Cualquier persona que tenga hermanos probablemente acepte que, en algún punto, los ha delatado con sus padres o tutores. Esto es más común con los hermanos y las hermanas menores que aún no han aprendido a solucionar los problemas por cuenta propia, pero también puede ocurrir en hermanos más grandes que se sienten ignorados o tienen celos. Independientemente de la edad, en ocasiones es posible ayudarlos a romper este hábito con paciencia, una conversación sincera y espíritu conciliatorio.

Método 1
Método 1 de 3:
Lidiar con un hermano menor soplón

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    Explica la diferencia entre ser "soplón" y "denunciar". Si tu hermano es muy joven, comprende que quizás no entenderá la diferencia entre ambos, en especial si tiene entre cuatro y ocho años de edad. Siéntate con él para hablar, ya sea antes o después de que hable con tus padres, una vez que se haya calmado. Explica con palabras simples la diferencia entre ambos:[1] [2]
    • "Denunciar" a alguien es cuando lo ves haciendo algo muy grave, como herir a otro, lastimarse a sí mismo o comportarse de forma tal que pueda herir a alguien, como al jugar en una calle agitada.
    • Ser un "soplón" es cuando te quejas con tus padres por cada pequeña cosa, como ver a alguien jugando un videojuego prohibido o llegar 20 minutos tarde después del horario establecido.
    • Inicia la conversación con suavidad para que no se ponga a la defensiva. Por ejemplo, puedes decir "Laura, no estoy enojado, pero ¿podemos hablar de algo?".
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    Explica el impacto de chismorrear. Habla con tu hermano o hermana acerca de cómo su chismorreo puede irritar a las personas.[3] Explica cómo puede perjudicar las relaciones con el paso del tiempo al hacer que las personas tengan una mala opinión de él. Usa a tus padres y compañeros de tus hermanos como ejemplo. Por ejemplo:
    • Explica cómo tus padres se cansarán de escuchar lo que tu hermano tiene para decir si chismorrea todo el tiempo. Por ejemplo, puedes decir "¿Notas cuando mamá y papá se cansan de decirte que limpies la habitación una y otra vez? Bien, mamá y papá también se cansan de escucharnos quejarnos el uno del otro una y otra vez".
    • Advierte cómo los compañeros de clase y los amigos del vecindario dejarán de incluirlo si los delata todo el tiempo.[4] Por ejemplo, puedes decir "No querrías salir conmigo si te metiera en problemas cada vez que jugáramos, ¿verdad? Bien, los niños en la escuela sentirán lo mismo".
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    Sé útil, no hiriente. Al decirle todo esto a tu hermano, deja en claro que tienes esta conversación en su beneficio, no el tuyo. No uses esta oportunidad para regañarlo por lo que haya hecho. Preséntalo como un consejo, no una reprimenda, para que esté más dispuesto a escucharte. Ten en cuenta que gritarle probablemente haga que se ponga a la defensiva y sea menos receptivo.[5]
    • Usa ejemplos de tu propia vida para demostrar cómo es que delatar puede ser contraproducente y para asegurarle de que le hablas de igual a igual.
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    Apela a su deseo de ser un niño o niña "grande". Comparte las esperanzas de tus padres de que ambos se conviertan en personas que puedan ocuparse de sí mismas. Haz énfasis en que los "niños grandes" deben poder resolver sus problemas por cuenta propia sin correr a mamá o papá. Dile que, cuando alguien haga algo que tu hermano piense que está mal, intente pensar en cómo solucionar las cosas sin molestar a mamá y papá.[6]
    • Advierte que la solución quizás no le guste por completo. Por ejemplo, imagina que su amigo Nicolás acapara todos sus juguetes cada vez que juegan juntos. Una solución podría ser dejar de jugar con Nicolás por un tiempo para enseñarle la lección. Quizás al principio no le agrade hacer esto, así que explícale cómo hará que Nicolás comprenda que negarse a compartir tiene consecuencias a largo plazo.
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    Ten paciencia.[7] Recuerda que tu hermano es pequeño. Ten en cuenta que es muy pequeño para tomarse en serio esta conversación de inmediato. Comprende que podría recaer y volver a chismorrear. Cuando lo haga, resiste la tentación de enojarte. Más tarde, habla con él a solas y pregúntale de forma amistosa y preocupada si recuerda la conversación. Luego, ofrece posibles formas en que ambos puedan haber resuelto esta última instancia por cuenta propia.
    • Imagina que te ha delatado por llegar tarde a casa después de salir con amigos.
    • Al principio, pregúntale si alguien ha salido herido por ello. Cuando diga que no, reitera que esto significa que "llegar tarde a casa" no es algo por lo que tenga que recurrir a papá o mamá.
    • Luego, explícale cómo, si ambos han acordado mantenerlo en secreto, también te sentirías obligado a callar si lo descubres haciendo algo malo.
    • Además, explícale que no siempre es tu culpa. Quizás hayas llegado tarde porque no has podido cruzar la carretera por la cantidad de autos, debido a los autos o porque se te ha roto el reloj.

