Lidiar con un hermano o hermana abusivos es un asunto serio. El abuso entre hermanos puede llegar a impactar tu relación con tu familia, amigos, compañeros, colegas y contigo mismo. Muchas veces, se malinterpreta como rivalidad entre hermanos, pero lo cierto es que, si tu hermano siempre es el agresor y tú siempre eres la víctima, te encuentras en una situación de abuso. Es importante que aprendas a reconocer los distintos tipos de abuso que existen. No temas pedir ayuda en casa o incluso avisar a las autoridades de tu localidad en situaciones graves.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Determinar el tipo de abuso

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    Comprende en qué consiste el abuso. El abuso se presenta de muchas formas, pero es importante entender los conceptos que están presentes en la gran mayoría de ellas. Es común que haya rivalidad entre hermanos, pero si uno de ellos siempre es el agresor y el otro, la víctima, entonces se trata de una situación de abuso.[1]
    • El abuso entre hermanos puede ser físico, emocional o sexual. Generalmente, un hermano es el agresor y otro, la víctima.
    • El abuso suele servir como demostración de poder y control. Si un hermano te hace sentir incapaz, abandonado o menospreciado, lo más probable es que te encuentres en una situación de abuso.
    • Si tienes dudas, trata de pedir la opinión de un profesional, así como una evaluación de la situación.
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    Reconoce las señales del abuso emocional. Este puede estar o no relacionado al abuso físico o sexual. El abuso emocional por parte de un hermano es un intento de controlarte a través de la manipulación de tus pensamientos y emociones. Su intención es que sientas miedo, vergüenza o humillación constantemente.[2]
    • El abuso emocional suele hacerte sentir como si caminaras en un terreno resbaloso, como si cualquier cosa que hagas podría hacer que tu hermano se torne violento o empiece a criticarte.[3]
    • Asimismo, esta situación de abuso suele hacer que la víctima sienta que no la ven o no la escuchan, que nadie la ama y que no tiene valor.
    • El abuso emocional puede presentarse de distintas maneras. Por ejemplo, podría ser que tu hermano critique constantemente tu apariencia, tu trabajo o tu desempeño académico. Asimismo, podría ser que este trate de convencerte de que el resto de la familia no te respeta ni te quiere.
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    Busca señales de abuso físico. El abuso físico consiste en el uso excesivo de la fuerza o las acciones que se realizan con la intención de causar daño físico a otra persona. Generalmente, se manifiesta mediante un acto de fuerza con el fin de expresar control sobre otro.
    • Las formas más comunes de abuso físico son los golpes, las patadas, las mordidas, el lanzamiento de objetos o cualquier otra forma de esfuerzo físico dirigido a una persona con el fin de dominarla.
    • Algunas de las señales del abuso físico son los moretones, los huesos rotos, las quemaduras, las marcas de mordidas, los cortes, las abrasiones en la piel, las cicatrices, entre otras.
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    Identifica las señales de abuso sexual. Se considera abuso sexual a cualquier tocamiento o exposición no deseada, o a los actos íntimos forzados entre hermanos. Suele ser la situación de abuso entre hermanos menos reportada y tratada.[4]
    • El abuso sexual entre hermanos no se limita únicamente los actos sexuales forzados. También es abuso cualquier exposición o tocamiento no deseado.
    • Si crees que hay un problema de abuso sexual en tu casa, se recomienda comunicarlo a las autoridades policiales o a un trabajador social tan pronto como puedas.

