Sin importar si lees un libro o si quieres entender la literatura de la misma forma que tu maestro, leer de forma crítica resulta fundamental a fin de comprender bien un determinado texto. Una lectura básica le indicará al lector solo lo que dice el texto (es decir, las afirmaciones y datos que el texto contiene). No obstante, una lectura crítica también le dirá al lector qué hace el texto y qué significa. En otras palabras, si bien la lectura básica tiene que ver con el hecho de qué hay en un texto, la lectura crítica también tendrá que ver con el hecho de cómo está escrito el texto y por qué fue escrito de esa forma. La lectura crítica orienta al lector hacia los valores sociales, políticos y económicos que el escritor infiere.[1]

Método 1
Método 1 de 2:
Comprender un texto escrito

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    Primero haz una leída rápida. La primera vez que trabajes con un texto escrito, puede ser útil simplemente leerlo rápidamente. La lectura rápida implica leer realmente muy rápido, de tal modo que solo te detendrás brevemente para analizar los detalles. Leer rápidamente puede ayudarte a tener una idea general acerca del tema que trata un texto antes de que puedas volver a leerlo y eso te ahorrará tiempo y energía a largo plazo.
    • No hay una forma “correcta” de leer; no obstante, una buena política es la siguiente:
      Lee todo el párrafo de introducción.
      Lee la primera oración de cada párrafo del cuerpo.
      Lee todo el párrafo de conclusión.
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    Vuelve a leer el texto con más concentración. Una vez que hayas leído rápidamente y que conozcas la “idea” aproximada del ensayo, será momento de leerlo “de verdad”. Sigue de nuevo con todo el ensayo, esta vez leyendo cada oración de forma lenta y cuidadosa. No dudes en leer oraciones o párrafos de nuevo si te resulta difícil comprender el contenido.
    • No te apures. Ir poco a poco te ayudará a conectarte con el texto.[2]
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    Toma notas mientras leas. Tomar notas en una clase puede ayudarte a retener más información; de esta forma, hacerlo mientras lees no es diferente. Anotar las ideas y frases clave hará que prestes atención de forma activa a lo que pasa en el texto. También puedes anotar las preguntas que tengas para que después puedas tratar de responderlas.
    • Marca palabras y conceptos que no comprendas para buscar información después.
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    Busca palabras e ideas que no conozcas. Si comprendes cada palabra y concepto que encontraste en el ensayo, entonces tendrás suerte y podrás seguir adelante. Sin embargo, si hubo algo en el ensayo que no comprendiste, esa será tu oportunidad de iluminarte. Llenar los vacíos en tu conocimiento te ayudará a lograr una comprensión más completa del texto.[3]
    • Los diccionarios comunes y diccionarios especiales pueden ayudarte con las palabras que no conozcas. Sin embargo, para el caso de los términos técnicos y conceptos desconocidos podría ser necesario que busques artículos de ayuda en línea. Por ejemplo, si lees un artículo sobre televisores “4K”, es probable que no encuentres una definición de 4K en el diccionario.
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    Conversa sobre las “ideas principales” del texto con tus propias palabras. Después de todo lo anterior, haz otra lectura rápida. Luego de cada párrafo, pregúntate “¿Cuál fue la idea de lo que acabo de leer?”. Expresa tu respuesta con tus propias palabras, es decir, evita copiar lo que dice el ensayo. Dedicarte al ensayo, parte por parte, y reinterpretar la información en cada paso será una forma excelente de “captar” los temas más importantes del texto.
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Método 2
Método 2 de 2:
Comprender el tema general

