La diarrea, que es tener deposiciones frecuentes y aguadas, puede ser una verdadera pesadilla para cualquier persona. Suele ser causada por una infección gastrointestinal y puede ocasionar mucho malestar. En la mayoría de los casos, se recomienda quedarse en casa por algunos días para recuperarse.[1] Sin embargo, si no puedes quedarte en casa o estás atrapado en esta situación en un lugar como la escuela, es posible que no sepas cómo lidiar mejor con ella durante el día. Puedes manejar un caso de diarrea en la escuela al tratar los síntomas y tomar algunas precauciones.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Llegar a terminar el día escolar

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    Utiliza el baño durante los descansos. Incluso si sientes que no tienes que ir al baño, trata de utilizarlo cuando tengas un descanso y entre las clases. Esto podría asegurar que no experimentes dolor estomacal durante las clases u otro inconveniente. Bríndate el tiempo que necesites en el baño. Si llegas tarde a clases, explícale a tu profesor que te sientes mal y que tienes que utilizar el baño con más frecuencia.
    • Infórmale a tu profesor por qué llegas tarde. Pregúntale si puedes hablarle afuera del salón de clase si sientes vergüenza. Recuerda que los profesores están para ayudarte. Por ello, informarle lo que pasa a tu profesor puede prevenir que haya más situaciones incómodas. Por ejemplo, puedes decir “Señor López, ¿podría hablar con usted afuera acerca de un tema importante?”. Cuando salgas del salón de clase, dile “Lo lamento mucho, pero hoy tengo problemas con mi estómago. Es posible que tenga que salir a utilizar el baño durante las clases”.
    • Prioriza tu salud. Si tienes problemas para comunicarte con tu profesor o no recibes la ayuda que necesitas, no dudes priorizar tu bienestar. Haz lo que tengas que hacer para manejar la diarrea que sufres. Debes disminuir las interrupciones al salón de clase y al ambiente escolar, pero tu salud debe ser tu prioridad.
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    Siéntate cerca de la puerta. Si tienes que ir al baño con frecuencia, infórmale a tu profesor lo que sucede y pregúntale si puedes sentarte al lado de la puerta. Esto te permitirá salir si te sientes mal sin interrumpir la clase o atraer la atención hacia ti.
    • Considera pedir sentarte en el suelo al lado de la puerta si es necesario. Si alguien te pregunta, puedes decir con facilidad “Me duele mucho la espalda, y sentarme en las sillas empeora el dolor”.
    • Evita hacer una conmoción si te retiras. Levántate con tanto cuidado como puedas y abre la puerta con calma para evitar llamar la atención.
    • Utiliza el baño durante los descansos, incluso si no crees que tienes que hacerlo. Ir de manera preventiva al baño podría evitar que tengas que apresurarte a ir allí después.
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    Utiliza ropas interiores protectoras. Si tienes una diarrea grave, es posible que consideres utilizar ropa interior desechable diseñada para la incontinencia de heces. Esta ropa interior puede encargarse de los accidentes y prevenir el olor que podrías emanar sin exponerlos a las personas a tu alrededor.[2] Asimismo, es posible que te brinden algo de paz mental, lo que puede ayudarte con tus problemas intestinales.[3]
    • Puedes conseguir unos calzoncillos con almohadillas, una ropa interior protectora o unos pañales con cinturón. Escoge la prenda que te agrade más, piensa en lo que sea más cómodo y más fácil de utilizar.
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    Lleva otra ropa. Antes de irte de casa por la mañana, empaca una ropa interior y unos pantalones adicionales en caso suceda una emergencia. Asimismo, esto podría ayudar a mitigar la ansiedad que sientas por tener un accidente. Si tienes diarrea mientras estás en la escuela, pregúntale al personal de la enfermería escolar si tiene ropa adicional o llama a tus padres para ver si pueden llevarte ropa.[4]
    • Cúbrete la parte posterior de los pantalones con tu bolso de libros o camisa hasta que puedas llegar al baño o a la enfermería para cambiarte.
    • Lleva una ropa idéntica si puedes. Por ejemplo, si utilizas jeans, ten otros a la mano. Si alguien pregunta, puedes decir “Comí mucho en el almuerzo y mis otros jeans me quedaron muy ajustados”.
    • Diles a las personas que te pregunten por qué te cambiaste de ropa que pruebas diferentes atuendos en un día.
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    Siente confianza. Es fácil sentir pena o vergüenza si sufres de diarrea en un lugar público como la escuela. Sin embargo, es importante recordar que todos defecan y que la mayoría de las personas también sufrirán de diarrea en algún momento de su vida. Tener en cuenta estos hechos podría ayudarte a calmarte y sentir menos cohibición por sufrir de diarrea.[5]
    • Permítete utilizar el baño sin experimentar vergüenza. Contener la evacuación intestinal puede ser incómodo y podría lastimarte. Si es necesario, utiliza el baño y espera hasta que todos se hayan retirado antes de salir.
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    Lávate las manos. Cada vez que utilices el baño, asegúrate de limpiarte bien las manos. Esto puede prevenir la difusión de la diarrea a otros o también podría evitar que empeores.[6]
    • Lávate las manos con agua tibia y luego enjabónatelas por al menos 20 segundos, lo que dura aproximadamente cantar dos veces “Feliz cumpleaños”. Enjuágate bien las manos para retirarte el jabón que quede.
    • Utiliza desinfectante de manos con al menos 60 % de alcohol si no hay agua y jabón. Cubre la parte frontal y posterior de las manos y frota el desinfectante de la misma forma en que lo harías con el jabón.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Tomar precauciones

