Ya sea que quieras ser capaz de defenderte o que te interese un deporte de combate como el box o MMA, saber cómo lanzar un golpe adecuadamente es un paso esencial. Ser capaz de lanzar un golpe controlado, preciso y eficiente también es importante desde una perspectiva de seguridad, pues es más probable que si lanzas golpes desenfrenados y desequilibrados te lastimes tú que tu oponente. Si vas a entrenar con un saco pesado, manoplas o guantes de boxeo, siempre usa vendas de boxeo para garantizar que no te rompas un hueso o te lastimes la muñeca.

Método 1
Método 1 de 5:
Adoptar una posición de lucha

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    Mantén los pies debajo de los hombros y voltéate hacia tu oponente. Coloca el pie no dominante frente a ti y apúntalo en un ángulo de 35 a 45 grados en dirección a tu objetivo. Planta el pie dominante detrás de ti y haz que apunte en dirección opuesta al objetivo en un ángulo de 46 a 60 grados. Alinéate con tu objetivo de modo que estés cómodo, pero mantén el pie de atrás un poco abierto. No debería verse como si fueras a oscilar un bate de béisbol.[1]
    • El poder de lanzamiento viene de la parte inferior del cuerpo, no la parte superior, así que tienes que adoptar una postura sólida antes de lanzar cualquier tipo de golpe con los puños.
    • Si tus pies están en la misma línea que tu objetivo, no tendrás una base fuerte y será muy difícil girar o pivotar. Ten el pecho un poco abierto hacia tu objetivo.
    • En la mayoría de los deportes de combate, a esta se le llama la postura “A” y es la principal para el ataque y la defensa.
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    Mete el pulgar y ponlo sobre el dedo medio para formar un puño adecuado y evitar las lesiones. Para hacer el puño perfecto, cierra bien la mano con el dedo pulgar encima de los demás dedos. Coloca este dedo encima del nudillo central. Apriétalo firmemente para conservar un agarre sólido y no lastimarte la mano con el golpe. Ten las muñecas lo más rectas que puedas y nunca las flexiones cuando estés golpeando a tu objetivo.[2]
    • Si lanzas un golpe con los 4 dedos envolviendo al pulgar, es muy probable que te rompas algún hueso de la mano.
    • Coloca la muñeca para que forme una línea recta con el antebrazo. Si tu muñeca es muy endeble, podrías torcértela con un golpe.
    • Lo ideal es que golpees a tu oponente con el nudillo que está sobre el dedo medio mientras los demás están uniformes. Ten el dedo pulgar sobre el medio para asegurarlo.

    Advertencia: si practicas deportes de combate, como boxeo o MMA, usa vendas de boxeo para protegerte la muñeca y los dedos. Tener las manos bien envueltas disminuirá significativamente las probabilidades de que te lastimes con un golpe.

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    Mete la mano dominante en tu mentón y levanta la mano libre. Flexiona los codos y levanta tu mano dominante hasta tu mejilla. Tenla de 3 a 8 cm (1 a 3 pulgadas) de la superficie de tu piel con los nudillos boca arriba y el codo sobre las costillas. Levanta tu mano no dominante frente a ti de modo que quede al mismo nivel que tu puño dominante, al menos unos 10 a 25 cm (4 a 10 pulgadas) delante de tu rostro.[3]
    • Ten tu mano no dominante arriba si no vas a lanzar un puño. En una pelea, será tu primera línea de defensa cuando tengas que bloquear un golpe que viene hacia ti.
    • Algunos luchadores profesionales presionan su mano dominante en su mejilla literalmente. Lo hacen para asegurarse de tenerla cerca durante la pelea. Tener la mano dominante sobre la mejilla hace que sea más fácil levantarla y meter tu cabeza hacia abajo para protegerte.
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    Flexiona un poco las rodillas para estabilizarte y crear potencia. Cada golpe que lances empezará con un movimiento de la parte inferior del cuerpo. Si tus piernas y caderas no están estables, tus golpes no tendrán mucha potencia. Flexiona las rodillas un poco de modo que estén cómodas y flexibles. De esta forma, será más fácil generar potencia y transferirla rápidamente de tus piernas a la parte superior del cuerpo.[4]
    • Las rodillas flexionadas también hacen que sea más difícil que alguien te derribe si te devuelve los golpes. Si te paras derecho, será difícil recuperar el equilibrio si te golpean. Sin embargo, flexionar las rodillas un poco evitará que te caigas en esta situación.
    • Una de las razones por las que los boxeadores y los luchadores de MMA rebotan de un lado a otro cuando están en una posición en “A” es que los ayuda a tener las rodillas flexionadas.