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    Investiga un poco sobre el contexto del texto. La lectura crítica reconoce que cada texto es producto de una determinada persona, tiempo y lugar. Este contexto personal e histórico influye tanto en el contenido del texto como en la voz del autor. Investiga el contexto del texto que analices. Responder a “cuándo”, “dónde” y “quién” con respecto al texto es una buena forma de empezar.
    • Después de lo anterior, familiarízate con la mentalidad, creencias, opiniones y sucesos del momento que ocurrían a medida que se creaba el texto. Pregúntate algo como “¿Cómo se reflejan estos aspectos (mentalidad, creencias, opiniones y sucesos del momento) en el texto en sí?”.
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    Analiza con detenimiento las palabras que el autor escogió. Una sola palabra puede tener muchos significados distintos. Diversos autores utilizan giros sutiles de frases para transmitir significados dobles o para plantear preguntas en la mente del lector. Pregúntate “¿El autor de este texto realmente quiere decir lo que escribe? ¿Hay algo ambiguo en la forma en que está escrito el texto?”.
    • Si no estás seguro de si el trabajo tiene un significado oculto, considera en primer lugar por qué fue escrito (en este punto, tu investigación de antecedentes puede servirte). ¿El autor solo trata de entretenerte o trata de convencerte de que aceptes una determinada teoría o filosofía?
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    Ten en cuenta cómo te hace sentir el texto. Ni el autor ni el lector son máquinas completamente frías y lógicas. Reconocer el contenido emocional de un texto también es importante a fin de lograr una comprensión completa del mismo. No será necesario que anotes tus emociones, sino que simplemente pienses en la forma en que el tono, dicción y sintaxis influyen en tus emociones e interpretaciones del texto.
    • Si bien es importante reconocer el contenido emocional de un texto, una parte fundamental de la lectura crítica es adoptar un enfoque lógico para el análisis en vez de uno emocional. Reconoce tus emociones (así como también las del autor), pero no permitas que te impidan pensar en el trabajo desde una perspectiva imparcial y objetiva.
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    Practica la metacognición. Esto solo significa “pensar en lo que has pensado”. Considera tus pensamientos sobre el pasaje que leíste. ¿Qué dicen sobre tu relación con el autor? ¿Qué dicen de ti? ¿Consideras que estás más de acuerdo o en desacuerdo con el autor? A continuación se presentan algunos consejos para ayudarte con la metacognición:
    • Desafíate o cuestiónate al menos una cosa que leas en el pasaje. Después ponte del lado del autor y defiéndelo. ¡Recuerda que solo porque lo leas no significa que sea verdad!
    • Considera cómo podrías aplicar el texto a tu vida. Esto podría significar cualquier cosa, desde pensar en cuándo podrías necesitar saber qué son los ácidos y las bases hasta aplicar a nivel personal una línea de poesía que te conmovió bastante.
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    Trata de disfrutar lo que leas. La lectura crítica no solo es un ejercicio sombrío y lógico. La sensación de logro que consigas del hecho de esforzarte por comprender un texto complejo puede ser un excelente motivador. También resulta divertido tener ideas y perspectivas que antes no tenías.
    • No hay una forma de escapar y, por lo tanto, algunos pasajes te resultarán aburridos o poco interesantes. Determina si puedes encontrar al menos una cosa que te guste respecto a lo que lees. Incluso puedes fingir que eres un detective o un reportero y que el pasaje que lees se trata de una tarea emocionante. Esto hará que las cosas sean un poco más divertidas. Si no puedes encontrar algo divertido en el texto, es probable que sea un material académico avanzado. En ese caso, ¡disfruta de sentirte inteligente por leerlo!
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Consejos

  • Lee en voz alta si tienes problemas para comprender el texto. También puedes tratar de hacer que alguien te lo lea. Conseguir la misma información de una forma diferente puede hacer que sea más fácil “digerirla” y puede ayudarte a retenerla.
  • Recuerda que los buenos lectores analizan sus emociones y que los buenos académicos hacen preguntas. Los lectores académicos excelentes analizan sus emociones, hacen preguntas sobre lo que leen, investigan todo y nunca se detienen hasta que comprenden por completo un determinado pasaje.
  • Toma descansos breves cuando trabajes con pasajes difíciles. Descansar deja tu cerebro fresco, repuesto y listo para aprender.[4]
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Acerca de este wikiHow

Jake Adams
Coescrito por:
Tutor académico y especialista en preparación para pruebas
Este artículo fue coescrito por Jake Adams. Jake Adams es un tutor académico y el propietario de Simplifi EDU, una empresa de tutoría en línea con sede en Santa Mónica, California, que brinda recursos de aprendizaje y tutores en línea para materias académicas K-College, SAT y ACT, así como solicitudes de admisión a universidades. Con más de 14 años de experiencia profesional en tutoría, Jake se dedica a brindarles a sus clientes la mejor experiencia de tutoría en línea, además de acceso a una red de excelentes tutores de pregrado y posgrado de las mejores universidades de todo el país. Tiene una licenciatura en Negocios Internacionales y Marketing de la Universidad de Pepperdine. Este artículo ha sido visto 9279 veces.
Categorías: Lectura y comprensión
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