Las persianas son cubiertas muy versátiles que se instalan en las ventanas. Puedes abrir las tablillas para que ingrese un poco de luz o correrlas hacia arriba para que tengas una vista completa del exterior. Las persianas de madera pueden brindar calidez a una habitación y proporcionarle privacidad sin hacer que parezca inhóspita. Puedes escoger este tipo de persianas para que coincidan con otros acabados de madera dentro de tu hogar. La instalación se puede llevar a cabo de 3 maneras: en el interior, en el exterior y en el techo. Como alternativa, puedes contratar a un profesional para que las instale por ti. El estilo que necesitas puede depender del aspecto que deseas lograr o del tipo de ventana con el que cuentes.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Escoger las persianas

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    Escoge el material de las persianas. Existe una gama de maderas y acabados entre los que puedes escoger (por ejemplo, bambú, tilo, madera de imitación, etc.). Los diferentes tipos de persianas de madera pueden proporcionar un mejor aislamiento o bloquear el paso de la luz de manera más efectiva. Además, pueden presentar acabados de mejor calidad.[1]
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    Ten en cuenta el color de la habitación. Debes buscar persianas con colores o acabados complementarios. Consigue muestras de colores y texturas para probarlas con la decoración actual de la casa. Algunas persianas también cuentan con cintas en escalerilla, que son cubiertas hechas de tela (u otro material) que se pueden adaptar a la habitación con colores y texturas diferentes.
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    Determina el tamaño de las persianas que vas a necesitar. Debes tener en cuenta el tipo y el tamaño de las ventanas al momento de escoger las persianas. Algunas ventanas son muy poco profundas y, por lo tanto, necesitan persianas más delgadas. Las tablillas suelen estar disponibles en anchos de 16 mm (1 pulgada), 3 cm (2 pulgadas) y 4 cm (2,5 pulgadas). Los precios de las persianas pueden variar ampliamente (entre 70 y 20 dólares) para una ventana promedio de 90 cm (36 pulgadas) de ancho por 150 cm (60 pulgadas) de alto. Las persianas personalizadas son más costosas, pero pueden ser la mejor solución para ventanas que presentan medidas desiguales o formas irregulares.
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    Escoge el estilo de las persianas. Muchas persianas se pueden ajustar utilizando un cordón que debes jalar para abrir y cerrar las tablillas. También existen persianas que no tienen cordones. Estas opciones son las más seguras si tienes niños pequeños que podrían jalar los cordones. Además, puedes escoger persianas que se asemejen a las contraventanas desde el exterior de la ventana. Algunas persianas tienen esquinas redondeadas, mientras que otras las tienen cuadradas.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Instalar las persianas

