Limpiar las ventanas por adentro y afuera es importante para mantenerlas en buen estado. Pero si la parte externa de una ventana está muy elevada o es difícil llegar a ella desde afuera por alguna otra razón, es posible que no sepas cómo limpiarla de forma segura. Sin embargo, si retiras los paneles de la ventana o inviertes en un equipo especial, podrás limpiar tus ventanas desde el interior. Si nada más funciona, siempre es posible llamar al servicio de limpieza de ventanas para cubrir las áreas difíciles o peligrosas.

Método 1
Método 1 de 3:
Sacar las ventanas corredizas

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    Prueba a retirar las ventanas para limpiarlas si tienes ventanas corredizas estándar. La mayoría de este tipo de ventanas están diseñadas para desprenderse, de modo que puedas lavarlas al interior. Si no puedes o no quieres lavar tus ventanas corredizas desde afuera, quizás puedas desmontarlas.[1]
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    Quítale el seguro a la ventana y deslízala para abrirla. La mayoría de los paneles tienen que abrirse al menos hasta la mitad antes de que se puedan sacar. Si el panel parece atascado o no se desliza, fíjate si algo lo está obstruyendo.[2]
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    Revisa los rieles laterales de la ventana para ver si tienen tornillos. Algunas ventanas corredizas están adheridas en su lugar con tornillos para evitar que alguien abra los paneles desde afuera. Busca si hay tornillos de ventana en las esquinas internas del marco. Si las ventanas tuvieran tornillos, usa un destornillador para soltarlos.[3]
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    Levanta el panel y sácalo del marco tirando de él. Agarra ambos lados del panel y levántalo. Al mismo tiempo, inclina la parte inferior hacia afuera para hacerlo. El panel debe desprenderse de su lugar desde la parte inferior. Tira del panel hacia abajo y ponlo a un lado hasta que estés listo para limpiarlo.[4]
    • Trabaja lentamente y manipula el panel con cuidado cuando lo estés sacando del marco. Si le haces mucha presión o trabajas muy rápido, podrías lastimar la ventana o a ti.
    • Si estás lidiando con una ventana grande y el panel es muy pesado, pídele a otra persona que te ayude. Ella podrá agarrar un lado del panel al mismo tiempo que tu sostienes el otro y lo sacan del marco, levantándolo.
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    Limpia el panel desde el interior. Una vez que el panel de la ventana esté adentro, puedes limpiarlo como lo harías con cualquier otra ventana. Usa una solución limpiadora, un paño de microfibra y una esponja para lavarle la tierra o los residuos de la ventana. Cuando termines, seca las ventanas con un paño seco o papel toalla.
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    Coloca el panel nuevamente en el marco. Después de limpiar la ventana, levántala y ponla nuevamente en la parte de arriba del marco e inclínala para que vuelva a su lugar. El panel debe ingresar nuevamente si se le eleva lo suficiente. Nuevamente coloca el panel en el marco lentamente para no lastimarte a ti o a la ventana.
    • Si el panel es muy pesado para que lo vuelvas a su lugar por tu cuenta, pídele a alguien que te ayude a levantarlo y ponerlo de vuelta en el marco.
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    Cierra la ventana y ajusta los tornillos que estaban sueltos. Cuando el panel esté de vuelta en el marco, desliza la ventana hasta cerrarla por completo y asegúrala. Si la ventana tiene tornillo, usa un destornillador para asegurarla en su lugar.[5]

