Las chicas pueden ser crueles entre sí. El acoso entre las chicas suele iniciar en la escuela primaria y, en algunos casos, dura hasta la adultez. En ocasiones, una manera en la que las chicas crueles denigran a otra chica consiste en divulgar rumores o emplear un lenguaje que indica que su víctima es una promiscua sexual. Este es un acto humillante clásico que se centra en la idea de que existen determinadas cosas que las “chicas buenas” no hacen, como tener relaciones sexuales con muchos chicos. No obstante, en algunos casos, podrían llamarte zorra o algo similar incluso si nunca has tenido relaciones sexuales. La palabra en sí suele tener el objetivo de indicar de manera implícita que eres una “chica mala” y que no se debe confiar en ti. Esta puede ser una situación difícil de afrontar; sin embargo, existen varias estrategias que puedes probar si eres la víctima de este tipo de acoso.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Vencer los chismes y el acoso

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    Conoce la diferencia entre las burlas amistosas y el hecho de que te digan zorra. La palabra “zorra” es una ofensa sexual que se emplea casi siempre contra las mujeres. Esta es una manera de decir que una chica o una mujer es una mala persona porque tiene relaciones sexuales con demasiada frecuencia o demasiadas parejas sexuales.[1] En ocasiones, esta se emplea de broma entre amigas, pero otras veces se usa para acosar o denigrar a una mujer.
    • En ocasiones, las chicas y las mujeres se dicen “zorras” las unas a las otras como una manera de quitarle la carga negativa a su uso, con el fin de restarle su importancia y quitarle parte de su poder. Esta es una manera en la que las chicas dejan de sentir vergüenza por disfrutar su sexualidad. Existen muchos grupos oprimidos que han “recuperado” palabras luego de usarlas entre sí de esta manera. Si cuentas con amigas que te dicen zorra, ten en cuenta su objetivo, ya que podrían decírtelo de manera afectuosa. Si esto te molesta, puedes pedirles que dejen de hacerlo. Ellas son tus amigas; por lo tanto, deberán comprender y hacer su mejor esfuerzo para dejar de molestarte.
    • Si alguien emplea la palabra “zorra” en tu contra de una manera que te hace sentir menospreciada, herida u hostigada, no importa cuál sea su intención, estará acosándote.
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    Ten en cuenta que la palabra podría no guardar relación alguna con el sexo. El término zorra suele relacionarse con alguien que tiene relaciones sexuales con mucha frecuencia o que expresa su sexualidad de maneras que otras personas no aprueban; sin embargo, en realidad las mismas chicas suelen emplearlo de otras maneras.
    • Un estudio realizado en las mujeres universitarias descubrió que la palabra guardaba poca relación con las conductas sexuales de la víctima. En lugar de ello, en el estudio se descubrió que las mujeres de clase social más alta empleaban el término contra las de clase social más baja como una manera de indicarles que no deseaban incluirlas en su grupo social.[2]
    • Dicho estudio descubrió que las mujeres universitarias blancas de clase media a alta empleaban la palabra “zorra” mayormente contra las mujeres más pobres y las de color, y que las propias acosadoras solían tener más experiencias sexuales que las víctimas.[3]
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    Identifica que eres víctima de acoso. Esto podría parecerte tonto, en particular si no eres una niña pequeña y consideras que el acoso solo ocurre en la escuela primaria. A decir verdad, las personas de todas las edades pueden sufrir de acoso, lo que tan solo significa que una persona trata con crueldad a otra una y otra vez.[4]
    • Decir insultos como “zorra” es un tipo de acoso bastante común entre las chicas.[5] Es probable que te digan zorra porque se han divulgado chismes sobre tus relaciones o tu sexualidad (los cuales pueden haber sido iniciados por alguien que desea mejorar su reputación como “persona genial”). No obstante, el uso de esta palabra y otras similares (como “ramera”, “prostituta” o “promiscua”) podría ser tan solo la manera en la que tus acosadores te humillan, y quizás guarde poca relación o ninguna en lo absoluto con tu conducta sexual.
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    Adopta medidas de seguridad en las redes sociales. La tecnología hace que cometer acoso sea más sencillo que nunca; por ello, si participas de manera activa en las páginas de redes sociales, es probable que tengas que adoptar algunas precauciones para evitar que los acosadores accedan a tu información.
    • Bloquea tu configuración de privacidad y cerciórate de que tus únicos amigos en las redes sociales sean personas confiables que conozcas en la vida real. Si eres amiga de tu acosadora, elimínala de tu lista de amigos. Incluso podrías eliminar a los amigos en común, o al menos restringir lo que puedan ver en tu perfil.
