Las perras que tienen cachorros suelen ser protectoras y recelosas con los recién nacidos. Si la perra ha abandonado a su camada y se rehúsa a darles de lactar o quedarse a su lado, tendrás que intervenir para garantizar que los cachorros se desarrollen de forma apropiada. Hay varias maneras en las que puedes incentivar a la madre a quedarse con ellos, pero también debes verificar que no haya problemas de salud que sean la causa del abandono. Si no puedes tratar a la madre, tendrás que criar a los cachorros por tu cuenta y de forma manual.

Método 1
Método 1 de 3:
Animar a la madre a quedarse con ellos

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    Cambia la ubicación de la caja en la que haya dado a luz. Si la perra tiene un vínculo cercano contigo o si sufre de ansiedad por separación, podría dejar la caja para quedarse cerca de ti. Por lo general, la caja deberá encontrarse en una parte tranquila y silenciosa de la casa, pero si crees que este es el problema, podrías tener que colocarla en un área en la que pases la mayor parte del tiempo.[1]
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    Colócale a la madre un collar con feromonas que tranquilicen a los perros. Estas feromonas son una señal química natural que la madre libera cuando da de lactar, para calmar a sus cachorros. También se ha demostrado que estas reducen el estrés y la ansiedad en los perros adultos. Si la madre se rehúsa a darles de lactar a los cachorros, colocarle un collar con estas feromonas puede incentivarla a aceptarlos.[2]
    • Estas feromonas también vienen en aerosoles. Puedes rociar partes de la caja, pero no debes rociar a la madre ni a los cachorros directamente.
    • Puedes comprar aerosoles, difusores y collares con estas hormonas en internet o en algunas tiendas de mascotas. El veterinario también podría venderlos.
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    Crea un entorno tranquilo. Si el área en donde se encuentra la caja es ruidoso o transitado, la madre podría estresarse. Esto podría hacer que la madre deje de darles de lactar a los cachorros o que los ignore. Para fomentar un entorno tranquilo, asegúrate de que la caja se encuentre en una parte silenciosa de la casa. No deben pasar muchas personas por esta habitación.[3]
    • Mantén la caja limpia para crear un entorno cómodo para la madre y los cachorros.
    • Si tienes otras mascotas, debes bloquear el acceso a la caja. La presencia de otros animales podría estresar a la madre. Puedes empezar a presentarles los cachorros a tus otras mascotas aproximadamente a las 5 a 6 semanas de edad.
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    Ayuda a la madre a darles de lactar. Esta acción libera hormonas que ayudan a la madre a desarrollar un vínculo con los cachorros. Si al principio parece no estar interesada en ellos, podrías empezar la producción de estas hormonas al hacer que tomen la tetilla de la perra. Para lograrlo, ordénale a la perra que se eche y colócala de costado con suavidad, de modo que las tetillas queden expuestas. Mantenla echada con delicadeza. Asegúrate de reconfortarla con palabras amables y caricias. Haz que otra persona haga que los cachorros toquen su tetilla uno por uno para lactar. Luego de unos minutos, podrías convencer a la madre de que les dé de lactar.[4]
    • Si la perra gruñe o parece lucir agresiva con los cachorros, aléjalos de inmediato de la situación.
    • Si esto no funciona, tendrás que alimentar a los cachorros a mano usando un biberón o una jeringa.
    • Si la perra los alimenta, pero se rehúsa a calentarlos o quedarse a su lado, tendrás que mantenerlos calientes por tu cuenta.
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    Conversa con el veterinario. El veterinario podría tener instrucciones específicas para ayudar a la perra según su historial médico, raza y entorno. Si el problema es el estrés o la ansiedad, puede recetarle medicamentos que podrían ayudarla a aceptar a los cachorros.
    • Debes decirle al veterinario si la madre es agresiva o indiferente con los cachorros.
    • Trata de determinar cuándo los ha abandonado. Por ejemplo, ¿los ha rechazado cuando han nacido o ha dejado de prestarles atención luego de una o dos semanas?
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Método 2
Método 2 de 3:
Diagnosticar un problema de salud