Método 2
Método 2 de 5:
Lanzar un golpe recto

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    Pivota el pie de atrás y gira la rodilla hacia adentro para iniciar el golpe de puño. Levanta el talón sin desprender los metatarsos del pie del suelo. En un movimiento, gira el pie y la parte posterior de la rodilla hacia tu objetivo. No hay problema si tus piernas se hunden un poco cuando lo estés haciendo. La potencia de un golpe recto empieza en las piernas y pivotar hacia adentro contribuye a generar una torsión para la parte superior del cuerpo.[5]
    • En los deportes de combate, un golpe de puño recto se refiere a un golpe compacto y directo con la mano dominante. Tiene más potencia que un jab, pero es más rápido que un gancho. Es en lo que piensa la mayoría de las personas cuando se imagina un golpe de puño convencional.
    • Da un paso de 15 a 30 cm (6 a 12 pulgadas) hacia adelante si fuera necesario antes de hacerlo. Para ello, arrastra hacia adelante el pie de adelante antes de deslizar el pie de atrás nuevamente debajo de los hombros. Solo hazlo si crees que vas a tener dificultades para golpear a tu objetivo.[6]
    • Estratégicamente, el golpe de puño recto es la mejor herramienta en tu arsenal. Es más fácil conectarlo que un haymaker exagerado y llamativo, pero más potente que un rápido jab.
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    Gira las caderas y el pecho en dirección al objetivo. Cuando el pie y la rodilla posteriores dejen de girar, empieza a girar las caderas y el pecho en dirección a tu objetivo. En este momento, tus manos y brazos deben estar aproximadamente donde estuvieron en la posición de lucha original.[7]

    Consejo: no hay problema si te inclinas hacia adelante un poco para alcanzar un objetivo que se está alejando de ti. No te inclines más de 30 cm (12 pulgadas), pues perderás el equilibrio si te inclinas mucho.

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    Extiende el puño y haz que tu brazo gire hacia adentro cuando golpees. Ten el antebrazo apuntando hacia el cielo cuando tus caderas y pecho estén girando hacia adelante. Una vez que gires en 10 a 20 grados en dirección a tu objetivo, deja que tu brazo dominante siga a tu pecho. Extiéndelo en dirección a tu objetivo y deja que tu muñeca gire hacia adentro de manera natural.[8]
    • Haz tu mayor esfuerzo por no formar una curva con el brazo en dirección opuesta a ti y hacia tu objetivo. Si no eres un luchador entrenado, es posible que lo sientas más fácil, pero en realidad se pierde potencia con este movimiento. También es más peligroso, pues es más probable que tu mano golpee el objetivo en un ángulo.
    • Deja que tu mano no dominante quede flotando a unos 15 a 30 cm (6 a 12 pulgadas) a tu lado, pero tenla levantada. No la bajes en el caso de que tengas que protegerte después de asestar el golpe.
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    Golpea el objetivo con el nudillo medio y continúa. Sigue extendiendo el brazo recto en dirección a tu objetivo mientras giras la muñeca hacia adentro. Golpéalo lo mejor que puedas con el nudillo central. Una vez que hayas entrado en contacto con él, sigue extendiendo el brazo hacia adelante hasta que esté completamente estirado. Apenas esté completamente extendido, regrésalo rápidamente hacia ti y vuélvelo a colocar contra tu mentón o continúa con otro golpe dependiendo de si tu oponente está vulnerable o no.[9]
    • Golpea el objetivo con la palma de tu mano hacia abajo.
    • Un buen golpe recto se asesta con el brazo extendido al 90 o 95 %.
    • Si parece que no vas a conectar con tu objetivo, deja que el golpe se extienda naturalmente en el aire y aceptar que no le diste. No te impulses hacia adelante para conectar el golpe. Si lo haces, es muy probable que te golpeen con un puño de contrataque en una pelea.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Alinea el codo con la muñeca y los hombros de modo que tengas la estructura adecuada para soportar la presión del golpe.