    • Nunca publiques algo (mensajes o fotos) que no te gustaría que llegue a tus familiares, amigos, tu centro laboral o tu escuela.
    • Denuncia todo acoso o mensaje amenazante que recibas con tus padres o profesores, e incluso con la policía si recibes mensajes con frecuencia o si contienen alguna amenaza.
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    Aprende maneras saludables de afrontar el conflicto. Podrías sentir la tentación de responder de la mima manera a los comportamientos acosadores; sin embargo, si peleas con tu acosadora insultándola, divulgando rumores sobre ella o peleando a nivel físico, esto no será de utilidad para tu situación. Es más, esto podría causarte problemas, cuando en realidad es la acosadora es quien ha iniciado todo.
    • Si hay una persona que te acosa, puedes acercarte a ella y pedirle que deje de hacerlo. Sé mejor persona. Esto puede ser muy difícil en el momento, pero sonríele a tu acosadora de manera sincera y di algo como “No estoy segura del motivo por el que hayas dicho eso, pero en verdad quiero que dejes de hacerlo”, luego aléjate. En ocasiones, una respuesta auténtica puede sorprender tanto a una acosadora que no sabrá qué hacer.[6]
    • Si consideras que tu acosadora es una persona razonable, pregúntale si desea conversar. Podrías decirle algo como “¿He hecho algo que te ha molestado conmigo? ¿Te gustaría almorzar y hablar de ello?”. Si se sientan y conversan, esto puede ser de utilidad para conocer la causa de su conducta, si está dispuesta a hacerlo. Ella podría haber oído un rumor sobre ti o podría contar con alguna otra explicación por la que te molesta. Incluso si no desea sentarse y conversar, si sabe que eres una persona razonable que está dispuesta a dialogar, esto podría hacerla sentir menos molesta contigo y disminuir la probabilidad de que te ataque.
    • Considera a la relación como un globo que no está del todo lleno con aire. Si no colocas nada de aire en el globo, este seguirá sin tener contenido. Si le agregas aire al globo, este se hará cada vez más grande. Abordar a una acosadora es muy similar. Si te rehúsas a nutrir la dinámica del acoso, te rehusarás a agregarle aire al globo. Con el tiempo, la acosadora escogerá a otra persona para “inflar su globo”.
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    Emplea tácticas diferentes para enfrentar los grupos. Con frecuencia, las chicas acosadoras se desplazan en grupos y juntas escogen a otras chicas que las hagan sentirse más poderosas. Con frecuencia, no es de utilidad enfrentar sola a un grupo de varias chicas de una sola vez.[7]
    • Evita la situación lo más que puedas. Intenta no cruzarte con tus acosadoras, si es posible, y pídele a un amigo que te acompañe si debes ir a un lugar en el que sabes que se encontrará el grupo.[8]
    • No reacciones. ¿Recuerdas lo que tus padres te decían en la niñez sobre el hecho de que responder a un acosador tan solo era darle lo que busca? Tus padres tenían la razón. Los acosadores prosperan con el poder; por ello, si no respondes enfureciéndote o llorando, harás que la experiencia no divierta a los acosadores y, con suerte, ellos seguirán con su vida. Si vuelve a ocurrir, intenta guardar la calma y concentrarte en otra cosa.[9]
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    Habla con alguien. Si sientes que eres la víctima de las chicas de tu escuela o las mujeres de tu trabajo, no tienes que sufrir en silencio. Si hablas sobre ello, esto puede ser de utilidad para identificar las estrategias que emplearás para superarlo.
    • Conversa con tus padres u otros adultos de confianza. Explícales la situación y pídeles que te ayuden a encontrar una solución. En ocasiones, la única manera de detener el acoso es hacer que uno de tus padres intervenga. Tu padre podría comunicarse con los padres de la acosadora o el director, o podría ayudarte a elaborar estrategias que emplearás si el acoso vuelve a ocurrir. Los padres deben conocer la política de la escuela contra el hostigamiento.
    • Conversa con un consejero o terapeuta que te ayude a separar las críticas que podrían haberte hecho otras personas y tu valor real como persona.
    • Si te acosan o te hostigan en la escuela o el trabajo, conversa con un profesor, un orientador académico o un supervisor. Ese comportamiento es ilegal en un centro de trabajo y casi siempre infringe el código de conducta de las escuelas o universidades, por lo que debe abordarse a nivel administrativo para garantizar que no vuelva a ocurrir.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Arreglar una reputación dañada

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    Reconoce que las personas cuentan chismes. Podrías estar en los primeros o los últimos años de secundaria, en la universidad o en un centro de trabajo; en cualquier caso, los chismes siempre serán un problema mientras haya otras personas cerca con las cuales conversar.