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    Asegúrate de contar con todas las piezas que vas a necesitar. Debes sacar las persianas del paquete y extender todas las partes del soporte de montaje. Luego, debes compararlas con el manual de instalación para asegurarte de que cuentes con todas las piezas.
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    Escoge la posición para la instalación. Las persianas se pueden instalar en el interior de la ventana (instalación interior), sobre la pared (instalación exterior) o sobre el techo encima de la ventana (instalación en el techo).[2] La mejor ubicación para los soportes dependerá del estilo que prefieras además del material de la pared que pueda afectar la facilidad de instalación de estos elementos. Debes sostener las persianas contra la ventana para asegurarte de que se ajusten de manera adecuada sobre la ubicación que prefieras.
    • Instalación interior: Debes medir las tablillas de las persianas para que quepan dentro del marco de la ventana. Luego, debes colocar los soportes de montaje dentro de la parte superior del marco.
    • Instalación exterior: Debes medir las persianas para que se superpongan al marco de la ventana. Luego, debes instalar los soportes de montaje sobre la pared encima del marco.
    • Instalación en el techo: Debes medir las persianas para que se superpongan para que se superpongan al marco de la ventana. Luego, debes instalar los soportes de montaje en el techo directamente encima de la ventana.
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    Realiza las mediciones correctas. Sostén el riel del cabezal de la persiana sobre la ventana en la posición en la que planeas instalarlo (interior, exterior o en el techo). Utiliza un lápiz para hacer unas marcas alrededor de 4 mm (1/4 de pulgada) o 2 mm (1/8 de pulgada) más allá de los extremos del riel del cabezal. Debes alinear los soportes sobre estas marcas para fijarlos a la pared. Puedes utilizar un nivel para asegurarte de que las marcas estén parejas y las persianas cuelguen de manera uniforme. Consulta las instrucciones que vienen con el kit de las persianas para informarte sobre las especificaciones exactas, ya que estas pueden variar según el fabricante.
    • Si vas a utilizar persianas de instalación interior, debes sostener el riel del cabezal al nivel de la pared dentro de la jamba de la ventana o cerca de esta.
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    Determina si debes utilizar anclajes para asegurar los soportes de montaje. La mejor opción de anclaje para asegurar el soporte dependerá del tipo de pared que tengas. Si vas a trabajar sobre paneles de yeso, debes utilizar anclajes para sujetar los tornillos. Si tus paredes son de ladrillos o concreto, puedes utilizar anclajes de albañilería. Al instalar los anclajes, primero debes utilizar un taladro y hacer un orificio que tenga el tamaño adecuado para el anclaje sobre el lugar en el que se necesite el tornillo para el soporte de montaje. Debes introducir el anclaje en este orificio hasta que quede al nivel con la pared.[3]
    • Si tienes persianas más pesadas, necesitarás soportes más seguros y anclajes que puedan soportar el peso adicional.
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    Instala los soportes de montaje laterales. Estas piezas suelen tener forma de cubo con un lado abierto y un lado con una puerta deslizante o bisagras. Sostén los soportes laterales sobre las marcas de lápiz que hiciste. Coloca el soporte con la puerta apuntando hacia ti y el lado abierto hacia el interior de la ventana. Abre la cubierta del soporte con un destornillador. Luego, utiliza los tornillos que vienen con el producto para colocar el soporte en su lugar.
    • Si vas a utilizar anclajes, debes marcar los orificios para los tornillos con un lápiz y taladrarlos previamente. Debes instalar los anclajes primero antes de fijar el soporte a la pared.
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    Coloca el soporte de sujeción. Si las persianas son lo suficientemente amplias, es probable que el kit haya venido con un soporte. Este debe ubicarse en el centro de la ventana, en línea con los soportes laterales. Debes medir la distancia entre ambos soportes laterales para encontrar el centro. Utiliza el lápiz para marcar este punto. Luego, utiliza el nivel para asegurarte de que los soportes queden parejos. Puedes mover este soporte de 5 a 7 cm (de 2 a 3 pulgadas) a cada lado del centro si la ubicación interfiere con la mecánica de las persianas.[4] Debes colocar el centro del soporte en este punto. Si planeas utilizar anclajes para fijar los tornillos en la pared, debes taladrar primero los orificios. Luego, coloca los tornillos para fijar el soporte en su lugar.
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    Inserta el riel del cabezal en los soportes. Este debería encajar en su sitio. Es probable que algunos modelos requieran que se enganche el riel del cabezal a los soportes. Asegúrate de que las persianas se encuentren cerradas para facilitar la instalación. Luego, debes doblar las aletas giratorias del soporte. Sigue las instrucciones que vienen con las persianas para asegurarte de realizar la instalación correctamente, ya que estas pueden variar ligeramente según la marca.
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    Instala la cenefa. Esta pieza se coloca en la parte superior frontal de las persianas para ocultar los soportes. Es probable que algunos modelos cuenten con una cubierta protectora sobre la cenefa que se puede retirar si lo deseas. Muchas cenefas son magnéticas y se adhieren al riel del cabezal. Otras deben insertarse en la parte superior de las persianas y se deben ajustar a los lados. Debes seguir las instrucciones de las persianas para asegurarte de instalarlas correctamente.
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    Coloca la vara. Es probable que en el kit haya venido una vara que te permite abrir y cerrar las persianas al hacerla girar. Para instalar este elemento, debes ubicar la cubierta y el mecanismo de gancho que se extiende debajo del montaje de pared. Desliza esta cubierta hacia arriba para descubrir el gancho en el que debes colgar la vara. Jala la cubierta hacia abajo para cubrir por completo el gancho.
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    Instala la abrazadera del cordón. Para evitar el riesgo de asfixia en los niños, debes instalar la abrazadera donde enrollas el cordón de las persianas. Debes colocar la abrazadera encima de la ventana en el mismo lado del cordón. Utiliza los tornillos que vienen con la abrazadera y colócalos en la pared. Luego, envuelve el cordón alrededor de la abrazadera para mantenerlo fuera del alcance de los niños.[5]
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    Instala el soporte de sujeción. Algunas persianas vienen con este elemento para mantenerlas en su lugar cuando cubren por completo la ventana. Debes instalar este soporte en la pared o la ventana apuntando hacia la parte inferior derecha. Encaja el extremo del pasador del soporte en la tablilla inferior de las persianas, en la que encontrarás un orificio destinado para este pasador.[6]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Cuidar de las persianas

