Por lo general, las bombas de humo son difíciles y peligrosas de hacer. Esta guía te mostrará cómo hacer una alternativa segura y fácil adecuada para todas las edades. Ya sea que estés jugando una broma o actuando como un ninja, estas bombas de humo son muy divertidas.

Método 1
Método 1 de 2:
Hacer una bomba de huevo

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    Haz un agujero pequeño en cada extremo de un huevo. Puedes utilizar cualquier objeto pequeño y puntiagudo, como un mondadientes o un alfiler. Haz el agujero lo bastante ancho para que el líquido interior del huevo pueda salir, pero no lo suficientemente grande para que el huevo se rompa. Asegúrate de hacerlo sobre un bol o una taza para evitar hacer un desastre.
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    Mete el mondadientes o alfiler en el interior del huevo a través de uno de los agujeros para perforar la yema. Mueve el mondadientes o alfiler con suavidad de lado a lado. El mondadientes debe ser lo suficientemente largo para alcanzar al menos la mitad del interior del huevo. Podría ser necesario repetir este paso si tienes problemas para sacar todo el huevo de su cáscara. Si te manchas las manos con algo de líquido, no toques tu ropa o cerca de la boca. El huevo crudo puede contener una bacteria llamada Salmonella que puede enfermarte de gravedad.[1]
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    Sopla en un agujero para expulsar con suavidad el líquido del huevo. Por lo general, es mejor soplar en el extremo más puntiagudo del huevo. Trata de sacar la mayor cantidad posible del contenido del huevo. Ten cuidado de no dejar que tus labios toquen la cáscara. En ningún caso debes intentar succionar el huevo. Recuerda que el huevo crudo puede enfermarte.[2]
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    Enjuaga la cáscara de huevo ahora vacía y déjala secarse al natural. Si eres lo suficientemente delicado, puedes sostener la cáscara debajo de un grifo y dejar que el agua fluya a través de ella. Sin embargo, una alternativa más fácil es mantener la cáscara en un bol de agua tibia jabonosa. No olvides lavarte las manos y desinfectar todo lo que haya tocado el huevo crudo.
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    Cubre con cinta un extremo de la cáscara de huevo. El siguiente paso será más fácil si pegas con cinta adhesiva la parte inferior. Cualquier tipo de cinta que tengas servirá. No utilices mucha cinta o la bomba de humo no explotará de forma correcta.
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    Enrolla una hoja de papel hasta formar un embudo y mételo en el agujero restante de la cáscara de huevo. Podría ser necesario ampliar el agujero para que entre el embudo. Si es así, quita suavemente un poco más de cáscara con la misma herramienta que empleaste para hacer el agujero. Ten cuidado de no romper el huevo.
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    Vierte el relleno en el huevo con el embudo y cubre con cinta el agujero restante. Para el relleno, existen algunas opciones relativamente seguras. La más fácil es la harina blanca común o el talco en polvo (o “talco para bebés”). También puedes hacer bombas de humo más coloridas con harina teñida o tiza para pavimento triturada.[3] Si tienes problemas con este paso, pídele a alguien que sostenga el huevo en posición vertical mientras sostienes el embudo y viertes el relleno.
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    Lanza la bomba de huevo sobre una superficie dura. Mientras más fuerte la lances, más grande será la nube de humo. Si no deseas utilizar la bomba de humo de inmediato, puedes guardarla para más adelante. Una buena opción es mantenerla en su caja de huevos original.
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Método 2
Método 2 de 2:
Hacer una bomba de servilleta

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    Moja una servilleta de papel y desdóblala sobre una mesa. No utilices tanta agua que la servilleta se empape o se deshaga. Si no tienes servilletas, puedes emplear una toalla de papel. Debe ser lo suficientemente grande y de una sola hoja (sin perforaciones).
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    Apila una taza del relleno elegido en el centro de la toalla de papel. Como ocurre con el método del huevo, puedes utilizar harina o talco en polvo para el humo blanco. También puedes crear humo colorido tiñendo la harina o mezclando tiza para pavimento triturada con el talco para bebés.[4] Ten en cuenta que estos métodos más coloridos puede dejar una mancha.
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    Levanta las cuatro esquinas de la servilleta y tuércelas para juntarlas de modo que la bomba tenga ahora la forma de una cereza. Sé muy delicado con este paso. Asegúrate de que no haya rasgaduras en el extremo de carga explosiva de la bomba. No es necesario dejar secar la servilleta, ya que húmeda es más fácil de rasgar. Solo ten cuidado de que no “explote” antes de tiempo.
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    Lanza la bomba de servilleta sobre una superficie dura. Como ocurre con la bomba de huevo, mientras más fuerte lances la bomba de servilleta, más grande será la nube de humo. A diferencia de las bombas de huevo, las bombas de servilleta están diseñadas para su uso inmediato. Si intentas guardar una bomba de servilleta, el extremo torcido se romperá y el relleno se esparcirá por todas partes.
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Advertencias

  • No hagas mucho, ya que puede provocar contaminación.
  • Estas bombas de humo producirán un desastre. No olvides limpiar tu desorden.
  • Evita inhalar la harina o el talco en polvo.
  • No lances la bomba de humo ceca del rostro de nadie. Aunque suele ser seguro, el “humo” puede provocar síntomas respiratorios graves en personas con asma.[5]
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Cosas que necesitarás

  • huevos
  • un mondadientes o un alfiler
  • un bol
  • cinta adhesiva
  • papel
  • harina o talco en polvo
  • servilletas de papel
  • opcional: colorante alimentario o tiza para pavimento de color triturada

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Categorías: Pasatiempos
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