Método 2
Método 2 de 3:
Usar un secador o escurridor

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    Saca la pantalla de la ventana, si fuera el caso. Si tu ventana tiene una pantalla, vas a tener que sacarla antes de que puedas alcanzar los paneles exteriores desde el interior. La forma en que la saques dependerá de la marca específica, pero generalmente se puede sacar presionando la parte inferior del marco hacia arriba y levantándola para sacarla de ahí.
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    Abre la ventana con un fregador de mango largo en mano. Si vives en un lugar muy elevado como para limpiar la ventana desde el exterior o no quieres limpiarla afuera, tal vez puedas alcanzarla con herramientas que estén especialmente diseñadas para ello. Usa un secador o un fregador de mango largo en mano, saca el brazo a través de la ventana para llegar a los paneles desde el interior. Si no estás en una posición muy elevada, inclínate un poco hacia afuera de la ventana para limpiarla en un ángulo más cómodo.[6]
    • Si las ventanas están a varios pisos de altura, maniobrar una herramienta de limpieza de mango largo puede ser peligroso. Usa un equipo de limpieza poco pesado para que no dejes caer nada mientras trabajas.
    • Nunca extiendas más que el brazo fuera de la ventana si vives en una casa que tiene más de 1 piso de alto.[7]
    • Si las ventanas están muy elevadas y no quieres correr el riesgo de botar tus herramientas o inclinarte hacia muy afuera, quizás sea buena idea contratar una compañía de limpieza de ventanas.
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    Sumerge el fregador de mango largo en una solución de limpieza de ventanas. Restriega cada centímetro del panel exterior hasta que esté cubierto en la solución limpiadora. Prueba restregarlo de abajo hacia arriba para esparcir la solución de manera más ordenada y pareja.[8]
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    Pasa el secador por toda la ventana avanzando en filas. Comienza en la esquina superior de la ventana, y presiona el secador sobre el panel y llévalo de un lado a otro. Cuando hayas llegado al final de una fila, retira el filo del secador hacia ti y límpialo con un paño de microfibra para quitarle el exceso de agua y los residuos.[9]
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    Ve avanzando hacia abajo con el secador. Forma las líneas con el secador de modo que la de arriba se sobreponga un poco a la siguiente, lo que conservará tus ventanas lo más libres de rayas que sea posible. Tira del secador hacia abajo de manera estable hasta que llegues a la última fila y hayas secado la ventana por completo.[10]

Método 3
Método 3 de 3:
Probar métodos de limpieza alternativa

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    Pregúntale al administrador de tu edificio si proporcionan servicios de limpieza por algún precio. Algunos complejos de apartamentos limpian las ventanas de los residentes por una cuota mensual. Si las ventanas están muy elevadas como para que puedas limpiarlas desde afuera y no quieres hacerlo tú mismo, habla con el administrador del edificio para saber si proveen este servicio.[11]
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    Limpia las ventanas desde el exterior con una escalera. En algunas situaciones, sacar los paneles de la ventana o usar herramientas de limpieza de mango largo podría ser incómodo o imposible. Si tus ventanas están muy elevadas como para llegar a ellas con una escalera extensible, quizás puedas alcanzarla desde afuera.
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    Contrata un servicio de limpieza de ventanas si no puedes limpiarlas de manera segura. Los limpiadores de ventanas profesionales pueden llegar a los paneles exteriores en situaciones donde en tu caso no sería conveniente o sería peligroso. Investiga sobre los servicios de limpieza de ventanas en tu área y ponte en contacto con 2 a 3 de ellos para que te den un presupuesto de cuánto cuestan.[12]

Consejos

  • Limpia las ventanas en un día nublado o cuando el sol no esté afuera. Durante los momentos más calientes del día, el sol puede secar el limpiador de ventanas muy rápido y dejarle rayas.[13]

Advertencias

  • Si vas a limpiar la ventana exterior desde una posición elevada, prioriza tu propia seguridad por encima de la limpieza de las ventanas. Siempre es posible llamar a un servicio de limpieza de ventanas si llegar a los paneles exteriores es muy peligroso para ti.

Cosas que necesitarás

Sacar las ventanas corredizas

  • un destornillador
  • una solución de limpieza de ventana
  • un paño de microfibra
  • una esponja
  • papel toalla

Usar un secador

  • un secador de mango largo
  • un fregador de mango largo
  • un paño de microfibra
  • una solución limpiadora de ventanas

Acerca de este wikiHow

Michelle Driscoll, MPH
Coescrito por:
Fundadora de Mulberry Maids
Este artículo fue coescrito por Michelle Driscoll, MPH. Michelle Driscoll es la propietaria de Mulberry Maids en el norte de Colorado. Ella recibió su maestría en Salud Pública en la Escuela de Salud Pública de Colorado en 2016. Este artículo ha sido visto 36 369 veces.
Categorías: Limpieza de ventanas