Un banco de alimentos es una organización que recibe donaciones de alimentos no perecederos y los distribuye a agencias y personas que necesitan comida. Solo en Estados Unidos, más de 49 millones de personas no tienen acceso a alimentos lo suficientemente nutritivos.[1] Si quieres combatir el hambre, inicia un banco de alimentos por cuenta propia. Comienza por encontrar un espacio para almacenar la comida y haz una colecta de alimentos para crear una reserva. Luego, encuéntrate con los clientes de tu comunidad y comienza a distribuir los alimentos de manera mensual o quincenal.

Parte 1
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Establecer tu banco de alimentos

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    Encuentra un lugar para guardar los alimentos. La cantidad de donaciones que recibas puede variar a lo largo del año, así que encuentra un lugar que sea lo suficientemente grande como para almacenar todo. Si trabajas con una iglesia local o un refugio para indigentes, es posible que estos lugares cuenten con una despensa adicional o una sala donde puedas llevar las donaciones de alimentos.[2]
    • Si operas por cuenta propia, quizás al principio puedas comenzar por almacenar las cosas en tu sótano o garaje.
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    Ponte en contacto con organizaciones de la zona para obtener donaciones de alimentos. Trabajar con iglesias, escuelas y agencias gubernamentales locales puede ayudarte a obtener donaciones de alimentos. Estas organizaciones también pueden recomendarte personas que necesiten alimentos para construir tu base de clientes en tu comunidad.
    • Si hay otros bancos de alimentos en tu zona, notifícales de tu operación. Algunos bancos podrían tener excedentes de alimentos que puedas comprar, o quizás puedan compartirte consejos profesionales útiles.
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    Programa encuentros con tus clientes potenciales. Los clientes son las personas y familias que se acercarán a tu banco de alimentos para recibir comida. Haz un seguimiento con los clientes que las organizaciones cercanas te hayan recomendado. También puedes publicar folletos o anuncios en la ciudad para llegar a tu comunidad. Luego, pídeles a las personas que necesiten asistencia con alimentos que se reúnan contigo. Esto te ayudará a evaluar mejor las necesidades alimenticias de tu comunidad.[3]
    • Determina a cuántas personas y familias les proporcionarás alimentos, el tipo de comida que necesitan y la frecuencia de distribución.
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    Reúne la información necesaria de consumo de alimentos de tus clientes. Pídeles a las personas que usen tu servicio que escriban sus necesidades dietéticas, el tamaño de la familia y las alergias a ciertos alimentos. Estos registros te ayudarán a evaluar mejor qué preparar para las personas. También podrás saber qué tipo de alimentos debes reunir en general.[4]
    • Está bien preguntar por cuánto tiempo necesitarán ayuda o cuál es el motivo por el que precisan asistencia alimenticia en primer lugar. A menudo, estas situaciones son producto de lesiones o enfermedades.
    • De todas formas, recuerda ser respetuoso. El diálogo no debe parecer una entrevista, sino una conversación.

Parte 2
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Reunir los alimentos

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    Organiza una colecta de alimentos. Este es el método principal que suelen utilizar los bancos de alimentos para recaudar donaciones. Para que más personas se enteren de la colecta y hagan donaciones, comunícate con las escuelas locales, las iglesias, los edificios de oficinas o los gimnasios y pregunta si están dispuestos a servir de anfitriones. Especifica el tipo de alimentos que quieres recolectar (por ejemplo, enlatados, pasta y pan, etc.). Luego, cuelga carteles o folletos en la zona para que las personas se enteren acerca de la colecta.[5]
    • Puedes pedirles a los supermercados que donen alimentos para tu colecta. De esta forma, ganarán buena publicidad e incrementarás significativamente la cantidad de alimentos que recolectes.
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    Recolecta donaciones a través de cajas de donaciones. Las cajas de donaciones para los bancos de alimentos a menudo se instalan afuera de los supermercados, las oficinas y otros comercios locales. Si quieres colocar una caja de donaciones frente a un comercio, asegúrate de que el dueño te dé su autorización en primer lugar.[6]
    • En los momentos en que ciertos alimentos no lleguen a la caja de donaciones, es posible que tengas que comprar comida cuando las reservas sean bajas.
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    Ponte en contacto con los supermercados para obtener donaciones de alimentos. Acércate a los comercios en persona y explica que has iniciado un banco de alimentos para la comunidad. Pregunta si la tienda regularmente cuenta con alimentos que, en vez de tirar, pueda donar al banco. Los supermercados posiblemente estén dispuestos a donar aquellos productos que estén cerca de la fecha de vencimiento y otros alimentos sobrantes.[7]
    • Si los supervisores de los supermercados dudan de tu afirmación, puedes mostrarles un correo con el nombre del banco de comidas con la dirección. También puedes invitarlos a que se acerquen al banco el día en que distribuyas los alimentos.
    • Además, recuérdales a los comerciantes que no perderán dinero si donan comida, dado que posiblemente la tirarían de todos modos.
    • Si las tiendas aceptan hacer donaciones, es posible que tengas que conducir hasta las instalaciones. No pretendas que los comerciantes te acerquen la comida.
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    Procesa los productos a medida que los recibes. Instala estanterías en tu banco para separar los productos en función de su tipo (por ejemplo, enlatados, cajas, alimentos para el desayuno, alimentos frescos, productos secos). Revisa dos veces la fecha de vencimiento y tira todo lo que ya no esté apto para comer.[8]
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    Separa las alternativas dietéticas del resto. Al recolectar productos que tienen una base específica (sin gluten, sin lácteos o sin azúcar), guárdalos en un área específica. Cuando las personas con diabetes o necesidades alimenticias específicas se acerquen al banco, permite que revisen directamente y escojan algunos productos de su preferencia.[9]
    • Por ejemplo, puedes guardar estos productos en una sección distinta de estantes o armarios.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Distribuir el alimento en la comunidad