    • Por una parte, tienes que aceptar que los chismes ocurren y que no siempre puedes hacer algo al respecto. Por otra parte, si se divulgan chismes negativos sobre tu persona a causa de tu comportamiento, puedes adoptar medidas para mejorar tu reputación dañada.
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    Enfrenta los rumores falsos de cualquier manera que te haga sentir cómoda. Si alguien divulga rumores que indican que eres una promiscua sexual y esto es falso, esto es un tipo de hostigamiento sexual. Existen algunas maneras diferentes en las que podrías lidiar con ello, lo que dependerá de quién sea la persona que divulga los rumores y aquello con lo que te sientas cómoda.
    • Conversa con una persona de autoridad para que te ayude a afrontar el hostigamiento. Podría ser un padre, un profesor, un supervisor, un jefe o un orientador académico.
    • Puedes confrontar a la persona que haya contado el chisme si sabes quién ha iniciado el rumor. Esta puede ser una buena opción si sientes que necesitas dejar las cosas en claro. No obstante, si la persona que ha iniciado el rumor es una acosadora a la que no le importas, debes tener en cuenta que confrontarla podría hacer que te moleste incluso más.
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    Asume la responsabilidad por tu estilo de vida. Si estás feliz con tu estilo de vida, no te debe importar lo que los demás digan de ti. No obstante, si tus acciones lastiman a otros o a ti misma y esto ha dañado tu reputación, puedes adoptar medidas para asumir la responsabilidad por tu estilo de vida y empezar a arreglar tu reputación.
    • Debes saciar tus necesidades emocionales. Implementa y mantén una red de amigos que te apoyen, los cuales se preocupen por ti, te valoren y apoyen tus decisiones.
    • Cerciórate de no lastimar a nadie. Si tienes muchas parejas sexuales, debes cerciorarte de no salir con nadie que tenga una relación, y debes dejarles en claro tus intenciones a tus parejas. Debes usar protección si vas a tener relaciones sexuales.
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    Lidia con las personas que te traten diferente. Si se han divulgado rumores que indican que eres una promiscua sexual, podrías notar que las personas podrían empezar a tratarte diferente, sin importar si los rumores son reales o falsos. Es probable que notes en particular que los chicos podrían tratarte diferente si consideran que podrías aceptar tener relaciones.
    • Si los chicos te hostigan de manera sexual o te proponen tener sexo, ten en cuenta que esto no es tu culpa. Nadie tiene justificación alguna para tratar a otra persona como un objeto sexual. Dile a la persona que se detenga y cuéntaselo a una persona de confianza (como uno de tus padres, un profesor o un supervisor). Ellos te ayudarán a abordar la situación. Si en algún momento sientes que corres peligro por cualquier motivo, comunícate con la policía o acude a la figura de autoridad más cercana.
    • Si las personas que solían ser tus amigas empiezan a evitarte, podrías hablar con ellas para descubrir el motivo. Recuerda que si una persona deja de ser tu amiga por un rumor, es probable que no sea una amiga de verdad.
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    Establece una reputación de persona amable, cariñosa, divertida y de la cual se puede depender. Es cierto que tu vida sexual solo te concierne a ti; sin embargo, no hay mucho que puedas hacer para evitar que las personas hablen de ello. Lo máximo que puedes hacer es lucir lo más amable posible para que las personas no deseen perder el tiempo hablando de ti.
    • Muchas veces las chicas hablan sobre la sexualidad de otras chicas por celos o porque se preocupan de que aquellas con experiencia sexual les quiten a su novio o esposo. Si les muestras a todos que eres una persona amable y sincera, esto puede ser de utilidad para reducir sus miedos.
    • Si haces un gran esfuerzo para ser amable con los demás (incluidas las personas que no lo han sido contigo), esto demostrará que eres una mejor persona. Requerirás mucho tiempo, pero la constancia, la amabilidad y la sinceridad pueden convertir una mala reputación en una buena.[10]
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    Ten paciencia. El problema con la reputación es que requiere mucho tiempo para desarrollar una buena, mientras que se puede forjar una mala tan solo con un error. Esto es frustrante e injusto; no obstante, también es una parte de la vida que tienes que aceptar. Decídete a desarrollar una buena reputación, incluso si tardas años en lograrlo.[11]
    • Busca un pasatiempo, un club o una afición con los cuales mantenerte ocupada y así dejar de pensar en tus problemas sociales. Puedes elegir un cargo de voluntario o aportar a tu comunidad para mejorar más tu reputación como persona atenta y cariñosa.