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    Cálmate. Sentir pánico o ansiedad por la diarrea podría empeorar la situación, ya que la respuesta del cuerpo a las emergencias es liberar el control de los intestinos. Puedes calmarte a ti y a tu intestino si te convences de tranquilizarte y te replanteas la situación.[7]
    • Evita pensar “¿Qué pasa si no llego al baño?” y “Esto es terrible”. En lugar de ello, piensa que los accidentes son poco comunes y que nunca has tenido uno, o que si te calmas, tu intestino también se calmará.
    • Considera probar con los ejercicios de respiración profunda, lo que también podría calmarte a ti y a tus intestinos. Inhala y exhala uniforme y profundamente por 4 o 5 segundos.
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    Resiste contenerte o forzarte. Es común contener o contraer los músculos alrededor del recto si tienes diarrea. Sin embargo, estas acciones pueden hacer en realidad que la diarrea empeore al ocasionar fatiga, debilidad, dolor y espasmo muscular. Evita contenerte o forzarte tanto como puedas.[8]
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    Acude a la enfermería escolar. Si sufres de diarrea durante la escuela, si ya la tienes desde antes de llegar a la escuela o si tu caso empeora, infórmaselo a la persona encargada de la enfermería escolar. Ella podrá ayudarte a terminar el día de manera satisfactoria sin sufrir de muchos malestares.
    • Compártele con honestidad tu caso y no sientas vergüenza o pena. Ella está acostumbrada a ver diferentes tipos de enfermedades en la escuela, incluida la diarrea. Si tienes dificultades para decir “Tengo diarrea”, puedes decir otra frase alternativa. Puedes decir “Tengo un dolor terrible en el estómago y no puedo dejar de ir al baño”, lo que insinuará tu problema.
    • Pregúntale si puede brindarte una justificación para dársela a tus profesores, un lugar para recostarte o un antidiarreico. Asimismo, es posible que tenga un acceso fácil a líquidos transparentes u otros tratamientos.
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    Distráete del sonido. Tu estómago podría manifestar unos sonidos retumbantes si tienes diarrea. Si estás en clases y tu estómago decide participar, utiliza diferentes tácticas para distraer la atención. Tienes la opción de decir “Estoy mal y me disculpo porque mi estómago resuene”. De igual forma, puedes bromear al respecto y decir “Estoy mal y mi estómago quiere responder las preguntas por mí”. Asimismo, puedes distraer del sonido al:
    • toser
    • estornudar
    • moverte en tu silla
    • reírte si el momento es apropiado
    • hacer una pregunta
    • ignorar el sonido por completo