Método 2
Método 2 de 3:
Mejorar la relación con tus hermanos menores

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    Pregúntale por qué te delata. Averigua si realmente se preocupa por ti. De no ser así, pregúntale por qué siente que es necesario decirles a mamá y papá todo lo que haces mal. Si todos tus errores son relativamente menores, comprende que las razones de tu hermano para delatarte podrían ser:[8]
    • la creencia de que lo castigan más que a ti por ser "malo";
    • el deseo de ser visto, escuchado y recompensado;
    • una táctica defensiva para desviar la atención de su propio mal comportamiento.
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    Remedia la solución de la mejor forma posible. Deja a un lado tus frustraciones. Imagina tu vida familiar desde su perspectiva. Pregúntate si sus quejas son válidas.[9] De ser así, trabajen juntos para encontrar formas de mejorar el asunto. Por ejemplo:
    • Ofrece hablar con tus padres acerca del motivo por el que tratan con más dureza a tu hermano. Si eso no funciona, establece el objetivo de ser su aliado. Haz favores para mejorar su situación, como ser flexible con las reglas cuando lo cuides o guardar cosas para tu hermano cuando esté castigado.
    • Pasa más tiempo con tu hermano si se siente ignorado. Si tus padres suelen hablar más de tus logros en la cena o con las personas fuera de la familia, menciona los de tu hermano para "igualar el marcador" de forma tal que se sienta reconocido.
    • Une fuerzas si solo te delata para desviar la atención de tus padres de él. Siempre y cuando sus travesuras sean relativamente menores, sean cómplices con coartadas listas.
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    Piensa en qué hablas con tus padres. Por supuesto, no delates a tu hermano si quieres que deje de hacerlo contigo. Además, a medida que crezcas, ten en cuenta que tus padres confiarán cada vez más en ti con respecto a tu hermano, como si estuvieses a su nivel y no al de tus hermanos. Comprende que esto molestará a tu hermano, por más que tus padres sean quienes inicien la conversación. Cuando el tema se dirija hacia tu hermano, decide si no participarás. Pregúntate:[10]
    • ¿La veta de la conversación es positiva o negativa?
    • Si escuchas a tus padres y hermanos tener esta conversación sobre ti, ¿te molestaría?
    • ¿Tus padres te piden ayuda específica con tu hermano o solo se quejan de él?
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    No encasilles a tu hermano. Por más que quieras mejorar la relación con un hermano que te delata, evita arrinconarlo y etiquetarlo como "el soplón".[11] Dale lugar para que supere este comportamiento al dejar las etiquetas afuera. Además, evita enceguecerte con su mejora si supera este hábito.
    • Evita las etiquetas en general, dado que pueden distorsionar la percepción de cada uno y llevar a una relación tensa en el futuro a medida que superen estos roles con el paso de los años.
    • Recuerda que hay una diferencia entre denunciar y delatar. Un hermano acostumbrado a delatarte podría tener una razón válida para informar a tus padres sobre un comportamiento que realmente sea importante más adelante.
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    Sigue adelante. Deja ir los rencores de las peleas del pasado, los desacuerdos y las traiciones. Ya sea que tu hermano sea más grande o más joven que tú, reconoce que es más grande que su "yo del pasado" y ya no es más la misma persona. Dale el beneficio de la duda y supón que ha madurado. Despeja el aire al abrir una conversación sobre los conflictos que hayan tenido para poder enterrarlos para siempre.[12]
    • Ten una conversación desenfadada con un aire de "No puedo creer que eso haya ocurrido". Usa siempre el tiempo pasado para demostrar que has seguido adelante y que ninguno de los dos sigue siendo "esa persona".
    • Practica lo que quieres decir con anticipación para abordar el asunto de cualquier resentimiento.

Método 3
Método 3 de 3:
Destacar tus fortalezas

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    Demuestra que eres maduro. Si tu hermano no deja de delatarte, contrarresta su comportamiento al presentarte ante tus padres como un niño capaz que mantiene sus prioridades en orden. Haz tu tarea y quehaceres sin que te insistan. Ofrécete a asumir más responsabilidades en la casa. Demuestra que ayudar a la familia es importante para ti.[13]
    • Establece el objetivo de completar todo lo que puedas cuando tus padres no estén. Convéncelos de que aprovechas el tiempo con inteligencia cuando no te supervisan.
    • Inicia una conversación en casa para demostrar que tu relación con ellos es importante para ti.[14]
    • Muestra tu mejor versión en público. Habla con los adultos de forma educada y compórtate con respeto cuando te observen para que sea la palabra de tu hermano contra la tuya.
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    Sé la persona adulta. Cuando tu hermano te delate, resiste la tentación de comenzar una pelea. Evita confesar tu culpa por error en un intercambio acalorado con él. En cambio, trata su chismorreo como algo que no es un problema y que está por debajo de ti como para siquiera notarlo. Crea la impresión de que eres más maduro, por más que su chismorreo haga que te descubran.[15]
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    Discúlpate con sinceridad. Acepta la responsabilidad por tus acciones en vez de llevar la culpa a tu hermano por delatarte. [16] Reduce la decepción de tus padres al actuar de forma madura. Por más que hayas sido descubierto, confía en que enfrentar el castigo como un adulto dejará una mejor impresión que el comportamiento de chismorreo de tu hermano.

Consejos

  • Los padres generalmente notan después de un tiempo que un hermano delata al otro por cada cosa que hace. Ten la tranquilidad de que posiblemente sea castigado por intentar meterte en problemas.
  • Quizás llegue un punto en que tu hermano les diga a tus profesores o amigos. En este caso, cuenta tu versión de las cosas, no mientas, muéstrate seguro, si has cometido un error acepta el castigo, y, si tu hermano tiene la culpa, será castigado.

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Categorías: Hermanos