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    Organiza un cronograma de distribución. Una vez que tengas alimento para distribuir, determina cuándo recibirán la comida las personas o agencias. Algunos bancos de alimentos solo distribuyen las donaciones una o dos veces al mes, mientras que otros lo hacen prácticamente todos los días. Ponte en contacto con tus clientes potenciales e infórmales los horarios en que el banco estará abierto y cuándo pueden acercarse a buscar alimentos.[10]
    • Es posible que también puedas trabajar con otros bancos de alimentos de la comunidad. Por ejemplo, si alternas comidas en que cada banco distribuye los alimentos, podrás ayudar a una mayor parte de la comunidad.
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    Prepara cajas de las donaciones de alimentos. Es mejor prepararlas el día antes de la distribución para no tener que apresurarte por completar las cajas mientras los clientes esperan. Procura incorporar una variedad de alimentos en cada caja.[11] Por ejemplo, cada caja puede tener una barra de pan, una fuente de proteína (como mantequilla de maní), algunas latas de sopa o vegetales, y pasta.
    • Si preparas paquetes individuales, ten en cuenta para cuántas personas debe rendir el alimento.
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    Cóbrales una pequeña tasa a los clientes. Si bien algunos bancos de alimentos tienen un estado legal de organización sin fines de lucro y no cobran a sus clientes, muchos bancos requieren que las personas que necesitan asistencia paguen por la comida. Por lo general, es una tasa mínima semanal que ayuda a compensar los gastos operativos y te permitirá comprar bienes durante los meses en que recibas pocas donaciones.[12]
    • Si los clientes necesitan comida, pero no pueden pagar, puedes cobrarles un precio nominal (una colaboración extremadamente mínima).
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    Busca financiación adicional. Las donaciones de alimentos pueden disminuir en ciertas épocas del año, en especial cerca de las fiestas, cuando más se necesitan. Ponte en contacto con los grupos comunitarios para obtener una financiación monetaria o consulta por los programas gubernamentales de financiación. Si obtienes financiación adicional, podrás combatir el hambre de manera más consistente.
    • También puedes ponerte en contacto con las organizaciones de bancos de alimentos grandes o a nivel nacional o internacional para obtener financiamiento y alimentos. Existen varias organizaciones que trabajan con los bancos de comida locales o regionales.[13]

Consejos

  • Puedes conseguir cajas de embalaje en los supermercados. Habla con alguien en una tienda y pídele que reserve algunas cajas para ti. Esto también ayudará a reducir los costos.
  • Si no quieres cobrar una tasa y prefieres ser una organización sin fines de lucro, consulta con un contador público certificado o un abogado.
  • Dependiendo de la cantidad de interés en el banco de alimentos y la cantidad de comida que puedas distribuir, es posible que tengas que establecer requisitos para tus servicios. De esta forma, te asegurarás de que aquellos que realmente necesiten las donaciones las reciban.

Advertencias

  • No aceptes alimentos que se echen a perder fácilmente o que tengan una vida útil corta. Las frutas frescas y los vegetales solo se deben incluir si se consumen antes de que se echen a perder.

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Categorías: Activismo social