Si alguien te atormenta, te amenaza, te acosa, te humilla, te avergüenza o te molesta de alguna otra forma mediante el uso de la tecnología; esto significa que eres víctima del bullying cibernético. Este abuso puede ser muy angustiante y doloroso, sin mencionar lo difícil que es lidiar con él. Tu primera reacción podría ser responder a él, quedarte en cama y jurar que nunca más saldrás de tu habitación (o ambas cosas); sin embargo, tendrás mejores opciones. Actúa con responsabilidad para detener el bullying, busca maneras saludables de mejorar tu autoestima y esfuérzate por reducir la probabilidad de que este abuso surja en tu futuro y el de tus compañeros.

Método 1
Método 1 de 3:
Reaccionar a una situación de bullying

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    Resiste la necesidad de responder de forma directa. Si eres víctima del bullying cibernético, la mejor respuesta será no responder en lo absoluto. Si respondes a un comentario hiriente, esto solo agravará el problema, ya que le dará al acosador exactamente lo que busca (atención y una excusa para intensificar el abuso).[1]
    • Mantente tranquilo. Recuerda que no hay problema en sentirse alterado, pero si respondes a esta persona con un insulto, esto solo empeorará las cosas.
    • Incluso si respondes sin insultos (p. ej., “Detente por favor”, “Esto no es apropiado” o “Voy a acusarte”), es probable que esto sea más perjudicial que beneficioso. Solo responde con silencio.
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    Guarda todo mensaje, imagen y publicación relacionados con el bullying. Ten un registro de todo lo que brinde evidencia del bullying cibernético. Guarda o, incluso mejor, imprime todo lo cruel que te hayan enviado. Guarda en tus marcadores o “favoritos” las páginas web en las que te insulten. Tal vez llegues a necesitar esta evidencia para acusar a esta persona y detenerla.[2]
    • Quizás solo quieras eliminar todo correo, mensaje de texto o mensaje instantáneo detestable. Sin embargo, esto no será lo correcto. Recuerda que quizás tengas que acusarlo en algún momento; y necesitarás toda la evidencia que tengas.
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    Reúne la información que identifique a los acosadores que no reconozcas. Los correos electrónicos, los nombres de usuario y las imágenes publicadas pueden ser engañosos; y pueden encubrir al acosador de forma temporal. Si identificas al atacante, solo deberás mantener esta información como evidencia. Nunca trates de enfrentar a la persona de forma directa.[3]
    • Ten un registro del correo electrónico o el nombre de usuario de los cuales hayas recibido el bullying. Revisa tu bandeja de entrada a fin de detectar lo que esta persona te haya enviado en el pasado. Si no hay nada, ve a la página web del proveedor del servicio y busca el nombre de usuario que tengas. Si el perfil no está bloqueado, podrás ver el nombre de esta persona.
    • Si nada da resultados, deberás acudir a otras personas. Los proveedores de servicios, los empleados de la escuela y los agentes policiales podrán rastrear la dirección IP del acosador para así identificarlo.
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    Bloquea a los acosadores y denúncialos ante los proveedores de servicios. Muchas de las páginas de las principales redes sociales y otros proveedores de servicios incluyen los botones de “bloquear” y “denunciar” cerca de los mensajes o publicaciones que recibes. Conoce las políticas y los procedimientos para cada aplicación, página y dispositivo que uses; y no dudes en usar estas herramientas.[4]
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    Cuéntaselo a un adulto de confianza. El bullying cibernético es algo hiriente e incorrecto, y no deberás aceptarlo como algo “con lo cual debas vivir”. Confía en uno de tus padres, un profesor u otro adulto de confianza. Presenta la evidencia que hayas reunido y no sientas vergüenza de hablar sobre lo que el bullying te haga sentir. Los adultos podrán ayudarte a adoptar las siguientes medidas para detener al acosador, y también podrán apoyarte conforme afrontes la experiencia.[5]
    • Incluso si el acoso cibernético solo ocurre en la escuela o las horas escolares, deberás denunciarlo ante un profesor, un consejero, un empleado de recursos escolares o un director. Las escuelas tienen la responsabilidad de detener a los acosadores y proteger a las víctimas sin importar las circunstancias.
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    Denuncia el bullying grave o constante ante las autoridades legales. En la actualidad, todo tipo de bullying (incluido el cibernético) se considera ilegal en la mayoría de las jurisdicciones. Deja que los adultos en los que hayas confiado determinen la manera de proceder. Ellos podrían comunicarse primero con los padres del acosador o acudir directamente a las autoridades.[6]
    • Si has sufrido un dolor o una humillación considerables a causa del bullying, o te han amenazado con lastimarte o usar la violencia; podrían suspender, expulsar o incluso arrestar al acosador.
    • Toda evidencia del bullying que hayas guardado será de mucha utilidad para las autoridades.
    • Ten en cuenta que si has respondido con bullying, no importará si “la otra persona empezó”; también te someterán a las sanciones disciplinarias o incluso legales.
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Método 2
Método 2 de 3:
Superar la negatividad del bullying