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    Revisa las tetillas de la perra. Revísale las tetillas en la parte inferior con cuidado. Si notas que tienen enrojecimiento, hinchazón, pus, abscesos o leche decolorada, podría tener mastitis. La mastitis ocurre cuando los conductos de leche de la madre se inflaman. Esto hace que la lactancia sea muy dolorosa para ella. Si es grave, podría volverse agresiva con los cachorros o rehusarse a darles de lactar. El veterinario puede tratar la mastitis con antibióticos.[5]
    • Puedes aliviar el dolor de la mastitis al aplicarles compresas de agua tibia a las tetillas de la madre.
    • Puedes ayudar a estimular el flujo de leche al presionar la tetilla con firmeza entre el dedo índice y el pulgar. Ten en cuenta que, si la perra tiene un dolor extremo, podría volverse agresiva.
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    Observa si luce inquieta o tiene espasmos. Si la perra se rehúsa a dar de lactar y comienza a caminar de un lado a otro en exceso, podría tener la fiebre de la leche. La fiebre de la leche, también conocida como eclampsia, podría hacer que rechace a los cachorros. Los síntomas empiezan con inquietud o ansiedad. La madre podría empezar a caminar con un andar tenso o tambaleante. Esto puede progresar a temblores, espasmos, jadeo intenso y fiebre. Si crees que la perra presenta estos síntomas, llévala al veterinario de inmediato. Si el problema no se trata, puede causar la muerte.[6]
    • Los síntomas de la fiebre de la leche suelen empezar entre las tres y las cinco semanas luego del nacimiento de los cachorros.[7]
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    Lleva a los perros al veterinario. Incluso si no notas los síntomas de la mastitis o la fiebre de la leche, aun así podría haber una causa médica subyacente por la que la madre ha abandonado a los cachorros. Lleva a la madre y los cachorros al veterinario. Él les hará un análisis de sangre y otros exámenes para determinar qué anda mal.[8]
    • En ocasiones, algo podría andar mal con los cachorros, lo que hace que la madre los abandone. El veterinario podría ayudarlos a desarrollarse de forma adecuada.[9]
    • Si el veterinario determina que no hay una causa médica, podrá ayudarte a incentivar a la madre a aceptarlos. Él podría recomendarte que alimentes y cuides a los cachorros por tu cuenta.
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Método 3
Método 3 de 3:
Cuidar a los cachorros huérfanos