Parte 2
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Pedir ayuda a otros

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    Conversa con tus padres o guardianes. Pídeles un momento para hablar sobre lo que sucede, sobre todo si tú y tu hermano aún viven en la misma casa. Aclara que la situación va más allá de una simple rivalidad entre hermanos y que quieres ayuda para lidiar con la agresión.
    • Explícales a tus padres o tutores que lo que ellos perciben como una rivalidad normal es en realidad un conjunto de situaciones en que tu hermano te agrede, convirtiéndote en una víctima. Puedes decir algo como esto: “Tal vez les parezca que nuestras peleas son parte de ser hermanos, pero yo soy quien siempre recibe el abuso y me está afectando mucho”.
    • Hazles saber que estás buscando una manera de ponerle fin al ciclo de abuso y que necesitas su ayuda y apoyo emocional. Puedes decir lo siguiente: “Me gustaría que tengamos una relación feliz y saludable como familia, y necesito que me ayuden a detener estas prácticas poco saludables que tiene mi hermano”.
    • En ocasiones, los padres o guardianes podrían minimizar el abuso como si no fuera un problema tan grande. En ese caso, intenta encontrar a otro adulto en quien confíes y cuéntaselo.[5]
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    Pídeles ayuda a otras personas. Si no obtienes el apoyo necesario de tus padres o tu hermano no cambia, pide la intervención de otros familiares o amigos cercanos a la familia.[6] Cuéntales del abuso que sufres por parte de tu hermano y pídeles su ayuda.
    • Por ejemplo, podrías pedirles el favor de quedarte con ellos en su casa si tu hermano se torna muy agresivo.
    • Si quieres ayuda para poder conversar con un profesional, como un terapeuta o las autoridades policiales, házselo saber a estas personas. Puedes decir: “¿Te molestaría ayudarme a completar estos formularios o a hacer una cita?”.
    • Pídeles a estas personas que conversen con tus padres o con tu hermano como un agente externo. Podrían explicar el tipo de abuso que han observado y por qué es un comportamiento problemático. Permite que aboguen por ti.
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    Alerta a las autoridades. En la mayoría de los casos, las autoridades policiales toman en serio el abuso físico y sexual. Si el abuso de parte de tu hermano llega a ser muy difícil de manejar dentro del ámbito familiar, o si verdaderamente te encuentras en peligro, llama al departamento de policía de inmediato.[7]
    • Si necesitas ayuda urgente, considera llamar a una línea directa de ayuda. En Estados Unidos, por ejemplo, existe la línea de protección contra el abuso infantil (1-800-4-A-Child).
    • Si eres menor de edad, podrías comunicarte con una agencia de protección infantil de tu localidad, sobre todo si no te sientes seguro en tu propia casa.[8]
    • ¿Sabías que la persona que es encontrada culpable de agresión o abuso podría ir a la cárcel por un largo tiempo? No permitas que esto evite que reportes un abusador real, pero tenlo presente para no realizar acusaciones a la ligera por cualquier desacuerdo.
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    Busca consejo. La consejería impartida por un terapeuta capacitado o un trabajador social clínico podría ayudar a minimizar el daño causado por el abuso de un hermano. Conversa con la persona de manera honesta sobre tus experiencias y aprovecha su consejo para empezar tu recuperación. Ten en cuenta que es posible que el consejero deba reportar el abuso para protegerte, pero no permitas que esto evite que converses con alguien sobre tu situación.
    • Si todavía vives en la misma casa con tu hermano y tus padres o guardianes, pídeles que asistan a una sesión de consejería familiar. Esta puede ser una oportunidad de conversar y tratar el tema con la ayuda de un profesional como intermediario.
    • Si actualmente te encuentras en una situación posterior al abuso, la terapia podría ser una manera de empezar tu recuperación a largo plazo. Busca a un terapeuta que se especialice en casos de abuso y conversa sobre tu situación en la primera cita.
    • Consigue opciones de terapia a un precio asequible mediante una referencia de tu médico de cabecera. Otra opción sería ir a clínicas o centros donde trabajen estudiantes con especialización en asistencia social. Generalmente, estos centros cuentan con un sistema de pago flexible y a veces ofrecen consejería gratuita.[9]

Parte 3
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Enfrentar a tu hermano