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    Aparta de tu vista las muestras de bullying. Guarda los mensajes o las imágenes como evidencia, pero no los analices una y otra vez. La frase “Ojos que no ven, corazón que no siente” puede ser de mucha utilidad en esta situación. Haz tu mejor esfuerzo de apartar el bullying de tu vista y tu mente.[7]
    • El acosador querrá que te obsesiones con el mensaje cruel que haya escrito o la imagen desfavorecedora que haya publicado. Sin embargo, no tendrás que jugar su juego.
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    Ahonda en tus cualidades. No puedes negarlo, te dolerá que alguien que conozcas bien (o incluso un desconocido) escriba algo como “Eres gordo, feo y nadie te va a querer nunca”. Sin embargo, ella no te conocerá de verdad; eres el único que te conoce. Sabes que no eres perfecto, pero sí amable, generoso, persistente o creativo; o que posees otras cualidades fantásticas. Por lo que deberás seguir repitiéndotelo.[8]
    • Repite tu lista de cualidades siempre que empieces a sentirte triste. Incluso podrías escribir la lista por la mañana y a la hora de dormir, así será lo primero y lo último en tu mente todos los días.
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    Dedica un tiempo a tus verdaderos amigos. Todo aquel que te acose no será un amigo verdadero. No desperdicies el tiempo con ellos. En su lugar, concéntrate en los amigos que te brinden apoyo y te acepten tal como eres. Busca a una persona que sepa escuchar (ya sea un compañero de clase, un familiar, etc.), alguien que quiera que expreses lo que sientes.[9]
    • Si te acosan porque “no tienes amigos” o “no le agradas a nadie”, no deberás caer en la trampa de creerle. Cualquiera puede hacer amigos; solo sé tú mismo, busca a otros con intereses similares, dales a los demás la oportunidad de conocerte y sé un buen amigo.
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    Tómate un descanso. Si tu rutina digital diaria hace que te sientas triste a causa del bullying, intenta cambiar las cosas. Elimina tus perfiles de las páginas en donde ocurra el peor bullying. Reduce el tiempo que pases en internet o la cantidad de personas con las que interactúes. Toma unas vacaciones completas del internet para así recuperarte del bullying que hayas sufrido.[10]
    • Podría sorprenderte la cantidad de tiempo libre que obtengas durante estas vacaciones. Úsalo con sensatez en actividades que te hagan sentir mejor contigo mismo.
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    Realiza actividades que disfrutes. Los acosadores tratarán de quitarte la alegría, por lo general porque buscarán atención o tratarán de lidiar con su propio dolor. No obstante, tu felicidad dependerá de ti mismo. No dejes que las mentiras, las bromas crueles o las palabras duras de otra persona eviten que hagas lo que te brinde alegría.[11]
    • Si pruebas algo nuevo que esté basado en algo que te guste, esto podrá distraerte y mejorar tu autoestima. Por ejemplo, si te gusta cocinar, inscríbete en una clase de cocina con uno de tus padres o un amigo. Por otro lado, si adoras estar cerca de mascotas, puedes hacer trabajo voluntario en el refugio animal de tu localidad.
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    Practica técnicas que te calmen. En ocasiones, el dolor generado por el acoso tomará el control de tu persona. Pensarás en lo que la otra persona ha dicho o hecho, y empezarás a sentirte triste, furioso o confundido (o quizás sientas todo ello). Consigue algunas técnicas que te calmen y que sean eficaces para ti. Con el tiempo, podrías notar que su uso constante te vuelve más feliz y saludable en general.[12]
    • Practica actividades como la respiración profunda, la relajación muscular progresiva, las técnicas de plenitud mental, la meditación, las oraciones o las prácticas espirituales, el yoga y los ejercicios.
    • Podrías obtener resultados al hacer algo tan sencillo como tomar una serie de respiraciones largas y profundas (inhalar por 5 segundos, tomar una pausa breve y exhalar por otros 5 segundos) mientras te concentras en una palabra como “calma” o “feliz”.
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    Solicita ayuda profesional. Nunca sientas que eres débil o un fracasado si no puedes olvidar el dolor generado por el acosador cibernético. Si obtienes la ayuda que necesitas en el momento necesario, esta será una manera de ganarle al acosador. Demuestra tu fuerza al admitir ante tu persona y los demás que necesitas ayuda.[13]
    • Si el acoso te genera depresión o una baja autoestima constante, deberás conversar con uno de tus padres, un consejero escolar o un doctor sobre la opción de acudir a un terapeuta acreditado.
    • Si empiezas a pensar en lastimarte, deberás decírselo de inmediato a un adulto de confianza. También puedes comunicarte con una línea de ayuda que atienda las 24 horas y los 7 días de la semana. Si estás en los EE.UU., comunícate con la National Suicide Prevention Lifeline marcando 1-800-273-8255.[14]
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Método 3
Método 3 de 3:
Reducir el bullying cibernético