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    Aliméntalos cada 2 horas. Los cachorros requieren cuidado y alimentación las 24 horas del día. Ellos necesitan que les den un substituto de leche para cachorros cada 2 a 3 horas. Se les puede alimentar con biberón o una sonda. Hay biberones para cachorros especiales que están disponibles en las veterinarias o tiendas de mascotas, pero la alimentación con biberón puede tomar mucho más tiempo que con sonda. Por lo general, se recomienda alimentar con una sonda, pero debes hacer que el veterinario te enseñe la técnica adecuada, para que los cachorros no inhalen el substituto de leche por accidente y se asfixien.[10]
    • Para alimentar al cachorro, asegúrate de colocarlo con la barriga hacia abajo. Sostén el biberón un poco inclinado hacia él. El cachorro deberá sujetarlo. Deja que succione hasta que se llene.
    • Si empieza a toser o si notas que la leche le sale de la nariz, deja de alimentarlo de inmediato.
    • La leche de vaca y de cabra no son apropiadas para los cachorros. Debes usar un substituto de leche para cachorros de venta comercial.
    • Algunos cachorros podrían tratar de lactar y succionarse entre sí, en lugar de a la madre. Esto podría lastimar a los demás. Si ocurre, podrías tener que separarlos en cajas diferentes.
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    Dales un masaje a los cachorros para incentivarlos a hacer sus necesidades. En las primeras tres semanas de vida, los cachorros no podrán realizar movimientos intestinales por su cuenta. La madre los lamerá para incentivarlos a defecar y miccionar. En la ausencia de la madre, tendrás que encargarte de ello. Luego de cada comida, humedece un pedazo de algodón o usa una toallita para bebés prehumedecida. Masajea el ano y los genitales de los animales. Luego de dos minutos, deberán miccionar y defecar.[11]
    • Si el cachorro no responde bien a ello después de una comida, podrías hacerlo antes de alimentarlo.
    • Ellos empezarán a hacer sus necesidades por su cuenta a las tres semanas de edad.
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    Mantenlos calientes. Ellos no pueden regular su temperatura corporal. Sin el calor de la madre, podrían no desarrollarse. Puedes colocar una bombilla de 25 vatios sobre una parte de su caja para mantenerlos calientes. Las almohadillas térmicas también pueden usarse para elevar la temperatura. Envuelve la almohadilla térmica con toallas o piel de oveja. Siempre supervisa a los cachorros mientras tengan colocada la almohadilla térmica.[12]
    • La temperatura en la habitación debe ser 29 °C (85 °F) en las primeras dos semanas. Podrás reducirla a 26 °C (80 °F) luego de dos semanas y a 23 °C (75 °F) después de 4 semanas.
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    Busca una madre adoptiva si es posible. La madre será la responsable de socializar a los cachorros. Podría ser de utilidad conseguir a otra madre que haya dado a luz al mismo tiempo que tu perra. Preséntale los cachorros uno a la vez y observa si los acepta. Si lo hace, podría estar dispuesta a criarlos como si fueran suyos.[13]
    • Podrías comunicarte con criadores de tu área o un refugio local para determinar si conocen a una perra que sea adecuada como madre adoptiva.
    • Si no puedes conseguir una madre adoptiva para los cachorros, empieza a presentarles los cachorros a otras personas después de unas semanas para ayudar a socializarlos. También anímalos a jugar entre sí.
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Consejos

  • En ocasiones, no habrá un buen motivo para que la madre se rehúse a quedarse cerca de los cachorros. En estos casos, podrías tener que aceptar tus nuevas responsabilidades como padre adoptivo.
  • Si es posible, pídele a alguien que te ayude a alimentarlos y cuidarlos.
  • Si la perra ha tenido una cesárea, podría no reconocer a sus cachorros como suyos. Es importante que se los presentes de inmediato luego de una cesárea.[14]
  • Las perras también podrían rechazar a los cachorros si se han reproducido muy jóvenes.
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Advertencias

  • Si la madre sufre de mastitis o si se rehúsa a cuidar a los cachorros, no debes reproducirla en el futuro, ya que estos problemas pueden volver a ocurrir.
  • Algunos cachorros podrían no sobrevivir Incluso si se les brinda cuidados. No te culpes en estas situaciones.
  • Asimismo, podría parecer que algunas perras carecen de los instintos maternales. Si este es el caso de la tuya, no la vuelvas a reproducir, ya que es probable que haga lo mismo con la próxima camada.
  • En ocasiones, las perras se comerán a sus cachorros. No se comprende del todo el motivo de este comportamiento, pero debes separarla de los cachorros si empieza a actuar de forma agresiva con ellos.
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Acerca de este wikiHow

Jeannie McElroy
Coescrito por:
Amante de los perros y criadora de bóxeres campeones europeos
Este artículo fue coescrito por Jeannie McElroy. Jeannie McElroy es amante de los perros y criadora de bóxeres campeones europeos con el nombre kennel de Big Mac Boxers. Con más de 25 años de experiencia, se especializa en adiestrar, trabajar, exhibir y titular a sus perros en una gran variedad de deportes de ring. Jeannie es evaluadora de AKC y titula a perros para terapia para Therapy Pets Unlimited. También es miembro de AKC Bred with Heart, Greater Cincinnati Boxer Club, y US-BOX Working Boxer Association. Le apasiona esta raza debido a que adora criar a la próxima generación por medio de una crianza selectiva de perros con pruebas de salud de pedigrí conocidos por tener una genética de calidad.
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