    Adrian Tandez

    Adrian Tandez

    Experto en autodefensa
    Adrian Tandez es el fundador e instructor principal de la Academia Tandez, un centro de entrenamiento de defensa personal de renombre mundial. Es un instructor certificado en Jeet Kune Do de Bruce Lee, artes marciales filipinas y silat con el legendario artista de artes marciales Dan Inosanto. Ha estado entrenando en estas artes por más de 25 años.
    Adrian Tandez
    Adrian Tandez
    Experto en autodefensa

Método 3
Método 3 de 5:
Lanzar un jab

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    Ten los codos contra las costillas con las manos levantadas frente a ti. Modifica la postura un poco para lanzar un jab metiendo los codos a tus costados. Ten la parte superior del cuerpo lo más compacta posible para un jab, pues la maniobra tiene que ser lo más rápida que se pueda.[10]
    • En los deportes de combate, un jab se refiere a cualquier golpe directo que se lanza con la mano no dominante donde no tienes que girar las caderas. Se usa para probar las defensas del oponente, desequilibrarlo para un golpe más fuerte o asestarle un golpe de puño libre cuando se enfoque en tu mano dominante.
    • La mayor parte del tiempo, en una lucha profesional, se lanzan más jabs que cualquier otro golpe. Esto se debe a que el jab es el golpe más seguro desde una perspectiva de defensa pues no te abres a golpes de contraataque de gran impacto.
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    Da un paso adelante de 10 a 30 cm (4 a 12 pulgadas) con el pie no dominante. Un jab siempre empieza con un pequeño paso. Levanta el talón no dominante y desliza el pie hacia adelante en dirección a tu objetivo. Si el oponente está lo suficientemente cerca como para golpearlo en el momento, da un paso de 10 cm (4 pulgadas). Si tienes que acercarte más, da un paso de 20 a 30 cm (8 a 12 pulgadas). Ten el pie plantado en el mismo ángulo en el que estaba en la postura “A”.[11]

    Variación: a algunos luchadores les gusta deslizar su pie, mientras que otros lo levantan unos 3 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) del suelo y dan un paso real. Haz lo que se sienta cómodo para ti.

