Las persianas enrollables son decoraciones muy versátiles y prácticas para ventanas, pero como cualquier otra cosa en la casa, pueden acumular polvo y suciedad con el paso del tiempo. El polvo natural de la casa, las salpicaduras de alimentos e incluso los insectos pequeños pueden manchar las persianas, pero por fortuna, su limpieza constituye una tarea sencilla que solo requiere unos minutos para ayudarlas a lucir mejor.

Método 1
Método 1 de 2:
Aspirar y limpiar las persianas

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    Extiende las persianas por completo. Dependiendo de la longitud de las persianas, es probable que tengas que extenderlas más allá del punto normal para asegurarte de que puedas acceder a todo el material.
    • Es probable que tengas la tentación de solo limpiar la sección de las persianas que normalmente queda expuesta hacia la habitación, pero si lo haces, corres el riesgo de que las persianas se decoloren con el tiempo.
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    Utiliza el accesorio de cepillo de la aspiradora para eliminar por completo el polvo y la suciedad. Enchufa la aspiradora y conecta el accesorio de cepillo. Luego, enciéndela y comienza a limpiar las persianas en la parte superior. Mueve la vara del cepillo de izquierda a derecha, avanzando hacia la parte inferior.[1]
    • A veces, las persianas enrollables pueden acumular mucha suciedad, polvo e incluso pequeños insectos. Primero debes aspirarlas para eliminar los residuos y acelerar mucho más el proceso de limpieza.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Melanie Garcia

    Melanie Garcia

    Gurú de limpieza y copropietaria de Oranges & Lemons
    Melanie García es copropietaria de Oranges & Lemons, un pequeño negocio de limpieza familiar con sede en el Centro de Los Ángeles. Ella y sus copropietarios familiares son amas de casa de segunda y tercera generación que se enfocan en brindar una experiencia de limpieza de calidad a los clientes y miembros del equipo. Su familia ha estado viviendo en el vecindario del Centro de Los Ángeles donde administran su negocio de limpieza desde hace 40 años.
    Melanie Garcia
    Melanie Garcia
    Gurú de limpieza y copropietaria de Oranges & Lemons

    Nuestra experta señala: comienza aspirando las persianas para quitar el polvo. Luego, puedes limpiarlas con una esponja para así eliminar la suciedad y la acumulación de tierra. Termina limpiándolas con una toalla de microfibra húmeda y deja que se seque al aire.

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    Mezcla un detergente lavavajillas suave en un recipiente con agua tibia. Utiliza alrededor de 1 cucharada de detergente y 1 litro (4 tazas) de agua. Utiliza una cuchara o una varilla para revolver el agua con el detergente hasta que se forme espuma. Lleva el recipiente cerca de las persianas y colócalo en un lugar al que puedas acceder con facilidad, pero donde no te estorbe.[2]
    • Evita el uso de productos de limpieza químicos agresivos o detergentes con lejía, ya que pueden decolorar las persianas.
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    Sumerge una esponja o un paño de cocina limpio en el agua con detergente y escúrrelo. Sumerge y satura por completo la esponja para que absorba la mayor cantidad posible de la mezcla jabonosa. Luego, escúrrela para que no gotee con el exceso de agua.[3]
    • Si la esponja está demasiado húmeda, goteará sobre las persianas mientras las limpias, lo que a su vez puede empapar el piso.
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    Limpia las persianas con el paño, comenzando en la parte superior y abriéndote paso hacia la parte inferior. Realiza un movimiento de adelante hacia atrás para limpiar las persianas de un lado a otro. Continúa limpiando las persianas hasta que llegues a la parte inferior. Si detectas alguna mancha grande, debes dedicar un poco más de tiempo a limpiar esa área.[4]
    • Este método funciona bien para persianas hechas de diferentes tipos de materiales, desde vinilo hasta mezclas sintéticas.
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    Enjuaga la esponja varias veces mientras limpias las persianas. Sumerge la esponja en el agua con detergente y dale un par de vueltas para eliminar la suciedad acumulada. Luego, escúrrela nuevamente antes de continuar con la limpieza de las persianas.
    • Si notas que el trapo se ensucia demasiado y no se limpia al enjuagarlo, debes cambiarlo por uno nuevo.
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    Utiliza un quitamanchas de telas para tratar las manchas difíciles que no se desprenden con facilidad. Lee las instrucciones del fabricante antes de aplicar el producto y luego síguelas con cuidado. Si te preocupa que el quitamanchas decolore las persianas, intenta probarlo primero en una sección discreta de las persianas (por ejemplo, cerca de la parte superior donde normalmente se enrolla).[5]
    • Si existe una mancha muy difícil que no se desprende por sí sola, es probable que sea el momento de llevar las persianas a un limpiador profesional.
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    Deja las persianas completamente extendidas hasta que se sequen. Dado que no has saturado las persianas con agua, solo tardarán algunas horas en secarse por completo. Para estar seguro, debes dejar las persianas totalmente extendidas durante la noche. Una vez que se sequen, puedes dejar que se enrollen nuevamente.[6]
    • Si enrollas las persianas cuando aún están húmedas, pueden enmohecerse y oler mal.
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Método 2
Método 2 de 2:
Lavar persianas enrollables en la bañera