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    Conversa sobre el problema real. Conversa con tu hermano para determinar qué es lo que causa su agresión contra ti. Tal vez se siente frustrado por la escuela, el trabajo, su relación romántica u otro aspecto de su vida. Ofrécele la oportunidad de hablar para descubrir qué es lo que causa su ira.
    • Puedes decir lo siguiente: “Si deseas, puedo ayudarte a buscar grupos de apoyo o terapia”.
    • Sé comprensivo y escucha atentamente lo que te dice, pero no permitas que continúe usándote para descargar sus traumas personales.
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    Aléjate de la situación. Si sabes que hay situaciones determinadas que conllevan a la actitud abusiva de tu hermano, aléjate antes de que sea demasiado tarde. Por ejemplo, si suele agredirte verbalmente durante las actividades competitivas, evita competir y no te expongas a la situación desde un inicio.[10]
    • Esta puede ser una opción que implementes temporalmente hasta encontrar una solución a largo plazo. El abuso de tu hermano no debería evitar que hagas las cosas que te gustan ni alejarte de tu familia. Por lo tanto, no veas alejarte de la situación como una solución permanente.
    • Diles a las otras personas que no te vas a ir por su conducta o su presencia, sino porque quieres evitar una situación potencialmente dañina. Podrías tratar de reunirte con ellas en algún momento en que tu hermano no esté.
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    Enfrenta a tu hermano. Hazle saber que has reconocido su comportamiento como abuso. Conversa con él sobre las maneras en que la agresión te afecta y dile que vas a buscar la manera de ponerle fin al problema.
    • De ser posible, trata de tener una conversación honesta con tu hermano. Intenta aliviar la tensión con palabras como: “Haz tenido conductas abusivas contra mi y me has hecho daño en muchas maneras”.
    • Si no crees que una conversación honesta vaya a tener un impacto en el comportamiento de tu hermano, establece límites respecto a tu interacción con él. Dile que no contestarás sus llamadas, mensajes de texto u otros intentos de comunicarse contigo.
    • Recuérdale que vas a tratar de detener el abuso, lo que podría significar involucrar a otros familiares o autoridades en el asunto.
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    Corta la relación. Si puedes hacerlo, corta la relación con tu hermano. Detén toda la comunicación y hazle saber que si el abuso no se detiene, dejará de tener un lugar en tu vida desde ese momento en adelante.[11]
    • Puedes decir lo siguiente: “Tus acciones no son saludables y ya no puede lidiar con ellas”.
    • De ser necesario, bloquea a tu hermano de tus medios de comunicación, como su número de teléfono y su perfil en las redes sociales.

Consejos

  • Si la situación se sale de control, no temas involucrar a la policía. Si sientes que tu vida está en peligro, es necesario que las autoridades se hagan cargo.
  • Toma una clase de defensa personal. Estas te ayudan a aprender a protegerte de un ataque y a escapar del agresor.
  • Trata de tener una relación honesta con tus padres. Conversa con ellos sobre lo que sucede en tu vida, incluyendo los problemas con tu hermano.
  • NO tomes represalias, ya que eso hará que tu hermano o abusador piense que lo está haciendo bien o considerará que tuvo éxito debido a que llamó tu atención. Ignóralo y habla con alguien sobre tus problemas en caso de que esto vaya muy lejos.
  • Hazte respetar y responde a la agresión, pero no trates de darle “una cucharada de su propia medicina”. Mereces sentirte seguro en tu propio hogar, pero recuerda que también es su hogar.

Advertencias

  • Si lees este artículo y sientes que tu vida está en peligro porque tienes un hermano abusivo en casa, llama a la policía. Si una situación te pone en peligro inminente, debe ser manejada por las autoridades lo antes posible.

Acerca de este wikiHow

Jay Reid, LPCC
Coescrito por:
Consejero familiar licenciado
Este artículo fue coescrito por Jay Reid, LPCC. Jay Reid es un consejero clínico profesional con licencia con concultorio privado en San Francisco, CA. Se especializa en ayudar a los clientes que han sobrevivido a un padre o pareja narcisista. El tratamiento se enfoca en ayudar a los clientes a identificar y retar las creencias autodestructivas como resultado del abuso narcisista. Jay tiene una licenciatura en psicología de la Universidad de Pennsylvania y una maestría en psicología clínica de la Universidad de Penn State. Este artículo ha sido visto 13 332 veces.
Categorías: Hermanos | Seguridad personal