    • Por el momento, aprende a dejar de preocuparte por lo que los demás piensen de ti.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Conocer el motivo por el que las chicas atacan a otras chicas

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    Ten en cuenta que no es tu culpa. Si otra persona te acosa, tu comportamiento no será el culpable, incluso si el chisme que divulga sobre ti en teoría es verdad. Las otras personas tomarán sus propias decisiones sobre la manera en la que te tratarán, y nadie tiene justificación alguna para hacerte sentir poco valiosa o marginada.
    • Incluso si has tenido más experiencias sexuales que las otras chicas, nadie tiene justificación alguna para insultarte o tratar de herirte. No mereces que te traten de esa manera. ¡Tienes valor!
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    Ten en cuenta que es probable que ella también esté herida. Esto podría reconfortarte un poco, pero el hecho es que la mayoría de los acosadores están heridos en su interior. El acoso es un comportamiento aprendido y existen muchos motivos por los que las personas realizan este comportamiento. Los estudios demuestran que los acosadores suelen carecer de relaciones cercanas y sienten que la sociedad los rechaza. Ellos suelen desahogar sus sentimientos con los demás; para lo cual, intentan hacer que todos también se sientan rechazados.[12]
    • Los acosadores suelen ser manipuladores y celosos, y carecen de empatía por los demás.[13]
    • Todos cuentan con la necesidad básica de ser aceptados, tener un sentido de pertenencia, contar con control y tener una vida con significado. Lamentablemente, los acosadores suelen carecer de todo ello. Ellos podrían acosar a las personas que parecen ser infelices y, por consiguiente, lucen como “víctimas fáciles”; o podrían molestar a aquellos que parecen tener lo que ellos no, como relaciones cariñosas, buenas calificaciones o trabajos exitosos.
    • El acosador podría tratar de desviar el enfoque lejos de su persona, así no se convertirá en la víctima. Esta persona podría tratar de encajar, podría sufrir de acoso en casa o carecer de una manera de controlar su propia furia, lo que hará que la exprese de formas poco productivas.
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    Conoce la razón por la que los acosadores se concentran en la sexualidad de las chicas y las mujeres. No es una coincidencia que se emplee la palabra “zorra” contra las chicas y las mujeres de manera despectiva. Es más, ¡las mujeres han sido víctimas de este acoso durante la mayor parte de la historia que ha sido registrada!
    • Al menos desde la era victoriana, la sociedad occidental se ha concentrado en lo que algunos investigadores llaman la distinción de la madona y prostituta (Madonna–whore distinction). Esta es la noción de que todas las mujeres son buenas, puras, vírgenes inocentes; o viles, despreciables y activas sexualmente.[14]
    • Evidentemente, esta es una manera ridícula de contemplar a los humanos, los cuales son seres sexuales por naturaleza; no obstante, es una idea arraigada en muchas culturas y que sigue influyendo en la manera en la que vemos y tratamos a las mujeres en la actualidad.[15]
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    Ten en cuenta que esto no solo se trata del sexo. Los términos que se concentran en la sexualidad de las mujeres (como zorra, ramera o prostituta) suelen emplearse para denigrarlas; sin embargo, suele existir un significado más profundo y oscuro que no guarda mucha relación con el sexo.
    • Si alguien es víctima de uno de estos insultos, esta es una manera de decir que no es una buena chica o mujer. Ella no encajará en los moldes de la sociedad de alguna manera importante. El término consiste en una manera de mostrar un rechazo completo por esa persona.
    • Puedes combatir este trato a las mujeres si nunca usas insultos específicos para un sexo, ni siquiera de broma.
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Advertencias

  • Si te hostigan en la escuela o el trabajo, indícaselo a un profesor, consejero o a tu jefe.
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Acerca de este wikiHow

Trudi Griffin, LPC, MS
Coescrito por:
Consejera profesional
Este artículo fue coescrito por Trudi Griffin, LPC, MS. Trudi Griffin es un consejero profesional con licencia en Wisconsin especializado en adicciones y salud mental. Brinda terapia a las personas que luchan contra las adicciones, la salud mental y los traumas en entornos de salud comunitaria y práctica privada. Recibió su maestría en Consejería Clínica de Salud Mental en la Universidad Marquette en 2011. Este artículo ha sido visto 9360 veces.
Categorías: Bullying
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