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    Abre y cierra las persianas. Si deseas subir o bajar las persianas, no debes jalar del cordón. Asegúrate de que los niños no jalen de los cordones ni tuerzan las tablillas. Si utilizas las persianas con cuidado, te asegurarás de que funcionen correctamente y duren por mucho tiempo.
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    Utiliza un trapo de microfibra o un plumero para desempolvar. Las tablillas de las persianas suelen acumular polvo con el paso del tiempo. Debes realizar un movimiento hacia abajo para limpiar cuidadosamente cada tablilla cada dos semanas. También puedes utilizar un accesorio para tapicerías suaves en la aspiradora y pasarlo sobre cada tablilla para eliminar el polvo. Como alternativa, puedes utilizar unos guantes suaves o calcetines viejos en las manos y frotar cada tablilla. Luego, debes hacer girar las tablillas para limpiar el lado opuesto.
    • Si detectas manchas sobre las tablillas, puedes utilizar un limpiador de madera para removerlas. Utiliza un paño húmedo con una pequeña cantidad de limpiador y aplícalo sobre un lugar discreto para asegurarte de que este producto no manche la superficie de las persianas. Debes frota suavemente el limpiador a lo largo de la veta de la madera. Luego, puedes utilizar un paño húmedo para eliminar el producto.[7]
    • Ten cuidado de no mojar las persianas. Es bueno que utilices un paño húmedo, pero puedes deformar las tablillas y decolorar la madera si aplicas demasiada humedad.[8]
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    Reemplaza las tablillas rotas. Si una tablilla se rompe o se agrieta, no necesitas reemplazar todas las persianas. Tan solo retira las clavijas sobre la tablilla inferior para descubrir el nudo del cordón de elevación. Debes deshacer el nudo y jalar el cordón de la tablilla. Continúa jalando hasta que llegues a la tablilla que deseas extraer y luego reemplázala. Puedes conseguir tablillas de repuesto del mismo fabricante de las persianas. Ensarta nuevamente el cordón de elevación en las persianas y téjelo hacia atrás pasándolo por las tablillas en el mismo patrón en que lo retiraste. Pasa el cordón por la tablilla inferior y hazle un nudo. Vuelve a colocar las clavijas sobre la parte inferior para cubrir el nudo. Puedes utilizar un mazo de goma para acomodar todo.[9]

Consejos

  • Puedes escoger tratamientos de ventana para complementar las persianas. Puedes instalar una cenefa de tela encima del tratamiento de ventana. También puedes colgar unas cortinas. Instala una barra a lo largo de la parte superior de la ventana y cuelga las cortinas para que se acomoden a los lados de esta. Las cortinas pueden ayudar a enmarcar la ventana y también a bloquear la luz residual que ingresa a través de las persianas. Estas cortinas pueden constituir paneles pesados (que bloquean el paso de la luz) o paneles translúcidos.
  • Las persianas se destiñen con el paso del tiempo, ya que se encuentran constantemente expuestas a la luz solar, en especial en el lado de la ventana. Debes renovarlas aplicando barniz para madera sobre las tablillas. Retira las persianas, cúbrelas con el barniz y vuélvelas a colgar.
  • Existen servicios profesionales que pueden instalar las persianas por ti. Esto podría resultar especialmente útil si no logras acceder a las ventanas o estas tienen formas irregulares. Asegúrate de solicitar varias ofertas de servicios profesionales para que evalúes la confiabilidad y consigas los mejores precios y plazos. Debes consultar si el instalador cuenta con garantías para solucionar los problemas que puedan surgir en el futuro.

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Categorías: Puertas y ventanas