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    Extiende la mano dominante unos tres cuartos en dirección a tu objetivo. Sin voltear, girar o pivotar, extiende tu mano no dominante en dirección a tu oponente. Puedes inclinarte hacia adelante un poco si quieres agregarle un poco más de potencia a tu golpe, pero no es obligatorio. Ten la cabeza inmóvil y no bajes la mano dominante de tu mejilla al momento de hacerlo.[12]
    • El contraataque más común de un jab es un gancho. Tener la mano dominante contra la mejilla evitará que tu oponente te aseste un buen golpe de contraataque.
    • El jab no tiene por objetivo ser un golpe de nocaut. No hay problema si no sientes que hay mucha potencia detrás del golpe.
    • Haz tu mayor esfuerzo por no flexionar tu codo en dirección opuesta a ti cuando estés extendiendo el brazo. Un codo abierto es una señal para tu oponente de que vas a tirar un golpe de puño, mientras que una extensión recta es mucho más difícil de rastrear con la vista.
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    Dale un giro a la muñeca mientras asestas el golpe. Durante el último cuarto de la extensión del brazo, gira la muñeca hacia abajo para que la palma de tu mano esté en dirección al suelo. Golpea a tu oponente con el nudillo central lo mejor que puedas para asestarlo limpiamente.[13]
    • Cuando lo hagas rápidamente, se sentirá más como un movimiento de barrido.
    • Si no le das un giro a la muñeca cuando asestes el golpe, dejarás tu cuerpo abierto a un golpe de contraataque. También perderás una gran parte de la potencia del jab, que viene de este movimiento rápido.
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    Regresa tu brazo casi de inmediato después de golpear a tu oponente. No sigas con fuerza después del jab. Después del contacto, regresa rápidamente la mano no dominante a su posición original. Lanza otro golpe de inmediato o retrocede un paso y prepárate para el siguiente golpe.[14]
    • En el boxeo, el MMA y las artes marciales, el objetivo del jab es asestar un golpe libre o prepararte para un mejor golpe con la mano dominante. Si continúas y dejas tu mano no dominante extendida, será difícil aprovechar la maniobra defensiva de tu oponente a tiempo como para lanzar un golpe.

Método 4
Método 4 de 5:
Asestar un gancho

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    Gira la mano dominante hacia abajo mientras levantas tu codo. A partir de la postura “A”, levanta el codo dominante hasta que el antebrazo quede en paralelo al suelo. Deja que tu muñeca gire naturalmente hacia abajo de modo que los nudillos queden en dirección al suelo. Hazlo lo más rápido posible sin mover todo el pecho a fin de que tu oponente no lo note.[15]
    • Puedes lanzar un gancho con la mano dominante o no dominante. Si vas a lanzarlo con la otra mano, gira la muñeca no dominante hacia abajo mientras levantas el codo.
    • Tarda más tiempo asestar un gancho que un golpe recto, pero cuando se usa de manera correcta es bastante poderoso. Lanza ganchos cuando el oponente esté bastante cerca de ti para desequilibrarlo. Un buen gancho también tiene mayores probabilidades de derribar a tu oponente, pues lo golpearás en un ángulo que no estará esperando.
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    Flexiona la rodilla delantera hacia adentro mientras pivotas todo tu cuerpo. El gancho requiere una preparación corta para obtener la máxima potencia. Para darle un poco de peso a tu golpe, flexiona la pierna delantera hacia abajo y adentro en dirección a tu cuerpo como si estuvieras encogiéndote. Deja que tus caderas sigan a tus rodillas como si estuvieras girando en dirección opuesta a tu oponente. No muevas los brazos al hacer este movimiento.[16]
    • La mano dominante debe estar directamente detrás de tu cabeza al final de este movimiento.
    • Invierte las instrucciones para lanzar un gancho con la mano no dominante. Flexiona la pierna posterior hacia adentro y, al mismo tiempo, gira un poco el torso en dirección opuesta a ti.
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    Ten el codo flexionado en un ángulo de 90 grados mientras giras hacia tu objetivo. Mantén el codo flexionado cuando gires todo tu cuerpo en dirección a tu oponente. Pivota la pierna posterior hacia el interior y, al mismo tiempo, abre la pierna delantera en dirección al objetivo. Deja que el brazo dominante siga tus caderas y golpea a tu oponente con el nudillo central. Cuando se hace correctamente, parecerá que todo tu cuerpo está girando hacia adelante como una bisagra.[17]
    • Si quieres lanzar un gancho con la mano no dominante, básicamente las instrucciones son las mismas a excepción que estarás girando desde la otra dirección y usando la pierna no dominante para pivotar tu cuerpo.

    Consejo: continúa y regresa a la postura “A” o lanza otro golpe. Sin embargo, si conectas un buen gancho, hay muy buenas probabilidades de que puedas seguir golpeando. Un gancho fuerte hará que tu oponente pierda el equilibrio.