Parte 3
Parte 3 de 3:
Tratar los síntomas

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    Bebe muchos líquidos transparentes. Lo más probable es que pierdas muchos líquidos y electrolitos valiosos si tienes diarrea. Asegurarte de mantenerte hidratado no solo puede ayudarte a sentirte mejor, sino que también limpia más rápido tu sistema digestivo.[9]
    • Trata de beber al menos 250 ml (8 onzas) de líquidos transparentes cada hora. Los líquidos transparentes pueden ser agua, caldos, jugos e incluso bebidas carbonatadas.[10] Los caldos y las sopas transparentes, como la sopa de pollo, además de los jugos hechos completamente de fruta son buenas opciones, ya que también ayudarán a reemplazar los electrolitos.[11]
    • Considera llevar contigo el líquido en una botella o un termo. Infórmale a tu profesor o al personal de la enfermería escolar por qué tienes el líquido en caso haya un problema. Por ejemplo, puedes decir “Sé que es en contra de la política escolar tener una bebida, pero he estado muy mal y tengo que asegurarme de beber suficiente agua durante el día”. De igual forma, puedes pedirle a tu padre o al personal de la enfermería escolar que te brinde una nota como explicación para tu profesor.
    • Evita beber bebidas con cafeína, como el café o el té negro. De igual forma, tampoco debes beber alcohol.[12]
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    Come alimentos simples. Si tienes diarrea, es probable que tu estómago esté muy sensible y necesite una oportunidad para descansar. Comer una dieta que consiste en plátanos, arroz, puré de manzana y tostadas puede restablecer tu estómago y tracto intestinal, además de reemplazar los electrolitos.[13]
    • Come papas cocidas, galletas y gelatina en el almuerzo si puedes. Considerar llevar tu almuerzo y tus meriendas, como las galletas soda, también puede aliviarte el estómago.[14] Otras opciones que puedes comer son plátanos, albaricoques y bebidas deportivas.[15]
    • Si llevas alimentos perecibles a la escuela, asegúrate de poder colocar tu almuerzo en un refrigerador hasta que sea hora de comer. De igual forma, puedes mantener tu comida fría con unos paquetes de hielo en tu lonchera.
    • Trata de comer frutas suaves, vegetales y cereales si te sientes mejor.[16]
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    Evita los alimentos pesados o picantes. Es importante tratar con delicadeza a tu estómago si tienes hambre cuando sufres de diarrea. Evita los alimentos picantes, grasosos o fritos, además de los productos lácteos. Estos podrían alterar más tu estómago y empeorar tu caso de diarrea.[17]
    • Evita añadir especias a tu comida o comer comidas picantes en el almuerzo, como la comida mexicana. Estos alimentos pueden irritarte el revestimiento del estómago.
    • Pregunta si hay alternativas para comer y beber en el almuerzo si no puedes encontrar otros alimentos que no sean comidas diarias y leche.
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    Toma un medicamento antidiarreico. Considera probar con un medicamento antidiarreico como loperamida (Imodium A-D) y salicilato de bismuto (Pepto Bismol). Estos podrían reducir la cantidad de deposiciones que tengas y calmar tu mente en clases o cuando camines por los pasillos.[18]
    • Ten en cuenta que los medicamentos antidiarreicos no funcionan para todos los tipos de diarrea y podrían no ser seguros para los niños. Tómalos solo si tienes la seguridad de que tu diarrea no es causada por una bacteria o un parásito y si tienes más de 12 años. De lo contrario, quizás necesites acudir al doctor para obtener un tratamiento apropiado.
    • Asegúrate de seguir las instrucciones del empaque si tomas un medicamento antidiarreico. De lo contrario, podrías empeorarte.
    • Pídele a tu doctor que te prescriba un medicamento, como fosfato de codeína, difenoxilato o colestiramina, si tienes un caso grave de diarrea. Estos medicamentos solo se deben usar bajo la supervisión de tu doctor para prevenir complicaciones graves y potencialmente peligrosas.[19]
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    Evita movilizarte tanto como sea posible. Movilizarte mucho podría hacer que te sientas peor y como si necesitaras ir al baño con más frecuencia. No te muevas más de lo necesario en clases. Considera sentarte para las clases como educación física o actividades deportivas extracurriculares.[20]
    • Llévales a tus profesores una nota de tus padres que indique que estás mal y que no tienes que moverte tanto.
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    Lleva toallas húmedas para limpiarte. Es común que tu trasero se irrite por limpiarte mucho, lo que puede empeorarse si utilizas el papel higiénico áspero de la escuela. Ten algunas toallas suaves y húmedas en tu bolso para prevenir o aliviar el malestar que podrías tener.
    • Utiliza las toallas húmedas regulares o las toallas para bebé, que suelen ser suaves sobre la piel.[21]

Consejos

  • Fíjate si puedes tomarte un día libre de la escuela, en vez de preocuparte por tener un accidente.

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Categorías: Etiqueta | Vida escolar