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    Mantén tu información personal en privado. Solo brinda tu correo electrónico, usuario de mensajería instantánea, blog o cualquier otro nombre de usuario a las personas en las que confíes por completo, y que conozcas en la vida real. Nunca brindes ninguna de tus contraseñas (de correo electrónico, blog, chat o cuentas de redes sociales) a nadie, ni siquiera a tu mejor amigo que conozcas desde el jardín de niños. Asimismo, nunca compartas tu número de teléfono o la dirección de tu casa por internet.[15]
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    Publica material de forma cuidadosa y meditada. Los acosadores pueden robar tus secretos, darles otro sentido a tus palabras y modificar tus imágenes para usarlas en tu contra. Antes de usar la opción “subir”, “enviar” o “compartir”; detente y piensa si quieres que cualquiera pueda acceder a esta información por los próximos años.[16]
    • Podría parecerte una buena idea publicar ahora sobre la persona que te gusta o compartir imágenes de tus fiestas con tus amigos, ¿pero qué pensarás dentro de un año?
    • Ten en cuenta las maneras en las que alguien podría darles otro sentido a tus palabras o imágenes a fin de usarlas en tu contra.
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    Entiende y usa las configuraciones de privacidad, los filtros y los bloqueos. Deberás dedicar un tiempo para leer y comprender las configuraciones de privacidad de cada página, aplicación y dispositivo que uses. Aprende a restringir el acceso a tu información y denunciar las violaciones de la privacidad y los casos de bullying. Restringe el acceso a tu vida digital en la medida de lo posible a solo las personas en las que en verdad confíes.[17]
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    No incentives el bullying contra otras personas. Dirigir, responder, aplaudir, incentivar, apoyar o darle me gusta al bullying contra otra persona también te volverá culpable por causarle dolor. Esto es lo mismo que reírte en la cara de alguien mientras lo acosan en persona. Ponte en los zapatos de la víctima de acoso y muéstrale la compasión que te gustaría que te brinden.[18]
    • Si pones de tu parte para acabar con el bullying, esto será incluso mejor que no formar parte de él o no fomentarlo. Reúne evidencia y denuncia al acosador. Envíale mensajes de apoyo a la víctima, como “No le prestes atención a ese tonto. Eres fantástico tal como eres”.
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    Apoya las campañas contra el bullying. Únete a un club o crea uno en la escuela. Investiga y haz afiches o volantes. Presta tu voz a los adultos y niños que protesten contra el abuso, y que indiquen que todo tipo de bullying debe detenerse.[19]
    • Entabla amistad con alguien que sepas que es víctima de bullying y anima a los demás a hacer lo mismo. Demuéstrale que hay muchas más buenas personas que acosadores.
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Consejos

  • El bullying suele deberse a la furia mal dirigida por las situaciones que ha experimentado el acosador. Él no podrá responder a la persona que lo haya lastimado (como uno de sus padres, etc.), por lo que redirigirá su furia hacia ti. Esto no justificará de ninguna forma las acciones que realice en tu contra; pero puede demostrar que el bullying no guarda mucha relación contigo.
  • Las redes sociales no serán el único punto en donde conectarse con otros. Si las actividades en línea hacen que te sientas mal contigo mismo, esta será una buena señal de que son perjudiciales. Borra tus perfiles, no entres a internet y busca otras fuentes de conexión social en tu comunidad (ya sea en la escuela, el trabajo, la biblioteca, las tiendas de juegos locales, las tiendas de pasatiempos, los deportes o las actividades recreativas, las organizaciones de voluntariado, o las iglesias). Deja de usar el internet y participa en la vida real.
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Advertencias

  • Al igual que con cualquier otro tipo de bullying y abuso, esta no será tu culpa y no tendrás que encargarte de ello por ti solo. Si denuncias el bullying cibernético, esto será de utilidad para ti y quizás para los demás.
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Acerca de este wikiHow

Trudi Griffin, LPC, MS
Coescrito por:
Consejera profesional
Este artículo fue coescrito por Trudi Griffin, LPC, MS. Trudi Griffin es un consejero profesional con licencia en Wisconsin especializado en adicciones y salud mental. Brinda terapia a las personas que luchan contra las adicciones, la salud mental y los traumas en entornos de salud comunitaria y práctica privada. Recibió su maestría en Consejería Clínica de Salud Mental en la Universidad Marquette en 2011. Este artículo ha sido visto 22 925 veces.
Categorías: Bullying
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