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    Desengancha las persianas y colócalas en el suelo. Extiéndelas por completo para desenrollarlas tanto como sea posible. Luego colócalas en el suelo, ya sea en una habitación grande o el pasillo. Trata de mantenerlas aparatadas para que no estorben el paso de las personas o las mascotas.
    • Si no cuentas con un espacio lo suficientemente grande como para colocar las persianas, puedes doblarlas al estilo acordeón.
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    Utiliza el accesorio de cepillo de la aspiradora para eliminar el polvo y la suciedad. Comienza en un extremo de las persianas y mueve la vara del accesorio de adelante hacia atrás, avanzando hacia abajo, hasta que aspires toda la superficie de las persianas.[7]
    • Si no cuentas con un accesorio de cepillo, utiliza una toalla para manos seca para limpiar las persianas y eliminar todo el exceso de polvo posible.
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    Llena la bañera con agua tibia y agrega un detergente lavavajillas suave. Solo debes utilizar aproximadamente de 2 a 4 cucharadas de detergente. Asegúrate de que la bañera se encuentre limpia antes de agregar el agua y el detergente, y llénala hasta la mitad.[8]
    • Consulta con tu familia antes de llenar la bañera para asegurarte de que nadie planee utilizarla durante las próximas horas.
    • Evita utilizar productos de limpieza químicos potentes o cualquier producto que contenga cloro, ya que podrían decolorar las persianas.
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    Coloca las persianas en el agua y deja que se remojen durante 2 o 3 horas. Si es necesario, puedes doblar las persianas al estilo acordeón en el agua. Asegúrate de que todo el armazón de las persianas quede cubierto con el agua jabonosa antes de dejarlas remojándose.[9]
    • Configura un cronómetro en tu teléfono o la estufa de la cocina para que no te olvides de las persianas.
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    Restriega suavemente las persianas sobre ambos lados con un cepillo de cerdas suaves. Comienza en un extremo de las persianas y frótalas de izquierda a derecha con un cepillo de cerdas suaves, avanzando hacia abajo hasta que llegues al otro extremo. Luego, voltea las persianas y haz lo mismo en la parte posterior de las persianas.[10]
    • Mientras restriegas, simplemente puedes doblar la parte limpia debajo del resto de las persianas en el agua. De esta manera, evitarás derramar agua por todo el piso de baño.
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    Drena el agua de la bañera y enjuaga las persianas con agua limpia. Drena el agua jabonosa por completo, dejando las persianas dentro de la bañera. Luego, utiliza la regadera de la ducha para enjuagar las persianas. También puedes volver a llenar la bañera con agua limpia para enjuagar las persianas hasta que elimines todo el detergente.[11]
    • Si hay alguien más en casa que pueda ayudarte, pídele que sujete las persianas de forma vertical en la bañera mientras utilizas la regadera para facilitar el proceso de enjuague.
    • Asegúrate de enjuagar bien las persianas. Los residuos de detergente pueden atraer el polvo y la suciedad, y pueden provocar futuras acumulaciones en las persianas.
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    Coloca las persianas en un tendedero o cuélgalas sobre la varilla de la cortina. No trates de colocar las persianas en la secadora. Incluso si pudieras lograr que encajen en la máquina, el calor podría dañar el material y la secadora deformaría las persianas. En su lugar, deja que se sequen al aire durante la noche.[12]
    • Dependiendo del material del que estén hechas las persianas, pueden secarse muy rápido, dentro de 2 a 3 horas. Tan solo asegúrate de que se sientan secas al tacto y que no haya humedad visible sobre ellas antes de volver a colgarlas.
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    Cuelga las persianas una vez que se sequen por completo. En este punto, tendrás persianas limpias y libres de polvo y suciedad. Configura un recordatorio en tu teléfono para que dentro de 6 meses te indique que debes limpiar las persianas nuevamente como parte de tu rutina habitual de mantenimiento del hogar.
    • Si detectas manchas que no han salido en la bañera, es probable que sea momento de llevar las persianas a un limpiador profesional.
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Consejos

  • Evita el uso de limpiadores potentes sobre las telas, ya que puedes dañar el material.
  • Si desempolvas y aspiras las persianas de forma regular, puedes ayudar a mantenerlas limpias.
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Cosas que necesitarás

Aspirar y limpiar las persianas

  • una aspiradora con un accesorio de cepillo
  • un recipiente grande
  • detergente lavavajillas suave
  • una esponja o un paño de cocina limpio
  • quitamanchas de telas (opcional)

Lavar persianas enrollables en la bañera

  • una aspiradora con un accesorio de cepillo
  • detergente lavavajillas suave
  • un cepillo de cerdas suaves
  • una bañera o un fregadero grande
  • un tendedero

Acerca de este wikiHow

Melanie Garcia
Coescrito por:
Gurú de limpieza y copropietaria de Oranges & Lemons
Este artículo fue coescrito por Melanie Garcia. Melanie García es copropietaria de Oranges & Lemons, un pequeño negocio de limpieza familiar con sede en el Centro de Los Ángeles. Ella y sus copropietarios familiares son amas de casa de segunda y tercera generación que se enfocan en brindar una experiencia de limpieza de calidad a los clientes y miembros del equipo. Su familia ha estado viviendo en el vecindario del Centro de Los Ángeles donde administran su negocio de limpieza desde hace 40 años. Este artículo ha sido visto 24 827 veces.
Categorías: Limpieza de ventanas
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