!
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    Apunta la rodilla hacia el blanco. La rodilla debe estar ligeramente por encima del punto exacto al que estés apuntando, con el pie que patea estirado para quedar paralelo al piso. Podrías tener que juntar más los brazos al cuerpo a medida que lo levantes más para mantener el equilibrio.
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    Presta atención al pie que patea. El pie trasero es el que usarás para patear al blanco, así que lo mejor es asegurarte de que esté en la posición correcta. A medida que apuntes la rodilla hacia el objetivo, levanta los dedos de los pies de tal manera que el pie esté paralelo al piso, listo para propinar la patada.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Ejecutar la patada frontal

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    Patea la pierna hacia arriba. Patea la pierna hacia arriba desde la rodilla con los dedos de los pies apuntando hacia arriba. Se recomienda tomar mucho impulso aquí: mientras más fuerza y velocidad pongas en la patada, con más fuerza patearás al blanco.[3]
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    ¡Patea al blanco! Es recomendable patear al blanco ya sea con el tercio anterior del pie o el arco. Ambos son aceptables y depende de tu preferencia o la del instructor. El punto de la patada es cubrir la mayor área posible para lograr el máximo impacto que puedas. ¡Solo asegúrate de no patear solo con los pies! Podrías romperlos o torcerlos.
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    Vuelve a bajar el pie. Regresa el pie a la posición inicial, con el pie que patea y el de apoyo en la “posición en L”. Recobra el equilibrio y también asegúrate de regresar los brazos a su posición original.
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    ¡Practica! Asegúrate de repetir los pasos en prácticas individuales y en combates de entrenamiento formales. Trabaja en tu equilibrio, forma y la velocidad de la patada.
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Consejos

  • Para patear más alto, practica y estírate frecuentemente. Mientras más trabajes en tu flexibilidad, más alto podrás patear.
  • Después de aprender la patada frontal simple, podrías pasar a aprender la patada frontal de empuje. Esta variación usa la misma técnica básica, pero con más movimiento hacia delante desde la cadera en lugar de patear desde la rodilla.
  • Los blancos para esta patada incluyen la rodilla, la ingle, el plexo solar, el mentón y el área de la cara, dependiendo de qué tan alto puedas levantar la pierna cómodamente.
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Advertencias

  • Siempre calienta y estírate antes de realizar patadas. Podrías distender o desgarrar músculos al patear si no has calentado apropiadamente.
  • ¡Ten cuidado de patear con el talón! El impacto de patear con el talón puede viajar por el resto de la canilla, creando una fractura de fatiga si pateas con mucha fuerza.
  • Si te lastimas practicando esta u otras patadas, ve a un doctor inmediatamente.
  • ¡No uses este movimiento para defensa personal a menos que hayas sido entrenado adecuadamente! Las clases de taekwondo y los combates de entrenamiento son lugares seguros para practicar estos movimientos, pero puedes lastimarte fácilmente al usar esta patada en peleas callejeras o para defensa personal común.
  • Consulta con el doctor antes de comenzar cualquier régimen de ejercicios nuevo.
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Acerca de este wikiHow

David Engel
Coescrito por:
Instructor de muay thai y entrenador de defensa personal
Este artículo fue coescrito por David Engel. David Engel es un instructor de muay thai y entrenador de defensa personal que radica en el Área de la Bahía de San Francisco. Con más de 15 años de experiencia en instrucción y entrenamiento en artes marciales, David dirige California Martial Athletics con el copropietario Joe Chernay. Ha creado y mantenido programas de artes marciales en Rise Combat Sports en San Francisco y Round 5 Martial Arts Academy en San Leandro, con la misión de proporcionar a los estudiantes un nivel de comodidad y competencia que se manifieste tanto dentro como fuera del contexto de las artes marciales. Los logros notables de David incluyen ser el aprendiz de instructor más joven de la Asociación de Boxeo Tailandés de América bajo Ajarn Chai Sirisute, ser un esquinero registrado para competidores amateur y profesionales bajo la Federación Internacional de Kickboxing (IKF, por sus siglas en inglés) y ser un competidor amateur de alto rango (de 58 a 60 kg de peso) en California entre 2013 y 2015. Este artículo ha sido visto 8999 veces.
Categorías: Artes marciales
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