Método 5
Método 5 de 5:
Conectar un uppercut

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    Traslada el peso hacia tu pierna dominante para generar potencia. Lo normal es que el peso se distribuya de manera uniforme entre tus dos pies cuando estés en una postura “A”. Como un uppercut te obliga a lanzar un golpe en un ángulo extraño, tendrás que mover tu peso para generar potencia. Mantén tu peso en tu pie posterior para generar suficiente impulso como para lanzar un uppercut potente.[18]
    • Puedes lanzar un uppercut con la mano no dominante. Para hacerlo, pasa tu peso a tu pierna no dominante.
    • Un uppercut es el tipo de golpe más difícil de lograr de manera efectiva. Como vas a golpear desde un ángulo extraño, es más difícil asestar el golpe con potencia. El objetivo de un uppercut es traspasar la defensa de tu oponente al golpearlo de un ángulo único.
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    Baja el brazo y el hombro dominante unos 10 a 20 grados. Inclínate de 5 a 8 cm (2 a 3 pulgadas) hacia atrás y baja tu hombro dominante. Desliza el codo dominante contra tus costillas con el antebrazo en dirección a tu oponente. Ten la mano no dominante levantada frente a ti para bloquear los golpes de contraataque y esconder tu ángulo de ataque.[19]
    • Estas instrucciones se invierten para lanzar un uppercut con tu mano no dominante. Sin embargo, es importante que no metas el codo si vas a lanzar este golpe con la mano no dominante. Más bien, déjalo colgando libremente debajo de tu hombro.
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    Pivota con tu pierna dominante para iniciar el golpe. Levanta el talón dominante del suelo y flexiona las rodillas hacia adentro. Al mismo tiempo, inclínate hacia adelante en dirección a tu objetivo. Cuando te inclines hacia adelante, baja la pierna dominante unos 5 a 8 cm (2 a 3 pulgadas) más. Te dará más potencia y se generará un mejor ángulo de ataque.[20]
    • Cuando se hace correctamente, parecerá que el cuerpo está realizando un movimiento de barrida cuando estés hundiéndote y extendiendo el golpe.

    Consejo: mantén tu mano no dominante levantada frente a ti cuando lo hagas. En este momento, mantén tus dos codos apuntando hacia el suelo.

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    Lleva el puño hacia arriba para golpear el objetivo en un ángulo. A pesar de cómo se podría ver en una lucha profesional, en realidad no lanzarás el brazo en un movimiento circular. Lanza el golpe en dirección a tu objetivo. Golpea con el nudillo central e impúlsate hacia el golpe. Después de extenderte hacia el objetivo, recoge tu brazo y prepárate para otro golpe o bloqueo.[21]

Consejos

  • Los pasos que se presentan aquí se enfocan en la mecánica de un golpe de puño. Practica cada componente del golpe por separado hasta que domines todo el movimiento. En una pelea real, lograr un buen golpe no toma más de 1 a 2 segundos.

Advertencias

  • Siempre que practiques los golpes con un saco pesado, una pera, manoplas o en un combate de práctica, usa vendas de boxeo. Si no lo haces, hay una mayor probabilidad de que te rompas la muñeca o te lastimes la mano.[22]
  • Si no estás practicando un deporte de combate, nunca golpees a alguien a menos que te ataque y no puedas librarte de la situación. El objetivo de aprender defensa personal es protegerte, no iniciar una pelea innecesaria.

Acerca de este wikiHow

Adrian Tandez
Coescrito por:
Experto en autodefensa
Este artículo fue coescrito por Adrian Tandez. Adrian Tandez es el fundador e instructor principal de la Academia Tandez, un centro de entrenamiento de defensa personal de renombre mundial. Es un instructor certificado en Jeet Kune Do de Bruce Lee, artes marciales filipinas y silat con el legendario artista de artes marciales Dan Inosanto. Ha estado entrenando en estas artes por más de 25 años. Este artículo ha sido visto 28 226 veces.
Categorías: Artes marciales